Artículos
Estudio de los
factores de riesgo psicosocial en profesoras de universidades online: Una
mirada desde adentro
Study of Psychosocial Risk Factors in Online University Female Teachers: A Look From the Inside
Mariluz García-González1 marialuz.arantzazu@unir.net
Universidad de La
Rioja, España
Fermín Torrano2 fermin.torrano@unir.net
Universidad de La
Rioja, España
Guillermo García-González3 guillermo.garcia@unir.net
Universidad de La
Rioja, España
1Doctora en Psicología
de las Organizaciones. Profesora de la Universidad Internacional de La Rioja,
España.
2Doctor en Ciencias de
la Educación. Director Académico del Máster Universitario en Prevención de
Riesgos Laborales de la Universidad Internacional de La Rioja, España.
3Doctor en Derecho del
Trabajo y la Seguridad Social. Profesor de la Universidad Internacional de La
Rioja, España.
Estudio
de los factores de riesgo psicosocial en profesoras de universidades online:
Una mirada desde adentro
Interdisciplinaria, vol. 37, núm. 1,
2020
Centro
Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y Experimental
(CIIPME-CONICET)
Los autores son titulares de los derechos
sobre sus producciones y ceden a la revista Interdisciplinaria el derecho a la
primera publicación de cada uno de sus trabajos.
Recepción: 18 Mayo 2018
Aprobación: 22 Abril 2020
Resumen:
El objetivo de esta investigación fue conocer y analizar los
principales factores de riesgo psicosocial a los que están expuestas las
profesoras que trabajan en universidades online.
Para ello, se realizaron 20 entrevistas en profundidad fenomenológicas, tomando
como referencia el modelo de Seidman, a 10 mujeres
que trabajan bajo esta modalidad, para obtener una comprensión global y
holística del problema a partir de sus puntos de vista y del contexto en el que
se hallan inmersas. Los resultados muestran la existencia de distintos factores
psicosociales de riesgo, como sobrecarga mental cuantitativa, subcarga mental cualitativa, aislamiento, conflicto de rol
y sobrecarga emocional, aspectos que deberían formar parte de los programas
preventivos y de intervención psicosocial adecuados a las características
particulares de la mujer, lo cual contribuirá a promover una organización
saludable, cuyo propósito no es solo intervenir sobre los aspectos
disfuncionales, sino lograr la salud y bienestar de sus trabajadores,
potenciando al máximo el desarrollo de la organización y sus empleados.
Palabras
clave: Enseñanza
universitaria, Profesoras online, Entrevista fenomenológica de Seidman, Sobrecarga mental, Aislamiento, Organizaciones
saludables..
Abstract: The
advancement and integration
of new Information and Communication
Technologies (ICT) in the workplace
has led to the emergence of
new formulae such as teleworking, which have crossed the
boundaries of space and
time, modifying the working stage, the way of supervision
of work and the reconciliation between family and personal life. Within this frame
of reference, workers are
more exposed to new risks emerging, like the technostress and burnout issues, as well as the trouble reconciling
professional and family life, which result
in negative effects on people, and can generate a higher level of exhaustion, dissatisfaction, and professional
wear. In this context, the aim
of this study is to know and analyze the main
psychosocial risk factors female online university teachers are exposed. The interview on phenomenological depth, taking as reference the Seidman´s model,
was used as a data collection technique. In
particular, two scripts, one
for each of the interviews to be done, were developed and we proceeded to validate them through consultation
of 15 experts from the field of safety and health and university teaching, and through the Lawshe content
validity study (1975), recommended by Cardona (2006), as
a quantitative validity criterion, and the observations and suggestions made by the
experts as a qualitative validity criterion. In practice, 20 phenomenological
interviews were conducted with 10 women working
under this labor formula,
to obtain a comprehensive understanding and holistic approach to the problem from their
point of view and the context in which they are immersed. The results show the existence of several psychosocial risk factors related
to the position and the
social environment. As regards
the position-related psychosocial risk factors, the findings
show the existence of quantitative mental overload, associated with intense periods of work or peaks of work,
which are specific moments, linked to the dynamics of temporary teaching online and teaching in general, where work load increases substantially, doubling the amount of work
to be carried out. Another psychosocial risk factor perceived negatively by participants,
also refers to the qualitative mental under load, which occurs during certain
academic monotonous and repetitive activities when teaching online. On the other
hand, in relation to psychosocial factors associated with the social and organizational sphere, the isolation
of participants working in their home is highlighted.
This isolation is related both
to the lack of contact with peers,
to the absence of spontaneous talks and emotional support, that is, to the
loss of informal interaction
in the workplace, and to the need to share doubts, to work together on a common
educational Project or to homogenize criteria in the same subjects
taught by different teachers. On the other
hand, the online female teachers reveal in their speeches different situations of personal-role conflict,
in which demands are produced, focused mainly on situations
of evaluation of both academic work and exams, which are incompatible with their beliefs
and values. Finally, the results of the present study
indicate the emotional over load due to conflicts with students, usually relating to their assessment. The above supports the need for
further research in this field, aimed
at developing and implementing
preventive and psychosocial
risk intervention programmes in the university context, which have an
impact on the organizational and personal scope and which are adequate to the characteristics of women. This will help
promote a healthy organization, an organization that develops healthy practices of structuring and managing work processes
that would influence the development
of healthy employees, whose purpose is
not only to intervene on the
dysfunctional aspects, but attain the
welfare of its workers achieving the highest increase
in the development of the organization and its employees.
Keywords: Teaching university, Online female teachers, Seidman's phenomenological interviewing, Mental overload, Isolation, Welfare organizations..
Introducción
Los singulares escenarios de trabajo derivados del avance e
integración de las TIC en el ámbito laboral han dado lugar a la aparición de
nuevas formas de trabajo cada vez más flexibles, como el teletrabajo, que han
modificado el contexto laboral, la forma de supervisión del trabajo y la
conciliación de la vida familiar y profesional (Velásquez y Vera, 2018). En la
actualidad, esta fórmula, definida por la Organización
Internacional del Trabajo (2011) como el trabajo a distancia (incluido el
trabajo a domicilio) efectuado con auxilio de medios de telecomunicación y/o de
una computadora está en pleno auge y cuenta cada vez con una mayor presencia,
especialmente, en el campo de la enseñanza universitaria online (Merino, Meneses y Ballesteros, 2008).
El teletrabajo no es ni bueno ni malo para la salud (Alonso y Cifre, 2002), sino que hay que
tener en cuenta el gran número de variables que influyen en su percepción. En
cuanto a los beneficios que reporta, a nivel organizacional, aumenta la
productividad, reduce el absentismo, y, en el caso de determinadas profesiones,
como gestores de ventas o profesiones relacionadas con el management,
la relación con los clientes se estrecha (Crawford,
Maccalman y Jackson, 2011). Por otro lado, desde
la perspectiva del trabajador, el teletrabajo se ha articulado como una fórmula
que facilita la conciliación, a causa de la flexibilidad temporal y espacial
que promueve, y el ajuste laboral a las necesidades personales y familiares.
