La relación entre la
edad, el engagement y
la disposición al cambio organizacional
The
relationship between age, engagement and disposition to organizational change
Juan Javier Vesga Rodríguez juanjaviervesga@gmail.com
Universidad Católica
de Colombia, Colombia
Mónica García Rubiano mgarcia@ucatolica.edu.co
Universidad Católica
de Colombia, Colombia
Carlos Forero Aponte carlos.forero@gmail.com
Universidad Católica
de Colombia, Colombia
Claudia Alejandra Toscano catoscanocanal@gmail.com
Universidad Católica
de Colombia, Colombia
Eliana Quiroz González eliana.quiroz@ucp.edu.co
Universidad Católica
de Pereira, Colombia
Segundo Gonzalo Pazmay Ramos spazmay@pucesa.edu.ec
Pontificia Universidad
Católica del Ecuador, Ecuador
La
relación entre la edad, el engagement y la disposición al cambio organizacional
Interdisciplinaria, vol. 38, núm. 2, pp. 225-241, 2021
Centro
Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines
Esta obra está bajo una Licencia Creative
Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recepción: 22 Noviembre 2019
Aprobación: 18 Marzo 2021
Financiamiento
Fuente: El trabajo que se presenta es
resultado de la investigación llevada a cabo en las ciudades de Bogotá y
Pereira (Colombia) y Ambato (Ecuador) y contó con el apoyo de las universidades
Católica de Colombia en Bogotá, Católica de Pereira y Católica de Ecuador, sede
Ambato.
Resumen:
La gestión de recursos humanos como función estratégica en las
organizaciones de trabajo constituye en la actualidad una actividad de alta
complejidad que implica importantes retos para los líderes de gestión humana a
nivel global, debido a los procesos de cambio constante que viven las organizaciones
de todo tipo. Estos procesos están dados tanto por exigencias provenientes de
las transformaciones del entorno como por los requerimientos internos de ajuste
en las organizaciones para mantener su productividad y competitividad en la
dinámica de los mercados actuales, condiciones que imprimen serias
implicaciones en la gestión del cambio y su relación con el comportamiento,
desempeño y compromiso de los trabajadores. El objetivo de esta investigación
fue identificar la posible relación entre la edad, el engagement, y
la disposición al cambio organizacional, ya que estas variables resultan tener
un papel clave en la gestión de recursos humanos en el contexto actual del
mundo del trabajo, según se concluye de estudios previos que muestran
relaciones entre diferentes tipos de compromiso y procesos de cambio
organizacional. La presente investigación se enmarca en la perspectiva de la
psicología positiva, un enfoque reciente que busca alejarse del énfasis en lo
patológico del comportamiento para centrarse en los aspectos positivos y el
potencial del ser humano. Esta perspectiva de la psicología en el campo del
estudio del comportamiento organizacional se ha denominado “psicología
organizacional positiva”. Para lograr los objetivos de identificar la relación
entre las variables, se realizó un estudio predictivo, que se orienta
fundamentalmente a indagar la relación funcional entre dos o más variables, con
un diseño correlacional simple en el que no se utilizan formas de control de
variables extrañas que puedan tener influencia en la relación funcional
investigada. La muestra estuvo compuesta por 808 personas divididas en dos
submuestras (35.5 % colombianos y 65.5 % ecuatorianos), seleccionadas de manera
no probabilística accidental. Para la evaluación de las variables se utilizó el
autorreporte en la edad, el cuestionario Utrecht
Work Engagement Scale (UWES) y el instrumento
Disposición al Cambio Organizacional. Los resultados mostraron relaciones
significativas entre las variables disposición al cambio organizacional y engagement,
tanto a nivel general como en las submuestras. Sin embargo, al indagar sobre el
posible papel moderador de la edad entre las otras dos variables, no se
encontraron evidencias al respecto. Otros análisis sugieren la posibilidad de
un efecto mediado por aspectos culturales que puede incidir en la disposición
al cambio. El presente estudio constituye un importante aporte en la
comprensión del comportamiento humano en el trabajo en relación con procesos de
cambio organizacional, específicamente la asociación de este con variables como
el engagement y la edad. Sin embargo,
sucesos recientes como la situación mundial derivada de la pandemia por el
virus SARSCOV2 y su impacto en las dinámicas de trabajo sugieren la necesidad
de avanzar en estudios complementarios al realizado por los autores y que se
presenta en este artículo, puesto que las actividades laborales han migrado
para muchas personas del contexto de la empresa al contexto del hogar, lo que
pone en escena otras variables que podrían incidir en la relación aquí
indagada.
Palabras
clave: edad, engagement,
cambio organizacional, disposición al cambio organizacional, psicología
organizacional positiva, gestión de Recursos Humanos.
Abstract: Human resource management
as a strategic function in work organizations is currently a highly complex
activity that implies significant challenges for human management leaders at a
global level, due to the processes of constant change that all kind of organizations
must experience, due to demands arising from the transformations of the
environment and the internal requirements of adjustment in organizations to
maintain their productivity and competitiveness in the dynamics of current
markets, conditions that have serious implications in the management of change
and its relationship with behavior , performance and commitment of the
workers.. In this context, the human resources area has the important task of
contributing to the management of human talent to achieve high levels of
commitment from people in organizations and facilitate change processes, if
organizational leaders want to achieve strategic objectives in a much more
effective way. To achieve this, it is necessary to identify key variables that
affect human behavior in work contexts and understand the possible
relationships between these variables. The main objective of this research was
to identify the relationship between age, engagement, and disposition to
organizational change since these variables turn out to have a key role in
human resource management in the current context of the world of work. The
present investigation is framed in the perspective of positive psychology, a
recent approach that seeks to move away from the emphasis on the pathological
behavior to focus on the positive aspects and potential of the human being.
