Artículos
Diseño y validación de
un modelo de gestión del capital intelectual para la calidad de Instituciones
de Educación Superior, Colombia
Design and
Validation of an Intellectual Capital Management Model for the Quality of
Higher Education Institutions, Colombia
Nancy Arrieta Reales1 narrieta4@cuc.edu.co
Universidad de la
Costa, Colombia
José Rafael Valdés Ortega2 joravaor@outlook.com
Universidad de Baja
California, México
1Doctora en Educación
Superior. Directora del Programa de Administración de Servicios de Salud en la
Universidad de la Costa. Par académico del Ministerio de Educación Nacional de
Colombia.
2Doctor en Ciencias de
la Educación. Docente investigador en la Universidad de Baja California de
México.
Diseño
y validación de un modelo de gestión del capital intelectual para la calidad de
Instituciones de Educación Superior, Colombia
Interdisciplinaria, vol. 37, núm. 1,
2020
Centro
Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y Experimental
(CIIPME-CONICET)
Los autores son titulares de los derechos
sobre sus producciones y ceden a la revista Interdisciplinaria el derecho a la
primera publicación de cada uno de sus trabajos.
Recepción: 09 Abril 2018
Aprobación: 13 Marzo 2020
Resumen:
Se muestran los resultados del diseño y validación de un Modelo
de Gestión de Capital Intelectual (CI) para la calidad de IES, Colombia 2014-2016.
Investigación aplicada, de carácter mixta. El abordaje cualitativo fue a partir
de la confrontación de la teoría con las condiciones específicas del objeto
abordado (sus características y necesidades) lo que permitió el diseño del
modelo. El abordaje de los datos cuantitativos fue estadístico. Se diseñaron
siete encuestas las cuales fueron validadas por expertos. Fue denominado Modelo
Sistémico-Dinámico de Gestión del Capital Intelectual para la Calidad de
Instituciones de Educación Superior (SIDIGCIES), su diseño estuvo fundamentado
en tres teorías: la Teoría de las Organizaciones Inteligentes de Senge, la
Teoría de las Capacidades Dinámicas en el Mundo Empresarial de Teece, Pisano y
Shuen, y la Teoría de Creación del Conocimiento de Nonaka y Takeuchi. También
se tuvieron en cuenta los lineamientos del Consejo Nacional de Acreditación
(CNA) de Colombia tanto para programas como instituciones. Está estructurado
por cuatro Subsistemas - Dinámicos: Talento Humano, Investigación e Innovación,
Académico Administrativo y Reconocimiento Social. La validación del modelo en
un programa de Medicina mostró la pertinencia de SIDIGCIES, con las exigencias
establecidas a nivel nacional e internacional para la acreditación de programas
y de instituciones. Se logró el diseño de 92 indicadores para la medición
distribuidos en cada uno de los subsistemas y de siete instrumentos para cada
uno de los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje debidamente validados,
contando de esta manera con herramientas fiables de medición de la gestión del
capital intelectual.
Palabras
clave: Modelo de gestión,
Capital Intelectual, Instituciones de Educación Superior, Calidad de la
educación, Indicadores de calidad..
Abstract: The results of the design
and validation of an Intellectual Capital (CI) management model for the quality
of IES, Colombia 2014-2016 are shown. Applied research, mixed-nature. The
qualitative approach was from the confrontation of the theory with the specific
conditions of the object addressed (its characteristics and needs) which
allowed the design of the model. The quantitative data approach was
statistical. The population corresponds to the educational actors (teachers,
students, administrative and management) of the medicine program, a total of
2139. The sampling was stratified and to determine the size of each of the
stratum, took into account the population variances of the same and opted to
use the criterion of Neyman’s Affixation. For data analysis, they were
presented in frequency distribution tables, with range and confidence interval
measurements at 95 % (CI-95 %). Also, to observe the relationship between the
variables (aspects) and the actors, a simple correspondence analysis was
performed. All information was processed in the R-CRAN program. Seven surveys
were designed which were validated by experts in higher education, who
qualified coherence with the objectives of the study, the shape of the
instrument and the clarity of the questions. The analysis of theories on
intellectual capital allowed the design of the systemic-dynamic model of
management of intellectual capital for the quality of institutions of higher
education-SIDIGCIES, is based on three theories: Theory of dynamic capacities
in the business world, of Teece, Pisano and Shuen; And, Theory of knowledge
creation of Nonaka and Takeuchi. The guidelines of the National Accreditation
Council (CNA) of Colombia were also taken into account for both programs and
institutions. It is structured by four dynamic subsystems: human talent,
research and innovation, academic administration and Social recognition. Its
name is due to the way the management of intellectual capital in the IES must
work, which requires an interconnected system, whose relationship is developed
in a dynamic and non-static way when it is constantly moving, constantly
improving and Adjustments, in constant internal interaction in each one of its
elements and with the external medium. It is precisely the continuous
interaction between the members of the Organization and other external agents
in a careful way, which leads to the creation of new knowledge. Around the
dynamic subsystems the elements that make possible the promotion and
distribution of knowledge are undulating, they are: tacit knowledge, explicit
knowledge, organizational knowledge and inter-organizational knowledge. In
turn, the dynamic subsystems are influenced by four elements that directly
affect their integral behavior and the achievement of the objectives of the IES.
