Artículos
Habilidades de
comprensión y producción narrativa en niños montevideanos de 5 años. Una
comparación por nivel socioeconómico
Narrative abilities
in a group of Uruguayan preschoolers from different socioeconomic backgrounds
Karen Moreira moreirak@psico.edu.uy
Universidad de la República,
Uruguay
Johanna Rivera jrivera@psico.edu.uy
Universidad de la República,
Uruguay
Alezandra Dávila adavila@psico.edu.uy
Universidad de la República,
Uruguay
Habilidades de comprensión y producción narrativa en niños montevideanos
de 5 años. Una comparación por nivel socioeconómico
Interdisciplinaria,
vol. 39, núm. 3, pp. 75-91,
2022
Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias
Afines
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Recepción:
21
Enero 2021
Aprobación:
09
Agosto 2022
Resumen:
Este estudio caracteriza y compara las
habilidades narrativas y el vocabulario receptivo de 54 preescolares montevideanos
de nivel socioeconómico medio (NSM) y bajo (NSB). Los niños realizaron tareas
de vocabulario receptivo, producción narrativa (en dos condiciones: manipulando
títeres al contar la historia y sin manipularlos), y comprensión narrativa
(recuento oral y preguntas posteriores a la reconstrucción). Las narrativas
fueron transcritas, codificadas y analizadas en términos de super y
macroestructura siguiendo la gramática de historias de Stein y Glenn (1979)
(coherencia) y de microestructura (productividad y complejidad). Los niños de
ambos grupos tuvieron un desempeño acorde a su edad en comprensión y producción
narrativa, a pesar de que el grupo de NSM tuvo un mejor desempeño en
vocabulario receptivo. Hubo diferencias en comprensión (cantidad de episodios
recuperados y en la respuesta a preguntas) que favorecieron al NSM, pero no en
la cantidad de categorías recuperadas ni en la extensión y complejidad del
recuento. Para producción narrativa no hubo diferencias en secuencia narrativa,
ni en la cantidad de episodios completos en ninguna de las condiciones, pero sí
en cuanto a la complejidad sintáctica en la condición sin títeres. Los
resultados muestran una relación compleja entre vocabulario y habilidades
narrativas, dado que diferencias importantes en vocabulario no se reflejaron de
manera homogénea en el desempeño narrativo. Estos resultados aportan a los
debates actuales sobre el papel del vocabulario en el desarrollo de habilidades
narrativas, así como a pensar la validez ecológica de las evaluaciones en el
desarrollo cognitivo y lingüístico.
Palabras clave: habilidades
narrativas, vocabulario receptivo, gramática de historias, edad preescolar,
nivel socioeconómico.
Abstract: Narrative abilities are an important part of communication,
academic success, and healthy relationships. These abilities involve complex
language and cognitive skills, such as precise vocabulary, control of the
coherence markers, relations of cause-effect, and planning. They are also
relevant during the elementary school years and interact with the
socio-emotional skills necessary to understand different points of view. Oral
narrative production develops dramatically from 3 to 5 years of age and is a
key factor in a child’s ability to communicate about the world. During this
period narratives are a product of increasing linguistic sophistication over
the preschool period and there is a complex relationship between early
narratives and language proficiency. So far, most research about this topic has
been pursued in populations other than Latin American preschoolers. At the same
time, a considerably lesser number of studies about narrative abilities
development have been carried out comparing typically developing children from
different socioeconomic backgrounds. To our knowledge, there are no studies in
Uruguay that assess the narrative abilities development in typically developing
preschool children who grow up in vulnerable contexts. It is therefore of the
utmost relevance to produce empirical evidence for this population. For these reasons,
this study aimed at characterizing and comparing narrative abilities and
receptive vocabulary in a group of a total of 54 Uruguayan preschoolers from
different socioeconomic backgrounds (middle and low socioeconomic status, SES).
Children were assessed in receptive vocabulary and narrative abilities across
two task conditions: (1) narrative comprehension through a story retelling task
which included some final questions about the story; (2) narrative production
elicited from a set of thematically related puppets. The examiner gives a child
a puppet set and asks him/her to elaborate a narrative using them. After that,
puppets are removed and the child is asked to retell the story without puppets.
Children’s oral productions were video-taped and then transcribed and
categorized using the ELAN software (Max Planck Institute for
Psycholinguistics, 2019). The verbal information was categorized according to
Stein and Glenn’s (1979) story grammar and considering the microstructural
aspects (productivity and complexity). Analyses showed that both groups
performed according to their stage of development in both narrative task
conditions. With regards to the narrative comprehension task, no differences in
the number of recovered categories, extension, or narrative complexity were
observed. Concerning the narrative production task, there were no differences
between the groups in narrative sequences, nor in the number of completed
episodes in conditions neither with puppets nor without puppets. Results showed
that children who grow up in poverty perform more poorly than their peers from
middle-income families in receptive vocabulary, in the number of recovered
episodes, ask-answer items of narrative comprehension tasks. Moreover,
concerning the microstructural parameters analyses showed that children from
middle socioeconomic backgrounds scored better in syntactic complexity in the
without puppets condition. No differences between the groups were observed in
syntactic complexity in the puppets condition. Taken together these results
indicate a complex link between vocabulary and narrative abilities. It is worth
noting that important differences in vocabulary did not reflect in the
children’s narrative performance. These findings are also relevant as a
contribution to an ongoing debate about the role of vocabulary in the
development of narrative abilities. Furthermore, these results could inform the
discussion about the ecological validity of the test of cognitive and
linguistic development. Finally, to provide some additional evidence to
Uruguayan Spanish language about the relationships between oral language and
cognitive development allows to carry out early interventions before formal
schooling sets children for success in school and life.
