Programas de formación
para el apoyo entre iguales en salud mental en España
Training programs for peer support in mental health in Spain
Rebeca Zabaleta González rzabaleta@ubu.es
Universidad de Burgos, España
Fernando Lezcano Barbero flezcano@ubu.es
Universidad de Burgos, España
María Victoria Perea Bartolomé vperea@usal.es
Universidad de
Salamanca, España
Programas
de formación para el apoyo entre iguales en salud mental en España
Interdisciplinaria, vol. 38, núm. 2, pp. 183-198, 2021
Centro
Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0
Internacional.
Recepción: 08 Noviembre 2019
Aprobación: 04 Marzo 2021
Financiamiento
Fuente: El trabajo que se presenta ha sido
financiado por la Universidad de Burgos (contrato predoctoral
2018) y por la Fundación Banco Sabadell (Ayudas a la investigación 2018).
Resumen:
Los problemas de salud mental son un tema relevante en todo el
mundo. Pese a los avances, es necesario continuar trabajando para mejorar la
calidad de vida del colectivo. La educación y el apoyo entre iguales son
estrategias muy adecuadas para contribuir a su integración socio-laboral. Se ha
realizado una revisión bibliográfica en bases de datos y páginas web para
identificar experiencias españolas de formación de personas con Trastorno
Mental Severo (TMS) basadas en el apoyo entre iguales. Se han encontrado siete
experiencias de formación para el colectivo, cinco de ellas centradas en el
apoyo entre iguales y otras en la figura de el/la asistente personal.
El número de experiencias encontradas en España es muy reducido. Aunque los objetivos son comunes, se observan enfoques diferentes (entorno sanitario, laboral, social) que pueden ser muy relevantes para el diseño y aplicación de otras experiencias en diferentes contextos.
Palabras
clave: salud mental,
enfermedad mental, formación, apoyo entre iguales, educación.
Abstract: Mental
health problems are a relevant issue all around the
world. Mental illness affects one in four people throughout
their lives, causing serious socio-economic and human rights-related
consequences.
In Spain, despite the progress made with psychiatric reform and the promotion of a community model, it is necessary to continue working to improve the quality of life of people with mental health problems. Education and peer support are highly recommended strategies to contribute to their social and occupational integration.
Peer support is a relationship
based on mutual support. It is
established between two people: the
person with mental health problems trained to provide the support and the person who
receives it. This support enhances
the recovery process. For this
support to be effective, it is essential
to previously train the person who
will undertake the counselling functions.
The relationship of support offers practical advice, suggestions, strategies and emotional and psychological support. In addition, maintaining an non-professional perspective is essential to help people to rebuild their sense of community after an unknown experience.
Peer support brings benefits to all parties involved: support providers, receivers and implementing organizations or institutions. However, training programs for peer support are not widespread.
In Spain, despite the recognition of the need to integrate
people with mental health problems into society and to respond to their needs, there is
no published research on guidelines for
such training programs.
For this
reason, this research identifies the peer support training programs which have been or
are being carried out in Spain and describe their formal characteristics.
A bibliographic review of databases and web pages has been undertaken to identify Spanish experiences of training people with Severe Mental Disorder (SMD) based on peer support and to describe their formal characteristics (duration, methodology, evaluation and workplace).
A total of 77 programs found in the electronic databases, 75 of which have been excluded
as they are not Spanish experiences. Five programs were
found in the searches carried out on the
reports of conferences, congresses and websites of Spanish organizations and institutions. Finally, seven training experiences were selected for
the group, five of them focused on
peer support and others on the figure of the personal assistant. The study of the programs
is carried out following the
indications of the content analysis model.
The training programs described have common objectives,
however, they vary considerably in their approach, duration, names of support and evaluation providers and, to a lesser extent, in the contents, methodology and workplaces.
Despite the
expansion of peer support
in mental health, the number of experiences found in Spain is limited. Any
program must be adapted to the strengths of the individuals, the type of work, as well as to the needs of the community.
Furthermore, if this new professional profile is regulated
at work, it will contribute to improving the rates
of social and occupational integration
of people with mental health problems.
It is
necessary to continue developing and implementing experiences of these characteristics and to investigate
their efficiency and effectiveness in order to be able to provide guidelines on peer support in the Spanish population.
Keywords: mental health, mental illness, training, peer support, education.
Introducción
La salud mental es un tema relevante para todos, puesto que se
relaciona con el desarrollo de las sociedades y los países (OMS, 2008). Según la Organización Mundial
de la Salud (OMS, 2017a) su prevalencia continúa aumentando, provocando
considerables efectos en las personas, consecuencias graves a nivel
socioeconómico y en los derechos humanos de las personas en todos los países.