Without them, is not possible effective management of intellectual Capital;
these are: Financial condition, national and international context,
ethical-Legal aspects and physical infrastructure and material resources. The
validation of the model in a medical program showed the relevance of SIDIGCIES,
with the national and international requirements established for the
accreditation of programs and institutions. We achieved the design of 92
indicators for measurement, distributed in each of the subsystems with this is
possible a comprehensive analysis of their reality and not fractionally. Seven
instruments were also designed for the actors of the teaching-learning process
duly validated, counting in this way with reliable tools of measurement of the
management of the CI SIDIGCIES, that allows the systematic and
interdisciplinary study, oriented to identify the intellectual resources to
share, employ, keep and protect them at the individual, organizational, social
and global levels. It is a tool that will orient the proper management of the
CI, will motivate the recognition of the value of the human talent for the
production of the intangibles that there are produced, towards the recognition
of the quality by the society and the State.
Keywords: Management model, Intellectual capital, Higher Education
Institutions, Quality of education, Quality indicators..
Introducción
El trabajo que se presenta es el producto de la tesis doctoral
en Educación Superior de la autora, la cual llevó a plantear un modelo de gestión
de capital intelectual que fortaleciera la calidad en las instituciones de
Educación Superior (IES) de Colombia.
A nivel mundial, el capital intelectual (CI) es considerado el
intangible que genera valor en las empresas y un pilar fundamental para el
logro de la alta calidad de las IES, lo cual ha motivado la necesidad del
establecimiento de procesos que garanticen su adecuada gestión; por lo tanto se
debe conducir a que se incremente su producción, protección y distribución.
El término CI ha sido empleado de diferentes maneras, según Cano, Sánchez, González y Pérez (2014),
como sinónimo de intangibles, activos intangibles, recursos intangibles,
propiedad intelectual, valores inmateriales, conocimiento, entre otros, y su
denominación de capital es debido a sus raíces económicas. Asimismo, Edvinsson (2013) y Dumay y Garanina (2013) indicaron que
podría ser denominado ciencia de sistemas, y estaría enfocado en el estudio
sistemático e interdisciplinario, dirigido a identificar los recursos
intelectuales para compartirlos, emplearlos y mantenerlos en los diferentes
niveles que van del individual al organizacional, social y global. Por otro
lado para Mercado, Sánchez y Sánchez
(2014), “el capital intelectual encierra la dinámica (actividades) para
lograr que el conocimiento (recurso) de una organización genere valor para
quienes pertenecen a ella, para ella misma y para la sociedad en la que está
inmersa” (p. 4).
Para los investigadores Dutta,
Lanvin y Wunsch-Vincent (2014), la mejora de las habilidades en las
personas es una de las maneras más importantes para elevar la innovación, la
productividad y el crecimiento económico, encaminado a mejorar el bienestar
social y al fomento de la igualdad, siendo la educación un factor fundamental
que motiva a ese logro. De igual manera, el retener a los principales
innovadores se constituye en un elemento esencial de competitividad para el
desarrollo de los países. Es así como muchos gobiernos están poniendo la
innovación en el centro de sus estrategias de crecimiento.
Por otra parte, diversos autores como Román (2005) y González y Rodríguez (2010) coinciden en
que la generación de nuevo conocimiento en las empresas del siglo XXI es la
causa de importantes cambios en la sociedad. Por ello, el forjar CI, se ha
convertido en un eje de gran importancia al permitir la producción de
conocimiento, siendo este el insumo primario de lo que se fabrica, se compra y
se vende. De esa manera surge la necesidad de administrarlo correctamente,
hallarlo, acrecentarlo, almacenarlo, venderlo y compartirlo. Esto conlleva a
que las empresas ejerzan el “control intelectual” dentro de sus organizaciones.
Sin embargo, fue dado a conocer por Alarcón, Álvarez, Goyes y Pérez (2012) que
en la gestión empresarial, la inexperiencia y el desconocimiento de los
elementos intangibles la mayoría de las veces son causa del desaprovechamiento
de oportunidades de negocio, cuya base son los recursos intangibles que pasan
desapercibidos a sus directivos. Otra situación que también fue evidenciada en
los resultados del estudio realizado por Rodríguez-Sosa,
Lingan, Hernández y Haluay-Quispe (2017) en el ámbito universitario, fue
que los docentes tienen muy pocas expectativas por la investigación y que esto
se debe al desconocimiento sobre su potencial y las experiencias vividas como
estudiantes o docentes de una enseñanza vertical con poca participación
crítica.
De igual manera, Cabaña y
Garito (2003) demostraron la necesidad de que las empresas identifiquen la
naturaleza de los activos inmateriales o intangibles, asimismo medidas de
control para garantizar la protección del CI, Ello orientado al establecimiento
de medidas administrativas y de gestión eficaz que fomenten su crecimiento
interno y externo. En ese sentido, la empresa se ha transformado hacia un nuevo
patrón de eficiencia cimentado en el aprendizaje y mejora continua, hacia el
fortalecimiento e incremento del CI.
La Educación Superior (ES) como empresa social pletórica de
intangibles, no es ajena a los cambios producidos por la globalización y del
valor que el conocimiento ha adquirido para el mejoramiento y el crecimiento de
las sociedades. De hecho, su esencia integra el motivar la producción de
conocimiento y transferirlo, para lograr la transformación de la sociedad, el
mejoramiento de las ciencias y la calidad de vida de los seres humanos. Henao-García, López-González y Garcés-Marín
(2014) ven en ello una forma de estímulo a las IES, las cuales compiten por
liderar el desarrollo científico, técnico y tecnológico a través de
profesionales mejor capacitados y el fomento de actividades de investigación e
innovación, como factores determinantes para su posicionamiento y
competitividad.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el criterio de Bustos (2007), quien considera a las
instituciones de Educación Superior como estructuras operativas de producción,
que dinamizan sus acciones y actuaciones a través del equipo humano, siendo
este el elemento vital para el logro de sus objetivos, lo cual direcciona a una
gestión del CI, de manera planeada, organizada para el logro de la eficacia en
la gestión. Todo ello de acuerdo a Senge
(1995), debe llevar a un desempeño superior de los miembros de la
organización orientado a mejorar la calidad, el servicio a los clientes, por la
ventaja competitiva, por una fuerza laboral alerta y comprometida para dirigir
el cambio, por la verdad, para dar respuesta adecuada a las exigencias de estos
tiempos, y en últimas, porque es un deseo de las nuevas organizaciones.
