Artículos
Desastres, memorias y
bienestar de lugar en Dichato, Chile
Disasters, memories and well-being of the place in Dichato, Chile
Pablo Alcota1 p.alcota@gmail.com
Universidad del Bío-Bío, Chile
Andrea Aravena-Reyes2 p.alcota@gmail.com
Universidad de
Concepción, Chile
1Psicólogo. Doctor en
Psicología, Universidad de Concepción. Concepción, Chile. Profesor en la
Escuela de Psicología, Facultad de Educación y Humanidades, Universidad del Bío-Bío, Chile.
2Antropóloga. Doctora
en Antropología Social y Etnología. Profesora de grado y postgrado en la
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Concepción, Chile.
Desastres,
memorias y bienestar de lugar en Dichato, Chile
Interdisciplinaria, vol. 37, núm. 1,
2020
Centro
Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y Experimental
(CIIPME-CONICET)
Los autores son titulares de los derechos
sobre sus producciones y ceden a la revista Interdisciplinaria el derecho a la
primera publicación de cada uno de sus trabajos.
Recepción: 31 Marzo 2018
Aprobación: 27 Febrero 2020
Financiamiento
Fuente: La investigación que se informa
fue financiada por la Comisión Nacional de Investigación Científica y
Tecnológica, Chile. CONICYT/Doctorado Nacional/21160131.
Resumen:
El trabajo que se presenta entrega aportes para comprender el
impacto de desastres naturales o antrópicos, como terremotos, maremotos,
huracanes, terrorismo, entre otros, producidos por efectos de la acción de
fenómenos naturales o acciones humanas, en personas. Su objetivo es comprender
el impacto del terremoto 8.8 ° y tsunami del 27 de febrero de 2010, en Dichato, localidad costera al sur de Chile, a partir de la
necesidad de generar conocimiento sobre los alcances traumáticos de lo
consignado en el bienestar en ese lugar. Se trabajó a partir de los relatos de
habitantes sobrevivientes sobre su trayectoria de vida en el lugar, en quienes
emerge el recuerdo y superposición de la experiencia traumática de la vivencia
del terremoto y tsunami mencionados, a lo que fue la dictadura militar de
Augusto Pinochet de 1973-1990, como acontecimiento desastroso equivalente en
sus vidas. Los resultados amplían la comprensión de desastre, más allá de sus
alcances materiales, individuales o de corto plazo. Concluimos que el impacto
socio-histórico-emocional, el daño al sujeto social y su bienestar de lugar, son
aspectos que deben considerarse ante las transformaciones y cambios en el lugar
de vida, conociendo y comprendiendo las respuestas colectivas que puedan
emerger.
Palabras
clave: Desastres, Memoria
colectiva, Bienestar, Bienestar de lugar, Chile..
Abstract: In this article, we
provide contributions to understand the impact of natural or anthropic disasters, like earthquakes, tsunamis, terrorism, and so on, caused by the
effects of natural disasters
or human actions over people. Our
objective is to understand the impact of the 8.8° earthquake and tsunami of February
27th, 2010, in Dichato, in the south coast
of Chile. The interest is
to generate knowledge about the effects
of traumatic events in the well-being of the people who
live in that place. The social
and health sciences need to integrate other methods inn
their research, in order to study the impact of traumatic
events on the well-being of people. We worked
with surviving inhabitants that told us about
their lives in that place and their life stories. In these accounts, there was some
remembrances and emotional superpositions between the traumatic experiences
of the earthquake and the tsunami, and the military dictatorship of Augusto
Pinochet from 1973-1990 in Chile, considered
as a similar disastrous event
in their lives. The results expand the understanding about disasters, beyond its material, individual or short-term scope.
We conclude that the socio-historical emotional impact, social suffering and well-being of the place are aspects that should
be considered in the face of transformations and changes in the place of living, knowing and understanding the collective responses that can emerge.
Keywords: disasters, collective memory,
well-being, well-being of the place, Chile..
Introducción
La integración de herramientas comprensivas sobre el vínculo con
lugares significativos y los procesos de memoria colectiva (Aravena, 2003; Baeza, 2011; Cárdenas, Páez, Rimé, Bilbao y Asún, 2014; Halbwachs, 2004; Low y Altman, 1992; Muller y Bermejo,
2016; Piper-Shafir,
Fernández-Droguett e Íñiguez-Rueda, 2013; Sepúlveda-Galeas,
Sepúlveda, Piper y Troncoso, 2015) ayuda a
comprender el impacto de desastres naturales o antrópicos (Cardona, 1993; Jha, 2010; Romero y Maskrey,
1993), que pueden llegar a promover o acentuar graves transformaciones
sociales, físicas e incluso respuestas ante tales transformaciones. Es de gran
importancia comprender las implicaciones de drásticos acontecimientos, como los
desastres, que cambian los lugares que valoramos, en torno a los cuales se
construyen lazos que aportan a nuestra experiencia de salud y bienestar (Duff, 2009; Quinn y Halfcare, 2014).