This is the perspective of psychology in the field of the study of
organizational behavior has been called positive organizational psychology. To
achieve the objectives of identifying the relationship between the variables, a
predictive study with a simple correlational design was performed. This kind of
study is mainly oriented to investigate the functional relationship between two
or more variables in which no forms of control of strange variables are used.
The sample was made up of 808 people divided into two sub-samples (35.5 %
Colombian and 65.5 % Ecuadorian), selected in an accidental non-probabilistic
way; The self-report on age, the Utrecht Work Engagement Scale (UWES)
questionnaire and the instrument Disposition to organizational change were used
to evaluate the variables. The results showed significant relationships between
the variables disposition to organizational change and engagement, both in
general and in the subsamples; however, when investigating the possible role of
age in moderating the other two variables, no evidence was found in this
regard. Other analyzes suggest the possibility of an effect mediated by
cultural aspects that may affect the readiness to change. However, recent
events such as the world situation derived from the SARSCOV2 virus pandemic and
its impact on work dynamics, suggest the need to advance in complementary
studies to the one carried out by the authors and presented in this article, since
the Work activities have migrated for many people from the context of the
company to the context of the home, which highlights other variables that could
affect the relationship investigated here.
Keywords: age, engagement, organizational change, disposition to
organizational change, positive organizational psychology, human resources
management.
Introducción
Las organizaciones constituyen una parte importante de la forma
en la que se estructuran y funcionan las sociedades modernas y están presentes
en la mayor parte de los ámbitos de la vida humana (Pfeffer, 2000). Desde su aparición, las
organizaciones han estado sometidas a procesos de cambio, hecho que se ha
acentuado como producto de las rápidas y complejas transformaciones sociales,
políticas y económicas del mundo en la actualidad.
El desarrollo del capital humano y del talento humano como valor
agregado en las organizaciones ha contribuido en el desarrollo económico de los
países (Saleh, 2014). De acuerdo con
este autor, el capital humano es crucial en un desarrollo económico sostenible
y la adaptación del factor humano a los procesos de cambio es central en su
incorporación a la dinámica de las organizaciones.
Esta investigación se enmarca en la perspectiva de la psicología
positiva, cuyo enfoque implica el paso de un modelo centrado en la enfermedad a
uno focalizado en la salud y el bienestar (Salanova,
Martínez y Llorns, 2005). En el campo del estudio del comportamiento
organizacional, esta corriente se ha denominado psicología organizacional positiva
y se define como “el estudio científico del funcionamiento óptimo de la salud
de las personas y de los grupos en las organizaciones, así como la gestión
efectiva del bienestar psicosocial en el trabajo y del desarrollo de las
organizaciones saludables” (Salanova,
Martínez y Llorens, 2014, p. 23).
El cambio organizacional
En relación con el cambio organizacional, “el recurso humano
representa uno de los factores más importantes en la gestión empresarial y, por
tal razón, los cambios estratégicos deben estar apoyados por los valores,
actitudes y conducta de su gente” (Parra,
Visbal, Ethel y Brade, 2019, p. 157).
Desde el punto de vista de Soares
y Couto (2009), el cambio organizacional puede concebirse como un proceso
respecto a los componentes organizacionales, de naturaleza positiva o negativa,
planificado o no, y ocasionado por estímulos internos o externos, que puede
llegar a tener consecuencias relevantes para la organización. Se trata de un
proceso iniciado de manera deliberada y consciente que involucra el rediseño de
características estructurales de la empresa.
El cambio se puede entender desde diferentes niveles del
comportamiento organizacional (individuo, grupo y organización) y en diversos
estudios se ha buscado evaluar la relación entre estos aspectos con otras
variables organizacionales (García y
Forero, 2014a; García y Forero, 2014b;
García y Forero, 2015; García y Forero, 2016; García y Forero, 2017; García y Forero, 2018; García, 2011; García, Arias y Gómez, 2013; García, Gómez y Londoño, 2009 y García, Rojas y Díaz, 2011). Estas
investigaciones se constituyen en un referente empírico que permite aproximarse
a la comprensión del cambio desde una perspectiva multidimensional y
multinivel.
Para Seashore y Bowers (2016) en el estudio de las
características del cambio pueden considerarse distintos enfoques: (1) el
conocimiento de los procesos que se van a generar en el cambio; (2) la
concepción y aceptación de los procesos para cambiar las personas y los
sistemas organizativos; y (3) la vinculación del sistema social con el trabajo
sistema. Estas características ayudan a entender el proceso de cambio en las
organizaciones e impulsar las acciones que impacten diferentes ámbitos y
frentes que pueden afectar la cultura de las organizaciones. Estas
características también tienen que ver con el manejo de los métodos específicos
utilizados para su implementación en distintas etapas: (1) el reconocimiento y
análisis de la necesidad del cambio; (2) el manejo de las fuerzas internas; y
(3) el manejo de las fuerzas externas (Rafferty
y Restubog, 2010).
