Artículos
El trabajo emocional
en la asesoría de negocios a emprendimientos y microempresas chilenas
Emotional
labor in business consulting advisors for Chilean entrepreneurs and
microenterprises
Marcela Quiñones Herrera mquinones@uchile.cl
Universidad de Chile, Chile
Florencia Díaz Pérez florencia.diaz@ug.uchile.cl
Universidad de Chile, Chile
El trabajo emocional en la asesoría de negocios a
emprendimientos y microempresas chilenas
Interdisciplinaria, vol. 38, núm. 3, pp. 287-302, 2021
Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias
Afines
Los autores/as
conservan los derechos de autor y ceden a la revista el derecho de la primera
publicación, con el trabajo registrado con la licencia de atribución, no
comercial, compartir igual de Creative Commons, que permite a terceros utilizar
lo publicado siempre que mencionen la autoría del trabajo y a la primera
publicación en esta revista, no se utilice con fines comerciales y las obras
que se deriven se compartan en iguales condiciones.
Esta obra está
bajo una Licencia
Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recepción:
19 Abril 2020
Aprobación:
08 Julio 2021
Resumen:
El trabajo emocional es un proceso multidimensional que adquiere
relevancia debido a su creciente prevalencia y las serias consecuencias que
tiene para trabajadores y organizaciones. La presente investigación busca
describir las experiencias de trabajo emocional en trabajadores pertenecientes
a centros de negocios que asesoran a emprendimientos y microempresas chilenas,
cómo estas afectan su trabajo y las estrategias adoptadas para gestionarlo.
Para esto, se organizaron cuatro grupos focales en cuatro centros de negocios
con financiamiento público. Los análisis revelaron que el trabajo de los
asesores/as requiere demandas de apoyo y contención emocional que están por
fuera de su rol y competencias profesionales, lo cual tiene consecuencias
negativas para su trabajo y su salud mental. Estas exigencias les hicieron
desplegar una serie de estrategias individuales y grupales para disminuir los
efectos negativos del trabajo emocional. Dentro de las estrategias individuales
se observaron: establecer límites con los clientes, regular expectativas sobre
las asesorías, desarrollar un endurecimiento emocional, practicar el
autocuidado a través de la autoexploración emocional y, en algunos casos,
buscar ayuda profesional de psicólogos/as. Como estrategia grupal, se observó
el apoyo y la contención de los miembros de los equipos, los cuales, a su vez,
facilitaban la derivación de clientes con situaciones complejas a asesores/as
con más experiencia. Estos resultados muestran el carácter invisibilizado del
trabajo emocional en la asesoría de negocios a emprendimientos y microempresas,
como también la importancia de reconocerlo y gestionarlo como parte de los
riesgos laborales para prevenir sus efectos en trabajadores y en las
organizaciones.
Palabras clave: trabajo emocional, estrategia superficial, estrategia profunda,
riesgos psicosociales laborales, salud ocupacional.
Abstract: Emotional labor is a
multidimensional concept that includes the interactions between emotional
requirements of the jobs, how emotions are expressed and the regulation
strategies that it entails. In the last decades it has increased its importance
due to its rising prevalence and its severe consequences for employee’s health
and organizational performance. Within this context, the present study seeks to
address the different components of emotional labor and its effects on business
consulting advisors for Chilean entrepreneurs and microenterprises, working in
public-funded small business development centers. In doing so, four focus
groups were carried out in four small business development centers located in
Santiago of Chile. Analyses revealed that mentoring entrepreneurs and
micro-enterprises is more complex than it appears, showing that advisors must
provide support and comfort to their clients to succeed in their job goals.
These demands go beyond their work role and exceed their competencies, which
negatively impacts job performance and mental health of business advisors. In
order to cope with the job demands, business advisors display several
individual and collective strategies. As part of the individual strategies, the
following was found: establishing boundaries with clients, regulating clients’
expectations of the mentoring sessions, developing “emotional hardening”,
practicing self-care throughout emotional self-exploration, and in some cases,
looking for psychological counseling. Interestingly, the term “emotional
hardening” matches the definition of the superficial strategy formulated by Alicia
Grandey, in which employees simulate or perform the emotion required by a job
without changing their inner selves. Vast evidence has demonstrated that the
use of this strategy is associated with serious health consequences for
employees, therefore, this finding may be considered as a warning sign for the
small business development centers. As a collective strategy, business advisors
rely on their work teams. Specifically, advisors look for support and comfort
from their co-workers and when confronted with complex clients the team
referrers them to more experienced advisors. In addition, analyses showed other
aspects that hinder the work of business advisors, such as the high amount and
diversity of job tasks that are asked from business advisors, combined with
several deadlines coming from government institutions and the centers.