Keywords: narrative abilities,
receptive vocabulary, story grammar, preschoolers, SES.
Introducción
Desarrollo de las habilidades narrativas en la primera
infancia
Las habilidades de los niños para comprender y producir
historias ficcionales presentan avances importantes en la infancia (Berman y Slobin, 1994; Caballero et al., 2020; Pavez et al., 2008; Rosemberg, 1994; Stein y Albro, 1997; Trabasso y Nickels, 1992). Estos avances
se ligan tanto a su participación en entornos sociales en los que se narra (Breit-Smith et al., 2016; Schick et al., 2017), como al despliegue
progresivo de las habilidades cognitivas y lingüísticas que les permiten
estructurar un discurso coherente y cohesivo (Karmiloff-Smith, 1985; Nelson, 1996, 2007).
En la edad preescolar se producen importantes progresos en las
habilidades narrativas (HN), tanto a nivel de la comprensión como de la
producción. En cuanto a la comprensión, los niños se vuelven capaces de
codificar información relativa a los personajes, los problemas y sus soluciones
(Trabasso y Nickels, 1992). También
logran describir estados y acciones de los personajes, aunque tienen
dificultades para articularlas temporalmente, especialmente entre los 3 y los 4
años. En el entorno de los 5 años comienzan a captar la estructura
meta-intento-consecuencia (MIC) que subyace a toda narrativa, se muestran
capaces de establecer inferencias causales, son sensibles a las conexiones
causales entre eventos y recuerdan más y mejor los eventos con más conexiones
causales (van den Broek et al., 2005; Lynch et al., 2008; Trabasso y Nickels, 1992). Entre los 3 y
los 5 años, los niños muestran mejoras significativas en la captación de la
estructura de la acción y una mejor comprensión de la conducta que de los
estados mentales de los personajes (Curenton,
2011). En este momento evolutivo, la captación de la estructura MIC depende
del grado de conocimiento y experiencia que tenga el niño con los contenidos
presentados por la historia y, además, las inferencias causales son concretas y
se apoyan más en el conocimiento del mundo que en la información contenida en
el texto. Características de la historia como su familiaridad, extensión y
complejidad generan efectos notables en la comprensión (Skarakis-Doyle y Dempsey, 2008; van den Broek et al., 2005). Asimismo,
cuando los niños de 5 años deben reconstruir un cuento al que han estado
expuestos, generan relatos menos cohesivos que sus pares de mayor edad (Karmiloff-Smith, 1985).
En cuanto a la producción narrativa, los niños de 5 años se
diferencian de los más pequeños, pero constituyen un grupo internamente
heterogéneo, hecho que ha sido ampliamente reportado en la investigación (Berman y Slobin, 1994; Caballero et al., 2020; Stein y Albro, 1997). Esta heterogeneidad
se debe tanto al dominio de la estructura narrativa como al dominio de su
expresión lingüística. En los niños de 5 años, el despliegue de las acciones en
el tiempo se transforma en el principio estructurador de las narraciones; no
obstante, sus narrativas muestran limitaciones en cuanto a su organización
global porque aún no dominan el encadenamiento causal de la acción (Berman y Slobin, 1994; Trabasso y Rodkin,
1994).
Niveles de análisis del discurso narrativo
Las narrativas infantiles suelen analizarse en distintos
niveles: dos de los más recuperados en la literatura son la super y
macroestructura, y el de la microestructura. El nivel super y macroestructural
se liga al contenido de la historia y a las relaciones témporo-causales
implicadas en ella, informándonos de la coherencia del relato. Por otra parte,
el nivel microestructural se relaciona con la construcción de los enunciados y
con los dispositivos lingüísticos para dar unidad al discurso (Karmiloff-Smith, 1985). Estos niveles
apuntan a aspectos diferentes de la producción discursiva, y muestran impactos
diferenciales de la experiencia infantil. La distinción entre estos niveles es
clara, pues es posible contar una historia coherente y no cohesiva (Berman, 2009a; Karmiloff-Smith, 1985).
Coherencia del relato: aspectos super y
macroestructurales
La coherencia se refiere al encadenamiento temporal y causal de
los eventos, al sentido general de la historia. Los enfoques de gramática de
historias (Mandler y Johnson, 1977; Rumelhart, 1975; Stein y Glenn, 1979) propusieron entender
las narrativas en términos de una red jerárquica que contiene un escenario y un
sistema de episodios. El escenario ofrece un marco situacional a la acción,
permite introducir al personaje y aporta información contextual, mientras el
sistema de episodios contiene la peripecia de la acción. Esta peripecia
incluye: (1) un evento de iniciación que informa sobre un desequilibrio en la
situación inicial; (2) una respuesta interna que refleja los efectos de ese evento
en el personaje (en términos de cognición, afectos y un posible plan de
acción); (3) un intento que corresponde a la acción abierta del personaje para
conseguir sus metas; (4) una consecuencia que refiere al resultado de la acción
e indica si el personaje logró sus metas; y (5) una reacción que informa sobre
los efectos del resultado de la acción en el personaje y en la situación, que
puede reinstalar el estado de equilibrio inicial poniendo fin al episodio o dar
inicio a un nuevo episodio (Stein y Glenn,
1979). Estas categorías de información no siempre están presentes en los
relatos infantiles; el progreso en la construcción de narrativas se liga a una
capacidad creciente de reportar episodios completos, episodios que contengan al
menos un evento de iniciación, un intento y una consecuencia, categorías que
constituyen el núcleo básico de cualquier narrativa en la que un agente movido
por una intención hace algo para llegar a un resultado (Stein y Glenn, 1979). En este nivel
también se describe la evolución ontogenética de las narrativas en términos de
complejidad, en función de cuánto se aproximan a una narrativa clásica. Stein y Albro (1997) establecen una
progresión que contempla secuencias descriptivas, temporales y reactivas (que
no llegan a ser historias por no estar organizadas alrededor de metas), que dan
paso a narrativas propiamente dichas, organizadas alrededor de agentes que
persiguen metas (con diferente grado de complejidad).
