Artículos
Atribuciones sobre
las causas de la pobreza general e infantil en Argentina
Attributions on the
causes of general and child poverty in Argentina
María Soledad Segretin soledadsegretin@gmail.com
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), Argentina
Cecilia Reyna ceciliareyna@unc.edu.ar
Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina
Sebastián J. Lipina slipina@cemic.edu.ar
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), Argentina
Atribuciones sobre las causas de la pobreza general e infantil
en Argentina
Interdisciplinaria,
vol. 39, núm. 3, pp. 293-315,
2022
Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias
Afines
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publicación, con el trabajo registrado con la licencia de atribución, no
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Recepción:
28
Octubre 2021
Aprobación:
15
Agosto 2022
Resumen:
El estudio acerca de las causas de la
pobreza ha sido influenciado por la teoría de la atribución, lo que permitió
identificar los juicios predominantes que las personas establecen sobre tales
causas. Los estudios locales sobre las atribuciones causales de la pobreza son
escasos y no se ha identificado ninguno referido a las causas de la pobreza
infantil, a pesar de las altas tasas de su incidencia en el país. Así, el
presente estudio propone evaluar las atribuciones causales de la pobreza
general e infantil por parte de adultos de Argentina, empleando dos
cuestionarios (uno sobre las causas de la pobreza en general y el otro sobre la
pobreza infantil en particular) implementados de manera virtual. La muestra
incluyó a 1 659 participantes (17 a 90 años), quienes debieron indicar la
importancia de cada ítem como causa de la pobreza en una escala tipo Likert de
cinco puntos. En cuanto al cuestionario sobre las causas de la pobreza general,
el análisis exploratorio permitió identificar una estructura de tres factores
–similar a la identificada en otros estudios: individualista, estructurales y
fatalistas–, la cual no fue verificada en el análisis confirmatorio. Con
respecto al cuestionario sobre las causas de la pobreza infantil, se identificó
y se confirmó un modelo de dos factores (que podrían estar relacionados con
atribuciones estructurales y familiares) que representa una nueva evidencia en
el campo. Los resultados sugieren diferencias en las atribuciones de las causas
de pobreza general e infantil, cuyos posibles mecanismos (e. g., modulación por
parte de factores individuales, contextuales y culturales) deberían explorarse
en estudios futuros.
Palabras clave: atribuciones
causales de la pobreza, pobreza infantil, análisis factorial exploratorio,
análisis factorial confirmatorio.
Abstract: In the last decades, different studies have addressed the
perspectives of people regarding the causes of poverty, as they could play a
fundamental role in the development of individual and social attitudes, beliefs
and expectations towards people living in such a condition, and in the
strategies implemented to solve related problems and issues. In addition, many
of those studies have investigated the causes of poverty using the theoretical
model proposed by Feagin (1972), which suggests three broad explanations: (1)
individualistic (i. e., causal attribution is placed on the poor themselves); (2) structural
(i. e., poverty is due to external social and economic factors); and
(3) fatalistic (i. e., poverty is attributed to factors such as bad luck). Most of
those studies have been carried out considering the causes of poverty in
general, which means that there is very little research aimed at studying
specifically the causes of child poverty. Given the high incidence of poverty
in Argentina the knowledge about such perspectives is of interest for multiple
basic and applied purposes. In this sense, the present study proposed to
evaluate the attributions of the causes of poverty in general and child poverty
in particular, by adults from Argentina, through two virtual questionnaires
(one asking for the causes of poverty in general, and the other for the causes
of child poverty). The sample included responses from 1 659 citizens of
Argentina from 17 to 90 years old (M = 45.72, SD = 16.94). The questionnaires
included 32 items aimed at evaluating the attribution of causes of general
poverty, and 30 items related to child poverty. Participants were asked to
indicate the importance of each item as a cause of poverty on a five-point
Likert-type scale (1 = does
not matter; 5 = extremely important).
Exploratory and confirmatory factor analyses were implemented (separately from
the general and child questionnaires) and retained items with factor loadings
at .40 or above. In addition, for the general questionnaire, a second approach
was implemented to analyze if the factorial structure supported by different
studies in the literature was confirmed in this sample. For such a purpose,
confirmatory factor analyses were implemented. Regarding the questionnaire for
the causes of general poverty, the exploratory analysis allowed identifying a
three-factor structure (as in the case of other studies) (RMSEA = .071; CFI =
.94; TLI = .93), which was not verified in the confirmatory analysis (RMSEA =
.103; CFI = .88; TLI = .86). On the other hand, the results of the second
approach suggest the confirmation of the two-factor model proposed in the
literature (RMSEA = .083; CFI = .96; TLI = .95). This pattern of results
suggests sensitivity to the inclusion of new items. In this sense, in future
studies it would be important to invest efforts in determining new items from
consultations with experts and other social actors.
Regarding the questionnaire for the causes of poverty in children, two-factor model was identified and confirmed (RMSEA = .074; CFI = .94; TLI = .93), which is a new piece of evidence in the field, suggesting variability in the attribution of causes of poverty according to the considered age group, and whose potential mechanisms in comparison with the studies on adult poverty should be explored in future research (e. g., individual, contextual and cultural factors). Finally, this study confirms that having valid and reliable instruments to explore the causal attributions of general and child poverty would be important to advance in the understanding of poverty as a complex and multidimensional phenomenon.
Keywords: causal attributions
of poverty, child poverty, confirmatory factor analysis, exploratory factor
analysis.