La misma organización (OMS,
2004) estimó que las enfermedades mentales afectan a unos 450 millones de
personas en todo el mundo. Estas suponen el 40 % de las enfermedades crónicas y
la mayor causa de los años vividos con discapacidad. Una de cada cuatro
personas padece alguna enfermedad mental a lo largo de su vida (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007; OMS, 2001; OMS, 2015).
Las enfermedades mentales incluyen un amplio conjunto de
patologías que, si bien tienen elementos comunes, presentan enormes
diferencias. Por ello, esta investigación se centrará en los trastornos más
graves, que afectan durante un periodo prolongado. Para referirse a ellos se
empleará el término “trastorno mental severo” (TMS), propuesto por la AEN (Asociación Española de Neuropsiquiatría, 2003;
OMS, 2017b), que cuenta con gran
consenso científico (López, 2008; Rodríguez, 2007).
Este grupo de población presenta una problemática común en
relación a la discapacidad funcional y social y la necesidad de recuperación.
Estos problemas se concretan en cada persona, de manera particular e
individualizada en función de la interacción de diversos factores y requieren
diferentes niveles de atención e intervención (AEN, 2003; Ruiz et al., 2012).
A pesar de que cada TMS se manifiesta de forma diferente en cada
persona, presentan dificultades y necesidades específicas vinculadas a los
problemas psiquiátricos y psicosociales (AEN,
2003; López y Laviana,
2017):
· Atención y tratamiento de la salud mental: apoyo personal
continuado, intervenciones biológicas y psicológicas, psicoterapia,
rehabilitación cognitiva.
· Atención en crisis.
· Rehabilitación psicosocial y apoyo a la integración social:
entrenamiento en habilidades y desarrollo de capacidades, soportes o apoyos
específicos.
· Rehabilitación laboral y apoyo a la integración en el mundo
del trabajo.
· Alojamiento y atención residencial comunitaria.
· Apoyo económico.
· Apoyos no profesionales (del entorno familiar y de las redes
sociales).
· Protección y defensa de sus derechos: defensa jurídica e
institucional.
· Apoyo a las familias.
Es necesario un marco normativo/legislativo para proteger los
derechos de las personas con trastornos mentales. Según el informe de la OMS (2010)Salud mental y desarrollo: poniendo a las
personas con problemas de salud mental con un grupo vulnerable, las
personas con dificultades de salud mental satisfacen los principales criterios
de vulnerabilidad (Funk et al., 2010).
En 2017, la OMS impulsó la iniciativa Quality
Rights con el objetivo de mejorar la calidad de la
atención en salud mental y los servicios relacionados, además de promover los
derechos de las personas con discapacidad (psicosociales, intelectuales y
cognitivas) alrededor del mundo (OMS,
2017a). Mediante Quality Rights,
la OMS está apoyando a los países para establecer políticas, estrategias,
derechos y servicios que estén acorde con los estándares internacionales de
derechos humanos (OMS, 2018). Uno de
estos derechos fundamentales es la educación, ya que va a posibilitar su participación
ciudadana en los diferentes ámbitos (económico, cultural y político). Pero
existe una falta de definición sobre el papel que ocupa la educación en la
salud mental (García-Pérez, Peña-Calvo y Torío-López, 2016; Pié, 2000).
En España, a pesar del esfuerzo cooperativo de profesionales de
la psiquiatría, la salud mental y el derecho, no se dispone de una legislación
específica para las personas con problemas de salud mental (González, 2009; Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007).
Destacamos la Ley 26/2011, del 1.° de
agosto, de adaptación normativa a la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad, en la que se adecúa la regulación
legislativa sobe discapacidad siguiendo las directrices de la Convención Internacional de los Derechos de
las Personas con Discapacidad (2006). Además, en el Real Decreto Legislativo 1/2013, del 29
de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de
derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, se
diferencia la discapacidad mental dentro de la categoría jurídica de
discapacidad (De Fuentes, 2016).
La reforma psiquiátrica en España deriva de la Ley General de
Sanidad (Ley 14/86) y su desarrollo concreto en las diferentes Comunidades
Autónoma. El Capítulo III: De la salud mental, artículo 20, de la Ley General
de Sanidad (Ley 14/86 de 25 de abril) contempla la integración de los servicios
psiquiátricos en el sistema sanitario general y la total equiparación de los
enfermos mentales al resto de personas que requieran servicios asistenciales y
sociales. Esta nueva articulación del Sistema Nacional de Salud promueve la
descentralización del estado con la progresiva transferencia de las
competencias en sanidad a las Comunidades Autónomas, “respondiendo a la idea de
proximidad de los servicios a los usuarios y de gestión descentralizada y
participativa” (Ley 14/86 de 25 de abril). Esta desvinculación permite a la ley
hacer solo una declaración de principios en temas clave como la integración en
el sistema sanitario general o el desarrollo de programas y servicios de
rehabilitación e integración social, provocando que las estructuras de atención
(organización, recursos y gestión) sean muy diversas en las diferentes
comunidades (López y Laviana,
2017).