Microestructura
El análisis de la microestructura narrativa se centra en los
recursos lingüísticos que se ponen al servicio de la comunicación de la
historia (Pavez et al., 2008). En este
nivel se distinguen: (1) productividad (que incluye: número total de palabras,
número total de palabras diferentes, número total de cláusulas; Justice et al., 2006; Muñoz et al., 2003; Thomas et al., 2019) y (2) indicadores de
complejidad (longitud media del enunciado, marcadores de cohesión, índices de
subordinación, etcétera; Berman, 2009a;
Jackson-Maldonado y Maldonado, 2016; Justice et al., 2006; Karmiloff-Smith, 1985; Muñoz et al., 2003; Thomas et al., 2019; Véliz, 1999).
Factores sociales en el desarrollo de las habilidades
narrativas
La práctica de contar historias es al mismo tiempo universal,
pues se presenta en todas las culturas y niveles sociales, y específica, porque
diversas culturas y grupos cuentan historias de maneras diferentes y con
funciones diferentes (Bliss y McCabe, 2012;
Carmiol y Sparks, 2014; Kusserov, 2004; Melzi et al., 2020; Schick et al., 2017).
Una distinción a la que históricamente se ha dado importancia en
la conceptualización del desarrollo infantil es el nivel socioeconómico (NSE),
porque diferencias en el NSE se ligan al desarrollo del vocabulario y a la
trayectoria escolar posterior (Golinkoff
et al., 2019; Hart y Risley, 1995; Hoff, 2006; Piacente et al., 2006). En Uruguay, Balbi et al. (2019) evaluaron a niños de
NSE bajo que iniciaban el primer año de educación primaria, en tareas de
vocabulario expresivo y otros precursores de la adquisición de la lectura, y
sus resultados mostraron que el vocabulario fue un predictor relevante de
diferencias individuales (Balbi et al.,
2019).
Plana et al. (2012)
mostraron que las diferencias en NSE se hacían evidentes en situaciones de lectura
simulada de narrativas ficcionales entre niños argentinos de 5 años. Los niños
de nivel socioeconómico medio (NSM) al simular la lectura mostraron captar las
diferencias entre los registros oral y escrito y tendieron a generar narrativas
claramente ficcionales, mientras que los de nivel socioeconómico bajo (NSB), si
bien lograron construir narrativas, mostraban marcas de oralidad e
interactividad en el relato, además de estructurar sus narrativas como guiones.
No se dispone en Uruguay de estudios sobre desarrollo de
habilidades narrativas, pero en la región, estudios en distintos NSE han
mostrado que la producción narrativa se ve afectada, en su organización y
complejidad, por las situaciones de interacción en las que se construyen (Alam y Rosemberg, 2013, 2016; Rosemberg
et al., 2010; Silva et al., 2014).
El presente estudio
Si la experiencia social es relevante para el desarrollo de las
HN, se podría esperar que las diferencias en el NSE (que han sido ampliamente
reconocidas como fuente de diferencias en las trayectorias educativas
posteriores) se manifiesten en el dominio narrativo. El desarrollo del
vocabulario y del discurso en los años preescolares es, en gran medida, el
resultado de las oportunidades de interacción a las que los niños han estado
expuestos en situaciones cotidianas en sus hogares y en el aula.
En Uruguay, los centros educativos muestran una clara
diferenciación en su composición socioeconómica y cultural (INEED, 2021). El sistema educativo
uruguayo categoriza a los centros educativos en quintiles (el quintil 1 agrupa
al 20 % de los niños de contexto más vulnerable y el quintil 5, al 20 % de los
de contexto menos vulnerable). En el quintil 1 se observan altos índices de inasistencia
o asistencia intermitente que afecta los procesos de aprendizaje (ANEP, 2016; Rivero, 2018). Esto genera un ciclo
continuo de desigualdad y una vinculación más débil con el sistema educativo
que se traduce en un mayor nivel de repetición en primer año (OPP, 2015). Cabe preguntar entonces si
las diferencias de NSE se expresan en las competencias narrativas infantiles
antes del comienzo de la educación primaria, ya que las HN en la edad
preescolar predicen el desempeño académico posterior (Carmiol et al., 2013; Melzi et al., 2020; O´Neill et al., 2004; Paris y Paris, 2003). Conocer el estado
de desarrollo previo al inicio de la escolaridad primaria puede aportar al
diseño de estrategias didácticas específicas.
El presente estudio se propuso caracterizar y comparar el
desempeño de preescolares montevideanos de 5 años de diferente NSE en
vocabulario receptivo y en dos tareas narrativas: una de comprensión (recuento
y preguntas) y una de producción. Generar evidencia sobre las relaciones entre
el lenguaje oral y el desarrollo cognitivo en los primeros años de vida para la
población uruguaya es relevante para diseñar estrategias que mejoren la
transición entre los sistemas de educación inicial y primaria. Esto es
especialmente relevante para los niños que crecen en condiciones de
vulnerabilidad social.