Por ende, las instituciones deben contar con las capacidades
para dar respuesta efectiva a las exigencias del contexto. De ahí que según Cruz, López y Martín (2009), las
capacidades dinámicas se constituyen en uno de los medios de orientación y
desarrollo de la organización y favorecen dos componentes de importancia para
las empresas, como son: la capacidad de absorción e interiorización (absorción
del nuevo conocimiento procedente del exterior) y la capacidad de innovación
(producción de nuevo conocimiento e inducirlo en el contexto). Por ende, Nonaka y Takeuchi (1999) afirman que la
interacción continua entre los miembros de la organización y otros agentes
externos de manera cuidadosa, es lo que lleva a la creación de nuevo
conocimiento. Otro factor que incide en los procesos de elaboración y
organización de la información, son los recursos perceptivos que actúan activándolos
o inhibiéndolos (Monteoliva, Ison y Pattini, 2014; citado por Castro-Martínez, Chavarría–Roa, Parra–Benítez
y González, 2016). También el clima organizacional influye en la
motivación, conducta y satisfacción de los miembros de la empresa (Münch, 2014).
Asimismo, se complementa lo anterior con lo expresado por Guacaneme-Mahecha, Zambrano-Izquierdo y
Gómez-Zeremeño (2016), quienes ven a la tecnología como un recurso de
importancia para la adquisición del conocimiento, al haberse transformado en
una práctica social, que puede darse entre pares o en una comunidad de
aprendizaje.
Sin embargo, a pesar de la importancia de una buena gestión del
CI, para las IES, la mayoría de los modelos existentes han sido creados para el
sector empresarial con fines netamente económicos, y no para dar respuestas a
las necesidades en el campo de la gestión del capital intelectual propias para
este tipo de instituciones.
En ese sentido los investigadores González y Rodríguez (2010) han indicado
como los diferentes modelos de gestión de capital intelectual existentes tienen
poca aplicabilidad para el sector de la Educación Superior. También
manifestaron que para un verdadero desarrollo del CI, en las instituciones, se
requiere de mecanismos de fomento y de participación en círculo de comunidades
investigativas de las diferentes ciencias del saber, y es a través del CI, que
se valoran los llamados invisibles o intangibles que orientan por la generación
de nuevo conocimiento en las empresas del siglo XXI.
Por ende, Alarcón, Alvarez,
Goyes y Pérez (2012) consideraron que los activos intangibles se
constituyen en la mayor preocupación y ocupación de los directivos, al ser
estos la fuente principal de la creación de valor en las organizaciones y es la
clave del éxito competitivo de las empresas. También expresaron “que
actualmente no existe un consenso a nivel internacional, ni en Europa ni en
América Latina, sobre la manera de gestionar y medir el Capital Intelectual, y
no han logrado un modelo perfecto para ello” (p. 51).
Una situación de importancia identificada por Arias, Castro y Sánchez (2010), que afecta
directamente el posicionamiento de las IES en la sociedad, fue que al haber
observado la tabla de correlación de los distintos componentes de capital
intelectual (investigadores activos relacionados con los adscritos a redes;
número de estudiantes que participan en investigación con número de trabajos de
grados relacionados con procesos investigativos), se da una correlación directa
entre las variables, lo cual indica que esos activos intangibles le generan a
la universidad mayor ventaja de competitividad frente a las universidades de la
región.
Es por ello que, de acuerdo con Bautzer (2010) las instituciones
educativas no pueden ser administradas exclusivamente con modelos tradicionales
de gestión empresarial debido a la naturaleza y característica del servicio que
ofrecen. Por lo tanto, sus directivas tienen el compromiso de desarrollar
sistemas innovadores y alternativos basados en el capital intelectual, que les
permitan contar con herramientas que sustenten su crecimiento y posibiliten la
implementación de diferentes acciones ante situaciones de crisis manteniendo su
naturaleza.
Por todo lo anterior, Harman y Hazelkorn (2011 y 2012; citados
por Gacel, Ávila y Orellana, 2013)
consideraron que los gobiernos han creado e implementado políticas y
estrategias de medición para la evaluación de la calidad de la ES. Entre los
instrumentos se encuentran la acreditación de programas e instituciones, los
sistemas de aseguramiento de la calidad, los rankings nacionales y globales,
entre otros. Siendo el CI, un factor de importancia para su logro. Sin embargo,
de acuerdo a Axtle–Ortiz y Acosta–Prado
(2016), las diversas maneras de medición en la IES se realizan de forma
general sin que se relacione con un programa específico fruto de una estrategia
global de CI, lo cual conlleva a un análisis fragmentado de su riqueza de
intangibles, dejando en la línea media aspectos de importancia para la
generación de valor como la creatividad, generación de ideas, la innovación e
inventiva, entre otros aspectos.
Las situaciones descritas (Rojas,
2012) han hecho necesario pensar cómo debe ser planeada y administrada la
ES, para que logre alcanzar los estándares internacionales, los cuales se han
venido diseñando e implementando de acuerdo a su homólogo en el sector
productivo, Modelo ISO. Es así como los gobiernos latinoamericanos vienen
trabajando con ahínco en impulsar la calidad de la ES, y que esta sea
pertinente con el funcionamiento de los diferentes componentes del aparato
social.