El acercamiento de la salud mental a la población en general con
el modelo comunitario supuso el fin de los muros tangibles pero no de las
barreras imaginarias y el estigma que impiden la plena integración del
colectivo, por lo que debemos seguir trabajando en ello (Arnaiz y Uriarte, 2006; Madoz-Gúrpide et
al., 2017). El estigma hace referencia a los estereotipos, prejuicios y la
discriminación que sufre un grupo (Arnaiz y
Uriarte, 2006), en este caso, las personas con enfermedad mental y se debe
principalmente a conceptos erróneos generalizados sobre las causas y la
naturaleza de las enfermedades mentales (OMS,
2010). El estigma afecta la capacidad para realizar actividades de la vida
diaria y es una de las barreras más importantes en el acceso a tratamientos
efectivos (Moreno y Desviat,
2012; Naslund
et al., 2016). Además, esta discriminación y exclusión provoca, en muchas
ocasiones, que las personas con enfermedad mental internalicen un sentimiento
de culpa causando una percepción negativa sobre sí mismos, que se puede
sintetizar con el término “autoestigma”. Esto
dificulta su autodefensa y el pleno ejercicio de sus derechos (Torras, 2012). Según López et al. (2008), para hacer frente a
los estereotipos, son necesarios programas educativos que incluyan no solo
información, sino discusión, casos reales y, especialmente, presencia de
personas con problemas de salud mental.
Durante la reforma psiquiátrica se crean las primeras
asociaciones específicas para personas con enfermedad mental. En España, el
movimiento asociativo comenzó a surgir en el año 1968 en diferentes lugares del
estado (Ariño y San Pío,
2007; Confederación Salud
Mental España, 2017). El movimiento de usuarios de salud mental tiene su
origen hace menos de 20 años, liderado por representantes de asociaciones de
usuarios o familiares. El desarrollo ha sido desigual en los diferentes
territorios y muchas asociaciones tienen un carácter local (Ministerio de Sanidad, Política Social e
Igualdad, 2011; Torrás,
2012).
Desde la dimensión socioeducativa, se trata de dotar de los
recursos necesarios para incrementar su calidad de vida e inclusión social (García-Pérez et al., 2017). La educación
es uno de los elementos que va a favorecer el bienestar y la satisfacción con
la vida (Hernández y Carranza, 2017).Entre
otros, existen programas de apoyo social que tratan de facilitar a las personas
con TMS la posibilidad de desarrollar una vida comunitaria ayudándoles a cubrir
determinadas necesidades básicas (López,
Fernández y Laviana, 2010).
La investigación ha demostrado que el apoyo social influye en
diversos aspectos relacionados con los procesos de salud y enfermedad (Barrón y Sánchez, 2001). Es por ello que
el apoyo social es importante, ya que permite el mantenimiento de la integridad
psicológica y física de la persona, y son sus funciones principales aumentar
las capacidades personales y promover el logro de las metas vitales de cada persona.
En el caso de las personas con TMS, el apoyo social se relaciona positivamente
con el estado de salud y con la recuperación de la enfermedad. Del mismo modo,
la ausencia o carencia de apoyo social se puede considerar un factor de riesgo,
que se puede relacionar con la aparición de enfermedades mentales. (Barra, 2004; Vega-Angarita y González-Escobar, 2017).
Es por la relación de los programas de apoyo social con las entidades sociales
para personas con problemas de salud mental que en este trabajo se usa el
término “apoyo mutuo”.
A comienzos de la década de 1980, Gartner y Riessman (1982) definieron el apoyo mutuo entre
personas con problemas de salud mental como la ayuda ofrecida entre personas
con problemas similares y con la finalidad de lograr un deseado cambio social o
personal. La definición más extendida de apoyo mutuo, desde principios del
siglo XXI, es la de Mead, Hilton y Curtis
(2001) que lo definen como un sistema de dar y recibir ayuda basado en los
principios clave de respeto, responsabilidad compartida y acuerdo mutuo de lo
que es útil. Para que esta ayuda sea efectiva es importante formar previamente
a la persona que cumpla la función de asesoramiento. Además, experiencias
internacionales demuestran (Bono del Trigo,
Navarro y Mena, 2011) que el carácter formal otorga un valor añadido: (1)
para el agente de ayuda mutua supone un empoderamiento y mejora de la
autoestima, así como el desarrollo de habilidades de comunicación, emocionales
y sociales; y (2) para el receptor de esta ayuda, dado que es una oportunidad
de sentirse escuchado y comprendido, de expresarse con más libertad y confianza
en la relación con un igual para finalmente incrementar su funcionamiento
social y autoestima.