No obstante, junto a estas potencialidades, aparecen diferentes
riesgos y factores de riesgo, principalmente en el ámbito psicosocial, que es
importante identificar y prevenir. Según diversos estudios previos (por
ejemplo, Marshall, Michaels y Mulki, 2007), el principal factor psicosocial es el
aislamiento, generado por la distancia entre el trabajador y la red social de
trabajo de la organización, que puede conducir a la desmotivación y al
estancamiento profesional. Otro aspecto que refieren, especialmente, las teletrabajadoras que trabajan en sus domicilios y que
afrontan obligaciones familiares, es la dificultad para delimitar los espacios
de cada respectiva esfera (Pérez y Gálvez,
2009). Las interrupciones, la falta de privacidad y, muchas veces, de
espacio propio, dificulta la conciliación. Asimismo, Querol y Sáez
(2011) señalan que un factor de riesgo muy frecuente es el de las jornadas
interminables. La posibilidad de estar conectado en todo momento facilita esta
conexión permanente. De hecho, en la última encuesta Eurofound e ILO
(2017) se apunta la tendencia en los teletrabajadores,
bien sean a domicilio o móviles, a trabajar más horas en comparación con
aquellos trabajadores que desempeñan su actividad en un entorno físico de
trabajo. Ocurre, además, que el aumento de las horas de trabajo y la sobrecarga
de trabajo se relaciona con la adicción al trabajo (Alonso y Cifre, 2002).
El ámbito de aplicación del teletrabajo es muy amplio, y la
docencia es uno de los campos en los que más se ha extendido actualmente dando
lugar a la teleformación o .-learning.
Cabero (2006) señala que la teleformación tiene muchas ventajas de tipo económico:
ahorra costos y desplazamientos; metodológicas: proporciona flexibilidad y
autonomía en el aprendizaje; y las propiamente formativas o educativas:
potencia la adquisición de habilidades y competencias necesarias para el éxito
personal y la inserción profesional de los alumnos. Por otra parte, perfila las
limitaciones o debilidades más importantes de la teleformación,
entre las que destacan la brecha digital y la escasa formación y competencias
de profesores, y también de alumnos.
En este escenario aparece un nuevo perfil profesional, el de
profesor online,
que varía sustancialmente del profesor tradicional a nivel pedagógico y
metodológico. Desde el ámbito laboral, el desarrollo de esta nueva figura,
ligada estrechamente a la dinámica y evolución de las TIC, comporta también
nuevos riesgos laborales, los denominados “riesgos nuevos y emergentes” (Brocal, 2016). En este sentido, resulta
prioritario identificar y profundizar en aquellos factores psicosociales de
riesgo implicados en su aparición y desarrollo.
Principales factores de riesgo psicosocial en profesoras online
Tradicionalmente, la investigación en el campo de la Seguridad y
Salud en el Trabajo (SST) se ha centrado prioritariamente en el estudio de los
riesgos físicos e higiénicos y, prioritariamente, en los trabajos manuales
habitualmente desempeñados por los hombres, infravalorándose en este sentido
los peligros para la salud y prevención en mujeres (Valenzuela y Mora, 2009). Sin embargo,
con la preponderancia que han ido adquiriendo los aspectos psicosociales en la
investigación (Pulido, Puentes, Luney, López y García, 2015), esta orientación ha ido
modificándose (Artazcoz,
2014).
En el estudio sobre factores psicosociales de riesgo en
profesores online realizado
por Baraza, Rimabu, Dalmau y Llacuna (2015) se concreta la cantidad de tiempo
dedicado al teletrabajo, cuyo porcentaje ideal se sitúa entre un 20 % y un 50
%, y se evidencia el hecho de que la doble presencia de la mujer (en la esfera
familiar y profesional) mejora mínimamente con la situación de teletrabajo, ya
que se solapan tareas domésticas y familiares con el trabajo. Otro trabajo
relevante llevado a cabo en el marco de la Unión Europea por la European Trade
Union Committee for Education durante
los años 2010-2011, en el que se pone de relieve que los factores de riesgo
psicosocial valorados más negativamente por los profesores tienen que ver con
la sobrecarga de trabajo /trabajar con intensidad y, en segundo lugar, con la
sobrecarga de rol por el desempeño de múltiples tareas. Junto a estos estudios,
se destaca un proyecto desarrollado en el ámbito universitario por Domínguez (2004), que revela la
existencia de estresores significativos en este contexto, asociados a la falta
de reconocimiento en términos de promoción, la compatibilización de docencia e
investigación, y el bajo salario percibido, especialmente, entre aquellos que
están a tiempo parcial, con una elevada carga docente. Por otro lado, Castaño (2010) señala que el teletrabajo
puede contribuir a invisibilizar el trabajo de la
mujer y a su aislamiento, dificultando su promoción laboral, tal y como se pone
de manifiesto también en el estudio realizado por la Eurofound e ILO
(2017). Finalmente, una de las investigaciones que se destaca fue
desarrollada por Gálvez (2008), en la
que se identificaron las estrategias de conciliación utilizadas por un grupo de
teletrabajadoras. Para ello, se aplicaron entrevistas
en profundidad semiestructuradas a 24 mujeres y se formaron distintos grupos de
discusión en los que participaron 53 personas. Las conclusiones reflejan que
las empleadas necesitan del apoyo social familiar para poder conciliar y que,
aunque el teletrabajo constituye una buena opción para poder conciliar, se
produce una sobrecarga de trabajo, implicando además una renuncia asumida al
desarrollo profesional. De modo que sigue evidenciándose que esta fórmula laboral
presenta una doble dimensión, positiva y negativa.
Bajo el marco de referencia descrito anteriormente, el objetivo
del presente estudio fue conocer y analizar los principales factores de riesgo
psicosocial que son percibidos de manera significativa y negativa por las
mujeres que trabajan como profesoras online de universidad. Este interés responde, por un lado, a
la preocupación por los riesgos psicosociales y los factores organizacionales
asociados que se recogen, tanto en la literatura especializada (por ejemplo, Cuervo, Orviz, Arce
y Fernández-Suárez, 2018), como en los distintos ámbitos y organismos
políticos encargados del desempeño saludable del trabajo (Agencia Europea para la Seguridad y Salud en
el Trabajo, 2016) y, por otra parte, a la evidencia de que la evaluación de
este tipo de aspectos constituye la gran asignatura pendiente de las
organizaciones (Moreno-Jiménez y Garrosa,
2013). Junto a lo anterior, este trabajo se incardina en la concepción
preventiva que persigue el bienestar laboral dispuesta por la Directiva Europea
Marco 89/391/CEE, relativa a la aplicación de medidas de promoción de la
seguridad y salud de los trabajadores en el lugar de trabajo, transpuesta en el
contexto legal español por la Ley 31/1995, de prevención de riesgos laborales.
Método
Técnica de datos
Se empleó la entrevista en profundidad fenomenológica, para
obtener una comprensión global y holística del problema a partir de los puntos
de vista de las profesoras online y del contexto en el que se hallan inmersas. En
concreto, se tomó como referencia el modelo de entrevista en profundidad
fenomenológica de Seidman
(2006), adecuada para investigadores que están interesados en las historias
de otros, en comprender la experiencia de esos otros y los significados que les
dan. Las entrevistas fueron individuales, semiestructuradas y en formato online, y se
combinaron respuestas abiertas, que dejaban un amplio margen para la
improvisación, con respuestas más cerradas, que se pospusieron para el final de
la entrevista o cuando se consideró necesario profundizar o abordar algún
aspecto concreto.