Hay tres modelos teóricos que buscan explicar el cambio
organizacional: (1) el de Kurt Lewin; (2) de planeación; y (3) el transteórico
(González, 2010). El primero define el
cambio como una modificación de las fuerzas que mantienen el comportamiento de
un sistema estable, producto de dos fuerzas: las que ayudan a que se efectúe el
cambio, denominadas “fuerzas impulsoras”, y las que resisten a que el cambio se
produzca, llamadas “fuerzas restrictivas”, que desean mantener el estatus
(Lewin, 1946). El segundo indica que toda información debe ser libremente
compartida entre la organización y el agente de cambio, y esta información solo
es útil si puede ser posteriormente convertida en planes de acción (Lippitt,
Watson y Westley, 1958, citados por González,
2010). El tercero hace énfasis en la disposición de los individuos al
cambio (Prochaska y Di Clemente, citados por González, 2010) y su premisa es que la
modificación del comportamiento es un proceso y no un acto en sí mismo.
Según Tavares et al. (2017)
existen dos tipos de cambio que pueden impactar en las organizaciones: por un
lado, los de tipo I: (1) cambio constante, acumulativo y evolutivo (Weick y Quinn, 1999), (2) incremental /
continuo (Nadler et al., 1995); (3)
primer orden (Porras y Robertson, 1992);
(4) adaptación (Meyer et al., 1990); y
(5) micro cambio (Mintzberg et al., 1998).
Por otro, los de tipo II: (1) episodio (Weick
y Quinn, 1999); (2) discontinuo (Nadler
et al., 1995); (3) segundo orden: multidimensional, multinivel, radical y
discontinuo; (4) segundo orden: metamorfosis (Meyer et al., 1990); y (5) cambio macro (Mintzberg et al., 1998).
Independientemente del tipo de cambio, es necesario considerar la percepción
que los colaboradores tienen sobre el proceso, ya que esta puede tener un
impacto tanto positivo como negativo en su realización (Schermerhorn et al., 2008). Estos
impactos están relacionados con la resistencia que el cambio genere, la cual se
produce tanto en el ámbito organizacional como personal, y está ligada a la
personalidad, al sistema social y al modo de implementación de cambio. De
acuerdo con Robbins (1999), la
resistencia puede ser abierta y a menudo ha sido la causa principal del fracaso
del cambio (Jacobs et al., 2013).
Según López et al. (2013)
hay varios tipos de resistencia: (1) lógica, que se basa en el desacuerdo entre
la información y el análisis racional; (2) psicológica, que implica emociones,
sentimientos y actitudes del empleado; y (3) sociológica, que se produce como
reacción al desafío de los intereses, normas y valores grupales que de alguna
forma determinan la identidad de la compañía.
Los cambios en las organizaciones tienen impacto en los lugares
y las rutinas de trabajo de las personas y, para ser eficaces, las personas
tienen que adaptarse a las consecuencias directas. Dicha adaptación va más allá
de simplemente aprender nuevos conocimientos y habilidades, y requiere el
desaprendizaje de los viejos procedimientos de trabajo, la realización de
tareas y deberes a la luz del cambio y la reevaluación de las percepciones de
ajuste (Niessen et al., 2010). La
gestión efectiva de la transición psicológica de los empleados es vital para
lograr un cambio organizacional exitoso (Lattuch
y Young, 2011).
El engagement
Un aspecto importante que debe tenerse en cuenta en los procesos
de cambio es el engagement,
entendido como el grado en el cual los trabajadores se involucran y se
comprometen al máximo con su trabajo y con la organización. Se ha hipotetizado
que, entre mayor sea el nivel de engagement, es más probable que los empleados hagan un
esfuerzo adicional y entreguen excelente desempeño en el trabajo. Por lo tanto,
si los empleados participan en una iniciativa de gestión de cambios, es
probable que aumenten el rendimiento, lo que respalda el éxito empresarial. La
participación exitosa de los empleados se considera un elemento que impulsa los
procesos de cambio de manera exitosa (Swarnalatha
y Prasanna, 2013).
El término “engagement”, tanto en francés como en inglés, significa compromiso. Sin
embargo, dado que el concepto de compromiso (commitment en inglés) ha tenido
un desarrollo teórico importante diferente a lo que significa el constructo engagement hoy
en el marco de la psicología positiva, a partir de los desarrollos teóricos
asociados a este término los autores han preferido no hacer su traducción al
español (Salanova y Llorens, 2008). El
engagement
se entiende como un estado psicológico positivo que se caracteriza por energía,
vigor, dedicación, absorción y entusiasmo por la actividad laboral, así como
alta concentración en el trabajo (Schaufeli, Salanova, González–Romá y Bakker,
2001, citados en Salanova y Schaufeli,
2004). En este contexto se entiende vigor como “altos niveles de
energía y resistencia mental de la persona mientras trabaja, un deseo de
invertir el mayor esfuerzo posible en el trabajo y persistir en una actividad
superando las dificultades y obstáculos; dedicación tiene que ver con el
significado que se da a la labor, el elevado entusiasmo por lo que hace y el
sentimiento de orgullo que esta le otorga”. La absorción implica los sentimientos
de felicidad cuando se trabaja y, en general, todo el placer que le genera a la
persona el hecho de trabajar (Salanova y
Schaufeli, 2004).