En Colombia, desde el Ministerio de Educación Nacional (MEN)
establecieron el Sistema de Evaluación de la Calidad de la Educación, teniendo
en cuenta los lineamientos mundiales para tal fin, a través de una política que
integra cuatro estrategias: 1) consolidación del Sistema de Aseguramiento de la
Calidad en todos sus niveles; 2) implementación de programas para el fomento de
competencias; 3) desarrollo profesional de los docentes y directivos; y 4)
fomento de la investigación (MEN, 2010).
Buscan con ello el fortalecimiento de las instituciones educativas, para que
sean espacios donde todos puedan aprender, desarrollar competencias y convivir
pacíficamente.
No obstante y a pesar de la importancia del CI, para las IES, en
la bibliografía revisada no se encontraron referentes de estudios realizados en
las universidades de la Región Caribe para este campo, ni en la ciudad de
Barranquilla. Tampoco se conocen modelos específicos de gestión del capital
intelectual para la calidad de las IES, solo adaptaciones de los modelos
empresariales ya existentes; de ahí que el objetivo estuvo orientado a diseñar
y validar un modelo de gestión de capital intelectual para las mismas, Colombia
2014-2016, para con ello dar respuesta a una necesidad sentida de las IES en
Colombia.
La hipótesis de investigación fue que a partir del análisis de
los referentes teóricos en torno a la gestión del capital intelectual, emergerá
un nuevo modelo de gestión de capital intelectual para Instituciones de
Educación Superior, el cual responderá efectivamente a sus necesidades de
calidad.
Materiales y métodos
El estudio está dentro de la metodología de investigación
aplicada, al estar centrada en un campo de práctica habitual y cuyo
conocimiento será de aplicación a dicha práctica (McMillan y Schumacher, 2005), de corte
mixto. El abordaje cualitativo fue a partir de la confrontación de la teoría
con las condiciones específicas del objeto abordado (sus características y
necesidades), lo que permitió el diseño del modelo. El abordaje de los datos
cuantitativos fue estadístico.
Participantes
La población estuvo conformada por un total de 2139 actores
educativos pertenecientes al programa de medicina de una universidad privada de
la ciudad de Barranquilla (865 estudiantes, 113 docentes, 5 directivos, 4
administrativos, 865 familiares, 256 egresados y 40 empresarios)
La muestra para la prueba piloto estuvo constituida por 57 de
los actores del programa, seleccionados al azar y distribuidos de la siguiente
manera; 10 estudiantes, 10 docentes, 10 familiares, 5 directivos, 4
administrativos, 8 empresarios y 10 egresados.
El muestreo fue estratificado (ver Tabla 1) y
para determinar el tamaño de cada una de las poblaciones (estratos), se
tuvieron en cuenta las varianzas poblacionales de las mismas y se optó por usar
el criterio de afijación de Neyman, cuya fórmula es
Tabla 1
Fórmula |
Estratos |
N = 2139 |
Estudiantes = 153 |
Docentes = 17 |
|
Error estándar 1 % |
Directivos = 5 |
Administrativos = 4 |
|
Egresados = 52 |
|
Alpha 95 % |
Familias = 207 |
Empresarios = 4 |
Instrumentos
Se diseñaron siete encuestas, estructuradas con preguntas de
respuesta tipo Likert, con cinco alternativas: cumple plenamente (4), cumple
parcialmente (3), no cumple (2) y no conoce (1). Fueron validadas inicialmente
por un grupo de 10 expertos en educación superior, los cuales calificaron la
coherencia con los objetivos del estudio, la forma del instrumento y la
claridad de las preguntas, calificándolos entre 1 (menor calificación) y 4
(máxima calificación) cada uno de los componentes de los instrumentos. En la
primera ronda alcanzaron una calificación promedio para la coherencia de 3.9,
la forma de 3.7 y la claridad de las preguntas de 4.0. Los evaluadores
solicitaron ajustes a los instrumentos que implicó para la encuesta a egresados
integrarle datos como: dirección y teléfono de donde labora. Asimismo se
reorganizó la forma de numeración de los ítems que conformaban cada uno de los
instrumentos. Una vez realizados los ajustes se procedió a una segunda ronda,
en la cual se alcanzó para todos los criterios de calificación el máximo
puntaje de 4.0. Seguidamente fue realizada una prueba piloto a 57 de los
actores (10 estudiantes, 10 docentes, 10 familiares, 5 directivos, 4
administrativos, 8 empresarios y 10 egresados), cuyos resultados (datos) se
tabularon y registraron en una tabla del software de Excel, los cuales
fueron usados para medir la fiabilidad de los instrumentos a través del
estadístico de Alfa de Cronbach.
Los coeficientes de confianza de la prueba para cada grupo de
actores educativos fueron: 98 % para estudiantes, 95 % para docentes, 87 % para
administrativos, 92 % para directivos, 97 % para egresados, 93 % para
empresarios y 78 % para familiares.
Estrategia de análisis
Para el análisis de los datos, se presentaron en tablas de
distribución de frecuencia, con medidas de rango e Intervalo de Confianza al 95
% (IC-95 %). Asimismo, para observar la relación entre las variables (aspectos)
y los actores se realizó un análisis de correspondencia simple. Toda la
información fue procesada en el programa R-CRAN. Asimismo se establecieron los
rangos para determinar el nivel de cumplimiento en la gestión del capital
intelectual: 0-2: gestión del capital intelectual deficiente; 2.1-3: gestión
del capital intelectual aceptable; 3.1-4: gestión del capital intelectual
bueno; 4.1-4.8: gestión del capital intelectual sobresaliente; 4.9-5: gestión
del capital intelectual excelente.