En la primera toma de contacto con las participantes se les
explicó el propósito del trabajo de investigación y cómo se desarrollarían
ambas entrevistas, así como el archivo confidencial de la información y su uso,
preservando en todo momento el anonimato de las participantes. Una vez obtenida
la confirmación de su participación desinteresada en la investigación, se les
remitió un segundo e-mail, en el que se adjuntó el documento de consentimiento
informado para que lo revisaran y, en caso de estar de acuerdo, lo devolvieran
firmado. En la elaboración del consentimiento informado se siguieron y
respetaron las recomendaciones de la UK Data Archive.
Procedimiento de diseño y validación de los guiones de
entrevista
El proceso de validación se desarrolló en dos fases claramente
diferenciadas: el diseño del guion y la consulta a expertos. En relación con la
primera, se elaboraron dos guiones de entrevistas (ver Cuadros 1
y 2), en función de una revisión de la literatura exhaustiva
de acuerdo con las pautas y orientaciones para trabajar documentación en
investigación cualitativa. En concreto, se siguieron las recomendaciones de Lichtman (2013),
en las que a partir de una búsqueda amplia de información y su posterior
análisis en función de su relevancia, se ordena y organiza dicha información de
modo narrativo conformando un modelo conceptual. A partir de este modelo
conceptual se articularon los objetivos y preguntas de investigación que
orientaron el diseño y construcción de los dos guiones.
La primera entrevista hace referencia a la historia pasada de la
profesora online
y se centra en el abordaje de aquellos aspectos, cuya exploración biográfica
pasada aporta información necesaria y relevante para comprender su historia
presente. Se redactaron para esta primera entrevista 12 preguntas en
consonancia con los objetivos de investigación correspondientes. El segundo
guion de la entrevista está formado por 40 preguntas y, al igual que el
primero, se formularon en coherencia con los objetivos del estudio, si bien se
centran en la historia de vida presente de las docentes.
Cuadro 1
Cuadro1 Guion validado de Entrevista 1. |
1. ¿Podría describir cómo ha sido su
trayectoria formativa, desde sus inicios escolares hasta la actualidad? |
2. ¿Cómo ha sido su relación con las nuevas
tecnologías desde la primera toma de contacto hasta hoy, tanto en el ámbito
laboral como fuera de él? |
3. Hasta el momento ¿podría detallar las
facilidades y dificultades que ha encontrado para conciliar su vida personal
y su trabajo? |
4. A lo largo de su trayectoria profesional,
¿Qué papel han jugado sus familiares y amigos en relación a la conciliación entre
obligaciones familiares y laborales? |
5. ¿Qué situaciones adversas ha tenido que
enfrentar a lo largo de su vida laboral y personal? ¿Qué hizo? |
6. Y ¿Qué retos ha tenido que enfrentar a lo
largo de su trayectoria profesional y su vida personal? ¿De qué manera lo
hizo? |
7. ¿Qué problemas de salud ha tenido a lo
largo de su vida hasta el momento actual? |
8. ¿Podría describir con qué factores
considera que están relacionados estos problemas de salud? 9. ¿Podría
describir cuáles han sido sus hábitos de vida saludables y no saludables
hasta el momento actual? |
10. ¿Podría describir cuál ha sido su
trayectoria profesional hasta el momento actual? |
11. ¿Cómo valora estas experiencias
laborales previas? |
12. ¿Qué significado ha tenido el trabajo a
lo largo de su vida? |
Cuadro 2
1. ¿Podría explicarnos en qué consiste su
trabajo actual? |
2. ¿Podría describir y valorar las
características de las tareas que desarrolla en su trabajo como profesora
online? |
3. ¿Cómo describe y califica su ritmo de
trabajo? |
4. ¿Podría explicar qué se espera de usted
como profesora online en el ámbito de su empresa? |
5. En su trabajo, ¿cuáles son las exigencias
laborales que percibe incompatibles y le generan conflicto? |
6. ¿Cómo son las relaciones con sus
compañeros y con sus supervisores? |
7. ¿De qué manera cree que puede influir en
las relaciones el hecho de realizar el trabajo a distancia? |
8. ¿Cuáles son las exigencias a las que
tiene que responder en la relación con sus alumnos, compañeros de trabajo y
supervisores? |
9. ¿Cuál es su nivel de formación y cuáles
sus habilidades para el uso y manejo de las TIC? ¿Cómo los valora? |
10. Según su experiencia profesional, y
desde el punto de vista personal y profesional, ¿cuáles son las ventajas e
inconvenientes del uso de las TIC en su trabajo? |
11. ¿Podría describir cómo se desarrolla un
día habitual de su vida, desde que se levanta hasta que se acuesta? |
12. En su caso, ¿cuáles son los factores y
características familiares y laborales que dificultan y facilitan la
conciliación trabajo-familia? |
13. ¿Cuáles son sus condiciones de trabajo
actuales, en cuanto al tipo de contrato, remuneración y permanencia? ¿Cómo
las valora? |
14. ¿Podría describir cómo ha sido la
evolución de su empresa, desde que usted trabaja en ella, y cómo se ha
reflejado en los trabajadores? |
15. ¿Podría describir los objetivos de su
empresa, y en su caso departamento, y sus características? |
16. ¿Podría explicar cómo es la comunicación
con sus supervisores y con sus compañeros de trabajo? |
17. ¿Podría describir y evaluar las
características de su espacio de trabajo y de los equipos que utiliza? |
18. ¿Qué mecanismos de participación activa
de los trabajadores (expresión de opiniones, participar en planteamiento de
objetivos etc.) existen en su empresa? |
19. ¿En su empresa y en sus tareas, de qué
manera se toman las decisiones respecto a qué hacer, cómo hacerlo y, en qué
plazos de tiempo? |
20. ¿Podría explicar de qué manera evalúan
su trabajo? ¿Cómo conoce el resultado de su evaluación? |
21. Si solicita apoyo ante problemas
técnicos o dificultades laborales ¿Con qué recursos y personas de su trabajo
cuenta para ayudarla? |
22. ¿Podría describir los criterios y
posibilidades de promoción de su centro de trabajo? |
23. ¿Qué medidas para favorecer la
conciliación familiar oferta su empresa? |
24. ¿Cuáles son las facilidades y/o ofertas formativas que le ofrece su centro de trabajo
para actualizar sus conocimientos y destrezas laborales? |
25. ¿Podría describir cuál cree que es su
grado de competencia para poder desempeñar su trabajo de manera eficaz? |
26. ¿Qué grado de competencia cree que tiene
para identificar distintas maneras de alcanzar sus propósitos en el trabajo y
elegir aquella que le llevará a conseguirlo? |
27. ¿Podría hablar sobre su grado de
motivación para lograr sus propósitos en el trabajo? |
28. ¿De qué factores cree que dependen sus
éxitos laborales y de cuáles sus fracasos? |
29. ¿En situaciones laborales de
incertidumbre, piensa/espera lo mejor o lo peor? |
30. Piense en situaciones laborales
difíciles que haya superado ¿que consecuencias
extrae de estas experiencias? |
31. ¿En la actualidad, podría explicar que
situaciones adversas laborales tiene que afrontar en su trabajo? |
32. ¿Qué piensa y hace para enfrentarlas? |
33. ¿Qué situaciones críticas considera será
necesario afrontar en un futuro próximo o a medio plazo? ¿Qué hace para
prevenirlos? |
34. Y ¿retos? |
35. ¿Qué piensa y hace para enfrentarlos? |
36. ¿Qué retos considera será necesario
afrontar en un futuro próximo o a medio plazo? ¿Se considera capaz de
llevarlos a cabo? |
37. ¿Qué piensa y siente cuando tiene que ir
a trabajar? ¿Y en el trabajo? ¿Y cuando finaliza? |
38. ¿Qué pensamientos y emociones suscita en
usted cualquier referencia a su trabajo? |
39. ¿Qué significado tiene el trabajo como
profesora online
para usted actualmente? |
40. ¿Podría realizar una comparación en
forma de metáfora, que refleje su trabajo como profesora online? |
En la segunda fase se procedió a realizar la consulta a
expertos. En este caso se seleccionaron 15 especialistas en el ámbito de la
prevención de riesgos laborales y la enseñanza superior, para valorar la
idoneidad, utilidad y pertinencia de los ítem. Asimismo, se utilizó el índice
de validez de contenido de Lawshe (1975), recomendado por Cardona (2006), como
criterio de validez cuantitativo, y las observaciones y sugerencias realizadas
por los expertos como criterio de validez cualitativo. Como se puede ver en la Tabla 1, en ambos casos el índice de validez está próximo a la
unidad (.97 y .98, respectivamente), por lo que, tomando como referencia el
estudio de Lawshe
(1975), en el que se establece que un índice de .51 es suficiente y
estadísticamente significativo con un panel de 14 expertos, se considera que la
validez de contenidos de ambos guiones es la adecuada.
