Artículos
Normas sociales y
consumo de alcohol en mujeres embarazadas de la Argentina
Social
norms and alcohol consumption in pregnant women of Argentina
Aldana Lichtenberger aldanalich@hotmail.com
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Raquel I. Peltzer ripeltzer@gmail.com
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Karina Conde kaconde@yahoo.com.ar
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Pablo R. Santángelo aldanalich@hotmail.com
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Mariana Cremonte mariana_cremonte@yahoo.com.ar
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Normas
sociales y consumo de alcohol en mujeres embarazadas de la Argentina
Interdisciplinaria, vol. 37,
núm. 2, 2020
Centro
Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines
Los autores conservan la titularidad sobre sus
trabajos y ceden a la revista Interdisciplinaria el derecho a la primera
publicación de cada uno de sus artículos.
Recepción: 24 Enero 2019
Aprobación: 02 Septiembre 2020
Resumen:
La exposición prenatal al alcohol puede derivar en un espectro
de trastornos congénitos, dentro de los cuales el Síndrome Alcohólico Fetal
(SAF) es el más severo. Esto es 100 % prevenible si no se consume alcohol
durante la gestación, por lo que conocer los factores que determinan que una
mujer consuma alcohol estando embarazada es fundamental. El objetivo de este
trabajo es evaluar si características del entorno (como son las normas sociales
prescriptivas o NSP) se relacionan con el consumo de alcohol durante la gestación
en mujeres de la ciudad de Mar del Plata, Argentina. Para ello, se realizó un
muestro probabilístico de 852 mujeres gestantes durante el año 2016 en los
principales centros de atención primaria a la salud de la ciudad. Se evaluó el
consumo de alcohol antes y durante la gestación a través del Test de
Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol y las NSP con preguntas
construidas ad hoc.
El 87 % consideró que las otras gestantes consumen alcohol; de ellas, 53 % cree
que el consumo es igual, 10 % cree que es mayor y el resto menor. El 90 %
reconoció que las personas importantes para ellas desaprobarían el consumo
durante la gestación. Las mujeres con un entorno favorable hacia el consumo se
correspondieron con ingesta de alcohol en el embarazo, mientras que se observó
lo contrario en los casos en los que el entorno era desfavorable. Estos
resultados indican que podría ser beneficioso diseñar estrategias preventivas
que se focalicen no solo en la gestante, sino en el entorno cercano.
Palabras
clave: bebidas alcohólicas,
mujeres embarazadas, normas sociales, Argentina, salud de la mujer..
Abstract: Prenatal alcohol exposure
can lead to a spectrum of congenital disorders for the fetus with permanent
consequences, known as fetal alcohol spectrum disorders (FASD), within which
Fetal Alcohol Syndrome (SAF) is its most severe extreme. All FASD are 100 %
preventable if no alcohol is consumed during pregnancy, so knowing the factors
that determine that a woman decides to drink while pregnant is essential to
develop effective prevention plans. Among these factors are the phenomena of
social influence such as perceived social norms (PSN), both descriptive and
prescriptive. The PSN are transmitted by social interaction and produced based
on the perception of the beliefs or behaviors of others, beyond their real
actions. It has been identified that PSN predict alcohol consumption in various
populations, such as university students, but research is almost non-existent
with pregnant women. The aim of this study is to assess whether environmental
characteristics (such as PSN) are related to alcohol consumption during
pregnancy in pregnant women in the city of Mar del Plata, Argentina. Method: a
probabilistic sample of 852 pregnant women was carried out during 2016 in the
main primary health care centers of the city of Mar del Plata. Alcohol
consumption was assessed before and during pregnancy through the AUDIT and the
PSN was assessed with five questions constructed ad hoc by specialists in the
area of alcohol consumption. Descriptive analyses were performed to categorized
social norms and the prescriptive ones were re-categorized into four groups: 1.