Sin embargo, no debe suponerse que exista simplemente una
relación directa entre engagement
y disposición al cambio, ya que otras variables como la edad o el sexo pueden
moderar dicha relación. Al respecto, Niessen
et al. (2010) investigaron la relación entre la edad y la adaptación a los
cambios en el lugar de trabajo; argumentan que la edad de los empleados conduce
a percepciones divergentes de los eventos de cambio. La razón de estas
percepciones tiene diferentes orígenes, por ejemplo, los nacidos entre las
décadas de 1970 y principios de la de 1980 crecieron con la inseguridad
familiar, financiera y social, la diversidad, el cambio rápido y la falta de
tradiciones sólidas que conducen a un sentimiento de individualismo sobre el
colectivismo. Además, entienden la diversidad, el cambio y la competencia como
parte de la vida cotidiana. Otros han descubierto que los empleados jóvenes
tienden a estar más orientados hacia sí mismos que sus colegas mayores y más
abiertos al cambio, considerando el cambio como una oportunidad para el
crecimiento personal.
Otras investigaciones muestran resultados disímiles; por
ejemplo, Bezuidenhout y Cilliers (2011)
evidenciaron una relación positiva entre la edad y el engagement, semejante a los hallazgos
de Haley, Mostert y Els (2013),
quienes encontraron que los empleados mayores tienden a ser más dedicados y
comprometidos que sus contrapartes más jóvenes. En otro estudio realizado por Guevara y Fernández (2015) se hallaron
diferencias significativas en las comparaciones entre la edad, el compromiso y
el engagement,
lo cual indica que a mayor edad, mayor fuerza del vínculo; sin embargo, el
efecto fue pequeño (d < .2), por lo que concluyeron que, aunque la edad
tiene un bajo impacto, es un factor diferenciador en las variables estudiadas.
Por su parte en el estudio desarrollado por Orgambídez-Ramos, Pérez-Moreno y Borrego-Alés
(2015) se encontró evidencia respecto al engagement como un predictor
significativo de la satisfacción laboral. Asimismo, se ha encontrado una
relación positiva entre justicia procedimental y confianza con el desarrollo
del engagement
por parte de los trabajadores (Malinen,
Wright y Cammock, 2013). También se ha hallado evidencia de que el engagement
facilita la conducta de compartir conocimiento entre los empleados y el
comportamiento laboral innovador (Kim y
Park, 2017).
Propósito del estudio
Dado que las diferencias generacionales en el conjunto de
trabajadores son un factor clave con el que deben lidiar los líderes
empresariales, y puesto que los cambios son una constante en la vida de las
organizaciones, en las que quienes dirigen estos procesos deben buscar el mayor
compromiso de los trabajadores para lograr la implementación exitosa de dichos
cambios, es necesario identificar de qué manera la edad puede relacionar, en
mayor o menor medida, con el engagement y disposición al cambio organizacional. Por lo
tanto, este estudio se orienta a responder la siguiente pregunta de
investigación: ¿cuál es la relación entre la edad, el engagement y la disposición al
cambio organizacional?
Objetivos
Teniendo en cuenta lo descrito anteriormente, el objetivo de
esta investigación fue identificar la relación entre edad, engagement y
disposición al cambio organizacional. Como objetivos específicos se propuso:
identificar la relación entre engagement y disposición al cambio organizacional,
identificar la relación entre edad y engagement, e identificar la relación entre edad y
disposición al cambio organizacional.
Hipótesis
H1. La edad se relaciona positivamente entre engagement y disposición al
cambio organizacional.
H2. Existe relación directa significativa entre edad y engagement.
H3. Existe relación inversa significativa entre edad y disposición
al cambio organizacional.
Método
Tipo de investigación
La investigación se desarrolló mediante una estrategia
asociativa, con un estudio predictivo en un diseño correlacional simple (Ato, López y Benavente, 2013). Se
justifica el empleo de este tipo de estudio, dado que se buscó evaluar las
relaciones entre distintos tipos de variables derivadas de un enfoque teórico
subyacente, en este caso engagement, disposición al cambio organizacional y edad.
Instrumentos
Para medir la variable engagement se empleó el cuestionario Utrecht Work Engagement Scale
(UWES; Schaufeli y Bakker, 2004), el
cual consta de 17 ítems que evalúan tres dimensiones: vigor, dedicación y
absorción, a través de una escala tipo Likert de siete opciones de respuesta.
Específicamente se usó la adaptación realizada para población colombiana (Ospina y Delgado-Abella, 2014) que obtuvo
un índice de confiabilidad (Alfa de Cronbach) de .902.
Para medir la variable disposición al cambio organizacional, se
empleó el instrumento Disposición al Cambio Organizacional (García y Forero, 2016) el cual está
constituido por 47 ítems en escala tipo Likert, con valores que fluctúan entre
uno y seis. Posee tres macrodimensiones: (1) individual, (2) grupal y (3)
organizacional, y siete subdimensiones: (1) aceptación, (2) motivación, (3)
comunicación, (4) liderazgo, (5) conocimiento, (6) clima y (7) cultura. La
prueba general demostró unidimensionalidad con una varianza explicada de 25.5
%. A nivel estadístico, los ítems son equilibrados con un measure de .00, así como también
en cuanto a sus medidas de infit y outfit, de 1.00 y 1.13 respectivamente, y un modelo de error
de .04; la confiabilidad mediante alfa de Cronbach es de .94.