El estudio del impacto de estos acontecimientos en el sujeto
social, debe considerar esferas psicosociales que se ven gravemente afectadas
ante la ocurrencia de cambios en el lugar de vida, que algunos autores han
denominado la dimensión humana de los desastres (Sapiains y Ugarte, 2017a, 2017b).
Se entiende por sujeto social al sujeto en sociedad, es decir,
al sujeto en relación intergrupal, conformándose un colectivo que produce
conocimiento social sobre ciertos acontecimientos, construyendo lecturas que le
posibilitan sentir, actuar y comprender la realidad social. Es por ello que
profundizar la comprensión del impacto del terremoto del 27 de febrero de 2010
(27F), significó arribar a una dimensión de análisis que se denominó bienestar
de lugar y que considera el bienestar desde una mirada profunda, situada y
significada, donde el sujeto social y su bienestar son especialmente
relevantes.
La literatura científica respecto al impacto de desastres, desde
una perspectiva individual, plantea la necesidad de poner atención en grupos
específicos, como lo son miembros de minorías étnicas y grupos de bajo estatus
socioeconómico, ya que muestran un aumento en los efectos adversos en su salud
mental, en comparación con la población general (Norris, 2006; Norris, Friedman, Watson, Byrne,
Diaz y Kaniasty, 2002).
Igualmente, como afectados directos e indirectos de un desastre o catástrofe,
se ha encontrado un aumento de ideas suicidas y comportamiento autodestructivo
(Kõlves, Kõlves y De
Leo, 2013; Panagioti,
Gooding y Tarrier, 2009).
Chile forma parte de una zona geográfica de alta vulnerabilidad
asociada al cambio climático (Oficina de
Cambio Climático, 2014), donde han ocurrido desastres naturales y
antrópicos, como terremotos, inundaciones, así como terrorismo de Estado (Carnevali, 2015; Jarvis y Lister, 2014), razones por las cuales requieren
profundos esfuerzos comprensivos sobre el impacto de los mismos en la sociedad.
En este sentido, es preocupante que sumado a los desastres
consignados, se produzca la paradoja del bienestar en Chile, que da cuenta de
elevados índices de bienestar individual, junto a un desfavorable bienestar
social y una valoración negativa del Estado, entre otros (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, 2012).
Parte de la problemática en la que se basó la presente investigación
se fundamenta en que una serie de drásticos acontecimientos, asociados por
ejemplo a acontecimientos naturales que han transformado el lugar de vida, son
estudiados a partir de su efecto psicopatológico en las personas afectadas (Cova y Rincón, 2010),
comúnmente buscando reconocer el efecto inmediato o de corto plazo de lo
aludido, traduciéndose en diagnósticos psicopatológicos parcelados, sin
historia, contextualización, ni sujeto social, lo que no permite comprender el
impacto de los desastres en el sujeto social. Por ello se estima necesario
construir una mirada que integre procesos de memoria colectiva (Baeza, 2011; Halbwachs, 2004;
Muller y
Bermejo, 2016) en torno a los desastres, pudiendo ayudar a comprender cómo
se ha dado sentido a la experiencia y estabilidad a la realidad social, ante
acontecimientos altamente desestabilizadores de un orden, que marcaron un
pasado, un presente y un devenir de un colectivo (Lykes, 2013; Martín-Baró, 1988).
En la presente investigación el objetivo es comprender el
impacto del terremoto 8.8° y tsunami del 27 de febrero de 2010, en Dichato, desde la perspectiva de sobrevivientes y
habitantes del lugar, buscando nutrir en profundidad y complejidad, la
comprensión del impacto de desastres, tanto previo a su ocurrencia, durante y
posterior a ellos, y con especial consideración a partir de la necesidad de
generar conocimiento que profundice sobre los alcances traumáticos del 27F en
el bienestar, en ese lugar, lo que convocó a una labor investigativa
posicionada (Sandoval, 2013).
Para cumplir con el objetivo propuesto, que se enmarca en una
línea de investigación sobre el bienestar, se realizó una aproximación a la
problemática desde un diseño de investigación naturalista y de corte
cualitativo, reconociendo la dimensión histórica, relacional y discursiva en su
construcción, atendiendo a la perspectiva de los participantes.
Antecedentes comprensivos sobre los desastres
Los desastres, sean antrópicos o naturales (Cardona, 1993; Jha, 2010; Romero y Maskrey,
1993), son graves acontecimientos, producto de la acción u omisión humana,
o efectos de la naturaleza, que implican una significativa tensión para las
comunidades, o en casos más extremos, la pérdida de vidas, viviendas, trabajos,
relaciones sociales, tradiciones ancestrales o la amenaza de desaparición de
una cultura o población (Huber y Arnberger, 2015). En otros casos puede significar la
relocalización voluntaria o involuntaria (Brown
y Perkins, 1992) o facilitar la emergencia de
respuestas psicosociales de gran envergadura (Grandón, Acuña, Briese, Chovar, Hernández y Orellanas,
2014).
Estos acontecimientos que aproximan a una población en una
situación extrema como la señalada, pueden ser la base del trauma colectivo (Kirmayer, Kienzler, Afana y Pedersen,
2010; Somasundaram,
2007), trauma psicosocial (Lykes, 2013; Martín-Baró, 1988)
o sufrimiento social (Pedersen,
2002; Pedersen,
Kienzler y Gamarra, 2010), cambiando la vida en
el lugar, sin que necesariamente cambie el espacio físico del que se trate.