Introducción
El estudio de la pobreza ha sido abordado por diferentes
disciplinas científicas, organismos públicos y organizaciones no gubernamentales
desde mediados del siglo XX, con el fin de profundizar el conocimiento sobre
este fenómeno complejo y generar estrategias para modificar algunas de sus
múltiples consecuencias sobre el desarrollo humano. Los diferentes abordajes y
definiciones de la pobreza propuestos presentan aspectos compartidos (por
ejemplo, la referencia a la relación entre las carencias materiales y
psicológicas y la falta de recursos para satisfacerlas), y discrepancias
epistemológicas y metodológicas en su conceptualización (Minujin et al., 2006; Spicker et al., 2009). Asimismo, en
diversos estudios se ha reconocido que las familias e individuos que viven en
condiciones de pobreza pueden verse afectados por otros aspectos o factores
además de los recursos materiales, tales como la discriminación, la exclusión y
la falta de oportunidades para el aprendizaje, entre otros (e. g., Minujin et
al., 2006; Minujin y Nandy, 2012).
A pesar de que el debate sobre las definiciones conceptuales y
operacionales de la pobreza infantil sigue teniendo un lugar marginal dentro de
los debates generales sobre la pobreza (Espíndola
et al., 2017; Spicker et al., 2009),
son reconocidas la importancia y la necesidad de desarrollar estudios
específicos para poblaciones infantiles, tal como ocurre desde el inicio de la
década de los 2000 (e. g., Gordon et al., 2003; Minujin et al., 2006; Minujin y Nandy, 2012; Roelen y Gassmann, 2008; Wimer et al., 2016). Entre las razones
por las cuales se plantea la necesidad de desarrollar abordajes específicos de
la pobreza infantil se incluye la dependencia de las niñas y los niños de su
entorno directo para satisfacer sus necesidades básicas, así como la
variabilidad en la distribución de recursos por parte de sus padres, cuidadores
u otros actores de la comunidad (Maholmes
y King, 2012; Roelen et al., 2007;
White et al., 2002). Asimismo, los
niños y las niñas tienen otras necesidades que las de los adultos, y en
consecuencia serían afectados de manera diferente (Lipina et al., 2011; Roelen y Gassman, 2008). En tal sentido,
se ha sugerido que los niños y las niñas expuestos a pobreza deben ser tenidos
en cuenta como unidades de análisis independientes de los adultos o del grupo
familiar (Duncan y Magnuson, 2012; Duncan et al., 2010; Gordon et al., 2003; Minujin et al., 2006; Roosa et al., 2005). Tal como indican
estos estudios, los problemas conceptuales referidos a la pobreza infantil
siguen presentes, y la mayoría de las investigaciones sobre el tema no son
específicas para los niños y las niñas (Minujin
y Nandy, 2012; Nandy y Main, 2015;
Raver et al., 2015; Segretin et al., 2009; Tuñón, 2011).
En las últimas décadas, numerosas investigaciones han
incorporado en el estudio de la pobreza la perspectiva de las personas respecto
a las causas de la pobreza, dado que han considerado que podrían tener un rol
fundamental en el desarrollo de actitudes individuales y sociales en las
creencias y expectativas hacia las personas que viven en la pobreza, en el
nivel en que las desigualdades de ingreso se percibirían como justas o no, así
como en la percepción general de las desigualdades sociales y las estrategias
de respuesta frente a los problemas relacionados con este fenómeno (Babjaková et al., 2019; Bullock et al., 2003; Cozzarelli et al., 2001; Schneider y Castillo, 2015). En este
sentido, diferentes estudios han demostrado que el acuerdo y/o apoyo de los
ciudadanos hacia las políticas públicas orientadas a reducir la pobreza se
asocia con las atribuciones causales de la pobreza (e. g.,
Yúdica et al., 2020) y con las
emociones que son consecuencia de estos procesos atribucionales (Hernández-Ramos et al., 2019).
En la literatura sobre el tema se verifican diferencias respecto
a la terminología utilizada para hacer referencia a las causas de la pobreza (Babjáková et al., 2019). Algunos estudios
utilizan el término “percepciones” de las causas de la pobreza (Davids y Gows, 2013; Niemelä, 2008), otros hacen referencia a
las “creencias” acerca de la pobreza (e. g., Hunt, 1996; Tagler y Cozzarelli, 2013) y otros usan
el término “atribuciones” de las causas de la pobreza (e.
g., Nasser y Abouchedid, 2006; Norcia y Rissotto, 2015). El concepto de
atribución ha sido estudiado principalmente desde la psicología social, que se
ha enfocado en comprender cómo las personas explican el comportamiento de
otros. En términos generales se refiere al proceso de inferir la causa de un
evento utilizando información específica (Ismail,
2011). Uno de los pioneros en introducir la idea de inferencia causal
relacionada con la atribución fue Heider
(1958), quien intentó comprender el modo en el que las personas perciben y
explican los hechos y el comportamiento propio y ajeno. La investigación acerca
de las causas de la pobreza ha sido influenciada por la teoría de la atribución
(Heider, 1958; Harvey y Weary, 1984) y su énfasis en la
distinción de influencias internas y externas. El factor interno hace
referencia a atribuir la pobreza a uno mismo (por influencias de la
personalidad, el esfuerzo y las actitudes), mientras que el factor externo se
refiere a la tendencia de atribuir la pobreza a las situaciones que enfrentó un
individuo (por influencias de otras personas, la falta de ayuda y el destino) (Heider, 1958; Ismail, 2011). Sin embargo, algunos
estudios encontraron que las dimensiones de la atribución causal de la pobreza
también estarían influenciadas por diferentes experiencias y aspectos culturales
(e. g., Da
Costa y Dias, 2015; Pirani, 2013).
El estudio empírico sobre las atribuciones de las causas de la
pobreza se enfocó principalmente en esta distinción (i. e.,
influencias internas y externas), y a partir de este marco de referencia se
desarrolló una línea de trabajo que intentaba identificar los juicios
predominantes que las personas establecen como causas de la pobreza. Uno de los
primeros estudios en esta línea fue el desarrollado por Feagin (1972), quien a partir de
implementar análisis factoriales en los datos obtenidos en una muestra de 1 017
personas adultas en Estados Unidos, identificó grupos de respuestas para las
que propuso tres explicaciones de las causas de la pobreza: individualistas,
estructurales y fatalistas.