Una relación concreta del apoyo mutuo que se da entre pares o
iguales (Smith y Bradstreet,
2011). Se trata de una práctica cuya finalidad es aprovechar las fortalezas
para promover y proporcionar cualquier soporte que las personas requieran para
ayudarles a moverse más cerca de alcanzar sus ambiciones, y se basa
fundamentalmente en la empatía (Watson,
Lambert y Machin, 2016).
El apoyo de pares ha sido planteado como una forma de promover
la recuperación para cualquier persona que ha tenido dificultades de salud
mental. Por ejemplo, mediante la motivación de la autoeficacia y la esperanza a
través del intercambio de conocimiento experiencial y a través del modelado de
estrategias de recuperación y afrontamiento (Lloyd-Evans et al., 2014). En esta
propuesta formativa se ofrecen consejos prácticos, sugerencias, estrategias y
apoyo emocional y psicológico. Este apoyo se reconoce como un importante
facilitador en la recuperación. Mantener un punto de vista no profesional es
crucial para ayudar a las personas a reconstruir su sentido de comunidad tras
una experiencia desconocida (Campos et al.,
2016; Gillard
y Holley, 2014; Intentional Peer Support, 2017; Mead
y MacNeil, 2006).
Los servicios de apoyo entre iguales se han extendido a lo largo
del mundo, ya que se ha demostrado que son efectivos para mejorar la vida de
las personas con dificultades de salud mental y abuso de sustancias. Los
inicios del apoyo entre iguales comenzaron en Estados Unidos, donde
desempeñaron un papel clave durante la transformación de los servicios
tradicionales en servicios de salud mental basados en la comunidad (ENIL, 2018; University of
Nebraska, 2003).
Respecto a Europa, los programas de formación para el apoyo
entre iguales no están generalizados, ya que el apoyo mutuo y su importancia no
son bien conocidos, especialmente para las personas con enfermedad mental, y se
carece de fondos estatales (ENIL, 2018).
En España ya está reconocida la necesidad de integrar a las personas con
dificultades de salud mental en la sociedad y responder de manera adecuada y
eficaz a sus necesidades. Pero, hasta la fecha, no existe ninguna investigación
publicada sobre las directrices para el apoyo entre iguales en situaciones de
salud mental en una población española (Campos
et al., 2016).
Método
Conociendo la importancia del apoyo entre iguales en salud
mental y la necesidad de formar previamente a la persona que va a proveer el
apoyo, ¿qué características tienen los programas de formación que se llevan a
cabo en España? El objetivo de este trabajo es identificar las experiencias de
formación de pares para personas con trastorno mental severo que se han
llevado, o se están llevando a cabo, en España y describir sus características
formales.
El criterio principal de elegibilidad será que los programas de
apoyo entre iguales estén implementados en España. El diferente grado de
desarrollo de este tipo de programas en cada uno de los países hace difícil la
comparación. Así, por ejemplo, en Estados Unidos, la mayoría de los estados
tienen programas de estas características, sistemas de acreditación,
certificación y revisión. Esta realidad es escasamente comparable con la
realidad de España y de países ajenos a esa cultura. Asimismo, se excluyen los
programas de voluntariado y de apoyo de profesionales a personas con enfermedad
mental, por lo que se selecciona exclusivamente el apoyo entre iguales.
El sistema es el análisis de contenido siguiendo las
indicaciones de Green et al. (2007)
que indica los siguientes pasos: inmersión en el texto, codificación, creación
de categorías y generación de temas. En este trabajo, los temas serán las
distintas características que definen cada uno de los programas y para ello, se
ha realizado:
1) Revisión bibliográfica internacional en bases de datos
electrónicas (EROC, WOS o SSCI). Se han usado palabras clave como: “Formación y
apoyo entre iguales”; “apoyo mutuo” y “Trastorno Mental Severo” / “salud
mental” / “enfermedad mental”, tanto en español como en inglés (“Training and peer support”. “mutual support and Severe Mental Disorder”
/ “mental health” / “mental illness”).
2) Se han revisado actas de congresos y jornadas, las páginas
web de organizaciones sociales relacionadas con la salud mental (asociaciones,
fundaciones, federaciones y confederaciones) y otros organismos (Ministerio de
Salud, servicios de salud mental).
3) Se ha contactado vía e-mail y/o telefónicamente a los
responsables implicados en las experiencias para recabar más información de los
programas (duración, metodología, evaluación y lugar de empleo) o servicios
cuando la información aportada en los artículos o sitios web no fuera suficiente.