Furthermore, woman business advisors expressed they face more obstacles at work
compared to their male co-workers, most of these obstacles are related to a
gender-based discrimination coming from some clients, who doubt their expertise
and competences as female advisors, and prefer to deal with male advisors.
Overall, results aligned with the literature on emotional labor, showing that
emotional labor is characterized by being a secondary and veiled issue in
mentoring entrepreneurs and micro-enterprises. Furthermore, using the
strategies revealed that emotional labor involves visible processes but also
intrapsychic processes that led to a decrease in employees’ resources and energy.
Considering the effects of emotion labor in the context of business advisory,
our results may help to strengthen the main Chilean strategy, and a well-known
international program, to promote the development of entrepreneurs and
microenterprises. This is even more relevant in the context of the social and
employment crisis that Chile and most of the countries undergo, where
entrepreneurship (formal and informal) has emerged as the main alternative to
cope with unemployment. In conclusion, despite the long tradition of research
on emotional labor and its serious consequences, it remains an invisible and
secondary process within organizations. This research highlights the importance
of identifying and managing emotions as a nuclear part of the job of business
consulting advisors for Chilean entrepreneurs and microenterprises.
Keywords: emotional labor, surface acting, deep acting, psychosocial
work-related risks, occupational health.
Introducción
El trabajo emocional
En las últimas décadas, se ha observado un crecimiento sostenido
de las organizaciones basadas en la provisión de servicios, tales como banca,
venta al público y entretenimiento (López-Posada
et al., 2018). Esto ha tenido como consecuencia la emergencia de nuevas
condiciones de trabajo, varias de ellas pertenecientes a la esfera de los
factores psicosociales laborales, es decir, condiciones del trabajo, su
organización y contexto que pueden afectar de manera positiva o negativa la
salud de los trabajadores/as (se utilizará el término trabajadores para
referirse a todos los géneros) (Gil-Monte,
2009). Como parte de estas condiciones que devienen de trabajos con alta
interacción con otros/as se destaca el trabajo emocional, el cual será
explicado a continuación.
El término "trabajo emocional" fue originalmente
acuñado por Arlie Hochschild (1983),
quien lo definió en torno al control de las emociones y sentimientos para
acomodarlos a las expectativas organizacionales. Desde esta perspectiva, el
trabajo emocional se transforma en una demanda laboral más, de carácter
explícito o implícito, realizada a cambio de un salario. Los hallazgos de
Hochschild abrieron camino al estudio de las emociones en las organizaciones, y
su impacto en los procesos de trabajo y bienestar de los trabajadores.
De la mano con lo anterior, surgen otras corrientes de estudio
sobre el trabajo emocional, las cuales exploran los mecanismos internos que
posibilitan el trabajo emocional, su expresión externa y sus consecuencias (Grandey, 2000). Dentro de estos
desarrollos se destaca el trabajo emocional como proceso intrapsíquico, que
corresponde a la regulación de sentimientos y expresiones realizada por los
trabajadores para alcanzar las metas organizacionales (Grandey, 2000). Este proceso de regulación
se realiza, principalmente, por medio de dos estrategias: la actuación profunda
y la actuación superficial. En la actuación profunda, los trabajadores adaptan
sus vivencia emocional a las expresiones emocionales requeridas, por medio de
cambios cognitivos y emocionales (Grandey
y Sayre, 2019). En tanto, en la actuación superficial, los trabajadores
pretenden o simulan experimentar la emoción requerida, sin cambiar sus estados
internos (Grandey y Sayre, 2019). A
pesar de ocupar mecanismos diferentes, ambas estrategias implican esfuerzos y,
por ende, están asociadas a un desgaste en los trabajadores.
El presente estudio adopta una aproximación integrativa que
reconoce los diferentes desarrollos del trabajo emocional como facetas de un
mismo fenómeno. A partir de esto, se define el trabajo emocional como un
concepto dinámico, que abarca las interacciones entre los requerimientos
emocionales del puesto de trabajo, cómo las emociones son expresadas y cuáles
son las estrategias de regulación emocional utilizadas para esto (Grandey et al., 2013).