Los desastres, antrópicos o naturales (Cardona, 1993; Jha, 2010; Romero y Maskrey,
1993), más allá de sus evidentes diferencias, son acontecimientos similares
que engloban una serie de distintos acontecimientos que se suceden y
resignifican a partir de una imposición de fuerza que violenta y oprime a
sujetos o colectivos. En definitiva, un acontecimiento es:
“un punto de inflexión radical, que es, en su auténtica
dimensión, invisible. (…) En un acontecimiento, no sólo las cosas cambian: lo
que cambia es el propio parámetro por el que medimos los hechos de cambio, es
decir, el punto de inflexión cambia el campo entero dentro del cual aparecen
los hechos” (Zizek,
2016, p. 155).
Lugares y confluencia de memorias
El estudio de las relaciones entre personas y lugares ha sido
abordado desde diversos marcos disciplinarios, teorías y métodos (Lewicka, 2011) y
específicamente las trayectorias de vida en el lugar (Bailey, Devine-Wright y Batel, 2016; Batel y Devine-Wright, 2015) ayudan a
comprender las relaciones que construimos con lugares específicos y respuestas
colectivas ante los cambios, como los asociados a un desastre.
En efecto, un lugar constituye un “conjunto de redes personales
y características ambientales que juntos trabajan para mejorar o dificultar la
experiencia de salud y bienestar” (Duff, 2009, p. 204), donde el
vínculo de las personas y grupos hacia lugares trasciende la experiencia
interna e individual (Low
y Altman, 1992).
Los recuerdos sobre ciertos acontecimientos se vinculan a un
proceso de base llamado memoria de lugar (Marcus,
1992) y afloran respecto a la trayectoria, individual y/o grupal, en un
determinado lugar, donde confluyen memorias, emociones y lugares. Por otra
parte, el objeto de la memoria de lugar, los lugares de memoria (Nora, 1997) convocan a una relación
simbólica del sujeto/grupo con el lugar a través de la memoria (Low, 1992).
En la revisión histórica sobre la trayectoria de vida en un
lugar, existe un proceso mnémico que integra un aspecto asociado a la acción de
rememorar, y con ello la emergencia de recuerdos emotivos asociados a un lugar,
o memoria de lugar, y otro asociado al lugar de memoria, que es el objeto o
lugar específico que se rememora, y que estimula dicha acción de recordar. Este
proceso mnémico social constituye una forma de memoria colectiva (Halbwachs, 2004),
la cual está conformada por los recuerdos y narrativas que se construyen
socialmente en torno a lugares que son significativos por su relevancia
histórica para ciertos grupos o culturas (Devine-Wright
y Lyons, 1997; Low, 1992; Marcus, 1992). Esta construcción social
cobra materialidad a través de producciones narrativas (Balasch y Montenegro, 2003; Biglia y
Bonet-Martí, 2009), que permiten la exposición y emergencia de los márgenes
de posibilidad de acción de un grupo o colectivo.
Se trata de acontecimientos gravitantes, que implican aspectos
políticos y formas de participación social (Grau-Solés, Íñiguez-Rueda y Subirats,
2011; Íñiguez, 1996) y con ello,
modos con que se evalúan dichos cambios, consideraciones relevantes para
dimensionar el impacto de un desastre en el sujeto social, lo que no siempre es
estudiado al evaluar los cambios asociados ante estas transformaciones.
En resumen, en este trabajo en el que buscamos comprender el
impacto del terremoto 8.8° y tsunami del 27F, en Dichato,
desde la perspectiva de sobrevivientes y habitantes del lugar, recurrimos a
herramientas comprensivas trascendiendo la cuantificación o medición del
comportamiento, situándonos en el campo de la comprensión de discursos,
relaciones y significaciones, donde emergen emociones, memorias y conducta
colectiva, siendo la historia relatada, un aspecto fundamental para profundizar
respecto a las cualidades o condiciones de posibilidad del bienestar ante
graves desastres en el lugar de vida.
Método
Diseño
El presente estudio de tipo biográfico (Cornejo, 2006; Pujadas, 1992) se enmarca en una
investigación cualitativa (Íñiguez, 1999),
cuyo diseño se fundamenta con el objetivo de “entender fenómenos sociales e
históricos, para analizar el impacto de intervenciones o cambios sociales a
través del análisis de experiencias personales o para reconstruir contextos o
épocas de una comunidad” (Berenguera,
Fernández de Sanmamed, Pons, Pujol, Rodríguez y Saura, 2014, p. 116).
Este tipo de diseño permite el contacto con la memoria colectiva, en tanto
recuerdos de un pasado que recrean interacciones con terceros, con un lugar
significativo, en un entorno sociocultural en particular, definiéndonos en un
cierto posicionamiento y trayectoria, a partir de la ocurrencia de un
acontecimiento extraordinario que impacta fuertemente en la población.