Las explicaciones individualistas enfatizan la responsabilidad
personal por comportamientos o características propias de los individuos. La
fuente de estos comportamientos y características son atribuidos a la persona
(es decir, que son internos) y controlables por la persona. Las manifestaciones
de las atribuciones individuales incluyen la falta de esfuerzo, la pereza, la
falta de inteligencia o de educación, el consumo de sustancias tóxicas, la
negligencia, la mala administración de recursos financieros y materiales, y una
mala actitud respecto a la búsqueda de trabajo tales como suelen ser definidos
por criterios culturales hegemónicos de los países en los que se han realizado
los estudios y sostenidos por los investigadores (Halik y Weble, 2011; Nandori, 2014).
En el caso de las explicaciones estructurales, se acentúan las
condiciones económicas y sociales externas al individuo. Se incluyen en este
factor la falta de oportunidades laborales, la discriminación, la falta de
igualdad social, la administración de los gobiernos, impuestos elevados,
salarios bajos, sindicatos débiles y una economía pobre (Bullock et al., 2003; Hastie, 2010; Nasser et al., 2005; Seider et al., 2011).
Con respecto a las atribuciones fatalistas, las causas de la
pobreza se asocian al destino o a la suerte. En este caso, se incluyen aspectos
tales como heredar la pobreza de los padres, familias numerosas y con muchos
hijos (Brimeyer, 2008).
A partir de las investigaciones de Feagin (1972), se han desarrollado
numerosos estudios sobre las atribuciones causales de la pobreza en distintos
países del mundo, incrementándose en las últimas décadas los estudios
realizados en países con ingresos medios y bajos o periféricos (e. g., Bolitho et
al., 2007; Buraschi et al., 2018; Campbell et al., 2001; Harper, 2002; Vázquez et al., 2017). Varios de tales
estudios han confirmado el modelo de los tres factores a través de técnicas
multivariadas (i. e., análisis de componentes
principales y análisis factorial exploratorio) (Feather, 1974; Hunt, 2004; Niemelä, 2008), mientras que otros han
reportado diferentes estructuras factoriales cuestionando la existencia unívoca
de estas tres dimensiones, e incluso identificando atribuciones ambivalentes
que incluyen explicaciones individuales y estructurales de manera simultánea (Osborne y Weiner, 2015). Asimismo, la
mayoría de tales estudios se han focalizado en las atribuciones causales de la
pobreza en general, y no en las causas de la pobreza infantil. En tal sentido,
se pudo identificar un solo estudio orientado al análisis de las atribuciones
causales de la pobreza infantil (Dunga y
Makhalima, 2016). Sin embargo, allí no se evalúa la estructura factorial de
las atribuciones, sino que se aplica el abordaje de tres factores propuesto por
Feagin (1972).
A pesar de que existen diversos estudios sobre las atribuciones
causales de la pobreza, la mayoría han sido implementados en Estados Unidos y
países de Europa, y muy pocos fueron desarrollados en África (e. g., Baguma y
Furnham, 2012), Asia (e. g., Halik y Webley, 2011) y América Latina (e. g., Bastias et
al., 2019; Gatica et al., 2017; Reyna y Reparaz, 2014; Yúdica et al., 2021). La falta de
estudios en regiones caracterizadas por mayores tasas de pobreza e inequidad
resulta relevante dado que las opiniones y percepciones de las personas sobre
las causas de la pobreza estarían influenciadas por las experiencias vividas y
aspectos culturales (Da Costa y Dias, 2015;
Pirani, 2013). Por ejemplo, en un
estudio comparativo entre 15 países europeos, se verifica que en los más
desarrollados, las causas individualistas y fatalistas de la pobreza tienden a
ser predominantes, mientras que en los países menos desarrollados las personas
explican la pobreza en base a las injusticias de la sociedad (Da Costa y Dias, 2015). En particular, en
el contexto local del presente estudio, los informes elaborados por diferentes
organismos nacionales y multilaterales dan cuenta de que la pobreza afecta a un
número alto de hogares argentinos, y en mayor porcentaje a los niños, niñas y
adolescentes. Por ejemplo, en el primer semestre de 2019, UNICEF (2020) estimó que alrededor de
siete millones de niños, niñas y adolescentes del país (el 48.6 %) experimentaban
privaciones en el ejercicio de, al menos, un derecho. Por otra parte, de
acuerdo con el último informe disponible del Instituto Nacional de Estadísticas
y Censos (INDEC), referido al primer semestre de 2020, el 40.9 % de las
personas vivían con ingresos por debajo de la línea de pobreza, con un
porcentaje mayor (56.3 %) en el caso de los niños y las niñas menores de 14
años (INDEC, 2020). Asimismo, el
Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica
Argentina, informó para el año 2019 (último disponible a nivel nacional) que el
65 % de los hogares presentaban carencia en al menos una de las dimensiones de
derechos, y que la pobreza multidimensional alcanzaba al 37.3 % de la población
(Bonfiglio et al., 2020).
Dada la alta incidencia de la pobreza en Argentina, un tema de
prioridad social, por una parte, y de prioridad científica para la construcción
de conocimientos tanto básicos como aplicados, por otra, lo constituye el
estudio de las atribuciones de las causas de la pobreza en general, así como de
la pobreza infantil de manera específica. En este contexto, el objetivo
principal de este trabajo consiste en analizar la estructura factorial y las
propiedades psicométricas de dos cuestionarios orientados a evaluar las
atribuciones causales de la pobreza general e infantil, de personas adultas de
diferentes distritos de Argentina. Tal objetivo corresponde a un interés
metodológico, que si bien constituye sólo un aspecto del tema general en el que
se inscribe (i. e., el estudio de las atribuciones
de pobrezas) es una condición necesaria para abordar y mejorar la construcción
de conocimiento de otros aspectos, como por ejemplo la modulación de las
atribuciones por parte de diferentes factores individuales, contextuales y
culturales.