La creciente atención que ha recibido el trabajo emocional
durante las últimas décadas, no solo se relaciona con su alta prevalencia
asociada al crecimiento del rubro de servicios, sino también a las
consecuencias que este ha evidenciado tener para la salud y bienestar de
trabajadores (Framke et al., 2019; Hülsheger y Schewe, 2011; Peng, 2017; Zapf et al., 2001).
Es una evidencia metaanalítica que aborda el trabajo emocional
como un proceso intrapsíquico, que muestra que la estrategia superficial tiene
efectos negativos para los trabajadores, en tanto se asocia a mayores niveles
de estrés, mayor burnout
(Grandey, 2003) y menor satisfacción
laboral (Hülsheger y Schewe, 2011; Kammeyer-Mueller et al., 2013). Asimismo,
estudios recientes aportan consistente evidencia del impacto a largo plazo del
trabajo emocional en la salud. En particular, Framke y colaboradores (2019) demuestran
que altos niveles de trabajo emocional predijeron licencias médicas prolongadas
en una muestra de más de 20 000 casos, aun cuando se controle por
sintomatología depresiva previa.
No obstante, las investigaciones que analizan el trabajo
emocional como un requerimiento del trabajo han mostrado resultados mixtos en
relación con el bienestar, donde no siempre el trabajo emocional se asocia de
manera negativa con la salud de trabajadores (Grandey, Diefendorff y Rupp, 2013). Estas
inconsistencias demuestran que, a pesar de los avances realizados, falta
ahondar en las condiciones y mecanismos que transforman el trabajo emocional en
un riesgo o un factor promotor de la salud de trabajadores.
El presente estudio reconoce la relevancia de profundizar y
aportar a la comprensión del trabajo emocional desde tres aspectos. El primero,
situándose en el contexto latinoamericano, donde este fenómeno ha sido menos
estudiado en comparación con la evidencia disponible en países del hemisferio
norte. El segundo, es desde el estudio cualitativo de las dimensiones de este
concepto, a partir de lo cual se busca contribuir al entendimiento del trabajo
emocional a partir de la vivencia de trabajadores. Finalmente, se busca ampliar
el rango de ocupaciones estudiadas al incluir un segmento ocupacional poco
explorado, y de gran importancia para las economías actuales: los asesores y
asesoras de negocio (se utilizará el término asesores para referirse a todos
los géneros) para emprendimientos y microempresas.
El trabajo emocional en la asesoría a emprendimientos y
microempresas
A nivel mundial se han desarrollado políticas y programas
centrados en fomentar la creación y desarrollo de emprendimientos y
microempresas, especialmente en sectores de mayor vulnerabilidad (Sepúlveda Madonado et al., 2017). Dentro
de estas políticas se destaca la red de Centros de Desarrollo de Negocios (Small Business Development
Centers), presente en varios países de América Latina (Argentina,
Chile, Perú, Honduras, entre otros) y el mundo (Dini, 2019). En Chile, existen 51 Centros
de Desarrollo de Negocios ("centros", de ahora en adelante), que
dependen de una entidad central estatal (el Servicio de Cooperación Técnica,
SERCOTEC), la cual les proporciona los recursos económicos. No obstante, los
centros funcionan en el cotidiano a través de operadores públicos o privados
que se adjudican periódicamente la licitación de cada centro. De esta forma,
quienes trabajan en los centros, responden tanto a las demandas del empleador
central (SERCOTEC) como a las del empleador directo.
Los centros se enfocan principalmente en dar asesoría técnica,
individual, y gratuita, a emprendimientos, micro y pequeñas empresas, con el
fin de mejorar su productividad y sostenibilidad. Cada centro cuenta con un
grupo de asesores de negocio, quienes están a cargo de realizar las mentorías
individuales ya descritas. Los asesores de negocios tienen un perfil
profesional altamente calificado, que comprende conocimientos técnicos, habilidades
y experiencia relacionadas con emprendimientos, lo cual dificulta encontrarles
en el mercado laboral.