Materiales y Método
Participantes
En el marco de un estudio mayor fueron evaluados 54 preescolares
(26 niñas) entre 60 y 72 meses (M = 66.5, DT = 3.41), que asistían a dos
instituciones educativas de la ciudad de Montevideo (Uruguay) de NSM y
categorizadas en el quintil 5 (n = 25), y a una institución correspondiente al
quintil 1 (n = 31) de NSB. El n final para NSB fue de 29, pues dos niñas fueron
excluidas de la muestra por puntuaciones extremadamente bajas en vocabulario
receptivo. Las submuestras de NSM y NSB tuvieron un 61.5 % y un 32.1 % de
niñas, respectivamente. La lengua materna de los participantes era el español,
todos cursaban el nivel educativo esperado para su edad y no presentaban
diagnóstico de trastornos del desarrollo cognitivo o lingüístico.
Procedimiento
Aspectos éticos
Esta investigación contó con la aprobación del Comité de Ética
de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Uruguay) y se
ajustó al Decreto CM/515 del Poder Ejecutivo sobre investigación con seres
humanos. Se realizaron entrevistas con el equipo directivo y docente de las
instituciones participantes y reuniones informativas con las familias. Se
solicitó consentimiento informado a los padres y asentimiento a los niños y
niñas. Los participantes fueron evaluados por las autoras en tres sesiones, en
salones tranquilos dentro de la institución. Los datos de NSB fueron
recolectados entre mayo y junio de 2019 y los de NSM, entre mayo y agosto de
2021.
Instrumentos y procedimientos de aplicación
Test de Vocabulario en Imágenes, Peabody (PPVT) (Dunn y Arribas, 2006).
Corresponde a una prueba de vocabulario receptivo que evalúa la
comprensión verbal. Si bien es ampliamente utilizada, no se dispone de datos
normativos para la población uruguaya, por lo que solo se emplearon los
puntajes brutos en los análisis.
Tarea de comprensión narrativa.
Se utilizó el cuento Quién se sentó sobre
mi dedo, de Laura Devetach (Manrique
y Sánchez, 2017) (ver Anexo), que fue segmentado por
la primera autora de este estudio siguiendo las categorías de la gramática de
historias (Stein y Glenn, 1979) y
analizado con el modelo de historias en red causal. Se trata de un cuento breve
(120 palabras y 18 enunciados), compuesto por dos episodios de características
diferentes: en el primer episodio hay una secuencia simple de acciones,
mientras que en el segundo hay un repertorio de estados mentales, cuya
comprensión puede resultar desafiante para los niños, en la medida en que requiere
inferencias sobre eventos internos que motivan la acción (van den Broek et al., 2005). Para valorar
la adecuación del texto, se solicitó a 22 maestras de educación inicial que
evaluaran su dificultad (muy simple, algo simple, algo difícil, muy difícil).
El 28 % consideró a la narrativa algo simple, el 68 % algo difícil y un 4 % muy
difícil.
Para la presentación de la tarea se empleó una estrategia de
recuento oral, en la que se leyó el cuento a los participantes y se les pidió,
una vez finalizada la lectura, que lo contaran lo más fielmente posible. Luego,
se les formularon cinco preguntas para evaluar la comprensión de aspectos
centrales de la historia. Cada pregunta tenía una puntuación entre 0 y 2, dependiendo
de sus características. La puntuación máxima posible era de 10 puntos.
Los relatos fueron registrados en archivos de audio,
transcriptos y codificados en ELAN (Max
Planck Institute for Psycholinguistics, 2019). Las narrativas fueron
segmentadas en unidades terminales (UT). Las UT fueron definidas como una
cláusula, más cualquier cláusula o cláusulas subordinadas (Rosemberg, 1994; Véliz, 1999). Adicionalmente se
identificó la presencia de categorías de la gramática de historias (Stein y Glenn, 1979). Un 30 % de los
casos fue evaluado por jueces independientes con un acuerdo interobservadores
alto (kappa = .891, p < .001) y los desacuerdos
se resolvieron por discusión.
Tarea de producción narrativa.
En esta tarea los participantes tienen que construir una
narrativa basada en títeres que participan juntos en un escenario (Alam et al., 2020). La tarea se desarrolla
en cuatro fases: (1) El experimentador ofrece un modelo mediante un escenario y
a un conjunto de títeres; le presenta al niño una historia modelo; (2) se invita
al niño a elaborar y planificar una historia propia con un nuevo conjunto de
títeres y otro escenario; (3) el niño cuenta la historia creada manipulando los
títeres; (4) se retiran los títeres y se le pide al niño que vuelva a contar la
historia. Diez protocolos (18 %) fueron sometidos a acuerdo interjueces y
obtuvieron un buen acuerdo entre observadores (kappa = .714, p < .001).
Procedimientos de
análisis
Las narrativas se registraron en audio (comprensión) y video
(producción). Luego fueron segmentadas y transcriptas en formato CHAT del Child
Language Data Exchange System (CHILDES) (MacWhinney,
2000), se tomaron como criterio de segmentación las UT (Véliz, 1999). La coherencia fue analizada
a través de las categorías de la gramática de historias de Stein y Glenn (1979) considerando la
cantidad de episodios completos (EC). Para computar un EC se requirió la
presencia de las categorías: evento de iniciación, intento y consecuencia. En
la tarea de comprensión esto estaba determinado de antemano y lo que se analizó
fue la capacidad de recuperación de las unidades de información presentes en la
narrativa. Para la tarea de producción, la presencia de las categorías fue
analizada para determinar el cumplimiento de este criterio. Para esta tarea,
también se analizó el tipo de secuencia narrativa (SN) (Stein y Albro, 1997), a saber:
descriptiva, temporal, reactiva y orientada a metas.