Participantes
Dichato es un pueblo de aproximadamente 4000 habitantes (INE, 2012,
citado en Contreras y Arriagada, 2016),
ubicado a 520 kilómetros al sur de Santiago de Chile y es uno de los
principales balnearios de la región del Bío-Bío. Su
nombre resuena en Chile al recordar el terremoto de 8.8° y posterior tsunami,
ocurridos en la madrugada del 27 de febrero de 2010, siendo una de las
localidades más afectadas por el “tsunami con mayor número de muertes asociada
a este tipo de eventos en Sudamérica en los últimos 30 años” (Contreras y Winckler,
2013, p. 8). Dicho acontecimiento significó destrucción, muertes, pérdidas
de fuentes laborales, reconstrucción y segregación socioespacial,
implicando una serie de cambios según relataron los participantes del estudio
que se informa.
En las entrevistas biográficas participaron cinco personas
adultas con residencia en Dichato desde su infancia,
de edades entre 44 y 77 años, dos mujeres y tres hombres. El muestreo fue
intencionado y por bola de nieve (Onwuegbuzie y Leech, 2007),
estratificando por sexo y rango etario. Es decir, participantes identificados
por su amplia experiencia respecto a lo acontecido, posteriormente vincularon a
la presente investigación, a conocidos/as cercanos.
Técnicas
La investigación efectuada comprendió la utilización de
distintas técnicas de producción de información, como observación participante
y entrevista biográfica. En el presente artículo sólo se reporta información
relativa al proceso de entrevistas.
En la entrevista biográfica (Cornejo,
2006; Cornejo, Mendoza y Rojas, 2008)
se solicitó al entrevistado que relatara sus experiencias, vivencias o
acontecimientos significativos, recogiendo su propia perspectiva, permitiendo
observar el curso de su vida en el lugar, y en particular, conociendo
profundamente su mundo tal y como el sujeto lo enuncia (Taylor y Bogdan,
1987). Las entrevistas se llevaron a cabo a través del apoyo de un guión referencial, que contenía ejes temáticos que
permitieron la apertura y flexibilidad de respuestas por parte de los
participantes (e.g. “Historia del participante en el
lugar. Acontecimientos de causa natural o humana de relevancia e implicancias
en su historia de vida”).
Procedimiento
Se inició el proceso de observación participante y entrevistas
biográficas en el pueblo de Dichato entre septiembre
de 2016 y junio de 2017, lo que permitió el acceso a los participantes durante
el período indicado. Las técnicas de recopilación de información fueron
aplicadas luego de seis años del gran terremoto y tsunami ocurridos en la zona.
El guión de entrevista fue evaluado
por profesionales y académicos/as del área de la psicología, y aplicado por el
investigador principal de manera abreviada durante el proceso de observación
participante. Con el objetivo de probar el guión
abreviado de entrevista y contactar a informantes clave, se aplicó lo señalado
a tres trabajadores (pescadores y buzo mariscador) del pueblo de Dichato, que tenían la experiencia de haber vivido el
desastre del 27F. El propósito principal de lo consignado fue contactar a
informantes clave, evaluar la comprensión de preguntas efectuadas y tiempo de
duración estimado de su aplicación, para proceder a su aplicación en una
segunda oportunidad.
Se efectuó una entrevista biográfica por participante, cuyo foco
inicial era explorar la experiencia respecto al 27F (reacciones colectivas,
creencias y emociones sociales dominantes, antes y después del acontecimiento
señalado).
Las entrevistas fueron realizadas de manera individual en un
lapso de tiempo de 6 meses, donde cada una de ellas tuvo una duración de 90
minutos aproximadamente. Cada entrevista fue audiograbada
y luego transcripta para su posterior análisis. Se solicitó a los participantes
que firmaran una carta de consentimiento informado en la que se explicaba el
objetivo de la investigación, así como aspectos de confidencialidad,
voluntariedad y anonimato de su participación.
Análisis de información
Se realizó análisis temático (Braun
y Clarke, 2006; Clarke y Braun, 2016),
complementado con el método de comparación constante de la teoría fundamentada
(Strauss y Corbin,
2002). El análisis temático permite comprender en profundidad el campo de
sentido manifiesto y latente que emerge de los/las participantes de la
investigación, durante el proceso de recolección de información, entregando con
ello aportes para comprender su perspectiva y realidad. Específicamente se
identificaron temas, subtemas y nodos, empleándose el software Nvivo
11 para el análisis temático de las entrevistas. Se realizaron múltiples
lecturas de las mismas, para luego identificar y seleccionar distintos
fragmentos que connotaban alguna acción, situación, objeto o relación de
relevancia para los fines de la investigación. Posteriormente, lo seleccionado
fue agrupado, organizado y jerarquizado, efectuando análisis e interpretación intracaso y global, siguiendo una lógica de razonamiento
inductivo.
Resultados
Según hemos señalado, para responder al objetivo de investigación,
realizamos un análisis temático del corpus textual asociado a los relatos sobre
cambios en el lugar de vida. Inicialmente, emergieron recuerdos respecto al
27F, y con posterioridad, relatos asociados a la dictadura militar de Augusto
Pinochet (1973-1990), en Chile. En consecuencia, fue en el curso del ejercicio
mnémico respecto a la vida de las personas entrevistadas en el lugar, que
emergieron de manera espontánea relatos sobre el terrorismo de Estado ejercido
durante la Dictadura Militar en Chile asociándose a los hitos que marcaron la
vida de las personas con un antes y un después, e impactando en su bienestar.