Participantes
Para la selección de los participantes se utilizó un muestreo no
probabilístico accidental y la muestra estuvo conformada por 808 trabajadores
de empresas en Colombia (35.5 %) y Ecuador (65.5 %). Con edades entre 18 y 65
años, con una edad promedio de 32.54 años, con una desviación de 8.241; con un
promedio de permanencia en la empresa de 4.18 años; el 67.3 % (n = 544) eran de
sexo masculino y 32.7 % (n = 264) de sexo femenino; con niveles educativos
desde básica (8.7 %) a posgrado (4.2 %), con 27.1 % a nivel de pregrado, 26.1 %
tecnológica, 30.6 % con educación media (bachillerato general unificado en
Ecuador); 42.3 % casados(as), 37.9 % solteros(as), 16.1 % en unión libre y 3.6
% separados(as) o divorciados(as); por tipo de contrato 69.9 % (n = 564) era a
término indefinido, 21.8 % (n = 176) a término fijo y el 8.3 % (n = 67)
restante por prestación de servicios u hora labor; en cuanto al tipo de empresa
el 99.8 % (n = 806) estaban vinculados con empresas privadas.
Los criterios de participación fueron: ser empleados con trabajo
mínimo de 40 horas semanales, con vinculación laboral en cada organización, la
cual se encontraba por un proceso de cambio de primer orden.
Inicialmente se contactó a los gerentes de talento humano de
diversas empresas, con el propósito de obtener el permiso para la aplicación de
los cuestionarios. Una vez obtenido el acceso a las organizaciones, se enviaron
los cuestionarios a través de la herramienta formularios de Google, o se aplicó
en físico para los trabajadores que quisieron participar y no contaban con
acceso a una computadora.
Consideraciones éticas
Teniendo en cuenta los lineamientos de la resolución 8430 (Ministerio de Salud, 1993), se diligenció
el consentimiento informado, la autorización de las instituciones y la firma
del acuerdo de confidencialidad en los casos así requeridos. También se cumplió
con la aprobación del proyecto por parte de las instituciones investigadoras.
Se trató de una investigación sin riesgo, dado que no se realizó ninguna
intervención o modificación intencionada de las variables biológicas,
fisiológicas, psicológicas o sociales de los participantes.
También se tuvieron en cuenta los lineamientos éticos propuestos
en la Ley 1090 de 2006 respecto a la confidencialidad de la información, el
anonimato respecto a la participación de los evaluados, el uso del
consentimiento informado, la libre participación, el bienestar del usuario y el
respeto por el buen nombre. Igualmente se consideró el cuidado necesario en la
presentación de resultados diagnósticos y demás inferencias basadas en la
aplicación de instrumentos de medición, hasta tanto estén debidamente validadas
y estandarizadas. Se tuvo en cuenta que no son suficientes las pruebas
psicológicas, las entrevistas, observaciones y registros de conductas para
hacer evaluaciones diagnósticas; todos estos deben hacer parte de un proceso
amplio, profundo e integral y deben ser manejados de manera prudente (Ministerio de protección social, 2006).
Resultados
Para dar cuenta de los objetivos de la investigación, se
realizaron análisis descriptivos y correlacionales previo cumplimiento de las
condiciones para la implementación de los estadísticos de prueba. Inicialmente
se realizó el análisis descriptivo de las variables a nivel general y
discriminado por país (ver Tabla 1).
Tabla 1
Media, desviación típica y
coeficientes de variación para los factores y dimensiones de las variables
cambio organizacional, engagement y edad a nivel general y discriminadas por
país.
VARIABLES |
COMPONENTES |
General |
Colombia |
Ecuador |
||||||
cv % |
M |
D |
cv % |
M |
D |
cv % |
||||
Edad |
32.54 |
8.24 |
25 |
31.65 |
8.05 |
25 |
33.03 |
8.31 |
25 |
|
4.19 |
.83 |
20 |
4.77 |
.9 |
19 |
3.86 |
.58 |
15 |
||
4.18 |
.93 |
22 |
4.56 |
1.06 |
23 |
3.97 |
.79 |
20 |
||
4.19 |
.98 |
23 |
5.15 |
.82 |
16 |
3.66 |
.57 |
16 |
||
4.17 |
.73 |
18 |
4.77 |
.77 |
16 |
3.84 |
.45 |
12 |
||
4.15 |
.77 |
19 |
4.62 |
.85 |
18 |
3.88 |
.58 |
15 |
||
4.22 |
.83 |
20 |
4.98 |
.83 |
17 |
3.8 |
.46 |
12 |
||
4.15 |
.86 |
21 |
4.96 |
.81 |
16 |
3.71 |
.47 |
13 |
||
4.24 |
.94 |
22 |
5.15 |
.82 |
16 |
3.74 |
.55 |
15 |
||
4.02 |
.92 |
23 |
4.63 |
1.1 |
24 |
3.69 |
.57 |
15 |
||
4.16 |
.93 |
22 |
5.01 |
.91 |
18 |
3.7 |
.53 |
14 |
||
28.05 |
5.93 |
21 |
27.76 |
5.98 |
22 |
28.2 |
5.9 |
21 |
||
24.41 |
5.21 |
21 |
24.57 |
5.33 |
22 |
24.33 |
5.16 |
21 |
||
28.05 |
5.85 |
21 |
27.24 |
5.78 |
21 |
28.5 |
5.84 |
20 |
Elaboración propia.M: MediaD: Desviación típicaCV: Coeficiente de
variaciónDCO: Disposición al cambio organizacionalEN: EngagementDI: Dimensión IndividualMO: MotivaciónAC: AceptaciónDG: Dimensión GrupalCO: ComunicaciónLI: LiderazgoDO: Dimensión OrganizacionalCL: ClimaCN: ConocimientoVI: VigorDE: DedicaciónAB: AbsorciónCU: Cultura
Como se observa en la Tabla 1, para las
variables de cambio organizacional el promedio de la dimensión individual de la
muestra colombiana la puntuó por encima del promedio general, pero fue más
homogénea en la población de Ecuador, aunque en los dos países el grado de
homogeneidad fue mayor que en la población general. Las dimensiones grupal y
organizacional de cambio mostraron un comportamiento similar. Respecto a la
variable engagement,
las dimensiones vigor y absorción mostraron un promedio mayor en la muestra
ecuatoriana respecto a la muestra colombiana y al total, pero no ocurre igual
en dedicación. Respecto a la edad el nivel de homogeneidad es similar
independientemente de si se considera el país o la muestra general. Con
respecto a los promedios de la disposición al cambio, fueron mayores en la
dimensión individual a nivel general y de la muestra ecuatoriana respecto a las
otras dimensiones. Sin embargo, en la muestra colombiana el mayor promedio se
presenta en la dimensión organizacional. En cuanto a la edad, la muestra ecuatoriana
es en promedio ligeramente mayor que la colombiana.