En un primer momento, en las búsquedas realizadas en las bases
de datos electrónicas, se encontraron 77 programas de formación para el apoyo
entre iguales, de los cuales se descartaron 75 porque no se implementan en
España. Posteriormente, se llevaron a cabo las búsquedas en actas de jornadas,
congresos y búsquedas en webs de organizaciones y organismos españoles y se localizaron
otras cinco experiencias. Finalmente se seleccionaron para su análisis un total
de siete programas de formación de pares para personas con TMS en España. Entre
las limitaciones del estudio se observa que pueden existir otras experiencias
que no han sido identificadas al no estar publicadas, pues en el ámbito de las
organizaciones sociales no está instaurada la cultura de la publicación de
investigaciones y/o experiencias y no están accesibles para los/as
investigadores/as.
Resultados
Como se ha mencionado anteriormente, España está iniciándose en
esta práctica formativa. Organizaciones sociales y sanitarias de este país han
participado en proyectos europeos de formación de pares (Proyecto EMILIA y
Peer2Peer) durante los años 2005 y 2015, respectivamente, que fueron el embrión
de la realidad actual. A continuación se detallan los aspectos más relevantes
de cada uno de los programas encontrados.
Proyecto EMILIA
El primer proyecto europeo en el que participó España fue el
Proyecto EMILIA (Empowerment of Mental Illness Service
Users: Lifelong Learning, Integration and Action) implementado entre septiembre de 2005 y
octubre de 2010 (Palomer
et al., 2011). Equipos de salud mental del Hospital del Mar y del
Centre Fòrum en Barcelona participaron en esta
experiencia pionera en la formación del usuario experto. El objetivo del
proyecto es reducir la exclusión social de la población con TMS a través de la
formación continuada. La formación consta de 10 sesiones, con una duración de 1
hora y 45 minutos cada una.
La metodología sigue el modelo life long
learning (LLL) basado en el aprendizaje
por la experiencia. Los contenidos que se trabajan son: a) la red de soporte
social, la recuperación y la interacción; b) las fortalezas personales y c) el
plan de desarrollo personal. A esta formación se incluye un taller
multifamiliar. El proyecto se enmarca en un entorno sanitario/hospitalario.
Como resultado de la formación se abrieron dos líneas de
implicación laboral (Palomer
et al., 2010):
El usuario como docente colaborador y formador de otros usuarios
y
El usuario como mediador entre las instituciones sanitarias.
El principal beneficio obtenido es la mejora de la respuesta aportada
a las personas usuarias de los centros donde se desarrolla esta práctica.
Proyecto Peer2Peer
El proyecto Peer2Peer (P2P) es un curso de formación financiado
por la Unión Europea (UE) y enmarcado en el Programa de Aprendizaje Permanente
“Leonardo Da Vinci”. P2P es una adaptación del programa Professional Development Award
(PAD) in Mental Health Peer Supportdesarrollado e implementado
previamente por el Scottish Recovery Network (Fundación INTRAS et al., 2015). El
objetivo es formar a personas con problemas de salud mental para que trabajen
como agentes de apoyo mutuo. Son personas que han superado una enfermedad
mental y que se convertirán en referentes para otras personas que estén
atravesando una dificultad de salud mental (Orihuela,
Conde y Marcos, 2015).
El curso tiene una duración de 48 horas distribuido en 12
sesiones que se plantean de forma práctica y participativa. Como punto de
partida, en todas ellas, se usa la propia experiencia de las personas. Se
emplean estrategias educativas diversas: dinámicas de grupo, debates,
psicodrama, video terapia, roleplaying, actividades
dirigidas por el dinamizador. Los principales contenidos que se abordan son:
(1) el apoyo mutuo; (2) la recuperación; y (3) el desarrollo de habilidades
necesarias para el desempeño como agente de apoyo mutuo. Respecto a la
evaluación, se lleva a cabo una evaluación intermedia y otra final. Las
organizaciones españolas participantes son: Fundación INTRAS (Valladolid),
Fundación en Primera Persona (Andalucía) y un miembro de la asociación AGIFES (Gipuzkoa).
Los receptores de la formación desempeñan sus funciones como
agentes de apoyo mutuo en entornos sanitarios de forma voluntaria, puesto que
no hay constancia todavía de que se haya formalizado un contrato laboral.
Proyecto Ayuda Mutua en los servicios de salud mental de
Andalucía
Andalucía ha sido la comunidad autónoma pionera que ha llevado a
cabo la primera formación de pares implementada exclusivamente en España en
2010-2011 a través del Proyecto Ayuda Mutua en los servicios de salud mental de
Andalucía. El proyecto se enmarca en el II Plan Integral de Salud Mental de
Andalucía y ha sido coordinado por la Escuela Andaluza de Salud Pública y la
Federación Andaluza de Asociaciones de Personas con Enfermedad Mental. El curso
tiene como objetivo formar a personas con problemas de salud mental, para
actuar como agentes de ayuda mutua y la realización de sesiones de ayuda mutua
(entre un agente y un par receptor) en los servicios de salud mental de
Andalucía (Bono del Trigo et al., 2011).