Para el análisis de la microestructura se consideraron cuatro
medidas de productividad: cantidad total de palabras (CTP), cantidad de palabras
diferentes (CPD), promedio de la type/token ratio en
ventanas de diez palabras (MATTR) todas calculadas a través de CLAN
(Computarizaded Language Analysis) (MacWhinney,
2000) y cantidad de unidades terminales (CUT). Como medida de complejidad
sintáctica se tomó el índice de subordinación sintáctica (ISS) (que fue
calculado dividiendo el total de unidades subordinadas sobre total de UT). En
el caso de producción, estas medidas se calcularon independientemente tanto
para la condición con títeres (CCT) como para la condición sin títeres (CST).
Resultados
En la exploración inicial de los datos, la prueba de
Shapiro-Wilk mostró que vocabulario receptivo (VR) y dos de las variables
ligadas a comprensión narrativa, recuento (REC) y respuesta a preguntas (RP)
presentaban distribución normal en ambos grupos, pero ni las variables de
productividad en comprensión (CTP, CPD, MATTR y CUT) ni las variables de
producción cumplían ese requerimiento, por lo que los datos fueron analizados
con técnicas no paramétricas. Los grupos no difirieron en edad [t(52) = 0.52, p
= .48], pero sí en vocabulario receptivo [t(52) = 7.10, p < .001] con un
tamaño del efecto grande (d = 1.99), y los niños de NSM mostraron un desempeño
superior al de los de NSB.
Análisis por tarea
Comprensión narrativa
La Tabla 1 recoge los estadísticos
descriptivos y las pruebas de hipótesis para ambos grupos completos. Dos niños,
uno de NSM y uno de NSB, no contaron el cuento, por lo que las medidas de
microestructura se calcularon para 24 y 28 casos, respectivamente.
Tabla 1
Comparación del
desempeño en comprensión narrativa
Macroestructura:
Coherencia en la tarea de comprensión narrativa |
||||||||||||||||||||
25 |
6.00 |
4.00 |
8.00 |
29 |
4.00 |
2.00 |
7.50 |
260.00 |
695.50 |
-1.77 |
.07 |
|||||||||
25 |
0.00 |
0.00 |
0.00 |
29 |
0.00 |
0.00 |
0.00 |
327.50 |
762.50 |
-0.98 |
.32 |
|||||||||
25 |
0.00 |
0.00 |
1.00 |
29 |
0.00 |
0.00 |
0.00 |
271.50 |
706.50 |
-2.34 |
.01 |
|||||||||
25 |
0.00 |
0.00 |
1.00 |
29 |
0.00 |
0.00 |
0.00 |
272.50 |
707.50 |
-2.51 |
.03 |
|||||||||
25 |
6.00 |
4.50 |
7.50 |
29 |
4.00 |
2.00 |
6.00 |
206.00 |
641.00 |
-2.74 |
.00 |
|||||||||
Microestructura:
Productividad en la tarea de comprensión narrativa |
||||||||||||||||||||
24 |
59.00 |
44.50 |
80.00 |
28 |
49.00 |
35.25 |
68.75 |
292.00 |
698.00 |
-1.03 |
.30 |
|||||||||
24 |
40.50 |
31.00 |
51.25 |
28 |
33.00 |
26.25 |
41.00 |
278.50 |
684.50 |
-1.27 |
.20 |
|||||||||
24 |
903.00 |
844.00 |
933.75 |
28 |
901.50 |
873.25 |
944.00 |
274.00 |
550.00 |
-0.91 |
.36 |
|||||||||
24 |
7.00 |
4.25 |
10.00 |
28 |
6.50 |
5.25 |
9.00 |
328.00 |
628.00 |
-0.14 |
.88 |
|||||||||
Microestructura:
Complejidad sintáctica en la tarea de comprensión narrativa |
||||||||||||||||||||
24 |
2.00 |
1.00 |
3.00 |
28 |
1.00 |
0.00 |
2.00 |
206.50 |
612.50 |
-2.44 |
.01 |
|||||||||
24 |
0.30 |
0.20 |
0.43 |
28 |
0.15 |
0.00 |
0.21 |
168.50 |
574.50 |
-3.08 |
.00 |
|||||||||
Nota REC: Recuento; Ep1: Episodio 1; Ep2: Episodio 2; Total Ep:
Total Episodios; RP: Respuesta a Preguntas; CTP: Cantidad total de palabras;
CPD: Cantidad de palabras diferentes; MATTR: Mean Average type/token ratio;
CUT: Cantidad de unidades terminales; US: Unidades subordinadas; ISS: Índice de
subordinación sintáctica
Cuando se analizan los aspectos macro y superestructurales en
términos del total de categorías recuperadas, no se encuentran diferencias
significativas entre los grupos. Sin embargo, al analizar la presencia conjunta
de las categorías evento de iniciación, intento y consecuencia –que configuran
la recuperación de un episodio completo (Stein
y Glenn, 1979)– se observan diferencias significativas en la recuperación
del episodio 2 y en el total de episodios recuperados, que favorecen a los
niños de NSM. También se observan diferencias significativas en la respuesta a
preguntas, en la que los niños de NSM obtienen un puntaje globalmente más alto
que los niños de NSB.