Un aspecto que llama la atención tiene que ver con el hecho de
cómo en cada uno de los aspectos que componen las distintas dimensiones de la
disposición al cambio organizacional la puntuación promedio de la muestra
colombiana fue superior a la muestra ecuatoriana, si bien esta última se
evidencia un poco más homogénea. Los promedios más altos se obtuvieron en la
muestra colombiana en aceptación que corresponde a la dimensión individual y en
clima de la dimensión organizacional; en la muestra ecuatoriana, el más alto
correspondió a motivación de la dimensión individual, en tanto que a nivel
general correspondió a clima en la dimensión organizacional.
Con relación al primer objetivo, sobre la relación entre engagement y
disposición al cambio, se realizó la prueba de normalidad de las
distribuciones, tanto general como discriminada por país, mediante la prueba de
Kolmogorov Smirnov, dado que cada muestra tenía un tamaño superior a 50 casos.
Esto llevó a rechazar la hipótesis de normalidad para cada una de las variables
y por lo tanto permitiendo el uso de la correlación de Spearman para los
análisis posteriores.
En la Tabla 2 se pueden observar las
correlaciones entre engagement
y disposición al cambio. En todos los casos se trata de correlaciones directas
positivas y significativas respecto a valores p < .05 y .001. Sin embargo,
al analizar los resultados un poco más a fondo, se puede establecer que, a
pesar de tratarse de correlaciones significativas entre la variable engagement y
disposición al cambio, hay correlaciones más altas en la muestra colombiana que
en la ecuatoriana e incluso que en la muestra general. En casos como la
correlación entre vigor y motivación en la muestra ecuatoriana, la correlación
es muy baja (rho = .093; p < .05) a pesar de ser significativa y esto indica
una porción de varianza explicada inferior al 1 %.
Tabla 2
General |
Colombia |
Ecuador |
|||||||
.201** |
.267** |
.139** |
.405** |
.385** |
.319** |
.180** |
.233** |
.190** |
|
.176** |
.236** |
.139** |
.377** |
.360** |
.281** |
.093* |
.157** |
.132** |
|
.201** |
.255** |
.100** |
.357** |
.346** |
.322** |
.316** |
.313** |
.232** |
|
.156** |
.241** |
.153** |
.407** |
.394** |
.316** |
.158** |
.233** |
.265** |
|
.177** |
.227** |
.169** |
.363** |
.341** |
.248** |
.140** |
.183** |
.239** |
|
.121** |
.236** |
.114** |
.406** |
.413** |
.373** |
.127** |
.264** |
.232** |
|
.191** |
.262** |
.154** |
.415** |
.377** |
.343** |
.290** |
.328** |
.341** |
|
.159** |
.253** |
.128** |
.364** |
.342** |
.379** |
.267** |
.370** |
.340** |
|
.175** |
.204** |
.115** |
.301** |
.251** |
.187** |
.243** |
.277** |
.282** |
|
.191** |
.260** |
.152** |
.392** |
.377** |
.341** |
.302** |
.330** |
.344** |
Elaboración propia.** La correlación es
significativa en el nivel .01 (bilateral).* La correlación es
significativa en el nivel .05 (bilateral).Notas: DI: Dimensión
Individual; Mo: Motivación; Ac: Aceptación; DG: Dimensión Grupal; Co:
Comunicación; Li: Liderazgo: DO: Dimensión Organizacional; Cl: Clima; Cn:
Conocimiento; Cu: Cultura; Vi: Vigor; De: Dedicación; Ab: Absorción.