It is bad for the health of the baby or the mother; 2. It is wrong for cultural
or moral reasons; 3. consumption is accepted; 4. It does not know/does not
matter. To describe them based on alcohol consumption, latent class analyses
were performed. Models of two to four classes were estimated, reproduced 50
times to avoid local maximums, with the software R. Results: 87 % of pregnant
women believed that others in their same condition consume alcohol. 53 % of
them believed they consume the same as before pregnancy, 10 % believed they
consume more and the rest that they reduced their consumption. The belief about
the average amount that other pregnant women would consume is more than three
drinks, the equivalent of one bottle of beer per occasion of consumption. 90 %
recognized that people important to them would disapprove consumption during
pregnancy because doing so would cause harm to the baby, the mother, pregnancy
in general or because alcohol is considered harmful to health. 6 % considered
that people important to them would approve consumption because few amounts are
tolerated or because alcohol is good for breastfeeding. The latent class
analysis indicated a better fit for the two-class model. Class 1 was made up of
women who claimed that for their people, alcohol consumption during pregnancy
was acceptable and they themselves consumed alcohol during pregnancy. Class 2
conglomerated women who thought that others would see their consumption as bad
at this stage and there was a low probability that they themselves consumed
during pregnancy. Conclusions: These results indicate that it could be
beneficial to design preventive strategies that focus not only on the future
mother, but on the nearby environment (couple, family, friends), and even
throughout the community, where social norms are established and reproduced.
Keywords: alcoholic beverages, pregnant women, social norms, Argentina,
women's health..
Introducción
El consumo de alcohol es considerado una práctica aceptada en
diversos contextos y poblaciones, a pesar de que representa un grave problema
para la salud pública a nivel mundial, sobre todo en determinados grupos de
riesgo como son las mujeres gestantes (WHO,
2014). La exposición prenatal al alcohol puede derivar en un espectro de
trastornos congénitos para el feto con consecuencias permanentes conocidos como
trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF), dentro de los cuales el
Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) es su extremo más severo y actualmente se
estima que afecta entre el 2 y el 5 % de la población mundial (Popova, Lange, Probst, Gmel y Rehm, 2017).
La sintomatología de los TEAF involucra problemas físicos, mentales, de
conducta o de aprendizaje y, en el caso del SAF, se comprometen también los
rasgos faciales y el sistema nervioso central. En muchos casos, la exposición
prenatal al alcohol no concluye en el desarrollo de un TEAF, pero aumenta la
probabilidad de sufrir muerte fetal, abortos espontáneos (Henriksen et al.,
2004), bajo peso al nacer, parto prematuro, menor edad gestacional (Patra et
al., 2011), lo que coloca a esos niños en una situación de alto riesgo con
consecuencias como hospitalizaciones tempranas, que podrían afectar la
interacción de la díada madre-bebé al nacer (Hauser, Milán y Oiberman, 2018), y
aumentar las emociones negativas en las madres (Gómez, 2016). Por lo anterior, y debido a
que todos los TEAF son 100 % prevenibles si no se consume alcohol a partir del
momento en que se planifica un embarazo y durante toda la etapa gestacional,
distintos organismos internacionales enfatizan desde hace años la necesidad de
desarrollar e implementar estrategias de prevención efectivas con esta
población (CDC, 2002; WHO, 2014). Sin embargo, estas
recomendaciones no se han traducido en acciones concretas por parte de los
gobiernos de distintos países, aun cuando la prevalencia de consumo durante la
gestación, en contextos como el de Argentina, es alarmante (López, Arán Filippeti y Cremonte, 2015).
Un estudio en el país reveló que el 75 % de las mujeres gestantes había
consumido alcohol al menos una vez desde que confirmó su embarazo, y que el 15
% lo había hecho en grandes cantidades, exponiéndose a sufrir consecuencias de
mayor gravedad (López et al. , 2015).