El análisis de la microestructura no mostró diferencias
significativas en cantidad total de palabras (CTP), ni en cantidad de palabras
diferentes (CPD), ni el MATTR (mean average type token
ratio), pero sí en el total de unidades subordinadas (US) como en el
índice de subordinación sintáctica (ISS). Los niños de NSM mostraron
construcciones más complejas en el recuento que los niños de NSB.
Producción narrativa
La tarea de producción narrativa incluyó dos condiciones: una
con y una sin manipulación de títeres. En esta tarea se excluyeron dos casos,
uno de NSB por problemas en el registro de audio y uno de NSM porque contó una
historia completamente ajena a los materiales. Entonces, para esta tarea se
trabajó con 24 niños de NSM y 28 de NSB. Asimismo, dado que un 13 % de los
niños de NSB rechazó la tarea diciendo “no sé”, “la maestra no me enseñó”, los
indicadores microestructurales se calcularon con n = 24. La Tabla
2 muestra los estadísticos descriptivos e inferenciales para producción.
Tabla 2
Comparación por grupos
del desempeño en producción narrativa
NSM |
NSB |
||||||||||||||
Percentiles |
Percentiles |
Estadísticos
inferenciales |
|||||||||||||
Variable |
n |
Mdn |
25 |
75 |
n |
Mdn |
25 |
75 |
U |
W |
Z |
p |
|||
Macroestructura:
Coherencia en la tarea de producción narrativa |
|||||||||||||||
24 |
6.00 |
3.50 |
8.00 |
28 |
4.00 |
3.00 |
6.75 |
252.50 |
658.50 |
-1.76 |
.07 |
||||
24 |
4.00 |
3.500 |
6.50 |
28 |
4.00 |
2.25 |
4.00 |
274.00 |
680.00 |
-1.41 |
.15 |
||||
25 |
1.00 |
1.00 |
3.00 |
24 |
1.00 |
0.25 |
2.75 |
242.00 |
542.00 |
-0.98 |
.32 |
||||
25 |
1.00 |
0.00 |
1.00 |
24 |
1.00 |
0.00 |
2.00 |
287.50 |
587.50 |
-0.11 |
.99 |
||||
Microestructura:
Productividad en la tarea de producción narrativa con títeres |
|||||||||||||||
24 |
68.50 |
42.25 |
169.5 |
24 |
54.00 |
33.00 |
103.75 |
231.00 |
531.00 |
-1.17 |
.24 |
||||
24 |
40.00 |
33.00 |
79.25 |
24 |
33.00 |
24.50 |
53.75 |
198.50 |
498.50 |
-1.84 |
.06 |
||||
24 |
911.00 |
928.00 |
947.75 |
24 |
887.50 |
855.50 |
930.00 |
166.00 |
466.00 |
-2.51 |
.01 |
||||
24 |
8.00 |
5.25 |
23.75 |
24 |
6.50 |
4.00 |
18.00 |
217.50 |
517.50 |
-1.45 |
.14 |
||||
Microestructura:
Complejidad sintáctica en la tarea de producción narrativa con títeres |
|||||||||||||||
24 |
2.00 |
0.00 |
3.00 |
24 |
2.00 |
0.00 |
2.00 |
259.50 |
559.50 |
-0.60 |
.54 |
||||
24 |
0.12 |
0.00 |
0.20 |
24 |
0.12 |
0.00 |
0.31 |
286.50 |
586.50 |
-0.03 |
.97 |
||||
Microestructura:
Productividad en la tarea de producción narrativa sin títeres |
|||||||||||||||
24 |
52.00 |
33.50 |
74.75 |
24 |
54.00 |
40.00 |
83.00 |
276.00 |
552.00 |
0.00 |
1.0 |
||||
24 |
35.00 |
26.00 |
50.50 |
24 |
33.00 |
27.00 |
44.00 |
269.00 |
545.00 |
-0.17 |
.88 |
||||
24 |
910.00 |
887.25 |
936.25 |
24 |
900.00 |
874.00 |
932.00 |
235.00 |
511.00 |
-0.87 |
.38 |
||||
24 |
7.00 |
5.00 |
12.00 |
24 |
7.00 |
6.00 |
11.50 |
278.00 |
578.00 |
-0.20 |
.83 |
||||
Microestructura:
Complejidad sintáctica en la tarea de producción narrativa sin títeres |
|||||||||||||||
24 |
1.00 |
1.00 |
2.00 |
24 |
1.00 |
0.00 |
1.75 |
196.00 |
496.00 |
-1.98 |
.04 |
||||
24 |
0.17 |
0.08 |
0.30 |
24 |
0.08 |
0.00 |
0.17 |
187.00 |
487.00 |
-2.12 |
.03 |
Nota: SEC CT: Secuencia con títeres; SEC ST: Secuencia sin títeres;
EC CT: Episodios completos con títeres; EC ST: Episodios completos sin títeres;
CTP CT: Cantidad total palabras con títeres; CPD CT: Cantidad palabras
diferentes con títeres; MATTR CT: Mean Average type/token ratio con títeres; CUT
CT: Cantidad de unidades terminales con títeres; US CT: Unidades subordinadas
con títeres; ISS CT: Indice de subordinación sintáctica con títeres; CTP ST:
Cantidad total palabras sin títeres; CPD ST: Cantidad palabras diferentes sin
títeres; MATTR ST: Mean Average type/token ratio sin títeres; CUT ST: Cantidad
de unidades terminales sin títeres; US ST: Unidades subordinadas sin títeres;
ISS ST: Índice de subordinación sintáctica sin títeres.
La coherencia narrativa en términos de secuencia y considerando
todos los casos no mostró diferencias entre los grupos, resultado que se
mantuvo al considerar únicamente los casos de niños que intentaron construir
una narrativa tanto en la condición con títeres (Z = -1.29; p = .19), como en
la sin títeres (Z = -0.96; p = .38).