Metodología
Diseño y participantes
El diseño corresponde a un estudio instrumental (Montero y León, 2002) cuyo método de
muestreo fue autoelegido (Fricker, 2008;
Sterba y Foster, 2008) ya que los
cuestionarios estaban disponibles al público, quien decidía si participar o no.
La muestra estuvo compuesta por 1 659 participantes de 17 a 90
años (M = 45.72, DS = 16.94) (Figura 1) de ambos sexos (69.7
% mujeres; 1.3 % prefirieron no reportar el sexo), residentes en Argentina (Figura 2).
Figura 1.
Distribución de casos según la edad
Figura 2.
Distribución de casos según la región de residencia
Procedimiento
Los datos fueron recolectados de manera virtual a través de un
formulario implementado en la aplicación Formularios de Google. Durante los
meses de agosto y septiembre de 2018 los cuestionarios estuvieron disponibles
en línea. La invitación a participar en el estudio se realizó a través de
mensajes enviados por redes sociales (e. g.,
Facebook, Instagram), listas de correos electrónicos y blogs
institucionales, que contenían el link a los
cuestionarios.
Las personas participantes eran informadas acerca de los
objetivos del estudio, del carácter voluntario de la participación y del
anonimato de la información. Para acceder al cuestionario se debía confirmar
que se estaba de acuerdo en participar del estudio, seleccionando una casilla
de verificación.
Instrumentos
Cuestionarios de Atribuciones sobre las Causas de la
Pobreza General e Infantil
Se generó un cuestionario que incluía 32 enunciados sobre las
causas de la pobreza general (Tabla 1) y un segundo
cuestionario con 30 ítems sobre atribuciones causales de la pobreza infantil (Tabla 2), en base a los utilizados por diferentes grupos de
investigación en otros estudios sobre el tema (e. g.,
Bolitho et al., 2007; Cozzarelli et al., 2001; Dunga y Makhalima, 2016; Flanagan et al., 2014; Ige y Nekhwevha, 2014; Nayak, 2016; Reyna y Reparaz, 2014; Vázquez et al., 2010, 2017;
Weiss-Gal et al., 2009). El orden de los ítems fue establecido de manera
aleatoria.
Ante cada afirmación, el participante debía indicar su grado de
importancia en tanto causa de la pobreza, en una escala tipo Likert de cinco
puntos (1 = no importa como causa de la pobreza, 2
= poco importante, 3 = moderadamente
importante, 4 = muy importante, 5 = extremadamente importante como causa de la pobreza).
Tabla 1
Cuestionario sobre las
causas de la pobreza general
Nº de ítem |
Descripción |
1 |
Falta de ahorro y
manejo apropiado del dinero. |
2 |
Un gobierno que es
insensible a la difícil situación de la gente pobre. |
3 |
Falta de moral. |
4 |
Los tipos de
trabajos que los pobres pueden obtener son frecuentemente mal pagados. |
5 |
Falta de habilidad y
talento para el trabajo. |
6 |
Las políticas de
gobierno. |
7 |
Tener que asistir a
escuelas con baja calidad educativa. |
8 |
Falta de acceso a
financiación. |
9 |
No heredar dinero de
parientes. |
10 |
La desintegración de
la familia nuclear (padres e hijos). |
11 |
Los ricos se
aprovechan de los pobres. |
12 |
Carecer de una red
familiar de apoyo. |
13 |
Razones externas no
controlables por la persona (por ejemplo, crisis económica o catástrofe
natural). |
14 |
Prejuicios y
discriminación en la contratación y ascenso en el trabajo. |
15 |
Estilos de vida no
saludables (por ejemplo, abuso de alcohol y drogas) |
16 |
Haber nacido con un
bajo coeficiente intelectual. |
17 |
Mala suerte. |
18 |
Falta de
planificación. |
19 |
Un sistema económico
que promueve la competencia por sobre la cooperación. |
20 |
Fracaso de la
industria para ofrecer suficientes empleos. |
21 |
Falta de educación e
información. |
22 |
Dificultad en el
acceso a servicios adecuados de salud. |
23 |
Tener muchos hijos. |
24 |
La sociedad carece
de equidad y justicia social. |
25 |
Haber nacido en la
pobreza. |
26 |
Ausencia de
motivación. |
27 |
No hay intentos de
autosuperarse. |
28 |
Un círculo vicioso
que perpetúa malos hábitos de trabajo y dependencia de la seguridad social. |
29 |
Enfermedad o
discapacidad física. |
30 |
Estar desempleado. |
31 |
No tener los
contactos adecuados que ayuden a encontrar trabajo. |
32 |
Falta de esfuerzo
y/o pereza. |
Tabla 2
Cuestionario sobre las
causas de la pobreza infantil
Nº de ítem |
Descripción |
1 |
Falta de acceso a
financiación para el hogar. |
2 |
Tener muchos
hermanos. |
3 |
Desorganización de
las rutinas familiares. |
4 |
Un gobierno que es
insensible a la difícil situación de la gente pobre. |
5 |
Padres desempleados. |
6 |
La desintegración de
la familia nuclear (padres e hijos). |
7 |
La sociedad carece
de equidad y justicia social. |
8 |
Mala suerte. |
9 |
Dificultad en el
acceso a servicios adecuados de salud. |
10 |
Que los padres hayan
nacido en la pobreza. |
11 |
Bajo nivel educativo
de los padres. |
12 |
Tener que asistir a
escuelas con baja calidad educativa. |
13 |
Un sistema económico
que promueve la competencia por sobre la cooperación. |
14 |
Falta de moral en la
familia. |
15 |
Falta de ahorro y
manejo apropiado del dinero en el hogar. |
16 |
Enfermedad o
discapacidad física de algún integrante de la familia. |
17 |
Los tipos de
trabajos que los pobres pueden obtener son frecuentemente mal pagados. |
18 |
Trabajo infantil. |
19 |
Las políticas de
gobierno. |
20 |
Estilos de vida no
saludables de los padres o cuidadores (por ejemplo, abuso de alcohol y
drogas). |
21 |
Falta de acceso a información
general en el hogar. |
22 |
Un círculo vicioso
que perpetúa malos hábitos de trabajo y dependencia de la seguridad social en
los padres. |
23 |
Los ricos se
aprovechan de los pobres. |
24 |
Prejuicios y
discriminación en la contratación y ascenso en el trabajo de los padres. |
25 |
Falta de esfuerzo
y/o pereza de los padres. |
26 |
Carecer de una red
familiar de apoyo. |
27 |
Fracaso de la
industria para ofrecer suficientes empleos. |
28 |
Razones externas no
controlables por la familia (por ejemplo, crisis económica o catástrofe
natural). |
29 |
Falta de
planificación de los padres. |
30 |
Falta de materiales
y tiempo para estimular el desarrollo infantil en el hogar. |
Análisis de datos
En primer lugar, la muestra fue dividida en dos submuestras de
manera aleatoria. Luego se realizaron análisis factoriales exploratorios (AFE)
y análisis factoriales confirmatorios (AFC) en una de ellas, de manera separada
para cada cuestionario, y se retuvieron los ítems con cargas factoriales
superiores a .40. Se consideraron los indicadores de ajuste global y las cargas
factoriales.