En ambos acontecimientos, distantes temporalmente entre sí y que
presentan diferencias en torno a su origen y su alcance, las emociones sociales
dominantes son vinculadas a temor, miedo e incluso terror, producto de
relaciones intra e intergrupales que esos mismos
acontecimientos facilitaron o acentuaron de manera drástica en su vida
cotidiana.
Por lo tanto, los participantes construyeron versiones en que
describen y significan prácticas sociopolíticas de autoridades, que
contribuyeron a un cambio negativo y traumático en el lugar de vida, un gran
daño al sujeto social y a su bienestar, siendo aquello lo que construyó el
desastre. A su vez, no se observan políticas de corto, mediano y largo plazo
que contribuyan a afrontar lo consignado, más allá de reparaciones materiales,
funcionales, estéticas o de infraestructura.
Tras la organización y análisis de la información intracaso, intercaso y global,
según temas, subtemas y nodos dominantes, los datos fueron agrupados en tres
ejes principales, identificándose a los participantes según sexo (mujer /
hombre) y edad. Un eje es relativo al impacto socio-histórico-emocional del
desastre, otro eje enseña el daño al sujeto social y por último, el siguiente
eje se asocia al bienestar de lugar.
Impacto socio-histórico-emocional (ISHE)
El primer hallazgo fue que el impacto de un acontecimiento
violento no implica necesariamente transformaciones materiales. Los hallazgos
dan cuenta de un ISHE en el sujeto social de gran magnitud, es decir, un punto
de inflexión histórico y emocional compartido, gobernado por el temor, miedo o
desconfianza respecto a un otro, según relatos respecto al 27F, como también sobre
el golpe militar, vivenciados en el lugar:
Vivencia respecto al 27F:
“(…) de repente todavía me despierto en la noche y siento aún…
porque son secuelas que quedan po. (…) hubo gente de
los alrededores que vinieron a saquear, a robar, venían con camión, camionetas,
vehículos, y robaron. (…) El terremoto nos sirvió para conocernos como persona
y ver quiénes somos realmente” (M44).
Vivencia respecto a la dictadura militar:
“(Antes
del golpe) La gente era muy unida, muy cariñosa, entre todos se
ayudaban, pero ahora no. (…), ahora la gente es otra. (…) (Después del 11 de
septiembre de 1973) No sabíamos qué iba a pasar, o por último el
vecino nos echaba al agua” (H75).
Los discursos se asocian a profundos cambios sociales
(relaciones intra e intergrupales), simbólico-imaginarios
(generación o reconstrucción de pensamiento, conducta y/o emoción colectiva) e
históricos (versiones dominantes en torno a la historia del lugar, sus
implicancias y valoración emocional) sobre el lugar de vida.
Daño al sujeto social (DSS)
De las memorias y acciones en torno a la relación que emerge
entre sujetos sociales, luego de graves acontecimientos vivenciados en el lugar
específico, se construye el ISHE, y que en este caso significó DSS por el
quiebre social que fomentó.
Los relatos describen relaciones intergrupales jerárquicas
(basadas en torno al poder, injusticia y egoísmo), que a mediano y largo plazo
de ocurrido los acontecimientos, han dañado física y/o socialmente al sujeto
social. Principalmente esta relación ha sido con organismos del poder político
y económico, que configuran el otro sujeto social situado en posición de poder,
que interviene su lugar de vida. En otros términos, a mediano y largo plazo,
observan mayor distancia social hacia y desde las autoridades, o bien una
aproximación instrumental.
Respecto a prácticas políticas post 27F:
“(Sobre
la reconstrucción post 27F) Yo creo que si cumplieron el 80 % de lo
que estaba en el proyecto, es mucho (…) yo culpo al Serviu
(Servicio de
Vivienda y Urbanismo), (…) hubo un arreglo con las empresas
constructoras, esa es la sinvergüenzura más grande
(…) que estas viviendas que estaban construyendo costaban 25 millones de pesos,
¿escuchó bien? El otro compadre que lo hacía de hormigón, cobraba 12 millones y
medio… buen negocio po oiga…y aun así, no terminaron
bien las cosas” (H77).
Respecto a la dictadura militar:
“Llegaron los marinos, y en la noche disparaban, y tenías que
estar encerrado, no podías salir, (…) la gente no se metía en nada, no hablaba
nada, temerosa, (…) no se tocaba el tema, y si te pillaban… ¡cállate, que te
pueden estar escuchando!, ¡no hablí de eso, que te
pueden estar escuchando!” (M62).
Si bien el sujeto social reconoce el daño e implicancias de lo
que ha vivenciado en su lugar de vida, producto de la relación con el otro
sujeto social que ahí se ha presentado, naturaliza estas graves experiencias:
“Yo desearía que viniera otra salida de mar. Algunos quedaron
más parado todavía, porque así habría más ayuda… Si no hay tsunami no hay ayuda
po oiga. (…) porque ahí la autoridad ayuda po (…). Si los desastres hacen para que la autoridad llegue
a las partes afectadas” (H75).