Tabla 1
Guion de entrevista 1 |
Guion de entrevista 2 |
|
Índice de Validez de Contenido |
.97 |
.98 |
Muestra: Selección de las participantes
Se decidió realizar un muestreo teórico a priori, en el que se
consideraron, como características importantes que permitieron homogeneizar la
muestra, el género y el desempeño de la actividad laboral de docencia online fuera de
su centro de trabajo. Se consideró, además, la complejidad y diferentes
perspectivas de los factores de riesgo y riesgos psicosociales de naturaleza
subjetiva y, por ello, se determinaron otras características que representaban
esta complejidad: la existencia o ausencia de cargas familiares y el carácter
exclusivo o complementario del trabajo en teleformación.
Como técnica para seleccionar los participantes, se empleó el
muestreo de bola de nieve o multiplicador, que consiste en localizar informantes,
pidiendo a otras personas que identifiquen a individuos o grupos con un
conocimiento especial del fenómeno (Ulin, Robinson y Tolley, 2006). Se
contactó, en este sentido, con compañeros investigadores, que refirieron
informantes pertinentes, quienes a su vez, recomendaron otros informantes, de
acuerdo con perfil delimitado.
Como se observa en la Tabla 2, la muestra
productora está formada por diez profesoras online, entre 34 y 59 años, de
diferentes comunidades españolas, a las que se le realizaron dos entrevistas
fenomenológicas en profundidad. Siete de ellas desarrollan su actividad en el
domicilio familiar y las otras tres desempeñan parte de su labor en el domicilio
(una de ellas también en su centro de trabajo). Respecto de las cargas
familiares, seis tienen responsabilidades familiares y cuatro no las tienen. De
las primeras, cuatro cuentan con niños menores de edad, una quinta comparte el
domicilio y cuida de su padre, y la última de ellas está al cargo de su madre y
de niños menores de edad. En relación con la exclusividad del trabajo, la mayor
parte de la muestra, concretamente ocho de las informantes, desempeñan como
actividad principal la teleformación; en el caso de
las otras dos participantes constituye una actividad complementaria a su
trabajo principal. Por último, seis de las profesoras trabajan en exclusiva en
una universidad privada, dos en una escuela de grado universitario privada
también, y las dos restantes desempeñan su actividad laboral de teleformación en dos universidades, una pública y otra
privada, de manera simultánea.
Tabla 2
Participante |
Edad |
Cargas Familiares |
Actividad Prof. |
Organización |
Elena |
51 |
Dos hijos edad escolar |
Coordinadora / Profesora online |
Empresa privada/Universidad privada/pública |
Daniela |
42 |
Sin cargas |
Gestora / Profesora online |
Empresa privada/Universidad privada/pública |
Laura |
38 |
Un niño edad pre-escolar |
Profesora online |
Universidad privada |
Marta |
39 |
Un niño edad pre-escolar |
Profesora online |
Escuela privada |
Paqui |
43 |
Padre |
Profesora online |
Universidad privada |
Rosa |
46 |
Dos hijos edad escolar / Madre |
Profesora online / Coordinadora |
Universidad privada |
Clara |
58 |
Sin cargas |
Profesora online |
Escuela privada |
Patricia |
34 |
Un niño edad pre-escolar |
Profesora online |
Universidad privada |
Julia |
34 |
Sin cargas |
Profesora online |
Universidad privada |
María |
59 |
Sin cargas |
Profesora online |
Universidad privada |
Análisis de los datos
El análisis de la información recogida en las entrevistas se
realizó a través de dos ciclos analíticos: transcripción de su contenido y
segmentación y codificación. En concreto, las entrevistas se grabaron en
formato audiovisual y online,
recogiendo el contenido verbal y aquellos aspectos de la comunicación no verbal
más relevantes. Se utilizó para la transcripción el programa Maxqda. La transcripción de cada entrevista quedó vinculada
con su registro audiovisual, lo cual ofrece la posibilidad de revisión y
relectura simultánea. Durante la transcripción de la entrevista, de acuerdo con
los criterios éticos en investigación, se preservó en todo momento el anonimato
de las participantes. Del mismo modo, se emplearon pseudónimos en todos
aquellos datos que facilitaron la identificación de las participantes tales,
como lugares, escuelas, organizaciones y nombres de personas relacionadas con
ellas y mencionadas durante la entrevista (Seidman, 2006).
Con los datos cualitativos que se generaron en las entrevistas,
se realizaron dos lecturas: una primera lectura, para aprehender el significado
global de la entrevista, y una segunda lectura, en la que se segmentó en
unidades significativas más pequeñas y manejables que se convirtieron en
contextos de la codificación. Asimismo, el proceso de codificación se realizó
en dos fases. En el primer ciclo de codificación se elaboró una lista de
códigos inicial a priori de acuerdo con los objetivos y preguntas de
investigación y, en la segunda fase, se codificó la información por patrones.
Resultados
En la figura 1 se puede observar que, entre
los factores psicosociales de riesgo asociados al puesto, emerge con mayor
fuerza del discurso de las participantes la sobrecarga mental cuantitativa,
estrechamente vinculada a los picos o crestas de trabajo. Además, asociada a un
tipo de tarea concreta y puntual, como es la corrección de actividades y
trabajos académicos, se produce una condición de subcarga
mental cualitativa.