En el caso del cuestionario de las atribuciones causales de la
pobreza general, dado que el modelo identificado no pudo ser confirmado, en un
segundo abordaje se implementó un nuevo análisis para explorar si la estructura
factorial propuesta por diferentes estudios en la literatura, se confirmaba en
la muestra del presente estudio (ver descripción en sección Resultados).
En los procedimientos analíticos mencionados en los párrafos
previos (ver esquema en la Figura 3), las variables fueron
tratadas como categóricas y se empleó el método de estimación de mínimos
cuadrados ponderados y varianza ajustada (WLSMV), método recomendado para
variables ordinales (Rhemtulla et al.,
2012). En el caso de los AFE, los factores fueron rotados utilizando
rotación geomin (Sass y Schmitt, 2010)
para facilitar su interpretación. Finalmente, se analizó la consistencia
interna por medio de los coeficientes alfa de Cronbach y omega de McDonald
Omega. Para realizar los análisis estadísticos se emplearon .Plus 7 (Muthén y Muthén, 1998-2011), R 4.0.2 (R Core Team, 2018) y el paquete MBESS
(v4.8, Kelley, 2007).
Figura 3.
Esquema de los procedimientos analíticos implementados
Nota: M1: submuestra 1; M2: submuestra 2; AFE: análisis factorial exploratorio; AFC: análisis factorial confirmatorio.
Resultados
Luego de la división aleatoria de la muestra en dos submuestras,
estas quedaron conformadas como se describe en la Tabla 3.
Tabla 3
Características
sociodemográficas de cada submuestra
M1 submuestra 1M2 submuestra 2DS: desviación estándar.
Luego, los análisis fueron ejecutados para cada cuestionario de
manera separada. A continuación, se presentan los resultados obtenidos en cada
uno de ellos.
A. Atribuciones causales de la pobreza general
Los procedimientos analíticos implementados involucraron dos
abordajes, cuyos resultados se presentan a continuación.
En el primer abordaje realizado, se implementó un AFE en la
submuestra 1. Se evaluaron modelos entre dos y cuatro factores. El gráfico de
la pendiente de Cattell sugirió la extracción de dos o tres factores, mientras
que los indicadores de ajuste global mostraron un ajuste adecuado con el modelo
de tres y cuatro factores. Al inspeccionar la matriz de cargas factoriales, se
optó por avanzar con el modelo de tres factores, dado que el de cuatro factores
generaba un factor con escasos ítems. A partir de estos resultados, se
implementaron subsecuentes AFE eliminando en cada modelo aquellos ítems con
cargas factoriales bajas (< .40) y/o conflictivas (i.
e., cargas similares y bajas en más de un factor). Los resultados de
estos procedimientos sugirieron un modelo final de tres factores en el cual
fueron eliminados seis ítems. A continuación, en base al modelo final del AFE,
se implementó un AFC en la submuestra 2. Los resultados no permitieron confirmar
el modelo sugerido en el AFE, incluso luego de revisar los residuos y
considerar covarianzas entre errores (Tabla 5).
En el segundo abordaje, se implementó un primer AFC en la
submuestra 1, para evaluar un modelo de dos factores generado en base a la
literatura (Tabla 4). Para ello se identificaron los ítems
del presente cuestionario que fueron incluidos en otros estudios en los que se
reportaran las cargas factoriales para los AFE o AFC (Bennett et al., 2016; Bullock et al., 2003; Cozzarelli et al., 2001; Davids y Gouws, 2013; Ljubotina y Ljubotina, 2007; Nasser y Abouchedid, 2001; Reyna y Reparaz, 2014; Reyna et al., en evaluación; Schneider y Castillo, 2015). Doce ítems
del presente cuestionario fueron excluidos del modelo teórico dado que habían
sido reportados en diferentes factores en igual proporción, y/o no habían sido
considerados en otros cuestionarios. En base al reporte de resultados de tales
estudios, se generó un modelo teórico de dos factores: (1) causas internas o
individuales y (2) causas externas o estructurales, en el cual se incluyeron
también aquellos ítems que fueron reportados como pertenecientes al factor
cultural o socioestructural. A partir de tales procedimientos se alcanzó un
modelo final que fue testeado en un nuevo AFC, implementado en cada una de las
dos submuestras, obteniéndose adecuados indicadores de ajuste global y
dimensiones con cargas factoriales superiores a .40, así como también valores
aceptables de consistencia interna (> .7) (Tablas 5 y 6).