Cada asesor maneja una cartera de clientes de acuerdo con su
calificación y experiencia (junior y senior). Sin embargo, como toda ocupación
que tiene a la base la interacción con personas, las tareas y roles de los
asesores se extienden más allá de los aspectos técnicos del negocio, abarcando
funciones que no son incluidas en la descripción formal de sus puestos de
trabajo. Dentro de estas funciones, destaca el trabajo emocional en la mentoría
individual a emprendimientos. En efecto, el proceso de guiar a emprendimientos
implica el establecimiento y desarrollo de un vínculo de confianza entre
asesores y clientes (se utiliza el término trabajadores para referirse a todos
los géneros). En esta relación, asesores deben aprender a manejar sus emociones
y la expresión de estas, además de canalizar las emociones de sus clientes, con
el fin de realizar las asesorías de acuerdo con los requerimientos de las entidades
empleadoras. Lo anterior sugiere que la asesoría de negocios a emprendimientos
conlleva un esfuerzo por parte de los asesores para regular la expresión y
vivencia de sus emociones, en pro de lograr los objetivos de la mentoría de
negocios (Grandey y Sayre, 2019).
De acuerdo a la evidencia ya descrita, la gestión de las
emociones puede transformarse en un riesgo para la salud de los trabajadores,
dependiendo de las estrategias que se adopten y las condiciones
organizacionales en que se dan (Framke et
al., 2019; Hülsheger y Schewe, 2011).
A pesar de que los asesores de negocios son agentes claves para
la implementación y éxito de los programas que, a nivel mundial, desean
potenciar el emprendimiento y la microempresa, existen pocos estudios que se
centren en su bienestar y, para nuestro conocimiento, ninguno que aborde el
trabajo emocional. Es por esto, que la presente investigación tiene como
objetivo describir las experiencias del trabajo emocional de asesores y
asesoras de negocios de centros pertenecientes a SERCOTEC, cómo estas afectan
su trabajo y las estrategias adoptadas para gestionarlo.
Método
Este estudio formó parte de un proyecto de mayor alcance, cuyo
objetivo fue promover la salud mental en emprendimientos y asesores de
negocios. Parte de este proyecto contempló una etapa inicial de indagación
sobre el trabajo de asesorías de negociosa emprendimientos y microempresas, con
particular foco en el trabajo emocional. Considerando el objetivo y alcance de
la presente investigación, este se enfoca solo en el trabajo emocional
desplegado en la asesoría de negocios a emprendimientos y microempresas.
Técnica de producción de datos
Esta investigación adoptó un enfoque cualitativo, ya que permite
comprender las experiencias sociales desde la perspectiva de los
involucrados/as. En este sentido, el diseño de la investigación fue de carácter
descriptivo, buscando definir, caracterizar y pormenorizar el fenómeno social
estudiado (Ato et al., 2013). La
estrategia utilizada para producir los datos fue el grupo focal, apropiada en
tanto permitió rescatar la experiencia típica de un grupo. Para esto, se
elaboró una pauta temática de grupos focales que abordó la percepción de los
asesores sobre su propio trabajo, explorando las principales barreras y
facilitadores de su trabajo, y su percepción sobre su salud mental.
Muestra
Para la selección de las y los participantes en los grupos
focales se consideraron tres criterios: 1) trabajar en uno de los cuatro
centros de negocios, localizados en Santiago de Chile (sector oriente, poniente
y sur), que formaron parte del proyecto de promoción de salud mental; 2)
realizar labores de asesoría de negocios a emprendimientos y microempresas, o
3) facilitar o asistir el trabajo de asesorías. Siguiendo estos criterios se
invitó a toda la dotación de asesores de los centros y a sus directores/as (de
ahora en adelante, directores), ya que estos últimos también trabajan haciendo
asesorías. Finalmente, se integró a las y los asistentes de los centros,
quienes, a pesar de no hacer asesorías, fueron considerados informantes claves
que aportan información relevante sobre el quehacer de los asesores y el
trabajo emocional implicado en las mentorías de negocios (Tabla
1).
Tabla 1
Grupo focal |
Ubicación* |
Antigüedad (años) |
Asesores |
Asesoras |
Otros/as
participantes |
Total |
1 |
Zona centro |
3 |
2 |
2 |
1 directora, 2 asistentes |
7 |
2 |
Zona oriente |
3 |
2 |
3 |
1 director |
6 |
3 |
Zona poniente |
4 |
2 |
1 |
1 director |
4 |
4 |
Zona sur |
3 |
2 |
2 |
3 (1 director, 2 asistentes) |
7 |
Total participantes |
23 |
* Todos los centros
están ubicados en la Región Metropolitana de Santiago de Chile.