Todo lo anterior revela la necesidad de multiplicar los
esfuerzos para prevenir la exposición prenatal al alcohol. Conocer los factores
que determinan que una mujer decida consumir estando embarazada puede ser un
importante punto de partida en el diseño de planes de prevención específicos. A
la fecha, se conoce que ciertas características como el estado civil, el estado
socioeconómico, la cantidad de hijos previos, la edad, el consumo de otras
sustancias y el consumo pregestacional se relacionan con el consumo de alcohol
durante la gestación (Ethen et al., 2009;
López et al., 2015). Pero existen
también otros fenómenos, como la influencia social, sobre los cuales se puede
trabajar para desarrollar estrategias de prevención primaria (Duncan, Forbes-McKay y Henderson, 2012).
Entre estos últimos se encuentran las normas sociales percibidas.
Las normas sociales percibidas se relacionan con los fenómenos
de influencia social, se refieren a las creencias acerca de lo que es aceptable
o no, y se han vinculado con el inicio y mantenimiento del consumo de alcohol (Borsari y Carey, 2001). Son trasmitidas a
través de la interacción social (Rimal y
Real, 2003) y se producen en base a la percepción sobre las creencias o
comportamientos de los otros, más allá de su accionar real (Berkowitz, 2004).
Existen dos tipos de normas sociales percibidas:
1) Normas sociales descriptivas: se refieren a las creencias y
percepciones sobre lo que la gente hace, es decir, a la creencia personal sobre
los comportamientos de los otros. Si se percibe que determinado comportamiento
en un grupo ocurre de manera habitual, es más probable que se asuma ese
comportamiento como normal. Sin embargo esta percepción no siempre será la
correcta, ya que existe lo que se denomina “percepción errónea”, una
sobreestimación de un comportamiento que se percibe como más prevalente de lo
que es. Por ejemplo, si una mujer gestante cree que el consumo de alcohol de
otras gestantes es mayor que el propio, esta sobreestimación del consumo de las
otras podría influir en un mayor consumo propio (Borsari y Carey, 2003).
2) Normas sociales prescriptivas: aluden a lo que las personas
sienten que es correcto, basado en la moral o las creencias (Berkowitz, 2004), y refieren a la presión
percibida para comportarse de determinada manera (Rimal y Real, 2003) en base a lo que
creen que otras personas, importantes para ellos, pensarán al respecto. Por
ejemplo, de acuerdo con esta teoría, si una mujer gestante cree que su pareja
no aprobará que consuma alcohol durante ese período, tendrán menos
probabilidades de consumir en esta etapa.
La relación entre la influencia normativa y el consumo de
alcohol ha sido investigada en múltiples estudios con estudiantes
universitarios, en los que se ha establecido que tanto las normas descriptivas
como las prescriptivas serían predictoras del consumo de alcohol (Larimer, Turnet, Mallett y Geisner, 2004).
Sin embargo, el estudio con mujeres gestantes es escaso y, hasta lo que
conocemos, inexistente en el contexto latinoamericano, a pesar de la alta
prevalencia del consumo de alcohol por parte de ellas registrada en la región,
lo cual refuerza la necesidad de intervenir de manera prioritaria con esta
población.
Duncan et al. (2012) estudiaron
en Reino Unido las actitudes y las normas subjetivas en relación con el consumo
de alcohol durante la gestación dentro de la Teoría de Comportamiento Planeado.
Establecieron que la valoración positiva o negativa de consumir alcohol durante
la gestación (actitudes) y lo que las propias gestantes creen que otras
personas quieren que ellas hagan con respecto a su consumo (normas sociales
prescriptivas) predicen la intención de consumir durante el embarazo. Autores
norteamericanos han señalado, además, que existiría una gran sobreestimación
del consumo durante la gestación, en especial entre aquellas mujeres que
manifiestan mayor consumo en esta etapa (Dunnagan,
Haymes, Linkenbach y Summers, 2007). De forma adicional, muchas mujeres no
confían o desestiman las recomendaciones de abstinencia que reciben por parte
de sus familiares o personal de salud, porque suelen ser contradictorias con lo
que ellas perciben como normal en su entorno (Watt et al., 2016). Todos estos aspectos
resultan de especial interés, ya que existen intervenciones para prevenir el
consumo de alcohol durante la gestación a través del cambio de percepciones y
la modificación de las influencias sociales y culturales (por ejemplo, las
entrevistas motivacionales o las intervenciones a nivel comunitario) (Dunnagan et al., 2007; Montag, 2014; Watt et al., 2016), pero la evidencia
sobre su eficacia proviene de países del hemisferio norte, con prácticas de
consumo muy diferentes a las de nuestro país y otros de la región.