Resultados y discusión
Modelo sistémico-dinámico de gestión del capital intelectual
para la calidad de Instituciones de Educación Superior – SIDIGCIES
Fue diseñado el denominado “Modelo sistémico-dinámico de gestión
del capital intelectual para la calidad de Instituciones de Educación Superior
– SIDIGCIES” (Figura 1). El diseño del modelo estuvo
fundamentado en tres teorías: Teoría de las Organizaciones Inteligentes (Senge, 1995), Teoría de las Capacidades
Dinámicas en el Mundo Empresarial (Teece,
Pisano y Shuen, 1997) y Teoría de Creación del Conocimiento (Nonaka y Takeuchi, 1999). También se
tuvieron en cuenta los lineamientos del Consejo Nacional de Acreditación (CNA)
de Colombia tanto para programas (CNA,
2013) como de instituciones (CNA, 2015).
Su nombre se debe a la forma como debe funcionar la gestión del
capital intelectual en las IES, la cual requiere de un sistema interconectado,
cuya relación se desarrolla de manera dinámica y no estática al encontrarse en
constante movimiento, en constante mejoramiento y ajuste y, en constante
interacción interna en cada uno de sus elementos y con el medio externo. Es
precisamente la interacción continua entre los miembros de la organización y
otros agentes externos de manera cuidadosa, lo que lleva a la creación de nuevo
conocimiento (Nonaka y Takeuchi, 1999).
Se encuentra integrado por cuatro componentes fundamentales para
una gestión eficaz del CI, denominados Subsistemas Dinámicos:
1) Talento Humano: Para las organizaciones, se constituye en el
pilar que dinamiza y posibilita el logro de la misión y de sus objetivos. Es
por ello que se orienta a lograr la consecución y aplicación de políticas y
estrategias encaminadas a lograr una planta de personal idóneo y satisfecho
laboralmente. Contiene a su vez los aspectos: políticas de reclutamiento,
selección e inducción, funciones por competencia, política de capacitación,
políticas de ascensos, estímulos y retención, política de evaluación del
desempeño y política de bienestar laboral.
2) Investigación e Innovación: Este subsistema provee a las IES
de los elementos que le permitirán fomentar el conocimiento, encaminado a que
los actores educativos (docentes y estudiantes) propongan nuevas ideas de
investigación. A la vez, brinda las estrategias para capturar el conocimiento,
haciendo que las ideas se conviertan en proyectos que lleven a dar respuesta a
las necesidades del contexto o a la construcción de nuevo conocimiento.
Asimismo el subsistema crea, mantiene y gestiona los canales de distribución y
divulgación del conocimiento, tales como medios de divulgación masivos,
integración a redes de información, entre otros. También garantiza la adecuada
retención y custodia del conocimiento, integra: estructuración de bases de
datos, manuales de procesos y aplicación de medidas de propiedad intelectual
(patentes, registros, marcas, etc.).
3) Académico Administrativo: Se constituye en el subsistema que
integra los intangibles que le dan el rasgo distintivo a la IES, haciendo que
sea reconocida tanto a nivel nacional como internacional. También se encuentran
presentes elementos que permiten que las IES logren su desarrollo de manera
efectiva y organizada. Integrado por los aspectos: Proyecto Educativo
Institucional (PEI) / Proyecto Educativo de Programas (PEP), currículo,
direccionamiento estratégico, política de planeación estratégica, política de
planeación financiera, sistema de información y comunicación, cultura y clima
organizacional y selección, inducción y retención de estudiantes.
4) Reconocimiento Social: Se constituye en la fuente que permite
identificar cómo se encuentra posicionada la IES en el contexto social. Integra
cuatro componentes: satisfacción del estudiante, de los egresados y la familia;
posicionamiento social a través del desarrollo de programas y proyectos en pro
de la comunidad; impacto del egresado y reconocimiento de la calidad por el
estado. Con ello se visualiza cómo es la relación de las IES con el estado y la
confianza que genera en la sociedad.
Cada uno de los Subsistemas Dinámicos interactúan entre sí,
generando procesos que promueven un servicio social de calidad como lo es la
Educación Superior (ver Figura 1).
Figura 1.
Alrededor de los subsistemas dinámicos se mueven en forma
ondulante los elementos que hacen posible el fomento y distribución del
conocimiento: Conocimiento Tácito, Conocimiento Explícito, Conocimiento
Organizacional y Conocimiento Interorganizacional. A su vez, los subsistemas
dinámicos se encuentran influenciados por cuatro elementos que inciden
directamente en su comportamiento integral y el logro de los objetivos de las
IES; sin ellos, no es posible una gestión eficaz del Capital Intelectual; estos
son: Condición Financiera, Contexto Nacional e Internacional, aspectos
Ético–Legal y la Infraestructura Física y Recursos Materiales. Estos elementos
son cambiantes e influyen directamente al desarrollo de modificaciones en la
gestión del CI, para lo cual la IES deberá siempre estar atenta a realizarlo y
de esa manera adaptarse eficazmente a las nuevas exigencias del contexto a
través de una dinámica continua de mejoramiento y ajustes a sus procesos
administrativos, educativos e investigativos, haciéndola altamente competitiva,
siendo las Capacidades Dinámicas uno de los medios de orientación y desarrollo
de la organización que favorecen dos componentes de importancia para las
empresas: la capacidad de absorción e interiorización y la capacidad de innovación
(Cruz, López y Martín, 2009).
La estructura de SIDIGCIES permite el estudio sistemático e
interdisciplinario, orientado a identificar los recursos intelectuales para
compartirlos, emplearlos y mantenerlos en los niveles individual,
organizacional, social y global (Edvinsson,
2013; Dumay y Garanina, 2013).