Tabla 4
Modelo de dos factores
de las atribuciones causales de la pobreza general basado en la literatura
Ítem |
Cozzarelli et al.,
2001 |
Reyna y Reparaz,
2014 |
Reyna et al. (en
preparación) |
Ljubotina y
Ljubotina, 2007 |
Nasser y Abouchedid,
2001 |
Davids y Gouws, 2013 |
Bennett et al., 2016 |
Bullock et al., 2003 |
Scheinder y
Castillo, 2015 |
|
1 |
Falta de ahorro y
manejo apropiado del dinero. |
Interna |
Interna |
Individual |
Individual status
quo |
Individual |
Individual |
|||
2 |
Un gobierno que es
insensible a la difícil situación de la gente pobre. |
Externa |
Externa |
Socio estructural |
Estructural |
|||||
3 |
Falta de moral |
Interna |
Interna |
Interna |
Individual
(pobre/sociedad) |
Individual |
Individual |
|||
4 |
Los tipos de
trabajos que los pobres pueden obtener son frecuentemente mal pagados. |
Cultural |
Socio estructural |
|||||||
5 |
Falta de habilidad y
talento para el trabajo. |
Cultural |
Interna |
Individual |
Interna |
|||||
7 |
Tener que asistir a
escuelas con baja calidad educativa. |
Cultural |
Socio estructural |
|||||||
11 |
Los ricos se
aprovechan de los pobres. |
Externa |
Socio estructural |
Estructural |
Estructural |
Estructural |
||||
14 |
Prejuicios y
discriminación en la contratación y ascenso en el trabajo. |
Externa |
Externa |
Socio estructural |
Estructural |
|||||
15 |
Estilos de vida no saludables
(por ejemplo, abuso de alcohol y drogas) |
Interna |
Interna |
Individual |
Individual |
|||||
18 |
Falta de
planificación. |
Interna |
||||||||
19 |
Un sistema económico
que promueve la competencia por sobre la cooperación. |
Estructural |
Estructural |
|||||||
20 |
Fracaso de la
industria para ofrecer suficientes empleos. |
Externa |
Externa |
Socio estructural |
||||||
23 |
Tener muchos hijos. |
Cultural |
Interna |
Microambiental |
Individual status
quo |
|||||
24 |
La sociedad carece
de equidad y justicia social. |
Estructural |
||||||||
25 |
Haber nacido en la
pobreza. |
Cultural |
Cultural |
Fatalística |
||||||
26 |
Ausencia de
motivación. |
Interna |
Interna |
Interna |
Individual |
Individual |
||||
27 |
No hay intentos de
autosuperarse. |
Interna |
Interna |
Interna |
Individual |
Individual |
Individual |
|||
28 |
Un círculo vicioso
que perpetúa malos hábitos de trabajo y dependencia de la seguridad social. |
Individual |
||||||||
30 |
Estar desempleado. |
Externa |
Socio estructural |
|||||||
32 |
Falta de esfuerzo
y/o pereza. |
Interna |
Interna |
Individual
(pobre/sociedad) |
Individual |
Individual |
Interna |
|||
Interna / Individual |
||||||||||
Externa /
Estructural |
Nota: El modelo teórico final incluyó los ítems que fueron informados
en la literatura en un mismo factor, o bien que en más de la mitad de los
estudios fueron reportados en un mismo factor.
Tabla 5
Resultados de los AFE
y AFC para las atribuciones causales de la pobreza general
Nº |
Modelo |
c2 |
gl |
RMSEA [90%IC] |
CFI |
TLI |
SRMR |
Muestra |
1 |
AFE - 3 factores -
Todos los ítems (32) |
2.029.005 |
403 |
.070 [.067-.073] |
.049 |
1, n = 829 |
||
2 |
AFE - 3 factores -
ítems 10, 7, 13, 12, 30 y 29 eliminados |
1.284.032 |
250 |
.071 [.067-.074] |
.044 |
1, n = 829 |
||
3 |
AFC - 3 factores -
ítems 10, 7, 13, 12, 30 y 29 eliminados |
3.053.421 |
296 |
.106 [.103-.109] |
.866 |
.852 |
2, n = 830 |
|
4 |
AFC - 3 factores -
ítems 10, 7, 13, 12, 30 y 29 eliminados - Covarianzas entre errores |
2.735.203 |
281 |
.103 [.099-.106] |
.88 |
.862 |
2, n = 830 |
|
5 |
AFC - 2 factores -
20 ítems |
1.876.003 |
169 |
.110 [.106-.115] |
.886 |
.872 |
1, n = 829 |
|
6 |
AFC - 2 factores -
ítems 7, 30 y 25 eliminados |
910.492 |
118 |
.090 [.085-.096] |
.945 |
.937 |
1, n = 829 |
|
7 |
AFC - 2 factores -
ítems 7, 30 y 25 eliminados - Covarianzas entre errores |
718.904 |
109 |
.082 [.077-.088] |
.958 |
.948 |
1, n = 829 |
|
8 |
AFC - 2 factores -
ítems 7, 30 y 25 eliminados - Covarianzas entre errores |
734.669 |
109 |
.083 [.078-.089] |
.963 |
.953 |
2, n = 830 |
|
9 |
AFC - 2 factores -
ítems 7, 30 y 25 eliminados - Covarianzas entre errores |
737.095 |
110 |
.083 [.077-.089] |
.963 |
.954 |
2, n = 830 |
Primer abordaje: AFE y AFCSegundo abordaje: AFC para el modelo basado en la literatura.