Figura 1
Las profesoras online refieren en sus narraciones que la naturaleza de las
tareas que realizan es básicamente cognitiva, precisando una importante
exigencia de atención, memoria de trabajo y razonamiento, aspectos
característicos de la fatiga mental (Sebastián
y Del Hoyo, 2002):
“El que trabaja en un trabajo manual pues se le carga la espalda
o se le cargan las piernas, pues bueno, creo que la carga nuestra es más de la
cabeza, más cognitiva” (Elena, 1.2-12:9).
Esta carga mental se refleja en las distintas tareas docentes
que deben desempeñar, unas ligadas al rol tradicional de profesor y otras más
específicas de la modalidad online. Respecto de las primeras, destacan el diseño y
planificación de actividades, la preparación de exámenes y la corrección de
trabajos y pruebas de evaluación. Las tareas derivadas de la enseñanza online se
materializan en actividades de seguimiento y motivación (foros de debate,
prioritariamente), preparación e impartición de clases por videoconferencia y
la gestión del correo electrónico y de los foros y chats para contestar dudas.
En momentos puntuales, y ligados a la dinámica temporal de este tipo de
enseñanza, se producen períodos muy intensos de trabajo, a los que se refieren
las participantes como “crestas” o “picos”, en los que el volumen de trabajo se
incrementa vertiginosamente, hasta incluso duplicar la carga laboral. Esta
sobrecarga no se correlaciona con un aumento del tiempo requerido para
afrontarla, sino que se debe llevar a cabo de acuerdo con los plazos
establecidos en la temporalización inicial y que, frecuentemente, no se ajustan
a las necesidades reales. En la siguiente cita se refleja la capacidad humana
limitada de la profesora ante esta situación, frente a la de máquina que
corrige sin descanso:
“Yo no soy una máquina, soy una persona, y entonces tengo que
leer uno y hay que calificarlo, hay que ponerle todas las cosas que tiene que
modificar, hay que quedar con el alumno” (Paqui, 5.1-66:8).
En relación con lo anterior, una de las variables que subrayan
con frecuencia las docentes como origen de este desajuste volumen/tiempo,
provocando una sobrecarga cuantitativa, es el cálculo inadecuado de su carga de
trabajo, que no responde a los requerimientos y tiempos reales ni a la jornada
contractual:
“Yo, con un contrato de media jornada, tengo 120 alumnos y doce
trabajos fin de máster, lo que me parece una brutalidad” (Paqui, 5.2- 66:13).
“Se destinaba una hora a la preparación de una clase presencial,
pues, obviamente, en una hora es imposible” (Julia, 9.2-28:4).
Estos picos de trabajo se generan principalmente en la entrega
por parte de los estudiantes de los trabajos de actividad continuada o de final
de curso, quienes comparten la tendencia a realizar la entrega el último día
del plazo. El requerimiento de estas tareas, definido por una gran cantidad de
trabajo que demanda una corrección rigurosa y detallada, y una valoración
cuantitativa y cualitativa personalizada para cada alumno, se convierte en una
exigencia personal para las participantes, que eligen aumentar su horario de
trabajo, a pesar del coste familiar o personal que conlleva, en consonancia con
su ética e implicación laboral:
“Lo noto porque requiere mucha atención, como te comenté, a mí,
cuando un alumno me envía una actividad, no me gusta prorratear por encima, me
gusta mirarla línea por línea” (María, 10.2-179:1).
La sobrecarga cuantitativa asociada a los picos de trabajo
afecta a las participantes de manera negativa, generando agobio, desmotivación
y dificultando la conciliación familiar. En el caso de las profesoras online con
hijos en edad escolar, quienes necesitan ayuda y supervisión para realizar los
deberes o las actividades extraescolares, estos picos de trabajo suponen una
sobrecarga de rol derivada de las exigencias de ambas esferas. De modo que,
para poder dar salida a este volumen de tareas, trabajan de noche o los fines
de semana:
“Con el café y la Coca-Cola, porque me lo quito de horas de
sueño, es que no hay otra. Si yo sé que tengo que corregir trabajos, o creo que
tengo una carga muy elevada de correo electrónico, que correos se tienen, o que
al día siguiente no podré gestionar, pues por la noche. Mi experiencia siempre
es la misma” (Elena, 1.1-26:1).
Las repercusiones sobre la salud de las docentes aumentan
exponencialmente en el caso de las dos participantes que desarrollan su
actividad principal en una empresa privada y, con carácter complementario, una
actividad de teleformación en distintas
universidades. La jornada laboral se incrementa notablemente, llegando a trabajar
una media de más de 12 horas la mayor parte de los días, de modo que la
sobrecarga mental cuantitativa asociada a los picos de trabajo se ve
incrementada con la carga laboral derivada del trabajo principal, vivenciándose
como situaciones muy estresantes, que han aprendido a normalizar. En este
sentido, frecuentemente se encuentran en una situación de activación y alerta
que afecta a su calidad y cantidad de sueño y, al parecer, sufren
periódicamente episodios de ansiedad y depresión en uno de los casos y
problemas de salud física graves en el otro, derivados de esta sobrecarga
cuantitativa por sobrecarga de rol:
“Tengo muchísimo estrés, incluso con alguna predepresión,
por estrés, trabajar muchísimas horas eso sí, pero bueno tampoco. Forma parte
del juego” (Elena, 1.1-55:25).
La sobrecarga cuantitativa ocupa un lugar destacado como factor
psicosocial de riesgo en aquellas docentes que desempeñan su actividad
principal en el ámbito universitario. El rol de profesora online en estas organizaciones
conlleva el desempeño de tres tipos de actividades: actividad docente, tareas
de gestión y actividad investigadora. En este sentido, unida a la sobrecarga
derivada de los picos de trabajo en el desempeño de la actividad docente, se
encuentra la sobrecarga mental cuantitativa fruto de las exigencias en las
otras actividades laborales. Una parte de las participantes que se encuentran
en esta situación se halla en pleno proceso de elaboración de la tesis doctoral
y en algún caso, finalizándola. Para las primeras, implica desplazamientos a
centros de investigación en otras ciudades para realizar la recogida de datos
en un laboratorio, que suman aproximadamente seis o siete horas más a su
jornada laboral habitual:
“Sobre las siete y media o las ocho, depende del día, me voy a
otro pueblo que es donde estoy haciendo el doctorado en un centro de
investigación. Paso a hacer 3 horas de laboratorio y suelo llegar a casa, pues
depende del día. Hoy, por ejemplo, he llegado a las 3.30, otros días llego a
las 3 más o menos y bueno luego, después de comer, me suelo poner al ordenador,
para trabajar ya en la parte de la empresa de la universidad, que es la empresa
en la que trabajo” (Julia, 3.2-2:1).