Los siguientes análisis solo tienen en cuenta a los
participantes que intentaron construir una narrativa (24 en cada grupo). Este
análisis muestra que a nivel de coherencia no hubo diferencias significativas
en la cantidad de episodios que lograron construir en ninguna de las
condiciones (con y sin títeres). Al analizar la microestructura en la condición
con títeres no se encontraron diferencias ni en el total de palabras (CTP), ni
en cantidad de palabras diferentes (CPD), pero sí en el MATTR a favor de los
niños de NSM. En la condición sin títeres se registraron diferencias a favor de
los niños de NSM en el número total de unidades subordinadas (US) y en el
índice de subordinación sintáctica.
Para analizar las potenciales diferencias en el desempeño
narrativo entre las condiciones con y sin títeres se realizó la prueba de
rangos con signo de Wilcoxon. Esta prueba mostró que los niños de ambos niveles
socioeconómicos se desempeñaron mejor en la condición con títeres, construyendo
secuencias con más episodios (Z = -3.21, p = .001), más elaboradas (Z = -2.96,
p = .003), empleando más palabras (Z = -4.18, p = .000)
y más palabras diferentes (Z = -3.84, p . .000) que en la condición sin títeres
(ST).
Relaciones entre tareas
Se analizó la asociación entre el desempeño en las tareas de
comprensión y producción narrativa. Esta asociación se controló por el
desempeño en vocabulario receptivo (VR), pues el vocabulario está implicado en
la resolución de este tipo de tarea. Se encontraron asociaciones positivas en
el rango de moderadas entre comprensión y producción. Estos datos se presentan
en la Tabla 3.
Tabla 3
Correlaciones Rho de
Spearman entre comprensión y producción: Coherencia
* p < .05**
p < .01Nota:
VR: Vocabulario receptivo; RP: Respuesta a preguntas; Total Ep: Total
episodios; SEC CT: Secuencia con títeres; SEC ST: Secuencia sin títeres; EC CT:
Episodios completos con títeres; EC CT: Episodios completos sin títeres
Como se desprende de la Tabla 3, la
asociación entre recuento y preguntas en la tarea de comprensión fue positiva y
moderada, mientras que las asociaciones al interior de la tarea de producción
fueron positivas y altas. La cantidad de categorías recuperadas en el recuento
se asoció positiva y moderadamente al tipo de secuencia narrativa y a la
cantidad de episodios completos de la tarea de producción. A su vez, el total
de episodios completos recuperados en la tarea de comprensión se asoció
moderadamente a la cantidad de episodios completos de la producción narrativa
sin títeres.
Para saber si el desempeño de los niños era consistente a través
de las tareas, se analizó la cantidad de unidades subordinadas (US) y el índice
de subordinación sintáctica (ISS). Esto resultó de interés porque a ese nivel
habían surgido diferencias tanto en comprensión como en la condición sin
títeres de producción por NSE. Al mismo tiempo, es de notar que la tarea de
comprensión y la condición sin títeres de la tarea de producción comparten la
propiedad de ser tareas de recuento. En ambos casos, el niño debe recuperar un
relato previo (el cuento oído en la tarea de comprensión y su propia producción
previa en la tarea de producción) apoyándose únicamente en sus recursos
lingüísticos y de memoria. La Tabla 4 presenta estos
resultados.
Tabla 4
Correlaciones Rho de
Spearman entre comprensión y producción: Complejidad sintáctica
* p < .05**
p < .01Nota:
US CV: Unidades subordinadas comprensión narrativa; US CT: Unidades
subordinadas con títeres; US ST: Unidades subordinadas sin títeres; ISS CN:
Índice de subordinación sintáctica comprensión narrativa; ISS CT: Índice de
subordinación sintáctica con títeres
Como se desprende de la Tabla 4, el total de
UT subordinadas en la tarea de comprensión se asoció positivamente al total de
UT subordinadas y al ISS en la condición sin títeres.
Discusión
El objetivo de este estudio fue caracterizar y comparar el
desempeño de 54 preescolares montevideanos de NSM y NSB en tareas de
comprensión y producción narrativa. Los resultados mostraron un patrón complejo
de semejanzas y diferencias entre ambos grupos.
Consistente con la literatura previa se encontraron importantes
diferencias a nivel del vocabulario receptivo de ambos grupos (Hoff, 2006). Sin embargo, las notables
diferencias en materia de vocabulario no se reflejaron de manera homogénea en
el desempeño narrativo. Las narrativas de los niños de ambos grupos estuvieron
acordes a su nivel evolutivo, tanto en el caso de comprensión como de
producción (Stein y Glenn, 1979; Stein y Albro, 1997).
En la tarea de comprensión se identificaron diferencias
significativas entre los grupos, que se expresaron tanto en aspectos de
coherencia (cantidad de episodios recuperados) como de complejidad en el nivel
sintáctico. Los grupos no difirieron en la cantidad de categorías recuperadas;
sin embargo, los niños de NSM recuperaron más categorías centrales que sus
pares de NSB, lo que les permitió recuperar más episodios completos. Este
resultado es consistente con el planteo de van
den Broek et al. (2005), que muestra que pueden existir diferencias en la
eficiencia aunque las estrategias de procesamiento sean semejantes, lo que
podría ligarse a que los niños de NSB tienden a tener menores niveles de
familiaridad con las situaciones de lectura y renarración de cuentos (Plana et al., 2012; van den Broek et al., 2005).