Estrategia de análisis de la información
Para trabajar los datos, se realizó un análisis de contenido
convencional de datos cualitativos, que se centra en el significado y la
interpretación subjetiva del contenido de los datos conversacionales por medio
del proceso de identificar, codificar y clasificar patrones primarios o
emergentes en los textos (Hsieh y Shannon,
2005). Estas categorías emergentes se centraron en describir las
percepciones de los asesores/as de negocio en torno a su quehacer, sus dificultades,
así como estrategias para enfrentarlas. Luego, los textos fueron codificados y
categorizados, generándose posteriormente, interpretaciones de la información
subyacente al relato, dando origen a las categorías emergentes que se presentan
en el apartado de resultados.
Para resguardar los aspectos éticos, se desarrolló un documento
de consentimiento informado, el cual indicó a las y los participantes de los
grupos focales la finalidad del proyecto, el propósito de los grupos focales y
el uso de la información recabada. Se solicitó autorización para grabar el
audio de las entrevistas, explicitándose el resguardo de identidad de cada
participante, quienes accedieron y firmaron los consentimientos.
Adicionalmente, los aspectos éticos de estudio fueron evaluados y aprobados por
la comisión responsable del financiamiento y patrocinio del proyecto de mayor
alcance.
Resultados
El análisis de contenido permitió identificar tres grandes
categorías de análisis: la vivencia del trabajo emocional en la asesoría de
negocios a emprendimientos y microempresas; las estrategias desplegadas para
sobrellevar la demanda de contención emocional, y otras dificultades asociadas
a las exigencias del cargo de asesores/as de negocios. Esta última categoría no
fue considerada inicialmente, pero emergió como una temática de relevancia para
entender el trabajo de asesoría de negocios. A su vez, estas categorías
presentaron subcategorías asociadas, descriptas a continuación.
La vivencia del trabajo emocional en la asesoría de negocios a
emprendimientos y microempresas
Esta dimensión, transversal a todos los centros, da cuenta de
tareas y procesos invisibilizados en la descripción formal de puesto de
trabajo, que exceden los aspectos técnicos de las asesorías de negocios. Los
asesores los denominan asesoría psicológica, en donde los clientes de los
centros encuentran una oportunidad para contar sus problemas, frustraciones y
tristezas. Parte de este proceso implica desplegar, por parte de los asesores,
habilidades de contención y escucha durante las sesiones de asesoría mientras
estos/as se desahogan. Estas experiencias son posteriormente utilizadas para
orientar los objetivos de las asesorías, en torno a los negocios de sus
clientes:
Me pasó una vez que llegó llorando a la oficina porque estaba
embarazada y era muy mayor, y tenía todo un show (…) y era la mitad de la
reunión, estuvo muy mal, conversamos solo de eso, y después, nosotras mismas,
cuando ella ya se tranquilizó, de ahí para adelante empezamos a trabajar en lo
que teníamos que trabajar. Pero eso me permitió hacer lo que teníamos que
hacer, y hacerlo bien. (Asesora 3, Grupo focal 2)
Debido al acompañamiento que se da durante la asesoría de
negocios y el trabajo de brindar seguridad, contención y empoderamiento a
emprendimientos, los asesores se involucran con el negocio como si fuera de
ellos mismos, lo que, según ellos, ayuda a que el emprendimiento se sostenga y
crezca en el tiempo. Parte de este involucramiento descripto es facilitado por
la naturaleza personalizada y cercana de la asesoría de negocios, la cual
conecta a los asesores con aspectos históricos, sociales y emocionales que
caracterizan a los emprendimientos.
No obstante, estas demandas de contención, muchas veces, generan
consecuencias negativas para el trabajo de los asesores. Por ejemplo, tener que
abandonar los objetivos iniciales de una sesión de asesoría, para destinar
dicho tiempo al ejercicio de contención y orientación emocional. Esto tensiona
los lineamientos, metas y tareas que se le demanda a los asesores, dificultando
su trabajo.