La obtención de la tesis doctoral es un requisito necesario para
poder continuar en la universidad y un paso previo en el proceso de
acreditación y promoción del profesorado universitario. Estas son dos
exigencias que se recuerdan continuamente en los congresos y a través de
correos electrónicos, en los que les informan sobre su posición respecto a la
obtención de la acreditación. Subrayan, no obstante, que no es una demanda
expresa como tal y que no van a perder su trabajo, pero que en el fondo es un
requerimiento obligatorio que conlleva una cierta carga de amenaza:
“Toda la plantilla son doctores, que están contratando doctores,
que vas a congresos y solo hay doctores y entonces, claro, es un reto y a la
vez es una amenaza porque pienso, bueno, no me echarán, pero oye, te están
diciendo ‘oye hay que formarse, hay que promocionar’” (Laura, 3.1-86:5).
Por otro lado, la subcarga cualitativa
es un factor psicosocial de riesgo que se da de manera puntual ante ciertas
actividades monótonas y repetitivas que tienen lugar en la docencia online: la
corrección de trabajos de evaluación continua y la propia estructura de las
actividades didácticas. La supervisión de trabajos de actividad continua,
incluso en los picos o crestas laborales, se valora como una tarea
especialmente rutinaria debido a que, en su mayor parte, se recogen las mismas
ideas y similar exposición por la propia estructura que marca la actividad. De
modo que estas características convierten esta tarea en monótona, tediosa y desmotivante, que requiere un importante esfuerzo por parte
de la profesora online
para mantener la atención:
“Pues corregir actividades, cuando tienes cien actividades que
corregir en una semana la misma actividad, una y otra vez, eso la verdad que es
un poco desmotivante, porque es el mismo trabajo de
manera continua y continua” (Julia, 9.2-79:8).
En relación con la propia estructura de la docencia online, en la
que las actividades didácticas que se configuran siguen una estructura y
dinámica muy concretas, tales como foros de debate o casos prácticos que varían
en contenido, pero no en forma y funcionamiento, las participantes enfatizan su
carácter rutinario y repetitivo:
“Yo creo que sí, que es bastante rutinaria la formación virtual”
(Elena, 1.2-76:6).
Además, indican que esta previsibilidad se produce incluso en
las preguntas que realizan los alumnos, lo que permite tener ya preparadas
plantillas de respuestas:
“Un 90 % de lo que te preguntan o de la exposición que te
plantean a nivel general del máster más o menos son siempre muy parecidas,
siempre hay nuevas, pero es muy... más o menos es muy parecido lo que te
preguntan de un año a otro” (Elena, 1.2-16:4).
Por otra parte, para otras participantes, las tareas que se
plantean siempre pueden ser distintas, como diferentes son los alumnos, y
resultar estimulantes, lo que también depende en parte de la capacidad de
innovación que permita la organización en la que se trabaja. En la cita de la
siguiente participante se constata esta perspectiva positiva:
“No se te puede hacer monótono, porque cada persona es un mundo
y aunque después hayas visto alguna pregunta que se repite, siempre hay una
nota que también le puedes encontrar, explicar una cosa distinta que hayas
explicado otra vez” (Clara, 7.2-48:2).
Se evidencian, respecto a la subcarga
mental cualitativa, dos tendencias marcadas, una más positiva, que se centra en
los aspectos diferenciales y motivantes de las actividades didácticas, y una
segunda negativa, que destaca ligeramente y que focaliza su atención en los
aspectos más repetitivos y monótonos de las actividades y modalidad docente.
Por otra parte, en la revisión de la literatura se articuló la
ambigüedad de rol como uno de los posibles factores de riesgo en la profesión
de profesora online.
Sin embargo, la realidad que narran las docentes se caracteriza por una
definición de rol precisa. La docencia online, como se ha venido
recogiendo en sus discursos, es una modalidad muy estructurada, con plazos
temporales y actividades muy marcadas y, siguiendo con la misma dinámica, el
rol de la persona focal está recogido de forma concisa. A este respecto, se
observan dos flujos en las narraciones de las entrevistadas. Por un lado, se
encuentran aquellas que reciben por escrito al inicio de cada curso un
documento en el que se recogen los principales aspectos que configuran su rol:
objetivos, tareas a desarrollar, medios, temporalización, normas que regulan la
interacción con los alumnos y evaluación. Conocer lo que se espera de ellas
proporciona seguridad a la hora de tener que enfrentarse a situaciones más
conflictivas y hace que el desempeño laboral sea más fluido y ágil:
“Siempre te suelen enviar, no sé si es un pdf,
pero un pdf en el que se lista qué es lo que tienes
que hacer como profesor… yo tengo bastante claro qué es lo que tengo que hacer
y qué es lo que se espera de mí como profesora” (Patricia, 8.2-56:6).
Por otro lado, un grupo más pequeño de profesoras online se
reúnen con la coordinadora académica y todo el profesorado durante un fin de
semana, para trabajar de manera constructiva sobre el proyecto educativo común.
Es en este momento cuando se clarifican los objetivos, el modelo de trabajo,
las normas de actuación, etc.
“En las jornadas docentes lo hablamos, cada año, y queda muy
claro. La verdad es que, antes, cuando estábamos un compañero y yo solos
empezando el campus online,
también lo teníamos claro, éramos dos y también. Quiero decir, ahora somos, no
sé, ¿60 profesores? o 50 creo, antes éramos dos y también lo sabíamos, no sé”
(Marta, 4.2-54:1).
Este aspecto es muy positivo, porque junto al planteamiento
metodológico existe un planteamiento pedagógico que lo sustenta y da coherencia
y sentido al proyecto educativo común. Además, proporciona a las trabajadoras
la posibilidad de trabajar en equipo y de sentirse parte de la organización y
de la cultura organizacional, aspecto de difícil consecución por trabajar fuera
del centro de trabajo. Favorece, también, la creación de relaciones con
compañeros de trabajo, que pueden funcionar como soporte académico a lo largo
del curso. De manera que esta participación activa en el proyecto constituye un
recurso laboral importante que satisface las necesidades básicas de pertenencia
y autoeficacia, lo cual redunda en un aumento de la motivación intrínseca.
Asimismo, aumenta la motivación extrínseca, porque los entornos con recursos
refuerzan la dedicación al trabajo y más fácilmente se logran los objetivos (Bakker, Rodríguez-Muñoz y Derks,
2012).
Por otro lado, en cuanto a las principales demandas asociadas a
la esfera sociolaboral, en la figura 2
se recogen aquellos factores psicosociales de riesgo que refieren las
profesoras online
en su discurso y aquellos otros aspectos que son percibidos positivamente
dentro del ámbito organizacional.
Figura 2
De acuerdo con los discursos de las docentes, se evidencian
cuatro importantes factores de riesgo psicosocial dentro de este ámbito, entre
los que destaca principalmente la sensación de aislamiento, el conflicto de rol
y la sobrecarga emocional; estos dos últimos están intensamente asociados, y el
aislamiento es el factor con más peso. La interacción con los alumnos
estrictamente académica parece no ser valorada tan negativamente como los otros
tres factores y no estar tan relacionada con la satisfacción en el trabajo.
En relación con el aislamiento, se observan en las narraciones
dos tendencias marcadas que parecen estar relacionadas con el lugar donde
desarrollan la actividad laboral: el domicilio o el centro de trabajo. En la
primera situación, la profesora desempeña su labor aislada físicamente,
mientras que en la segunda comparte espacio (despacho) con otros compañeros teleformadores.