La formación se compone de 32 horas lectivas y 8 horas no
presenciales. Utiliza una metodología participativa (debates, actividades en
grupo, juegos de rol, etcétera) apoyada por presentaciones teóricas y síntesis
integrativas de los contenidos. Posteriormente, con algunos de los
participantes se realizó un curso de profundización de 12 horas enfocado al
desarrollo de las sesiones de ayuda mutua.
Los agentes de apoyo mutuo desempeñan sus funciones en unidades
de gestión clínica de los servicios de salud mental de Andalucía (unidades de
salud mental comunitaria, hospitales de día y unidades de rehabilitación de
salud mental).
Expertos por experiencia
El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, y con el trabajo
conjunto de las consejerías de Economía, Empresas y Empleo y la de Sanidad, ha
desarrollado un proyecto de “expertos por experiencia”. El objetivo es integrar
a personas con problemas de salud mental dentro del equipo de los Centros de
Rehabilitación Psicosocial y Laboral (CRPSL) para trabajar como profesionales.
Su actividad profesional se desarrolla compartiendo sus vivencias y poniendo en
valía sus fortalezas, asesorando a profesionales y realizando actividades de
formación y sensibilización a otros (usuarios, familiares, profesionales).
El proyecto se inició en el 2018. La formación se desarrolla en
dos fases:
· Se inicia con una formación interna de 11 sesiones de cinco
horas cada una, donde se trabajaron contenidos como: (1) recuperación y apoyo
mutuo; (2) tareas y el rol del experto por experiencia; (3) Plan de Bienestar
Personal (PARB); (4) derechos. Para ello, se construyen de forma conjunta las
actividades, priorizando siempre las capacidades, preferencias y
particularidades de las personas y la realidad concreta de cada equipo y
recurso.
· Posteriormente se realiza una supervisión de los expertos por
experiencia, contratados en los CRPSL, a través de la revisión de temas
concretos de su día a día.
Al momento de la redacción del presente trabajo, se sabía de la
contratación de ocho expertos por experiencia. Es la primera comunidad autónoma
en insertar laboralmente esta figura profesional (Casas et al., 2017).
El proyecto ha tenido un impacto muy positivo en los
profesionales expertos por experiencia, en los receptores del apoyo mutuo y en
los centros de rehabilitación psicosocial y laboral en los que se ha
desarrollado; todo ello se ha constatado en las valoraciones realizadas por los
diferentes agentes que han participado en las experiencias.
Informando en primera persona
La Confederación Salud Mental de España desde 2015 ha realizado
en dos ediciones el curso Informando en primera persona. El objetivo es dotar a
las personas con enfermedad mental de información y herramientas para que
puedan hacer una labor de acogida y acompañamiento a otras personas usuarias en
las entidades a las que pertenecen (Confederación
Salud Mental España, 2017).
El curso tiene una duración de 10 horas que se lleva a cabo en
dos días. Se desarrolla a través de estrategias educativas como: debates,
reflexión y dinámicas grupales. Los contenidos trabajados son: (1) las habilidades
de comunicación; (2) los derechos de las personas con enfermedad mental; y (3)
la participación. La evaluación, al finalizar la formación, se realiza a través
de un cuestionario. Seis meses después, se aporta otro cuestionario para
conocer la valoración de su utilidad pasado el tiempo.
Curso de asistente personal
Se señala también el Curso de asistente personal, que se lleva a
cabo desde 2016 por la Federación Salud Mental Castilla y León (y las 11
asociaciones miembro). Se trata de una formación y capacitación laboral
teórico-práctica específica para personas con problemas de salud mental
siguiendo el modelo de apoyo de pares (Robles,
2017).
La duración del curso varía de 50 a 250 horas de formación, donde
los participantes a través de teoría y práctica, adquieren los conocimientos y
habilidades necesarias para desenvolverse como asistentes personales de otras
personas. Al terminar la formación se lleva a cabo una evaluación final.
Aunque la asistencia personal no se basa solo en el modelo del
apoyo entre iguales, es interesante señalar esta formación destinada a personas
con problemas de salud mental que sigue la idea del apoyo entre iguales.
Programa ¡ACOMPAÑAME!