Tabla 6
Cargas factoriales de
los modelos finales correspondientes a los AFC en el segundo abordaje
Ítem |
|||||
Factor 1 |
Factor 2 |
Factor 1 |
Factor 2 |
||
1 |
.642 |
.642 |
|||
2 |
.778 |
.783 |
|||
3 |
.512 |
.512 |
|||
4 |
.529 |
.539 |
|||
5 |
.664 |
.664 |
|||
11 |
.775 |
.774 |
|||
14 |
.612 |
.612 |
|||
15 |
.702 |
.702 |
|||
18 |
.689 |
.689 |
|||
19 |
.795 |
.794 |
|||
20 |
.487 |
.487 |
|||
23 |
.625 |
.625 |
|||
24 |
.877 |
.876 |
|||
26 |
.792 |
.792 |
|||
27 |
.916 |
.916 |
|||
28 |
.806 |
.806 |
|||
32 |
.896 |
.896 |
|||
Correlación |
-.237 |
-.237 |
Nota: Todos los valores son significativos (p < .000). Los modelos
Nº 7 y Nº 9 presentan cargas similares. Los coeficientes alfa de Cronbach y
omega de McDonald fueron: (a) para el modelo N° 7: .749 (95 % IC = .721-.775) y
.779 (95 % IC = .756-.802), respectivamente; (b) para el modelo N° 9: .9 (95 % IC
= .889-.909) y .903 (95 % IC = .893-.912), respectivamente.
B. Atribuciones causales de la pobreza infantil
El abordaje implementado para el análisis de las atribuciones
causales de la pobreza infantil incluyó la ejecución de AFE en la submuestra 1
a fin de explorar la estructura de los ítems de este cuestionario. Se evaluaron
modelos de dos y tres factores. El gráfico de la pendiente de Cattell sugirió
la extracción de dos o tres factores, mientras que los indicadores de ajuste
global mostraron un ajuste adecuado para el modelo de tres factores. A partir
de ese modelo se analizó la carga factorial de los ítems. En base a los
resultados, se realizaron nuevos AFE, eliminando cada vez los ítems que
presentaban carga baja (< .40) y/o cargas conflictivas (es decir, cargas
bajas y similares en más de un factor). El modelo final del AFE presentó
indicadores de ajuste global aceptables y cargas factoriales superiores a .40,
y quedó conformado por dos factores e implicó la eliminación de cuatro ítems.
Teniendo en cuenta que la correlación entre los factores era baja (-.03) se
examinó la solución final con rotación geomin y varimax, arribándose a
resultados semejantes en cuanto a cargas factoriales. A partir del modelo final
del AFE, se implementó una AFC en la submuestra 2. El modelo con factores
correlaciones no mostró un ajuste global aceptable, pero sí el modelo sin factores
correlacionados. El ajuste del modelo con factores no correlacionados mejoró
luego de incorporar covarianzas entre errores (evaluando residuos e índices de
modificación). Asimismo, los valores de consistencia interna resultaron
adecuados para ambos modelos (> .7) (Tablas 7 y 8).
Tabla 7
Resultados de los AFE
y AFC para las atribuciones causales de la pobreza infantil
Nº |
Modelo |
c2 |
gl |
RMSEA [90%IC] |
CFI |
TLI |
SRMR |
Muestra |
1 |
AFE - 2 factores -
Todos los ítems (30) |
2.622.649 |
376 |
.085 [.082-.088] |
.056 |
1, n = 829 |
||
2 |
AFE - 2 factores
(rotación geomin) - ítems 8, 10, 5 y 18 eliminados |
1.846.659 |
274 |
.083 [.080-.087] |
.046 |
1, n = 829 |
||
3 |
AFE - 2 factores
(rotación varimax) - ítems 8, 10, 5 y 18 eliminados |
1.846.659 |
274 |
.083 |
.048* |
1, n = 829 |
||
AFC - 2 factores
correlacionados - ítems 8, 10, 5 y 18 eliminados |
3.425.534 |
298 |
.112 [.109-.116] |
.855 |
.842 |
2, n = 830 |
||
5 |
AFC - 2 factores no
correlacionados - ítems 8, 10, 5 y 18 eliminados |
1.878.913 |
299 |
.080 [.076-.083] |
.927 |
.92 |
2, n = 830 |
|
6 |
AFC - 2 factores no
correlacionados - ítems 8, 10, 5 y 18 eliminados - Covarianzas entre errores |
1.583.229 |
285 |
.074 [.071-.078] |
.94 |
.931 |
2, n = 830 |
* Valores no estandarizadosPrimer abordaje: AFE y AFC.
Tabla 8
Carga factorial de los
modelos finales del AFE y AFC
Ítem |
Modelo
Nº 3 (AFE) |
Modelo
Nº 6 (AFC)* |
|||
Factor 1 |
Factor 2 |
Factor 1 |
Factor 2 |
||
1 |
.439 |
.257 |
.43 |
||
2 |
-.026 |
.613 |
.633 |
||
3 |
-.099 |
.735 |
.743 |
||
4 |
.85 |
-.216 |
.832 |
||
6 |
.031 |
.594 |
.61 |
||
7 |
.842 |
-.197 |
.858 |
||
11 |
.182 |
.556 |
.411 |
||
12 |
.299 |
.531 |
.355 |
||
13 |
.777 |
-.107 |
.777 |
||
14 |
-.094 |
.771 |
.779 |
||
15 |
-.158 |
.756 |
.792 |
||
16 |
.173 |
.568 |
.518 |
||
17 |
.707 |
.22 |
.708 |
||
19 |
.829 |
-.184 |
.789 |
||
20 |
.096 |
.836 |
.808 |
||
21 |
.315 |
.689 |
.654 |
||
22 |
.015 |
.812 |
.822 |
||
23 |
.766 |
-.091 |
.773 |
||
24 |
.807 |
.154 |
.78 |
||
25 |
-.163 |
.804 |
.867 |
||
26 |
.271 |
.625 |
.573 |
||
27 |
.654 |
.18 |
.631 |
||
28 |
.454 |
.198 |
.506 |
||
29 |
-.103 |
.812 |
.855 |
||
30 |
.287 |
.649 |
.616 |
* Todos los valores son significativos (p < .000).Nota: Los coeficientes alfa de Cronbach y omega de
McDonald fueron: (a) para el modelo Nº 3: .882 (95 % IC = .869-.895) y .885 (95
% IC= .872-.899), respectivamente; (b) para el modelo Nº 6= .913 (95 % IC = .904-.921)
y .916 (95%IC= .907-.925), respectivamente.