La ausencia de diferencias entre grupos en cuanto a la
productividad del discurso podría explicarse por la naturaleza de las tareas de
recuento, que al aportar un modelo para la producción acotan la variabilidad
del discurso infantil, y también por la asociación positiva y alta entre
vocabulario y recuento (Rho = .505, p = .000) y entre vocabulario y respuesta a
preguntas (Rho = .534, p = .000).
A diferencia de lo observado en comprensión, en la tarea de
producción los grupos mostraron más semejanzas que diferencias. Cuando fueron
invitados a narrar a partir de objetos, ambos grupos generaron narrativas más
extensas, con mayor número de episodios y de mayor complejidad sintáctica en la
condición con títeres (CT) que en la condición sin títeres (ST). En el proceso
de planificación de la historia los niños se comprometieron, usualmente, en una
situación lúdica que pudo haber favorecido el despliegue de su discurso oral. A
esta edad el apoyo en los títeres les permite usar un canal adicional para
construir significados del que no disponen en la condición sin títeres. A
medida que los niños avanzan en su desarrollo, llegan a dominar recursos
lingüísticos que les permiten configurar un discurso autocontenido y
descontextualizado (Berman, 2009b; Dickinson y Tabors, 2001; Karmiloff-Smith, 1985).
Los grupos fueron semejantes en el tipo de secuencia y en la
cantidad de episodios que construyeron, lo que podría explicarse por el nivel
de desarrollo cognitivo y social de los niños, que trasciende ampliamente el
dominio lingüístico. Ambos grupos fueron capaces de construir secuencias de
acción coherentes, lo que es consistente con el trabajo de Wehmeier (2019) que muestra que en este
aspecto no se observan diferencias ligadas al NSE. Tampoco se verificaron
diferencias en cuanto a la complejidad sintáctica medida a través del índice de
subordinación en la condición con títeres. A diferencia de Plana et al. (2012), que encontraron una
fuerte incidencia del NSE en los modos narrativos de niños de 5 años en
situaciones de lectura simulada, los datos aquí presentados no mostraron
diferencias ni en la cantidad de episodios, ni en la complejidad de las
secuencias construidas. Estas diferencias podrían deberse al tipo de tarea
empleada, ya que en este caso la tarea de producción narrativa mostraba un
formato lúdico con objetos. Esta condición pudo favorecer los procesos
expresivos de los niños de NSB, aunque consistente con los resultados de Plana et al. (2012) un 13 % de los niños
de NSB y ninguno de NSM se rehusaron a realizar la tarea. Este hecho debe
alertar sobre las limitaciones de los sistemas de evaluación del desarrollo,
que si bien pueden ofrecer (como en la tarea de producción) una medida
ecológicamente válida de uso del lenguaje, no siempre logran comprometer a los
niños en su resolución.
Las diferencias por NSE en complejidad del discurso (US e ISS)
para la condición sin títeres son parcialmente consistentes con los resultados
de Plana et al. (2012). En esta
condición, los niños de NSM mantuvieron la complejidad sintáctica desplegada en
la narrativa con títeres, mientras que los de NSB la disminuyeron. Librados
exclusivamente a sus recursos lingüísticos, los niños de NSB generaron
producciones de menor complejidad que los de NSM. La existencia de diferencias
en cuanto a la complejidad del discurso, que se refleja en una mayor cantidad
de unidades subordinadas (US) y un mayor índice de subordinación sintáctica
(ISS) de los niños de NSM sobre los de NSB podría reflejar una mayor madurez
sintáctica en el grupo de NSM para las situaciones en las que la narración se
produce sin apoyo en objetos (Peñaloza et
al., 2017). De acuerdo con los resultados aquí expuestos, los procesos de
construcción de narrativas en ambos grupos son semejantes, pero existen
diferencias en el dominio de los dispositivos lingüísticos que vehiculizan la
narración, especialmente en el dominio de un lenguaje descontextualizado (Pavez et al., 2008), con el que los niños
de NSM tendrían mayor experiencia y familiaridad (Dickinson y Tabors, 2001).
Este patrón de resultados permite evidenciar que las habilidades
de comprensión y producción se encuentran relacionadas y que el uso de
instrumentos de evaluación que incorporen una dimensión lúdica, por ejemplo, la
producción narrativa apoyada en títeres, permite el despliegue de discursos más
extensos y complejos para niños en esta franja etaria. Esto es particularmente
importante para los niños de NSB, que tienen usualmente menos años de
escolarización formal que los niños de NSM, y que debido a ello pueden mostrar
menos familiaridad con las situaciones tradicionales de evaluación (Rogoff, 2003).
Limitaciones y direcciones futuras
Una primera limitación del trabajo se debe a que la muestra
dentro de cada NSE no estuvo balanceada por género. Al mismo tiempo, una
muestra de mayor tamaño podría contribuir a evidenciar un patrón más definido
de diferencias o semejanzas entre los NSE.
A pesar de que en su sentido general los resultados del estudio
han sido consistentes con la investigación previa en desarrollo narrativo, el
empleo de medidas no validadas ni estandarizadas para población uruguaya podría
considerarse como una limitación adicional del estudio.
Por último, se estudiaron exclusivamente narrativas de tipo
ficcional, donde las diferencias en la experiencia previa podrían tener un
papel importante. Por esta razón, en próximos estudios sería interesante
combinar las narrativas ficcionales con las de experiencia personal a los
efectos de generar un perfil más comprensivo sobre el desarrollo narrativo.
Materiales suplementarios
suppl1.pdf (pdf) Anexo 1
Tarea de comprensión narrativa
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