Finalmente, ¡ACOMPAÑAME! es un programa de formación para
personas con problemas de salud mental que se encuentran en un proceso de
recuperación y que participan en una organización social. Su objetivo es formar
en ayuda mutua y apoyo entre iguales a usuarios con problemas de salud mental
para que actúen como compañeros de apoyo en la recepción, proceso de
incorporación y adaptación de nuevas personas que se unen a la entidad, así
como en el acompañamiento en su recuperación.
La formación se compone de un total 12 sesiones, con una
duración entre 90 y 120 minutos cada una, donde se desarrollan actividades de
diversa índole (teóricas, de roleplaying, debates,
reflexión) y se abordan contenidos relacionados con: (1) la recuperación; (2)
el apoyo entre iguales; (3) habilidades de comunicación y de escucha. Como
elementos más novedosos el curso incluye la realidad virtual y la robótica.
Además, se realizan dos sesiones adicionales de evaluación: una inicial, donde
se evalúa la situación cognitiva de las personas participantes a través de tres
pruebas psicométricas y se formaliza su participación en el programa. Una final
en la que se tiene en cuenta la información aportada durante la evaluación
continua de la formación. Se realiza un retest de las
pruebas psicométricas de la evaluación y se desarrollan pruebas específicas de
evaluación: test de conocimientos, pruebas de role playing
y estudio de casos.
También se lleva a cabo una evaluación del programa, a través de
la valoración de las actividades después de cada sesión y unos cuestionarios
finales (para el dinamizador y las personas participantes).
El programa, que ha sido validado por un panel internacional de
expertos, ha comenzado a implementarse en mayo del 2019 (en entidades de
Madrid, Burgos y Navarra) y se encuentra en su fase final de evaluación.
En la Tabla 1 se describen las principales
características formales (perfil del proveedor del apoyo, duración, contenidos,
metodología, evaluación, lugar de empleo y página web) de cada programa.
Tabla 1
Experiencias formativas de
pares en España.
Programa |
Perfil |
Duración |
Contenidos |
Metodología
(estrategias educativas) |
Evaluación |
Empleo |
Web |
Proyecto Emilia (Barcelona) |
Usuario experto |
10 sesiones (1,45h/s) |
Taller multifamiliar, red de soporte social,
recuperación e interacción, fortalezas, plan de desarrollo personal |
Lifelong learning,
aprendizaje basado en la experiencia |
Entorno sanitario |
http://bit.ly/2lnsqXX |
|
Peer2Peer (Valladolid, Andalucía y Gipuzkoa) |
Agentes de apoyo mutuo |
48 horas, 12 sesiones |
Recuperación y apoyo mutuo, habilidades de
valores del agente de apoyo mutuo |
Aprendizaje participativo, análisis y
reflexión, teoría y práctica. Psicodrama y video terapias. Dinámicas de
grupo, debates, role playing, actividades dirigidas
por el facilitador. |
Evaluación intermedia y final |
Entorno sanitario |
http://bit.ly/2BXvGl1 |
Proyecto Ayuda Mutua en los servicios de
salud mental de Andalucía |
Agentes de ayuda mutua |
32h lectivas, 8h no presenciales + 12h curso
profundizar |
Herramientas de Comunicación, Recuperación,
Ayuda Mutua |
Muy participativa, con actividades de
debate, trabajo en grupos o juegos de roles, apoyados con breves
introducciones teóricas con soporte audiovisual y puesta en común de síntesis
integradoras de los contenidos. |
Cuestionario autoaplicado.
Registro del desempeño (agente y profesionales). Sesiones de evaluación. |
Unidades de Gestión Clínica: U. de Salud
Mental Comunitaria, Hospitales de Día y U. de Rehabilitación Salud Mental. |
http://bit.ly/2o3ugwN |
Profesional experto por la experiencia
(Castilla La Mancha) |
Profesionales expertos |
11 sesiones (5h/s) |
Recuperación y apoyo mutuo, tareas y rol del
experto, Plan de Bienestar Personal (PARB), derechos, etc |
Construcción conjunta de las actividades,
priorizando las capacidades, preferencias y particularidades de las personas
y, la propia realidad de cada equipo y recurso. |
Supervisión. Revisión de temas concretos de
su día a día. |
Centros de Rehabilitación Psicosocial y
Laboral (CRPSL) |
https://bit.ly/2NImPHu |
In-formando en primera personas(España) |
Apoyo mutuo |
10 horas |
Habilidades de comunicación, derechos,
participación, procesos |
Debate, reflexión y dinámicas grupales |
Cuestionario sobre la formación. A los 6
meses cuestionario utilidad |
Acogida y acompañamiento en las entidades |
https://bit.ly/2gNUy5q |
Asistencia personal (CyL) |
Asistente personal |
Varía 50h-250h. |
El/la asistente personal, funciones, modelos
en salud… |
Teoría y prácticas |
Evaluación final |
Asistencia personal a otros/as |
https://bit.ly/2U3jVyk |
¡Acompáñame! |
Compañero/compañera de apoyo |
12 sesiones (90-120 min cada una) + 2
sesiones evaluación |
Recuperación, apoyo mutuo y apoyo entre
iguales, habilidades de comunicación, de escucha, etc. |
Teoría, actividades prácticas con realidad
virtual, robótica, role playing, debates, reflexión
individual, etc. |
Inicial (sit. cognitiva),
continua y final (sit. Cognitiva, estudio de casos,
role playing, conocimeintos) |
Entidades sociales |
https://bit.ly/36uugut |
Discusión
En los últimos años se ha producido un rápido crecimiento y
expansión del apoyo entre iguales en salud mental (Davidson y González-Ibáñez, 2017),
aunque en la actualidad no existen estándares de educación reconocidos.