Asimismo, se da respuesta a una necesidad sentida de la comunidad académica del
país, tal como lo dieron a conocer González
y Rodríguez (2010), acerca de que los diferentes modelos de gestión de
capital intelectual existente tienen poca aplicabilidad para el sector de la
Educación Superior. También se reafirma lo indicado por Bautzer (2010), sobre la necesidad que
tienen las directivas de las IES con el compromiso de desarrollar sistemas
innovadores y alternativos basados en el capital intelectual, lo cual les
permite contar con herramientas que sustenten su crecimiento y posibiliten la
implementación de diferentes acciones ante situaciones de crisis manteniendo su
naturaleza.
Fue estructurado un sistema de medición por criterios e
indicadores para cada uno de los componentes, con base en los lineamientos de Inche y Chung (2004), quienes consideran
que la medición se presenta con indicadores que varían de acuerdo a la relación
de las distintas variables, clasificándolos como indicadores de primer nivel,
de segundo y de tercer nivel. También fueron tenidos en cuenta los realizados
por INFOACES (Carot, Henríquez, Haug, Mora,
Ristoff, Vidal, Vila y González, 2012) de aquellos que apuntan a la
medición del CI, y los aspectos a evaluar de los lineamientos de acreditación
de programas e instituciones del CNA. Se realizaron un total de 92 indicadores,
distribuidos por subsistema: Talento Humano, 19; Investigación e Innovación,
45; Académico Administrativo, 11; Reconocimiento Social, 17. Ello responde a la
necesidad de contar con un sistema de medición propio, teniendo en cuenta lo
indicado por Alarcón et al. (2012), con
referencia a la no existencia de un consenso mundial sobre la manera de
gestionar y medir el capital intelectual.
Validación del modelo SIDIGCIES
La validación del modelo SIDIGCIES fue realizada en un programa
de medicina de la ciudad de Barranquilla, en la cual se aplicaron los
indicadores y las encuestas a los actores del proceso educativo.
Para los indicadores correspondientes al Subsistema Dinámico
Talento Humano se evidenció la existencia de políticas para el reclutamiento,
la selección y la inducción del personal docente y administrativo de la
universidad y por ende del programa académico. Sin embargo, esto contrasta con
la ausencia de un manual de funciones por competencias; no existe un plan de
capacitación en el programa y la falta de aplicación de las políticas para
ascensos, estímulos y retención del personal. Solo se le han dado ayudas para
estudios de maestría a tres docentes y de ellos han sido retenidos el 66 %;
existen políticas para la evaluación del desempeño del personal y de bienestar
laboral. Asimismo se evidenció que existe correspondencia entre el número de
puestos de trabajo con el número de equipos de cómputo con conexión a internet,
lo cual garantiza la interconectividad interna, externa y manejo de la
información y comunicación.
Los resultados anteriores demuestran la necesidad del Programa
de Medicina de mejorar la gestión del CI, y de esa manera establecer planes de
intervención hacia el mejoramiento continuo por el logro de la calidad. Al ser
los activos intangibles la fuente principal de la creación de valor en las
organizaciones, y la clave del éxito competitivo de las empresas, por ende,
deberá ser la mayor preocupación y ocupación de los directivos el lograr una
gestión del capital intelectual efectiva (Alarcón
et al., 2012).
En cuanto a los resultados de los indicadores del Subsistema
Dinámico de Investigación e Innovación, mostraron que para los aspectos que
integran el Fomento del Conocimiento hay una baja participación de los docentes
del programa con título de doctor en investigación, un 33 % y la participación
en investigación de los docentes investigadores con maestría es mayor con el 50
%. Como fortaleza evidenciada en los resultados se encontró que el 100 % de los
docentes investigadores están contratados de Tiempo Completo. Este hecho
coincide con lo identificado por Rodríguez-Sosa,
Lingan, Hernández y Haluay–Quispe (2017) que manifiestan que en el ámbito
universitario los docentes tienen muy pocas expectativas por la investigación y
que esto se debe al desconocimiento sobre su potencial.
Con referencia a la producción en investigación en el pregrado
de Medicina, se observó que en los últimos cinco años se ha dado una producción
de 27 trabajos terminados por los estudiantes. Asimismo que la producción de
material didáctico por los docentes ha sido muy baja, solo tres productos.
También se encontró que se han desarrollado propuestas para el mejoramiento de
procesos críticos del programa por docentes, administrativos y directivos y la
existencia de proyectos de intervención dirigidos a la atención de comunidades
vulnerables.
Para el componente captura del conocimiento, se evidenció en los
indicadores que cuenta el programa con siete docentes investigadores y un bajo
número de proyectos de investigación aprobados para ser ejecutados, un total de
tres. Se resalta el alto número de estudiantes de semillero asociados a
proyectos de investigación, con 44. Asimismo se observa la existencia de un
proyecto desarrollado en cooperación con otras facultades y a nivel
interinstitucional; han sido financiados tres proyectos al programa por la
Universidad; no se han dado proyectos con financiamiento internacional; hay un
proyecto de intervención propio del programa activo que apunta a mejorar
situaciones de la comunidad ejecutándose en los últimos cinco años y se tienen
resultados de avances de la evaluación del impacto del proyecto teniendo en
cuenta que ha sido concebido a 15 años.
En cuanto a la distribución del conocimiento, los resultados
muestran que existe un alto número de publicaciones en revistas de alto impacto
ESCI – Scopus, un total de 26. Sin embargo, no tienen registros de las
publicaciones en revistas de mediano y bajo impacto y solo cuentan con tres
publicaciones en medio impreso y ninguna en medio digital. Han sido presentados
28 trabajos en eventos nacionales y 15 en internacionales; el impacto promedio
de las publicaciones ESCI por investigador es de 2.7; no se tiene conocimiento
en el programa sobre el impacto de uso de las bases de datos, libros y
revistas, debido a que la información se maneja a nivel institucional. El
programa ha recibido tres premios por productos de investigación y se han dado
un total de 11 intercambios a través de convenios internacionales. El 100 % de
las aulas se encuentran cubiertas con wi fi y cuentan con proyectores multimedia. Únicamente tres
asignaturas disponen de aula virtual activa.