Reconociendo que determinar el peso que tendrían los aspectos de
la influencia social en la decisión de consumir (a través de las normas
descriptivas y prescriptivas) brindaría información sobre los elementos a
incluir en las intervenciones de prevención, es objetivo de este trabajo
evaluar las características del entorno (normas sociales percibidas,
descriptivas y prescriptivas) y su relación con el consumo de alcohol en
mujeres gestantes de la ciudad de Mar del Plata, Argentina.
Método
Participantes
Se trató de una muestra probabilística de 852 mujeres gestantes
que asistieron a distintos Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de
la ciudad de Mar del Plata, Argentina, para controles prenatales. El muestreo
se realizó en cuatro CAPS de diferentes zonas: dos de ellos tenían la mayor afluencia
de gestantes, uno de la zona norte (Belgrano) y otro de la zona sur (Meyrelles)
y los dos restantes concentraban los controles ecográficos de todos los CAPS de
la ciudad (CEMA e Iremi).
El cuestionario se administró en formato de entrevista a todas las
mujeres gestantes que ingresaron para controles obstétricos o ecografías. Las
participantes se encontraban cursando un embarazo y brindaron su consentimiento
informado luego de leer o escuchar la hoja de información. Los datos fueron
recolectados durante los meses de abril y septiembre del año 2016.
La media de edad de las participantes fue de 24.85 años (DE = 6.14) y la
media de semanas de gestación al momento de la entrevista fue de 19.26 (DE = 8.74). En
su mayoría esperaban su primer hijo (37 %) o tenían uno solo (32 %). El 13.4 %
de las mujeres se encontraba casada, el 66.7 % unida de hecho, el 18 % soltera
y el resto separadas.
Los datos descriptivos sobre escolaridad, ocupación y
clasificación social se resumen en la Tabla 1.
Tabla 1
N = 852* Según la escala GRAFFAR (Méndez-Castellano y Méndez, 1994).
Instrumentos
Consumo de alcohol: se evaluó el consumo de alcohol pregestacional y gestacional
teniendo en cuenta la frecuencia de consumo a través de la Prueba de
Identificación de Trastornos por Uso de Alcohol (AUDIT) (Babor, Higgins-Biddle, Saunders y Monteiro,
2001). El AUDIT ha demostrado propiedades psicométricas adecuadas en las
mujeres embarazadas argentinas (α =.93, Sensibilidad: 87 %, Especificidad: 86
%) (López et al., 2017). Se dividieron
los resultados en tres categorías: abstemias de por vida, consumo
pregestacional / no consumo gestacional, consumo pregestacional / consumo
gestacional.
Norma social descriptiva: se evaluó la norma social descriptiva mediante tres preguntas
construidas ad hoc:
La primera, “¿A vos te parece que, en general, otras embarazadas toman
alcohol?”, tenía como opciones de respuesta sí o no. La segunda, “¿Con qué
frecuencia crees que otras embarazadas consumen alcohol?”, tenía tres opciones de
respuesta: (a) más que antes del embarazo; (b) igual que antes del embarazo; y
(c) menos que antes del embarazo. Por último, la tercera pregunta, “¿Cuánto te
parece que toman otras embarazadas?”, se respondía en cantidad de tragos. Cada
trago corresponde a una unidad estándar (aproximadamente 11 gramos de alcohol
puro) y se utilizaban tablas de equivalencia con ilustraciones demostrativas
para conseguir una respuesta lo más ajustada posible.