Las participantes que trabajan en su domicilio perciben el
aislamiento como el mayor factor de riesgo del trabajo online:
“Por eso, porque esa parte digamos que nos falta, el ver a la
gente, el hablar. Claro, esa es la parte, desde mi punto de vista, más negativa
de este trabajo: la soledad” (Rosa, 6.1-30:1).
De acuerdo con sus discursos, la principal carencia se produce
en la dimensión social del aislamiento (Marshall et al. 2007), informando de la
privación de contacto con sus compañeros, de la falta de charlas espontáneas y
de apoyo emocional, es decir, de la ausencia de interacción informal en el
ámbito laboral:
“A ver, no sé, en cierto modo es cómodo, ¿no? Estás en tu casa,
pero, es verdad, que falta comunicación personal, ¿me entiendes? Eso de ir a
una oficina donde tienes compañeros, yo lo echo de menos” (María, 10. 2-83:1).
Este aspecto dificulta la comunicación entre empleadas para
resolver problemas del día a día, sin necesidad de acudir a los canales
formales de comunicación. Entroncado también con este aspecto, señalan,
haciendo alusión a la dimensión organizacional del aislamiento (Marshall et al.
2007), la necesidad de compartir dudas, de trabajar conjuntamente en un
proyecto educativo común, o de homogeneizar criterios en las mismas asignaturas
que son impartidas por distintos profesores. Sin embargo, la posibilidad de dar
respuesta a este requerimiento no parece posible, por la falta de contacto tú a
tú y por los diferentes horarios laborales y personales de cada docente que no
permiten la conexión inmediata. El correo electrónico, que constituye la
principal vía de contacto con los demás compañeros, implica un desgaste
importante de tiempo que finalmente no resulta rentable. Cuando las
entrevistadas desempeñan su actividad en el centro de trabajo, no informan
percepción de aislamiento al limitarse a tiempos muy concretos. Finalmente,
parece que un grupo de profesoras online señalan algunos beneficios derivados de esta
condición de trabajo en soledad como evitar conflictos, economía del tiempo que
se dedica a la familia y adecuación a las características personales. Esta
variabilidad en las respuestas pone de manifiesto la dimensión subjetiva de los
riesgos psicosociales.
Por otra parte, las participantes en sus discursos refieren
distintas situaciones de conflicto persona-rol, en las que se producen demandas
que son incompatibles con las creencias, valores o tareas de las docentes. La
mayor parte de las demandas se focalizan en situaciones de evaluación, bien
sean trabajos o exámenes. En este sentido, una de las situaciones que emerge de
manera constante es la participación en tribunales de evaluación de los trabajos
de fin de título. Formar parte de estos tribunales parece someter a las
profesoras online
a varias exigencias que dificultan la realización de su trabajo. Por un lado,
los alumnos exigen superar obligatoriamente la evaluación, demanda que resulta
incongruente con la valoración negativa de muchos de los proyectos presentados
por no alcanzar los estándares de calidad. Por otro, estos alumnos cuentan con
la autorización previa de su director de proyecto, que es un compañero de
trabajo:
“¿Qué ocurre si, de repente, el alumno que está haciendo un
trabajo que está fatal, pero que tiene autorización del director? ¿A quién
acusamos, al alumno o al director? Es un dilema tremendo” (María, 10.2-67:14).
Esta situación plantea una incompatibilidad entre las demandas
de los alumnos y los valores y creencias de las profesoras acerca del nivel
educativo exigible. Además, refrendar la valoración positiva otorgada a estos
proyectos por los directores y compañeros resulta también incongruente con
estas creencias personales. Ambas condiciones parecen comportar una importante
sobrecarga emocional, generando malestar en las docentes, que no saben cómo
gestionarlo.
Junto a lo anterior, otro de los conflictos persona-rol que
aparecen en las narraciones de las entrevistas se genera en la impartición de
las asignaturas ordinarias. Frecuentemente, las demandas parecen provenir de
los alumnos con referencia a las calificaciones, solicitando la superación del
examen, otra prueba adicional o la flexibilización de las normas y criterios de
evaluación, alcanzando en algunos casos altas cotas de intensidad. Estos
conflictos con los alumnos parecen tener el mismo hilo conductor, lo que ha
favorecido la creación y uso de una serie de estrategias para prevenirlos y en
su caso, afrontarlos con bastante eficacia. Estas estrategias se centran en la
rigurosa delimitación de los límites, normas y pautas de la dinámica de la
asignatura en todos sus aspectos didácticos, y la correspondiente comunicación
a los alumnos al inicio de las materias. De esta manera, se evitan las lagunas
que pudieran dar lugar a distintas interpretaciones o demandas:
“Tenemos unas pautas bien transparentes de cara a los alumnos y
cuando hay un problema hacemos un poco frente común ante el alumnado” (Clara,
7.2-62:10).
Por último, respecto de la relación con los alumnos, esta parece
estar determinada por la dinámica y estructura de la modalidad online. Como se
ha señalado, esta fórmula se caracteriza por una planificación minuciosa de
todo el proceso didáctico, así como por la regulación normativa estricta de las
interacciones que tienen lugar en este contexto. Esta forma de control, en
ciertas organizaciones, es más flexible, lo que facilita una relación más
estrecha con el alumnado. En función del grado de flexibilidad, se aprecian dos
tendencias en los discursos de las profesoras online. En primer lugar, se
encuentran las participantes que definen la interacción con sus alumnos como
una relación marcada por el escaso contacto cara a cara y/o por escrito, que
solo se permite en momentos puntuales y es de corta duración, como ocurre en
las direcciones de trabajos de fin de título, foros y revisiones de exámenes.
La falta de contacto frecuente parece poner distancia entre los alumnos y
profesoras, reduciéndose la interacción a temas estrictamente académicos:
“Lo que pasa que como profesores tampoco tenemos mucha
comunicación con los alumnos, o sea, es, pues eso, en el momento de la clase y
luego en el foro de preguntas del profesor, entonces tampoco. La relación con
los alumnos es, bueno, pues como eso, como muy profesional, en el sentido de
muy académica” (Rosa, 6.2-60-3).
La segunda de las tendencias que emergen de las narraciones de
las docentes parece poner de manifiesto una interacción más frecuente y
estrecha con los alumnos, propiciada por la mayor flexibilidad organizacional.
En este sentido las participantes refieren la posibilidad de contactar con sus
alumnos por teléfono, realizando un seguimiento más exhaustivo, mimándolos,
según sus palabras, motivándoles y guiándoles para que se produzca un
aprendizaje significativo. Concretamente, sobresale la conducta y el compromiso
de una de las profesoras online más allá de lo requerido en su rol laboral, que
mantiene contacto telefónico, vía Skype o WhatsApp con sus alumnos e incluso plantea actividades
presenciales como elemento de conexión con y entre ellos, conformándose una
verdadera relación, según sus propias palabras:
“Tengo un trato muy personal con cada uno de los alumnos,
entonces, incluso los alumnos acaban mucho más allá de la plataforma de teleformación, muchas veces o hablando por teléfono o
haciendo Skype,
es decir, tengo una relación” (Daniela, 2.1-91:1).