Lo dicho anteriormente se encuentra en concordancia con lo
expresado por Román (2005), González y Rodríguez (2010), los cuales
coinciden en que la generación de nuevo conocimiento en las empresas del siglo
XXI es la causa de importantes cambios en la sociedad. Por ello, el forjar CI,
se ha convertido en un eje de gran importancia al permitir la producción de
conocimiento, siendo este el insumo primario de lo que se fabrica, se compra y
se vende.
No obstante, para el componente retención y custodia del
conocimiento, se evidenció debilidad en el programa, al no haber patentes de
productos de investigación innovadores y desconocen el número de bases de datos
con los registros de la información. Ello debe llevar a la toma de acciones
hacia el mejoramiento de estas situaciones, que según Cabaña y Garito (2003), las empresas
tienen la necesidad de identificar la naturaleza de los activos inmateriales o
intangibles que integran el CI, orientados al establecimiento de medidas
administrativas y de gestión eficaz que fomenten su crecimiento interno y
externo, asimismo medidas de control para garantizar su protección.
Los resultados para el subsistema Investigación e Innovación
muestran los esfuerzos del programa por mejorar la producción de conocimiento
tanto para los docentes investigadores como de los estudiantes, buscando con
ello lograr lo indicado por Arias et al.
(2010), que existe una correlación directa entre las variables
(investigadores activos relacionados con los adscritos a redes; número de
estudiantes que participan en investigación con número de trabajos de grados
relacionados con procesos investigativos) y esos activos intangibles le generan
a la universidad mayor ventaja de competitividad frente a las universidades de
la región.
En cuanto a los resultados de los indicadores para el Subsistema
Dinámico Académico – Administrativo, se evidenció que se encuentra actualizado
el Proyecto Educativo del Programa. Asimismo, el currículo responde a los
lineamientos del PEI y del PEP. También se observó que la IES tiene políticas
establecidas para el mejoramiento curricular, una estructura
académico-administrativa que responde a las necesidades del programa y cuentan
con procesos de planeación estratégica y financiera. Sin embargo, se evidenció
que el sistema de información presenta dificultades, al no cumplir como sistema
moderno y ágil. También se encontró la existencia de un sistema de medición del
clima organizacional y de políticas claras de selección, inducción y retención
de estudiantes.
La aplicación de los indicadores de los componentes del
Subsistema Dinámico de Reconocimiento Social, mostró que existe una alta
satisfacción por los actores, teniendo en cuenta que el 100 % de los docentes,
directivos, administrativos, estudiantes, familiares, egresados y empleadores
expresaron estar satisfechos. Con referencia al posicionamiento social, en
cinco años se han desarrollado o ha participado el programa en tres proyectos,
pero solo uno de ellos es propio del programa y todos han apuntado a políticas
gubernamentales. También se evidencia el desarrollo de actividades de educación
continua realizados a la comunidad en general en los últimos cinco años, un
total de 32.
El logro de indicadores de medición acorde al deber ser en el
capital intelectual de una IES, es de mucha importancia, al permitir con ello
un análisis integral de su realidad y no de forma fraccionada, que según Axtle et al. (2016), las diversas maneras
de medición en la IES se realizan de forma general sin que se relacione con un
programa específico fruto de una estrategia global de CI, lo cual, conlleva a
un análisis fragmentado de su riqueza de intangibles.
En cuanto a los resultados de la aplicación de las encuestas a
los actores del proceso educativo, en la que se evaluaron aspectos que son de
importancia para el logro de una gestión de capital intelectual eficaz, se
encontró: para el aspecto selección, inducción y retención, presentados en la Tabla 2, calificado por los estudiantes y docentes en el rango
de bueno entre 3.79 y 3.80. Este ítem es de mucha importancia, teniendo en
cuenta que el retener a los principales innovadores (talento humano) se
constituye en un elemento esencial de competitividad para el desarrollo de los
países (Dutta et al., 2014).
Tabla 2
EVALUACIÓN POR ESTUDIANTES |
|||
Aspectos |
M |
DS |
CI M .95 |
Selección - Inducción - Retención |
3.80 |
1.13 |
.22 |
Cul. y Cli. Educa. |
3.50 |
1.18 |
.23 |
Evalu. Desem. Docen. |
3.94 |
1.06 |
.21 |
Condi. Físi. Y Mate. |
4.07 |
.97 |
.20 |
Satisfacción |
3.66 |
1.02 |
.21 |
EVALUACIÓN POR DOCENTES |
|||
Aspectos |
M |
DS |
CI M .95 |
Selección |
3.79 |
1.18 |
.60 |
Cult. Y Clima. Orga. |
4.57 |
.68 |
.31 |
Evaluación Desem. |
4.74 |
.43 |
.20 |
Desll. Prof. Y Laboral. |
3.71 |
1.28 |
.60 |
Condi. Fis. Mate. Y Bienes. Labo. |
4.38 |
.82 |
.37 |
Satisfacción |
4.75 |
.48 |
.21 |
EVALUACIÓN POR EL EGRESADO |
|||
Aspectos |
M |
DS |
CI M .95 |
Crecimiento Profesional |
2.53 |
.82 |
.44 |
Aportes de su Form. al Desempeño Laboral |
4.35 |
.65 |
.37 |
Aportes a su vida personal y familiar. |
4.60 |
.51 |
.28 |
Acompañamiento al egresado. |
3.14 |
1.17 |
.63 |
Satisfacción |
4.50 |
.56 |
.31 |
EVALUACIÓN POR LA FAMILIA |
|||
Aspectos |
M |
DS |
CI M .95 |
Motivos de elección |
4.11 |
.83 |
.24 |
Evaluación del servicio |
4.49 |
.72 |
.21 |
Satisfacción |
4.54 |
.69 |
.20 |
En referencia a las condiciones físicas y materiales, presentada
en la Tabla 2, fue calificado en el rango de sobresaliente
por los docentes con una calificación de 4.78. Los estudiantes, los calificaron
en el nivel de bueno con 4.07. Estos resultados deben llevar a la toma de
medidas de mejoramiento para la optimización de esos recursos, que según Cabañas y Garito (2003), deben ser tomadas
medidas administrativas y de gestión eficaz que fomenten su crecimiento interno
y externo, un nuevo patrón de eficiencia para lograr alcanzar resultados
óptimos fundamentados en el aprendizaje y mejora continua, hacia el aumento del
CI. Asimismo tener en cuenta, la importancia de contar con equipos tecnológicos
que respondan eficazmente a la gestión del capital intelectual, teniendo en
cuenta que la tecnología juega un papel primordial en la adquisición del
conocimiento al haberse transformado en una práctica social, que puede darse
entre pares o en una comunidad de aprendizaje (Guacaneme et al., 2016).