A pesar de que puede afectar el cumplimiento de metas, los
asesores manifiestan lo complejo que resulta no abordar temáticas del ámbito
personal durante las asesorías, pues son problemáticas y necesidades relevantes
para los clientes. Además, resulta complejo desapegarse de dejar dichos
elementos por el estrecho vínculo generado entre asesores y emprendedores/as
(de ahora en adelante, emprendedores). Por otra parte, contener a quienes
emprenden (homologable al ejercicio de un psicólogo o psicóloga), acarrea
consecuencias emocionales que van impactando a los asesores, llegando a
sentirse afectados por las demandas de apoyo. Estos refieren al concepto de
absorción de la emocionalidad que existe en el proceso de entregar contención
emocional, demandada por sus clientes:
Creo que el tema de la salud mental en el trabajo, aquí, es
súper complejo por el tema de la emocionalidad que tú absorbes, y las
situaciones, yo creo que todos enfrentamos las mismas situaciones, si el tema
es la tolerancia a eso. (Asesor 5, Grupo focal 3)
Esta llamada absorción de emocionalidad por parte de los
asesores generada, principalmente, debido a la profunda vinculación con sus
clientes (microemprendimientos y microempresas) puede llegar a tener consecuencias
negativas para la salud de los asesores. En casos más críticos, estas
dificultades derivaron en licencias médicas por estrés laboral. El fenómeno de
la ausencia de algún asesor o asesora termina por resentir a los equipos de
trabajo, especialmente cuando las licencias médicas se extienden por largos
periodos de tiempo, dado que significa una carga adicional de redistribución de
las tareas para el resto del equipo.
Estas vivencias serían comunes a todos quienes realizan
asesorías, pues deben aprender a enfrentar demandas emocionales similares entre
sus clientes. Se problematiza la capacidad de tolerar este tipo de exigencias
emocionales, en tanto se caracteriza como una habilidad personal. Esto genera
una dicotomía entre quienes serían más sensibles y quienes serían “más cuero de
chancho” (referido a una mayor resistencia ante este ejercicio). De esta forma,
la capacidad de contención emocional se encuentra mediada por la experiencia
laboral que poseen los asesores/as, en tanto quienes más tiempo llevan en su
trabajo han adquirido más herramientas para enfrentar estas demandas
psicológicas.
Estrategias desplegadas para sobrellevar la demanda de
contención emocional
Dadas las diferentes dificultades asociadas al ejercicio de
contención emocional que deben desempeñar los asesores de negocio, se
manifestaron una serie de estrategias desarrolladas por los mismos con la
finalidad de lidiar con este tipo de exigencias. Cabe señalar que cada uno de
los centros manifestó tener numerosas prácticas al momento de enfrentar este
tipo de requerimientos, por lo que no es posible generalizar una sola
estrategia en común a los diferentes casos participantes del proyecto. No
obstante, el elemento compartido consiste en la percepción de la contención
emocional de los emprendimientos como una problemática que debiese ser abordada
con herramientas y técnicas que pertenezcan al ámbito de la salud y la
psicología, que les ayuden a enfrentar de mejor manera estas demandas.
Establecer límites
En algunos centros, se expresó la importancia de evitar dar pie
a conversaciones de índole personal con los emprendedores, debido a las
repercusiones que esto tendría en el tiempo invertido en contener y escuchar a
los emprendedores, y su impacto en las asesorías y sus objetivos. No obstante,
la estrategia de establecer límites claros con los emprendimientos respecto de
los contenidos abordados durante las asesorías, se considera una
responsabilidad individual de cada asesor, sujeta a sus capacidades y su nivel
de experiencia en el centro:
El consenso general, es cómo hay que poner límites y cómo te
puedes involucrar, o no relacionarte los fines de semana (…) pero ahí cada uno
tiene sus técnicas, por ejemplo, yo considero que cualquier persona merece que
tú la escuches, igual que un psicólogo, no puedes andar reclamando cuando llega
un paciente contando sus problemas (…) a algunos se les hace más fácil
escuchar, y uno también va aprendiendo técnicas. (Asesora 3, Grupo focal 1)
Las dificultades en torno al establecimiento de los límites
pueden llegar a tener consecuencias negativas para la salud de los asesores,
tal como fue manifestado en dos de los centros participantes, debido a las
demandas de contención y al vínculo profundo generado con sus clientes. En
casos más críticos, estas dificultades derivaron en licencias médicas por
estrés laboral, mencionadas anteriormente. El fenómeno de la ausencia de algún
asesor o asesora termina por resentir a los equipos de trabajo, especialmente
cuando las licencias médicas se extienden por largos periodos de tiempo, dado
que significa una carga adicional de redistribución de las tareas para el resto
del equipo.