Bienestar de lugar (BL)
Se entiende por BL un proceso de memoria colectiva, relacional y
político entre al menos dos sujetos sociales y un lugar. De este proceso surge
una valoración emocional sobre experiencias positivas o negativas del sujeto
social en y con el lugar de vida. Estas versiones sobre el pasado, en el
presente y proyección, respecto al lugar de vida, como su aporte al bienestar y
salud del sujeto social, construyen el BL. Estas versiones no son homogéneas,
mostrando un campo de conflicto al imponerse una de ellas como la dominante. La
versión no dominante es la no institucional, que en este caso proviene de los
participantes.
Según los relatos, el BL cambió desde el golpe militar de
Pinochet. Antes existía una valoración positiva de lo colectivo, de la
participación u organización comunitaria, confianza entre sus miembros. Por
ejemplo, la conectividad, relaciones y turismo que permitía el ferrocarril, al
unir grandes ciudades distantes, y la valoración positiva de las fuentes o
industrias de trabajo, en el lugar de vida, nutrían el BL:
“(Antes
de la dictadura) la gente trabajaba mucho en las industrias en ese
tiempo (…) en el gobierno militar dejó todo eso, echó abajo todo. (…) Aquí lo
que más fregó en Dichato fue el ferrocarril (...) Dichato tenía su ganancia con el ferrocarril” (H75).
“Antes (de
la dictadura) venía gente de Chillán (en ferrocarril) y acampaban,
hacían su fogata en la noche, eso como que se fue perdiendo con el tiempo,
porque ahora no se puede acampar, puede estar hasta cierto horario en la playa,
hay resguardo policial. (…) (antes) se crearon muchas amistades (…) se conocieron en las
fogatas, fue bien bonita esa época. Después con los años el tren se fue
eliminando, se eliminó y se eliminó no más” (M44).
Hoy perciben un cambio negativo en el lugar, que se ha ido
profundizando a lo largo de los años, donde las dinámicas señaladas y valoradas
positivamente fueron eliminadas desde el golpe militar, construyéndose una
realidad social extraña, aunque con el tiempo se ha naturalizado.
Los relatos enfatizan un deterioro en el BL, donde el otro
sujeto social es percibido como una amenaza, al haber dañado o limitado las
posibilidades de mantener el BL, presente y futuro. Lo señalado ha significado
falta de fuentes de trabajo, dejar su lugar de vida y familias, proyectar a las
futuras generaciones en otras zonas del país:
“(…) aquí no hay trabajo, recién andaba mi hijo menor (…) tiene
31 (años).
Perdone, me saqué la cresta para que estudiaran, estudió en la Universidad (…)
y ahora no puede encontrar pega po. Está cesante,
anda trabajando en la pala, en la construcción, por ahí” (H70).
“(…) nosotros vivimos del turismo en el verano. Y en el
invierno, el que guardó, guardó. Y tú ves aquí, pasa el día y no vendo nada. Entonces
en este tiempo para todos es malo” (M62).
Así también, el recuerdo y valoración emotiva respecto del
pasado, de cómo era la vida en el lugar, o la valoración positiva de cualidades
físicas del entorno, específicamente del mar, entregan aportes positivos al BL:
“(…) (En
Dichato) uno sale, conversa, se toma una
bebida. (…) Se la toma en la calle, por último sentado, una hora, mirando el
mar. Se saca los zapatos, se moja las patas. La vida misma (…) me siento bien
aquí” (H70).
“(…) mi vida infantil se puede decir, de niño, fue a la orilla
de la costa, (…) íbamos a los roqueríos aquí, a sacar mariscos, otras veces
íbamos en bote así, con varillas, a sacar pejerreyes, y otras veces íbamos a
calar redes, entonces todo, todo ese vínculo (…) me atrajo al mar, y siempre me
ha atraído el mar, en distintas edades y roles (…). Puede ser que se enamore”
(H77).
Sin embargo, lo planteado ha sido confrontado por fuertes
cambios impuestos en su lugar de vida, significando movilidad, desplazamiento
forzado o fuerte tensión, a partir de acontecimientos sociopolíticos y
naturales que lo han influenciado:
Sobre la dictadura:
“(…) Pasé el golpe y enseguida me retiré de acá. (…) Yo vivía en
un departamento en el norte, el más antiguo de Iquique (ciudad ubicada en el norte de Chile, a 2200
kilómetros de Dichato)” (H75).
Sobre el 27F:
“Y el mar se metió por ahí para arriba y barrió todo. No quedó
nada (…) Impotencia. Oiga, pero si de aquí al portón de ahí andaba un jeep
blanco con dos niñitos rubios (…) llamando a la mamá (…) En eso los pilla la
ola, y ahí los tiene que haber arrollado el mar. (…) Después del 27F la gente
se puso más, más agresiva” (H70).
Acontecimientos como la dictadura militar y el 27F, para
participantes de esta investigación, son experiencias extremas con recuerdos
vividos, comúnmente guardados en reserva, acontecimientos que los desarticuló
socialmente y ha tensionado su BL.