Norma social prescriptiva: se midió la norma social prescriptiva mediante una pregunta
construida ad hoc:
“¿Qué crees que las personas importantes para vos piensan sobre que consumas
alcohol en el embarazo?” En base a las respuestas obtenidas, dos especialistas
en el área de consumo de alcohol crearon 11 categorías para su posterior
análisis, a saber: Está mal por el bebé, Está mal por la mamá, Hace mal al
embarazo, Está mal por cuestiones de género, Está mal por religión, Está mal
hacerlo o la madre tiene un problema por hacerlo, Tomar en el embarazo hace
bien, Pocas cantidades son toleradas, No dirían nada, No sabe o no le importa
lo que piensen otros al respecto, Inclasificable. Otros dos especialistas,
también del área de consumo de alcohol, clasificaron las respuestas en base a
las 11 categorías creadas y un tercero resolvió aquellos casos en los que se
encontraban discrepancias. Se calculó el índice Kappa de Fleiss para evaluar la
concordancia de la clasificación de las categorías por los dos especialistas y
fue de .92.
Procedimiento
Las entrevistas se realizaron en las salas de espera de cada
CAPS y fueron llevadas a cabo por nueve investigadores capacitados en la
temática, uno de ellos responsable del estudio. Se invitaba a participar a
todas aquellas mujeres gestantes que ingresaban a los CAPS, se explicitaban los
alcances de la investigación, los aspectos éticos (anonimato, la participación
voluntaria, uso de la información, etcétera) y se solicitaba consentimiento
informado. Todo el procedimiento tomaba aproximadamente 20 minutos. Todas las
mujeres que obtuvieron indicadores de posible dependencia en el AUDIT (mayor a
4 puntos; López et al., 2017), a
partir del momento en que se enteraron de la gestación recibieron una
intervención breve en la que se les reforzó la necesidad de que solicitaran
tratamiento especializado y se les realizó un seguimiento a los tres meses.
El presente estudio forma parte de un proyecto mayor del Grupo
de Investigación en Sustancias Psicoactivas y Lesiones por causa externa de la
Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina) y cuenta con la evaluación y
aprobación del Comité de Bioética del Hospital Interzonal Especializado Materno
Infantil Victorio Tettamanti, del Hospital General de Agudos Dr. Oscar Allende
y aval del Comité de Docencia e Investigación de la Secretaría de Salud de la
Municipalidad de General Pueyrredón, todos ellos de la ciudad de Mar del Plata.
Análisis de datos
Caracterización de las normas sociales descriptivas y
prescriptivas: se realizaron análisis descriptivos.
Normas sociales en base al consumo de alcohol: se
recategorizaron las normas sociales prescriptivas en cuatro categorías: (1) es
malo para la salud del bebé o de la madre; (2) está mal por razones culturales
o morales; (3) el consumo es aceptado; (4) no sabe o no le importa.
Para la descripción de las categorías de normas sociales en base
al consumo de alcohol de las gestantes se realizaron análisis de clases
latentes que determinan la probabilidad de presentar un indicador categórico
según la pertenencia a distintos subtipos. Se estimaron modelos de entre dos y
cuatro clases, reproducidos 50 veces para evitar máximos locales, con el
software R 3.3.3, paquete poLCA (Linzer y
Lewis, 2011). Como medidas de parsimonia para determinar los subtipos o
clases, se utilizaron el Bayesian Information Criterion (BIC) y el Akaike
Information Criterion (AIC), y se seleccionó el modelo con menores valores.
Resultados
Normas sociales descriptivas
Con respecto a la creencia sobre el consumo de alcohol por las
gestantes en general, el 87 % considera que otras gestantes consumen alcohol.
De ellas, el 53 % cree que consumen igual que antes de enterarse que estaban
gestando, un 10 % cree que enterarse de la gestación las hace consumir más, y
el resto cree que al enterarse de la gestación reducen su consumo.
La creencia sobre la cantidad que otras embarazadas consumen en
promedio es más de tres tragos, el equivalente a una botella de cerveza por
ocasión de consumo.