Conclusiones
Los tres factores explicativos para las causas de la pobreza
general propuestos por Feagin (1972) (i. e., individualista, estructurales y fatalistas) y
confirmados por diversos estudios posteriores que fueron mencionados en la
introducción de este trabajo, también pudieron ser identificados en el presente
estudio para el caso de las atribuciones causales de la pobreza en general,
luego de implementar un análisis factorial exploratorio, aunque el mismo no fue
confirmado. Dado que el cuestionario del presente estudio combinó ítems ya
utilizados en la literatura con otros nuevos no evaluados previamente, es posible
plantear que la no confirmación del modelo podría estar relacionada con tal
combinación. En este sentido, en estudios futuros sería importante invertir
esfuerzos para determinar nuevos ítems a partir de incorporar la interacción
con expertos y otros actores sociales durante la etapa de construcción del
cuestionario -en lugar de incorporarlos directamente desde otros instrumentos-,
de manera que a partir de tal información se contribuya con una inclusión
informada que sume coherencia de sentido entre ítems para los contextos de las
muestras a evaluar (Boateng et al., 2018;
Oosterveld et al., 2019).
Por otra parte, los resultados del segundo abordaje implementado
en el estudio de las atribuciones causales de la pobreza general, en el que se
evaluó un modelo generado a partir de la literatura del área, confirmaron un
modelo de dos factores que hipotéticamente podría estar relacionado con
atribuciones causales estructurales/externas e individuales/internas. Este
resultado indicaría que en la muestra incluida se estaría replicando una
estructura de atribuciones semejantes a la verificada en otros estudios de
diferentes regiones y países.
Los resultados correspondientes a los análisis efectuados para
explorar las atribuciones causales de la pobreza infantil permitieron
identificar y confirmar un modelo de dos factores que podrían estar
relacionados con atribuciones causales estructurales y familiares. En tal
sentido, dado que no se identificaron estudios previos orientados a evaluar las
causas de la pobreza infantil en los términos aquí propuestos, la
identificación y confirmación de un modelo de dos factores es una evidencia
nueva en el campo que sugiere variabilidad en la atribución de causas de
pobreza por parte de los adultos según el grupo de edad considerado, y cuyos
potenciales mecanismos también deben ser explorados en estudios futuros.
Asimismo, como los ítems de este cuestionario fueron seleccionados de cuestionarios
similares realizados en diferentes contextos, es necesario que estudios futuros
incorporen expertos de diferentes disciplinas y actores sociales que puedan
aportar criterios para la consideración de ítems que tengan relevancia social e
histórica en cuanto a las nociones de infancia circulantes (Carli, 1999; Cosse, 2019; Nandy y Main, 2015).
En conjunto, este patrón de resultados sugiere en primer lugar
que habría una falta de consistencia en la estructura de componentes
factoriales relacionados con la atribución de pobreza general entre estudios
realizados en diferentes países. Específicamente, el modelo sugerido a partir
de los análisis exploratorios y que agrupó a los ítems del cuestionario en tres
componentes que podrían nuclearse bajo las categorías propuestas por el modelo
de Feagin (1972) no fue confirmado. Por
otra parte, los resultados confirmaron un modelo de dos factores generado a
partir de la literatura del área. En estudios futuros, la eventual exploración
y actualización de ítems en base a la implementación de métodos consensuados
con actores sociales y a consultas a expertos de diferentes disciplinas,
permitirán confirmar o modificar las propuestas sugeridas a partir de estos
resultados.
Por otra parte, los resultados también sugieren la necesidad de
profundizar en el estudio de las atribuciones causales de la pobreza. En
particular, se necesitan estudios sobre las causas de la pobreza infantil, ya
que el presente trabajo sugeriría una estructura de factores diferente para las
atribuciones causales de la pobreza infantil y la pobreza general. Por otra parte,
estudios futuros podrían considerar el análisis de las influencias de factores
individuales (e. g., edad, sexo, nivel educativo,
ocupación), contextuales (e. g., nivel económico,
región) y culturales (e. g., ideología política,
creencia religiosa) en el estudio de las atribuciones causales de la pobreza
general e infantil. Ello permitiría contribuir a la identificación de
potenciales moduladores de los juicios que las personas realizan sobre las
causas de la pobreza.
Debido a que la muestra en este estudio tenía una mayor
proporción de mujeres, los estudios futuros necesitarían verificar eventuales
sesgos de sexo. Si bien las muestras de otros estudios también tuvieron una
mayor proporción de participantes mujeres (e. g., Reyna y Reparaz, 2014; Vázquez et al., 2017), sus resultados no
han identificado diferencias en las atribuciones según el sexo de quienes
participaron. Sin embargo, tal como fuera mencionado en el párrafo previo,
sería importante considerar el potencial rol modulador que este y otros
factores podrían tener, incluso en el análisis de las diferencias entre las
causas de la pobreza general e infantil.
Tanto la evaluación y validación de cuestionarios disponibles y
a construir, que consideren en la generación de ítems los aspectos mencionados
en los párrafos previos, contribuyen con la noción de que contar con un
instrumento válido y confiable para evaluar las atribuciones causales de la
pobreza general e infantil es necesario e importante para avanzar en la
comprensión de la pobreza en tanto fenómeno multidimensional y relacional.
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