Mientras las dinámicas de cambio ya aludidas se profundizan,
comienza a crecer el sector residencial colindante al balneario de Dichato, Pingueral, donde se
encuentran amplias casas y se construyen departamentos de lujo. Lo que
materialmente divide a ambos sectores, es un portón que prohíbe el ingreso a Pingueral para no residentes, o bien guardias que controlan
el acceso al sector y playa. Pingueral es
diametralmente distinto en términos socioeconómicos, por su alto poder
adquisitivo, siendo la marcada segregación socioespacial
una cualidad entre ambos sectores:
“El fundo de Pingueral, que es donde
viven los grandes, la gente con plata (…) esa gente, qué se va a fijar en uno po… imagínese. Tienen mansiones, qué se va a fijar en un
simple pescador. (…) uno no tiene contacto con esa gente, ellos no están ni
ahí. Ellos viven su mundo, en su parte no más. (…) Ese es otro mundo allá, Pingueral es otro mundo” (H75).
“En una oportunidad conversé (con) el que actúa como
administrador de ahí (de
Pingueral), (…) vino a conversar conmigo
acá (a las semanas
de ocurrido el tsunami), (…) que él quería arreglar todo esto aquí,
(…) y que nosotros le firmáramos y entregáramos todo el terreno, para él poder
hacer ese tipo de trabajo y pedir las ayudas al Estado… y yo le pesqué ahí, y
le dije..., no…, de mí, no va a obtener firma, yo no lo doy. (…) Todo eso,
cuando había pasado el desastre del terremoto, se habían dejado caer. Entonces
¿para qué? Para dejarles libre la pasada para ellos y aquí se habrían apoderado
y nos habrían echado a todos” (H77).
De acuerdo con los resultados obtenidos en su conjunto, se
entienden los desastres no como un hecho aislado y sí desde una mirada
sistémica y contextualizada, considerando aspectos sociopolíticos, históricos,
culturales y materiales, que construyen y resignifican el sentido y prácticas
en torno a un acontecimiento, lo que en su conjunto construye un desastre.
Discusión
Con el objetivo de comprender el impacto del terremoto 8.8° y
tsunami del 27 de febrero de 2010 en Dichato, desde
la perspectiva de sobrevivientes y habitantes del lugar, analizamos relatos
sobre las transformaciones en su lugar de vida, toda vez que los lugares
aportan hacia la experiencia de bienestar y salud de las personas (Duff, 2009).
Si bien la presente investigación se propuso indagar sobre el
impacto del terremoto y tsunami del 27F, el discurso de los participantes
también procuró presentar, a través de recuerdos con carga emocional, otro de
los graves acontecimientos ocurrido previamente en el lugar, asociado al
terrorismo de Estado en Chile entre 1973 y 1990 y las cualidades o alcances que
ahí tuvo.
El 27F y el terrorismo de Estado, siendo acontecimientos de
distinta naturaleza, impactaron de manera gravitante, drástica, en la vida de
los participantes, mostrando en ambos casos, que lo complejo de lo vivido,
luego de la pérdida de vidas y la vulneración de derechos, es el terremoto
social, entendido como un cambio drástico en las bases sociales que transforman
las relaciones cotidianas, lo que habría promovido emociones sociales
dominantes, principalmente miedo y terror, emociones de alerta que luego son
naturalizadas o aumenta su tolerancia a las prácticas que promueven aquél
terremoto social, en otros términos, existe un cambio en el parámetro con el
que evalúan su bienestar, es ahí, donde se construiría el impacto del desastre
en este sujeto social. Lo consignado fue recopilado a través de versiones y
memorias sobre la vida en el lugar, siendo un aporte a su memoria colectiva.
El estudio del impacto de los acontecimientos, en términos
generales, ha aportado identificando el efecto a corto plazo de los desastres (Berroeta, Ramoneda y Opazo,
2015; Cova
y Rincón, 2010; Grandón,
Acuña, Briese, Chovar,
Hernández y Orellanas, 2014). No obstante, el
aporte se orientó a comprender el impacto a mediano y largo alcance, en el
sujeto social, siendo con ello un aporte innovador. Se identificó un ISHE de
gran envergadura, DSS y un detrimento en el BL, al que se arribó al tomar
relatos de personas que vivieron dichas experiencias, otorgando un tratamiento
cualitativo a la información obtenida.
El ISHE se caracteriza por un punto de inflexión emocional e
histórico que significó la imposición de temor, desconfianza y miedo, tras los
drásticos acontecimientos. De lo consignado emerge el DSS, que se tradujo en
aumento de distancia en las relaciones sociales cotidianas, o bien en la
instrumentalización de las mismas, lo que perjudica las posibilidades de comprenderse
como comunidad, de promover acción y participación social, o relaciones
colaborativas de mediano y largo alcance, ya que el otro, en último término, ha
significado ser una amenaza para la estabilidad o conservación del grupo y de
la vida en lugar, sean vecinos, actores políticos o de gobierno.