Discusión
Los resultados de las entrevistas muestran que uno de los
principales factores de riesgo psicosocial relacionados con el puesto de
trabajo son los períodos intensos de trabajo o picos de trabajo, que generan
una sobrecarga mental cuantitativa. En esos momentos, ligados a la dinámica
temporal de la enseñanza online y de la docencia en general, el volumen de trabajo se
incrementa vertiginosamente, incluso hasta duplicar la carga de trabajo a
realizar sin que se produzca un aumento del tiempo necesario para afrontarla.
Esta sobrecarga cuantitativa afecta la motivación de las participantes y
dificulta la conciliación familiar, especialmente, en el caso de docentes con
niños en edad escolar, para las que estos picos conllevan una sobrecarga de rol
derivada de las exigencias de ambas esferas, por lo que se ven obligadas a
extender sus horarios de trabajo por la noche o los fines de semana. En este
sentido, Moreno-Jiménez y Garrosa (2013)
señalan que los cambios que se están produciendo en las organizaciones, como el
incremento de la flexibilidad de los tiempos de trabajo de acuerdo con las
demandas productivas y el aumento de las jornadas para cumplir con los plazos,
dificultan la conciliación entre la esfera familiar y laboral. A lo anterior se
añade la sobrecarga cuantitativa que experimentan las profesoras online por el
desempeño de otras tareas de gestión e investigación, lo cual comporta largas
jornadas de trabajo, de más de 12 horas en algunos casos, para poder cumplir
con todas las exigencias. Estos hallazgos coinciden con el trabajo de Cifre y Llorens (2001), que pone de
relieve que el principal factor estresante de los profesores ayudantes
universitarios es la sobrecarga cuantitativa derivada de la cantidad de
publicaciones que deben realizar para desarrollar su carrera universitaria.
Un segundo factor psicosocial de riesgo percibido está asociado
con la subcarga mental cualitativa derivada de la
rutina y monotonía de la corrección de actividades académicas, resultados que
coinciden con los de Cifre, Salanova y Franco (2011).
Respecto de los factores psicosociales relacionados con el área sociolaboral, el principal aspecto percibido es el
aislamiento entre las profesoras online que trabajan en su domicilio. La principal carencia
se produce en la dimensión social del aislamiento (Marshall et al., 2007); se informa la
falta de contacto con sus compañeros, la ausencia de charlas espontáneas y de
apoyo emocional, es decir, la pérdida de la interacción informal en el ámbito
laboral. Asociado a esto, se evidencia, haciendo alusión a la dimensión
organizacional del aislamiento (Marshall
et al., 2007), la necesidad de compartir dudas, de trabajar conjuntamente
en un proyecto educativo común o de homogeneizar criterios en las mismas
asignaturas que son impartidas por distintos profesores. Esta sensación de
estar aislado se observa también en la participante que no trabaja en su
domicilio. No obstante, en su caso, hace referencia más a la falta de
interacción con los alumnos que con sus compañeros, puesto que compagina su
trabajo en la universidad con otro trabajo presencial, estando cubierta esta
necesidad social. De acuerdo con los informes de Eurofound e ILO (2017),
el aislamiento y la carencia de comunicación informal es uno de los principales
factores de riesgo del teletrabajo, lo que coincide con los resultados de esta
investigación. En la misma línea, Cooper y
Kurland (2002) subrayan que la sensación de estar
aislado profesionalmente es consustancial a la modalidad del teletrabajo.
Un último factor que emerge de las narraciones de las profesoras
online,
aunque con menor peso, es la sobrecarga emocional derivada de los conflictos
con alumnos, generalmente relativos a la evaluación. Como estos conflictos
parecen tener el mismo hilo conductor, las docentes han creado y utilizado una
serie de estrategias para prevenirlos y, en su caso, afrontarlos con bastante
eficacia. Estos mecanismos se centran en la rigurosa delimitación de las normas
y pautas de la dinámica de la asignatura, en todos sus aspectos didácticos y su
correspondiente comunicación a los alumnos al inicio de las materias.
En síntesis, si bien el teletrabajo se ha articulado
originalmente como una fórmula que promueve la autonomía y la conciliación a
causa de su flexibilidad temporal y espacial, y el ajuste a las necesidades
personales y familiares, esta investigación pone de manifiesto la existencia de
distintos factores psicosociales, íntimamente ligados a esta modalidad laboral,
que pueden propiciar la aparición de los llamados riesgos nuevos y emergentes (Agencia Europea para la Seguridad y Salud en
el Trabajo, 2016; Brocal, 2016). En
este sentido, se destaca el tecnoestrés, el burnout y las dificultades para
conciliar la vida profesional y familiar como algunos de los principales
riesgos psicosociales asociados al teletrabajo y, en concreto, a la profesión
de profesora online
(Baraza et al., 2015;
Brocal, 2016; Cuervo et al., 2018; Dias y Costa, 2008;
Salanova, 2007).
Por otro lado, se desprende la necesidad de implementar en los
programas preventivos, que ya existen en los centros universitarios objeto de
este estudio, medidas que incidan sobre los factores de riesgo en el ámbito
organizacional y personal y que se ajusten a las características particulares
de la mujer. A nivel de la organización, realizar ajustes realistas de la carga
laboral; combinar el trabajo a domicilio con períodos de trabajo presencial,
que faciliten el contacto social; regular planes formativos sistemáticos
institucionalizados, en los que se actualicen no solo conocimientos
relacionados con la especialidad, sino también destrezas docentes y
tecnológicas (Tejada y Pozos, 2018);
adecuar los salarios y proporcionar recursos laborales, como el capital
psicológico (Avey, Luthans
y Palmer, 2010), que motiven a las trabajadoras; y, a nivel
personal, potenciar ciertos aspectos, como el trabajo en competencias
emocionales y la promoción de hábitos saludables (Mikulic, Crespi y Radusky, 2015).
Las conclusiones de este trabajo conducen a la necesidad de emprender futuras
investigaciones centradas en el estudio e implementación de organizaciones
saludables (aquellas que desarrollan prácticas saludables de estructurar y
gestionar los procesos de trabajo), cuyo propósito no es solo intervenir sobre
los aspectos disfuncionales, sino lograr la salud y bienestar de sus
trabajadores, potenciando al máximo el desarrollo de la organización y de sus
empleados (Salanova,
Llorens y Martínez, 2016).
Finalmente, en cuanto a las limitaciones de este estudio, cabe
destacar, por un lado, el tipo de metodología y el tamaño de la muestra
utilizado, lo cual dificulta el proceso de generalización de los resultados y
requiere la realización de estudios complementarios con muestras más amplias y
metodologías de naturaleza cuantitativa; por otra parte, el hecho de garantizar
el anonimato ha obligado a no indicar el lugar de procedencia de las
participantes, lo que limita la comparación intermuestral.
Asimismo, las edades de las teleformadoras hacen
pensar en que no sean nativas digitales. Habría sido interesante, y así se
recomienda para futuras investigaciones, contar con participantes nativas
digitales, porque este puede ser un factor que influya en la percepción, no
solo de los factores tecnológicos, sino también de los aspectos psicosociales.
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