En esta tabla se observa que las correlaciones más altas en la
muestra general se presentan entre la dimensión individual y dedicación (rho =
.267; p < .01), con correlaciones en general entre .1 y .2. En la muestra ecuatoriana,
si bien son un poco más altas, ocurre algo similar, pero al comparar con las
correlaciones entre las variables con la muestra colombiana se encuentran
correlaciones por encima de .4 entre las variables dimensión individual y vigor
(rho = .405; p < .01), dimensión grupal y vigor (rho = .407; p < .01),
liderazgo y vigor (rho = .406; p < .01) dimensión organizacional y vigor
(rho = .415; p < .01), liderazgo y dedicación (rho = .413; p < .01) y
únicamente es baja la correlación entre conocimiento y absorción (rho = .187; p
< .01).
Tabla 3
General |
Colombia |
Ecuador |
|||||||
De (%) |
De (%) |
De (%) |
|||||||
4.0 |
7.1 |
1.9 |
16.4 |
14.8 |
10.2 |
3.2 |
5.4 |
3.6 |
|
3.1 |
5.6 |
1.9 |
14.2 |
13.0 |
7.9 |
0.9 |
2.5 |
1.7 |
|
4.0 |
6.5 |
1.0 |
12.7 |
12.0 |
10.4 |
10.0 |
9.8 |
5.4 |
|
2.4 |
5.8 |
2.3 |
16.6 |
15.5 |
10.0 |
2.5 |
5.4 |
7.0 |
|
3.1 |
5.2 |
2.9 |
13.2 |
11.6 |
6.2 |
2.0 |
3.3 |
5.7 |
|
1.5 |
5.6 |
1.3 |
16.5 |
17.1 |
13.9 |
1.6 |
7.0 |
5.4 |
|
3.6 |
6.9 |
2.4 |
17.2 |
14.2 |
11.8 |
8.4 |
10.8 |
11.6 |
|
2.5 |
6.4 |
1.6 |
13.2 |
11.7 |
14.4 |
7.1 |
13.7 |
11.6 |
|
3.1 |
4.2 |
1.3 |
9.1 |
6.3 |
3.5 |
5.9 |
7.7 |
8.0 |
|
3.6 |
6.8 |
2.3 |
15.4 |
14.2 |
11.6 |
9.1 |
10.9 |
11.8 |
Elaboración propia.Notas: DI: Dimensión
Individual; Mo: Motivación; Ac: Aceptación; DG: Dimensión Grupal; Co:
Comunicación; Li: Liderazgo: DO: Dimensión Organizacional; Cl: Clima; Cn:
Conocimiento; Cu: Cultura; Vi: Vigor; De: Dedicación; Ab: Absorción.
A pesar de la presencia de correlaciones significativas entre
todos los componentes de las variables disposición al cambio y engagement, es
importante realizar la evaluación de las asociaciones que se presentan ya que
en este tipo de situaciones no resulta pertinente evaluar el tamaño del efecto,
ya que no se trata de relaciones causales (Coe
y Merino, 2003). De acuerdo con los autores citados, es posible encontrar
valores de coeficientes de determinación inferiores al 30 % y resulta poco
común que sean superiores, aspecto que es evidente en los resultados de esta
investigación tal como se ven en la Tabla 3. Se observa que
los porcentajes de varianza explicada más altos se presentan en las relaciones
de variables en la muestra colombiana.
En relación con el segundo y tercer objetivo, se estableció la
correlación entre edad y engagement, y edad y disposición al cambio en la muestra
general y por países (ver Tabla 4). Como se mencionó
anteriormente, se evaluó la normalidad para cada una de las variables mediante
la prueba de Kolmogorov Smirnov (K-S), y se encontró que esta no fue comprobada
para ninguna distribución y, por tanto, se empleó la correlación de Spearman.
Tabla 4
Elaboración propia.** La correlación es
significativa en el nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es
significativa en el nivel 0.05 (bilateral).Notas: DI: Dimensión
Individual; Mo: Motivación; Ac: Aceptación; DG: Dimensión Grupal; Co:
Comunicación; Li: Liderazgo: DO: Dimensión Organizacional; Cl: Clima; Cn:
Conocimiento; Cu: Cultura; Vi: Vigor; De: Dedicación; Ab: Absorción.
En cuanto a los objetivos de identificar la relación entre edad
y engagement,
e identificar la relación entre edad y disposición al cambio organizacional con
la submuestra ecuatoriana, no se encontraron correlaciones significativas entre
edad y disposición al cambio o engagement. Se encontraron correlaciones inversas
significativas en la muestra general entre edad y la dimensión organizacional
(rho = -.070; p < .05), y edad y las variables clima (rho = -.085; p <
.05) y conocimiento (rho = -.080; p < .05). En la submuestra colombiana se
encontraron correlaciones significativas entre edad y la dimensión individual
(rho = .123; p < .05), así como con las variables aceptación (rho = .118; .
< .05) y cultura (rho = .162; . < .01). Con respecto a la variable engagement, se
encontraron correlaciones entre edad y vigor (rho = .119; . < .01) en la
muestra general, así como entre edad y cada una de las tres subvariables
(vigor: rho = .251; . < .01; dedicación: rho = .196; . < .01; absorción:
rho = .151; . < .05) en la muestra colombiana. La varianza explicada entre
edad y los componentes y variables de disposición al cambio con la muestra
general y la submuestra ecuatoriana no supera el 1 %; para la muestra
colombiana se supera el 1 % con las dimensiones individual y grupal y las
variables motivación, aceptación, comunicación y cultura. Algo similar ocurre
con las variables edad y engagement: la varianza explicada con la muestra general y
la ecuatoriana no supera el 1 % de varianza explicada, en tanto que la muestra
colombiana explica más de 2 % en todos los casos. Sin embargo, en términos numéricos
esta porción de varianza explicada en todos los casos es muy baja.