A su vez, la trayectoria de vida en el lugar (Bailey, Devine-Wright y Batel, 2016), del
sujeto social, enseña valoraciones positivas sobre el lugar de vida, concentrándose
en un pasado colectivo y familiar enriquecedor, que se busca conservar. Por
otra parte, tanto en el pasado como en el presente ha existido una valoración
positiva del entorno natural. Así también, se ha mantenido, desde el golpe
militar, una valoración negativa respecto a la vida social con pares y
autoridades. Es probable que el sentido común impuesto en dictadura, como
prácticas sociopolíticas actuales, perpetúen una significación negativa, sobre
la participación y organización social, lo que merma el BL.
En consecuencia, es probable que la tensión entre valoraciones
antagónicas sobre el lugar de vida, lo material y social, profundice un quiebre
en el BL. Dicho quiebre puede vincularse a un trauma colectivo (Kirmayer, Kienzler, Afana y Pedersen,
2010; Somasundaram,
2007), trauma psicosocial (Lykes, 2013;Martín-Baró, 1988) o sufrimiento social (Pedersen, 2002; Pedersen, Kienzler y Gamarra, 2010) de gran envergadura que no se
encuentra resuelto, requiriéndose mayores estudios que complementen el
presente.
Estudios sobre el bienestar en Chile, enseñan que el bienestar
se enmarca en ámbitos de carácter personal o individual (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
2012), lo que este estudio corrobora. Sin embargo, este estudio invita a
investigar el BL, que da cuenta del sujeto social, y que en este caso, de
mantenerse el tipo de relaciones dañinas entre los sujetos sociales en el
lugar, es posible que aumenten la tolerancia o naturalización de lo adverso
ante nuevas amenazas.
En su conjunto, los acontecimientos aludidos (terrorismo de
Estado y 27F), significaron acciones del Estado y de distintos grupos sociales,
que parecen haber cambiado el umbral de tolerancia de los participantes, ante
los drásticos y sistemáticos cambios que han impactado en la trayectoria de
vida en el lugar, con lo que no sólo cambia el lugar, sino en cómo se evalúan
dichos cambios producto del acontecimiento, lo que coincide con lo planteado
por Zizek (2016).
Lo que permitiría que los participantes conserven una valoración
positiva hacia su lugar de vida, ha sido aislar los hechos significativos que
ahí han vivido, asociados principalmente a su familia o bien hacia cualidades
físicas del lugar, primando una dimensión de vida individual por sobre una
colectiva. Por el contrario, la vida colectiva, es decir, el sujeto social,
recrea la valoración negativa hacia el lugar de vida, a propósito de las
experiencias traumáticas no trabajadas.
En este sentido, la promoción de políticas públicas que
favorezcan relaciones comunitarias de participación vinculante y procesos de
memoria colectiva, podrían acoger a un desoído sujeto social dañado, comprendiéndose
los cambios requeridos en el lugar de vida y las respuestas colectivas,
especialmente en zonas de alto riesgo, a modo de facilitar prácticas sociales
que logren construir lugares de relevancia, en áreas de protección ante
fenómenos naturales, como también procurar transformar relaciones
intergrupales, incluidas las relaciones con el Estado.
Por lo tanto, resulta interesante integrar al análisis sobre el
impacto de los desastres, el estudio en profundidad del BL, eje analítico
traducido en relatos con carga emotiva, que integra memoria colectiva,
valoraciones y vínculos positivos y negativos del sujeto social en el lugar
vida, todo lo cual se construye socialmente, es decir, entre las comunidades, y
abordando la constante tensión entre sujetos sociales, como comunidades y el
Estado, u otros grupos en torno al poder.
El estudio que se informa no se encuentra exento de
limitaciones. Una de ellas es que se puede complementar con métodos mixtos,
considerar distintas poblaciones, permitiendo nutrir la información con una
muestra mayor, según objetivos de la investigación.
Conclusión
Como se dijo, al estudio del impacto de desastres debería
integrarse la evaluación y análisis de lo que denominamos ISHE, DSS y BL del
sujeto social, lo que implica comprender su impacto a mediano y largo plazo,
desde una perspectiva situada.
Lo que este estudio pone en evidencia son las emociones sociales
dominantes que emergieron en relatos acerca del 27F, pero que a su vez
despiertan los reservados relatos sobre otro hecho traumático ocurrido en años
pretéritos, asociado al terrorismo de Estado en Chile, entre 1973 y 1990,
cambiando la vida en el lugar.
El ISHE se caracteriza por un punto de inflexión emocional e
histórico que significó la imposición de temor, desconfianza y miedo, tras los
drásticos acontecimientos. De lo consignado emerge el DSS, que se tradujo en
aumento de distancia en las relaciones sociales cotidianas, o bien en su
instrumentalización. Por otra parte, el BL ayuda a comprender la valoración
emocional sobre experiencias positivas o negativas del sujeto social en y con
el lugar de vida. En el caso estudiado, el BL se encuentra altamente mermado.
Es recomendable que futuras investigaciones y políticas
públicas, consideren el estudio profundo de los desastres, todo ello a modo de
conocer y comprender las respuestas colectivas que pudiesen emerger.
Agradecimientos
Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica,
Chile
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"johnansog" (2022-04-19)