Normas sociales prescriptivas
Casi el 90 % de las entrevistadas reconoció que las personas
importantes para ellas desaprobarían que consumiese alcohol durante la
gestación, sobre todo porque hacerlo generaría un daño en el bebé, en la madre,
en el embarazo en general o porque se considera que el alcohol es dañino para
la salud.
Un 6 % consideró que las personas importantes para ellas
aprobarían el consumo, ya sea porque pocas cantidades son toleradas (4.5 %) o
porque el alcohol hace bien, por ejemplo a la lactancia (.6 %). Un 5 %
manifestó que las personas importantes para ellas no dirían nada y un 1 % que
les sería indiferente lo que le dijeran. En la Tabla 2 se
presentan las categorías de normas sociales prescriptivas completas.
Tabla 2
Normas sociales en base al consumo de alcohol
El análisis de clases latentes indicó un mejor ajuste del modelo
de dos clases (AIC = 5 162.19, BIC = 5 242.12) frente al de tres (AIC = 5
171.12, BIC = 5 293.37) y cuatro clases (AIC = 5 181.67, BIC = 5 346.24). La
proporción estimada fue de 3 % para la Clase 1 y de 97 % para la Clase 2. Como
se observa en la Tabla 3, la Clase 1 estuvo compuesta casi
exclusivamente por mujeres que afirmaron que, para las personas de su entorno,
el consumo de alcohol en el embarazo era aceptable, pensaban que las embarazadas
consumían más, lo mismo o menos que antes de enterarse de su estado
gestacional, y ellas mismas consumían alcohol estando embarazadas. Al
contrario, la Clase 2 conglomeró a las mujeres que pensaban que los demás
verían como malo su consumo, ya fuera por su salud o la del bebé, o por
cuestiones culturales o morales. Muy pocas afirmaron que las embarazadas
tomaban más en el embarazo, pero sí que tomaban lo mismo, menos, o que no
consumían alcohol luego de enterarse de su estado gestacional. Ellas mismas habrían
consumido antes del embarazo o eran abstemias, pero existió una probabilidad
baja de que consumieran durante la gestación.
Tabla 3
Clase 1 |
Clase 2 |
||
Normas prescriptivas |
|||
El consumo de alcohol es malo para la salud
del bebé/madre |
.10 |
.56 |
|
El consumo de alcohol es malo por cuestiones
culturales/morales |
.00 |
.35 |
|
El consumo de alcohol es aceptable |
.86 |
.08 |
|
No sabe o no le importa lo que dirían de su
consumo |
.04 |
.01 |
|
Normas descriptivas |
|||
Las embarazadas toman más que antes del
embarazo |
.31 |
.08 |
|
Las embarazadas toman igual que antes del
embarazo |
.26 |
.48 |
|
Las embarazadas toman menos que antes del
embarazo |
.42 |
.31 |
|
Las embarazadas no consumen alcohol |
.02 |
.14 |
|
Consumo de alcohol |
|||
Abstemia |
.00 |
.24 |
|
Consumió antes del embarazo, pero no ahora |
.00 |
.57 |
|
Consumió durante el embarazo |
1.00 |
.18 |
Discusión
Se ha caracterizado el papel de las normas sociales percibidas,
descriptivas y prescriptivas, en relación con el consumo de alcohol en mujeres
gestantes de la ciudad de Mar del Plata, Argentina. En primer lugar, las normas
descriptivas indicarían que la mayor parte de las entrevistadas considera que
otras, en su misma situación, consumen alcohol, y de ellas, la mitad cree que
no modifican su consumo a pesar de su embarazo. Incluso un pequeño grupo cree
que luego de enterarse de la gestación consumen más. El promedio de tragos por
ocasión que consideran que beben otras gestantes es de tres, el equivalente a
una botella de cerveza. Sin embargo, en la Argentina, el promedio por ocasión
de consumo durante el embarazo es de un trago (López et al., 2015), por lo que los
resultados de este estudio mostrarían una sobreestimación del consumo de las
otras gestantes. Esta percepción errónea se ha visto relacionada con el consumo
propio en otros contextos (Dunnagan et al.,
2007). Sin embargo, llama la atención que, en este trabajo, la percepción
del consumo de otras mujeres no se relacionó con el consumo propio.