Regulación de expectativas de los emprendimientos
Otra estrategia observada consiste en la regulación de las
expectativas que tienen los clientes/as sobre la asesoría. Se manifiesta la
importancia de aclarar el alcance de estas sesiones, pues muchas veces se
espera que los asesores se encarguen de más funciones que las correspondientes,
en especial, en aquellos casos donde el emprendedor debe tomar decisiones que
dependen solo de ellos:
Para nosotros es importante el manejo de expectativas: cuál es
el alcance, cuál es el entorno de aquella asesoría, qué se entiende por
acompañamiento. Cosa de ponerle límites a esos empresarios que quieren que uno
le haga todo. (Asesor 2, Grupo focal 2)
Endurecimiento emocional
Algunos asesores señalaban que, con el paso del tiempo, han
desarrollado un endurecimiento emocional, donde prestar atención a los aspectos
personales de los clientes se concibe como una pérdida de tiempo de asesoría,
lo que a la larga repercute en los resultados de los negocios. Así, el volverse
menos receptivo para contener emocionalmente a los emprendedores, se logra, por
ejemplo, utilizando técnicas provenientes de otros ámbitos de acción.
Este tipo de estrategias llega, en algunos casos, a niveles de
disociación del rol, vale decir, momentos en que el trabajo emocional consiste
en actuar de determinada manera, intentando frenar la emocionalidad existente
en la instancia de asesoría, sobre todo en aquellos casos donde se demanda
mayor control de la situación. En el relato posterior, el asesor utiliza
conceptos del teatro, como que el momento de la asesoría sería una comedia y
debe ponerse una careta de actor con tal de poder sobrellevar los desbordes
emocionales de algunos de sus clientes:
Lo que te hacer un rol, eres como un actor, porque pasa mucho
que quieres decirle que su negocio vale “callampa”, pero no puedes decirle eso,
tienes que decirle que hay otras alternativas de negocio (…) Entonces hay que
ponerse una careta de actor, y ser este asesor profesional, pero sin
desconectarse emocionalmente de lo que dice la persona. A mí eso me funciona,
entro a la asesoría y es como una comedia. (Asesor 3, Grupo focal 2)
Autocuidado
Adicionalmente, se manifiesta el autoconocimiento y el poder
detectar los límites propios, como una estrategia al momento de brindar apoyo
emocional a sus clientes/as. Reconocer cuándo efectivamente es posible para un
asesor brindar este apoyo y, cuándo no lo es, se traduce en una estrategia
importante de establecimiento de límites.
De forma complementaria, algunos asesores han recurrido a
estrategias externas a su entorno de trabajo para enfrentar las demandas de
contención y apoyo emocional, tales como buscar ayuda profesional de
psicólogos:
Y he aprendido como a buscar herramientas afuera (…) cuando yo
estoy en la psicóloga yo creo que igual la pega aporta, aporta al tema de la
psicóloga, para que no te chupe la energía, (…) porque atendiste a mucha gente
y ves cosas técnicas, pero también ves cosas emocionales. (Asesora 2, Grupo
focal 3)
Apoyo del equipo
Por otra parte, la presencia del equipo de trabajo se percibe
como un elemento positivo para sobrellevar este tipo de exigencias, siendo una
estrategia desarrollada por los centros. De esta manera, el compartir las
vivencias entre diferentes asesores cuando se enfrentan a situaciones que
sobrepasan sus capacidades, es entendido como un acto de cuidado y apoyo mutuo,
lo cual fortalece los vínculos entre los miembros del equipo “nos ayudamos, nos
comentamos cosas, yo creo que, en el último periodo donde nos apoyamos, nos
cuidamos mutuamente, entonces desde ahí, uno empieza a generar otros vínculos”.
(Asesora 3, Grupo focal 1)
En estas conversaciones, los asesores refieren a sus diferentes
vivencias de las asesorías. Sin embargo, cabe mencionar que este tipo de
prácticas suele desarrollarse de manera informal, o como “comentarios de pasillo”,
no existiendo instancias formales y establecidas para tratar estos temas. Entre
los mismos asesores, se comprende la ausencia de una instancia regular para
compartir este tipo de dificultades emocionales, pues su trabajo estaría
orientado a metas de tipo económico y de crecimiento en los negocios, en torno
a las cuales son finalmente evaluados.