Cualquier programa debe ser adaptado a las fortalezas de los individuos, el
tipo de trabajo, así como a las necesidades de la comunidad (Behavioral Health Work Group
of the NPSCLN, 2014; Chinmam et al., 2006).
En España se observa cómo los siete programas de formación
descritos varían ampliamente en su duración, denominación de los proveedores
del apoyo y evaluación y, en menor medida, en los contenidos, estrategias
educativas y lugares de empleo. Del mismo modo, la formación y el desarrollo
profesional varían ampliamente en otro países y es por ello que algunos han
establecido programas formales de formación para los servicios de apoyo entre
iguales (Behavioral Health
Work Group of the NPSCLN, 2014).
Los proveedores del apoyo pueden desempeñar un rol voluntario,
sin compensación, o un rol laboral (Ostrow y Leaf, 2014). Es
necesario, siguiendo el ejemplo de otros países y la experiencia mencionada en
Castilla La Mancha, regular esta función profesional y que los trabajadores de
apoyo entre iguales puedan desempeñar un puesto de trabajo regulado.
Prioritariamente, los proveedores del apoyo, desempeñan sus
funciones en entornos sanitarios (Repper y Carter, 2011). En los
programas señalados, a excepción de ¡Acompáñame!, el rol se enmarca en entornos
sociosanitarios. Por lo que es preciso diseminar este
perfil para que las entidades sociales sean conscientes de los importantes beneficios
que aporta a las personas y a las organizaciones. Asimismo, es necesario
invertir en salud mental (Tortella-Feliu et al., 2016) para,
entre otras acciones, implementar este nuevo rol.
Puesto que estos programas de formación tienen un elevado
potencial para el empleo y están reconocidos como importantes para mejorar las
tasas de integración social del colectivo (Delman et al., 2014; Watson et al., 2016), su regulación
laboral contribuiría a mejorar las tasas de inserción sociolaboral
de las personas con problemas de salud mental. Además, las organizaciones
laborales actúan como espacio formal de socialización donde la persona
desarrolla habilidades para la ciudadanía (Lopera
y Echeverri, 2018).
Estos programas son un ejemplo de buenas prácticas, un medio
para promover los servicios centrados en la recuperación teniendo en cuenta la
experiencia vivida y contribuir significativamente a mejorar los servicios de
salud (Repper et al.,
2013; Smith y Bradstreet, 2011; Watson
et al., 2016).
Conclusiones
En España ya está reconocida, tanto en la legislación como en la
práctica médica y en el entorno sociosanitario, la
necesidad de integrar a las personas con problemas de salud mental en la
sociedad y responder de manera adecuada y eficaz a sus necesidades.
Existen diferentes experiencias de formación de pares en España,
pero su número es muy reducido si lo comparamos con otros países. En América
del Norte, pioneros en estos programas, la mayoría de estados disponen de una
formación, acreditación y puestos de trabajo específicos para estos perfiles
laborales.
Desde el punto de vista de esta investigación, y teniendo en
cuenta los numerosos beneficios que aporta esta práctica, se considera
necesario continuar implementando programas de características similares e
investigar su eficacia y efectividad, ya que no existen trabajos publicados al
respecto sobre una población española. También se sugiere la posibilidad de
plantear y diseñar un nuevo puesto de trabajo regulado para este nuevo perfil
laboral.
Las limitaciones de esta investigación se relacionan con
posibles experiencias de apoyo entre iguales en salud mental en España que no
se hayan podido identificar. Además, no disponer de estándares en población
española para esta práctica impide la comparación de experiencias con otras
internacionales.
En definitiva, la educación es un campo emergente en el ámbito
de la salud mental y en el cual se debe continuar diseñando experiencias y
evaluando su impacto.
Agradecimientos
Los autores agradecen la colaboración de todas las personas y
organizaciones que han facilitado información sobre sus experiencias para que
esta investigación sea posible.
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