Otro aspecto evaluado por los estudiantes fue la cultura y clima
educativo alcanzando una calificación de bueno con 3.5. Mientras que los
docentes evaluaron la cultura y clima organizacional en el nivel de
sobresaliente con 4.57 (Tabla 2), resultado muy positivo, ya
que se considera un factor que influye en la motivación, conducta y
satisfacción de los miembros de la empresa (Münch,
2014), lo cual incide directamente en su productividad. No obstante, el
programa debe trabajar por mejorar la cultura y clima educativo hacia un mejor
ambiente universitario para los estudiantes.
En cuanto a la satisfacción por el programa, los actores
docentes, egresado y familiares la calificaron en el nivel de sobresaliente,
con calificaciones que van entre 4.5 y 4.75, lo cual es un indicador de
importancia para la confianza social. Mientras que los estudiantes la
calificaron en el nivel de bueno con 3.66 (Tabla 2).
Resultado que debe ser objeto de mejoramiento por parte del programa, teniendo
en cuenta que el encontrarse satisfecho el estudiante mejora su desarrollo
académico y comportamiento integral dentro de la universidad.
Los resultados presentados evidencian que en el programa de
medicina están realizando acciones encaminadas a fortalecer la gestión del
capital intelectual, orientado a cumplir con lo indicado por Henao-García et al. (2014), los cuales
ven la producción de conocimiento una forma de estímulo a las IES, que compiten
por liderar el desarrollo científico, técnico y tecnológico a través de
profesionales mejor capacitados y el fomento de actividades de investigación e
innovación, siendo factores determinantes para su posicionamiento y
competitividad. Aunque deben realizar acciones de mejoramiento orientado a
optimizar la satisfacción de los estudiantes, el ambiente escolar y las
condiciones físicas y materiales.
Limitaciones
La validación fue realizada a un programa académico de medicina,
como parte importante de una institución educativa, pero no ha sido aplicado el
modelo en su totalidad a una IES, lo cual hace necesario que se realicen nuevos
estudios en los cuales sea aplicado y medido su efecto de manera global y por
períodos más prolongados, para de esa manera tener una dimensión más amplia de
sus efectos y cualidades.
Conclusiones
El haber diseñado un modelo de gestión de capital intelectual
como lo es SIDIGCIES, se constituyó en un logro de gran trascendencia, al dar
respuesta a una necesidad sentida de la comunidad académica del país, al contar
con un modelo estructurado acorde a las necesidades de las IES y que impulse
una gestión eficaz del CI orientada al logro de la alta calidad en Educación
Superior.
El Modelo SIDIGCIES, está estructurado por cuatro Subsistemas
Dinámicos: Talento Humano, de Investigación e Innovación, Académico
Administrativo y de Reconocimiento Social, los cuales, integran cada uno de los
elementos que llevan a una gestión idónea del capital intelectual, y a un mejor
posicionamiento y reconocimiento de la calidad de la IES en los diferentes
contextos (local, nacional e internacional).
Se logró el diseño de indicadores para cada uno de los
subsistemas (un total de 92) y de instrumentos para cada uno de los actores
debidamente validados, contando de esta manera con herramientas fiables de
medición de la gestión del CI.
La validación del modelo en un programa de Medicina, mostró la
pertinencia de SIDIGCIES, con las exigencias establecidas a nivel nacional e
internacional para la acreditación de programas y de instituciones. Asimismo,
evidenció que en el programa se han desarrollado acciones orientadas a
fortalecer el capital intelectual, pero que aún hay la necesidad por mejorar
integralmente la gestión del CI, hacia el logro de la alta calidad.
La validación del Modelo SIDIGCIES, permitió confirmar la
pertinencia de su estructura con el deber ser de la gestión del capital
intelectual de las IES. Se constituye en una herramienta valiosa que orientará
a la adecuada gestión del CI, motivará a un verdadero reconocimiento del valor
del talento humano, la producción, protección, cuidado y manejo integral de los
intangibles que allí se producen, hacia el posicionamiento y reconocimiento de
la calidad por la sociedad y el Estado.
Otro aspecto relevante es que el modelo podrá ser implementado
en todas las IES no solo de Colombia sino a nivel internacional, lo cual motiva
el seguir realizando estudios que midan su efectividad para de esa manera
lograr su consolidación en la comunidad académica mundial, como una herramienta
eficaz de gestión del CI que contribuirá de manera positiva en el
posicionamiento y reconocimiento de la institución como una IES de alta
calidad.
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