En relación con las normas prescriptivas, la mayor parte de las
entrevistadas cree que las personas importantes para ellas desaprobarían que
consumiese alcohol durante la gestación porque hacerlo generaría daños al bebé,
la madre, el embarazo o la salud. Esto permitiría suponer que muchas de ellas
reconocen, aunque sea de modo general, alguno de los daños que podría generar
el alcohol durante el embarazo. Contrariamente, un pequeño grupo reconoció que
las personas importantes para ellas aprobarían el consumo, porque por ejemplo,
el alcohol podría hacer bien a la lactancia. Estas creencias relacionadas con
los efectos beneficiosos del alcohol también han sido encontradas en un estudio
previo en el país, incluso en proporciones más altas, aunque sin asociarse al
consumo durante el embarazo (López, 2013).
Sin embargo, en el estudio que se informa, la percepción en relación con lo que
las personas importantes creen sobre el consumo durante la gestación se
encontró asociado al consumo en esta etapa.
Las mujeres que no consumieron durante el embarazo percibieron
desaprobación respecto al consumo por parte de las personas importantes para
ellas. De forma inversa, aquellas que consumieron alcohol durante el embarazo
percibieron en mayor medida la aprobación por parte de su entorno respecto al
consumo, lo que indicaría el peso de las normas prescriptivas en relación con
la decisión de consumir o abstenerse durante la gestación. Estos resultados
complementan otros en los que se encontró que el consumo de la pareja es un
factor de riesgo para el consumo durante la gestación (López et al., 2015) y destacan la
importancia de que las intervenciones sean dirigidas no solo a las gestantes,
sino a su entorno.
Si bien, como se ha mencionado, estos resultados sugieren que
existiría alguna información sobre los daños que produce el alcohol al feto
entre aquellas mujeres que han dejado de consumir, esto podría ser diferente
entre las mujeres del grupo en el que el consumo es una práctica aceptada.
Estas últimas, si bien representan un grupo pequeño y el alcance de este
estudio es correlacional y no permite hacer inferencias causales, podrían no
tener conocimientos sobre los daños de la exposición prenatal al alcohol o no
considerarlos importantes como para disminuir o cesar el consumo. Un estudio
previo en el país determinó que el 30 % de las gestantes no tenía ningún
conocimiento sobre los efectos de la exposición prenatal al alcohol y que,
entre aquellas que tenían algún conocimiento, ninguna mencionó los SAF o los
TEAF (López, 2013). En ese sentido,
explorar la información que poseen las gestantes, mujeres en edad reproductiva,
sus parejas y familiares y las personas importantes para ellas, de dónde
proviene dicha información y cómo se relaciona con la exposición prenatal al
alcohol podría ser imprescindible para el diseño de estrategias eficaces con el
objetivo de modificar las normas sociales prescriptivas y, con ello, las
conductas de consumo (Montag, 2014).
Si bien con algunas limitaciones, entre ellas las propias de
este tipo de estudios (transversales) que no permiten inferir relaciones de
causalidad, estos resultados revisten importancia tanto teórica, como
metodológica. Sería interesante realizar en un futuro un estudio longitudinal
que permita conocer la influencia de estas variables entre sí.
En conclusión, los resultados de este trabajo indican que podría
ser beneficioso diseñar estrategias preventivas que incluyan no solo las normas
sociales descriptivas, como el feedback normativo, es decir una devolución a la propia
gestante sobre su consumo en relación con el resto de la población (Lewis y Neighbors, 2006), sino también
intervenciones para incrementar el conocimiento con respecto a los efectos de
la exposición prenatal al alcohol y que se establezca de manera clara el
mensaje de abstinencia como la única medida segura durante la gestación. Estas
intervenciones deben focalizarse no solo en la futura madre, sino en el entorno
cercano (pareja, familiares, amigos) e incluso en toda la comunidad, donde las
normas sociales son establecidas y reproducidas.
Referencias bibliográficas
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