Dados los resultados se consideró apropiado evaluar si se
presentaban diferencias significativas entre los resultados de los dos países.
Dada la evaluación de normalidad realizada previamente, se procedió a realizar
una comparación entre dos grupos independientes con la prueba no paramétrica de
Rangos de Wilcoxon (ver Tabla 5). Se encontraron diferencias
significativas entre las muestras en las variables edad y disposición al
cambio, también en la subvariable de engagement absorción, pero no se evidenciaron diferencias en
vigor y dedicación.
Tabla 5
Notas: DI: Dimensión Individual; Mo: Motivación; Ac: Aceptación; DG:
Dimensión Grupal; Co: Comunicación; Li: Liderazgo: DO: Dimensión
Organizacional; Cl: Clima; Cn: Conocimiento; Cu: Cultura; Vi: Vigor; De:
Dedicación; Ab: Absorción.
Respecto a los componentes y variables de disposición al cambio
organizacional se observa que las calificaciones promedio son sistemáticamente
mayores para la muestra colombiana frente a la muestra ecuatoriana; por otra
parte, en relación con la variable engagement, los promedios de puntuación son mayores para
vigor (las diferencias no son significativas) y absorción en la muestra
ecuatoriana, frente a la muestra colombiana. No ocurre lo mismo con dedicación,
cuya muestra colombiana evidencia un mayor promedio. Sin embargo, en este caso,
las diferencias no son significativas; el promedio de edad es mayor en la
muestra ecuatoriana.
Discusión
La presente investigación se propuso como objetivo general
identificar la relación entre edad, el engagement y la disposición al
cambio organizacional. Para ello, se estableció inicialmente la relación entre
las variables engagement
y disposición al cambio, y se encontró que la muestra a nivel general, al igual
que discriminada por submuestras (Ecuador y Colombia), evidenciaba
correlaciones directas, positivas y significativas. Sin embargo, en un análisis
posterior, resultó evidente que dicha correlación no aportaba evidencia
suficiente respecto de la varianza explicada en la relación de las distintas
variables. Llama la atención en este análisis que las correlaciones más altas
entre las variables engagement
y disposición al cambio se encuentran en la submuestra colombiana en la mayor
parte de los casos.
También se buscó evaluar la relación entre edad y las variables
centrales de la investigación, aunque no se encontraron evidencias estables
respecto a la relación entre edad y engagement o disposición al cambio. Los resultados
contradicen los hallazgos de Haley et al. (2013)
y Bezuidenhout y Cilliers (2011), ya
que a pesar de que en la muestra colombiana las variables de engagement
correlacionan significativamente de manera positiva, la varianza explicada no
supera el 6 %. Este aspecto implica que se carece de un aporte real para
evidenciar una relación relevante entre el engagement y la disposición al
cambio, o entre la edad, el engagement y la disposición al cambio, ya que, de acuerdo
con Cárdenas y Arancibia (2014), solo
valores por encima del 30 % de varianza explicada aportarían elementos
relevantes para explicar las relaciones entre variables. Sin embargo, análisis
adicionales evidenciaron resultados inesperados respecto de las diferencias
significativas entre las dos submuestras; específicamente la variable
disposición al cambio tiende a presentar promedios mayores en la población
colombiana, en tanto la variable engagement tiende a ser mayor en la población ecuatoriana;
sin embargo, en este último caso las diferencias no son significativas.
Los resultados no aportan evidencias frente a las hipótesis de
investigación, si bien las diferencias en los tamaños de las muestras y su
procedencia pueden producir un efecto negativo. Llama la atención la
posibilidad de que factores culturales incidan en la relación de estas
variables, por lo que se recomienda realizar investigaciones que provean
muestras balanceadas a nivel transcultural.
La posibilidad de realizar investigaciones a nivel transcultural
implica la contrastación entre las diferentes variables a nivel no solo
regional, sino transcultural, partiendo de la adaptación transcultural de los
instrumentos de evaluación para evitar posibles sesgos por las particularidades
idiomáticas del habla hispana.
Conclusiones
Las organizaciones son sistemas abiertos que tienen una relación
bidireccional con el ambiente, lo que implica que ellas deben responder tanto a
los cambios del ambiente como a los que se generan en su interior. Estos cambios
los asumen los trabajadores de manera positiva o negativa, lo cual depende de
diversos factores: uno de ellos es la edad de las personas que, aunque no es
determinante, sí puede llegar a obstaculizar los procesos de cambio. Por otra
parte, la edad se puede relacionar en mayor o menor medida con el engagement y
podría depender de la actitud de las personas y de las experiencias pasadas.
Finalmente, y a manera de reflexión, sería interesante revisar
cómo los cambios que se han presentado por la pandemia causada por el COVID-19
son manejados por las organizaciones y sus miembros, dependiendo de la edad y
cómo se asume el engagement,
especialmente por las condiciones de trabajo remoto desde casa mediado por
tecnologías informáticas y de la comunicación.
Agradecimientos
El trabajo que se presenta es resultado de la investigación
llevada a cabo en las ciudades de Bogotá y Pereira (Colombia) y Ambato
(Ecuador) y contó con el apoyo de las universidades Católica de Colombia en
Bogotá, Católica de Pereira y Católica de Ecuador, sede Ambato.
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