Por otro lado, el trabajo en equipo también se considera como
una estrategia para sobrellevar la carga del trabajo emocional de las asesorías
a través de la derivación de casos que resultan complejos de abordar para
ciertos asesores:
Nos pasó al principio con mujeres, que había, como que estaba el
marido como sombra, que finalmente era él el que hablaba, no sé si tomaba las
decisiones, pero era el que estaba ahí presente. Entonces cuando nos tocaban
esos casos, supongamos, nosotros preferíamos dárselo a un hombre (…) pero al
principio teníamos hartos casos así, donde uno veía que había violencia.
(Asesora 4, Grupo focal 1)
En estos casos, la dinámica de grupo de los asesores permite que
quienes, por diversos motivos, presenten mayores dificultades para tratar con
algunos clientes en particular, puedan verse apoyados por miembros del equipo
al derivar a esos clientes; disminuyendo así las dificultades del trabajo de
asesorías para estos asesores.
Dificultades adicionales asociadas a las exigencias del cargo de
asesores/as de negocios
Sobrecarga laboral
Un elemento que se añade a las demandas detalladas previamente
es el cumplimiento de diversas metas, encomendadas como parte del trabajo por
uno de sus empleadores, lo cual genera conflictos y dificultades para los
asesores. Esto es percibido como una sobrecarga, especialmente, cuando se les
solicita la incorporación de nuevos mecanismos de trabajo, pues complejiza
algunos procesos para ellos. Lo anterior resulta en una sensación de
intranquilidad y angustia al no poder satisfacer lo solicitado en los tiempos
encomendados.
La sobrecarga laboral es resentida por los equipos laborales,
dada la falta de tiempo para poder realizar todo lo solicitado de manera
apropiada, dificultando el trabajo cotidiano de asesorías:
Nosotros tenemos una organización que ya nos demanda un montón
de cosas que hacemos, pero como que se van sumando, oye y ahora vamos a
implementar esto, oye y ahora queremos que hagan esto otro, urgente mándenos
esta información, levántenos este caso (…) entonces a veces pasa que me cuesta
mucho la asesoría, me cuesta mucho tomar la cartera de mis clientes, porque se
me va el tiempo en todas estas cosas (…) en ese sentido es la sobrecarga, el
exceso de trabajo. (Asesor 2, Grupo focal 3)
Este contexto de constante sobrecarga y exigencias de orden más
bien administrativo desafía la capacidad de cada asesor de administrar
eficientemente su tiempo para lograr las metas asignadas. En este sentido, cabe
destacar como ejemplo a uno de los centros, en que se generaron instancias
entre los miembros del equipo, donde compartían claves y estrategias sobre cómo
gestionar mejor el tiempo. Este tipo de dinámicas permite que se compartan las
técnicas y se genere un aprendizaje, posibilitando sobrellevar crecientes las
exigencias de cumplimiento de metas que les son encargadas.
Cuestionamientos desde los emprendimientos
Pasando a otro ámbito, referente a las demandas que deben
enfrentar los asesores, cabe mencionar el cuestionamiento recibido en algunas ocasiones,
en torno a sus capacidades, conocimientos y experiencia, por parte de algunos
clientes. Se señala que, generalmente, aquellos emprendimientos con mayores
niveles educativos, mayor capital cultural, o que llevan mayor tiempo de
formalización, suele ser más escépticos con respecto al servicio ofrecido por
los centros. En particular, por las capacidades de quienes van a asesorarlos.
Esto implica que los asesores/as sientan que deben validar sus competencias
ante este tipo de situaciones.
Finalmente, un elemento que se evidenció en los diferentes
centros tiene que ver con las dificultades que enfrentarían mayoritariamente
las mujeres asesoras. Se manifestó que recurrentemente se cuestionan sus
capacidades y conocimientos, lo cual, en cambio, nunca fue percibido por sus
compañeros varones. Esto se acrecentaba en la medida en que las asesoras lucían
más jóvenes. Así, varias de las asesoras señalaban la necesidad de estar
constantemente validándose, debiendo demostrar sus conocimientos, sus títulos
universitarios, y generando conversaciones técnicas con la finalidad de ser
consideradas asesoras competentes:
Al inicio era recurrente este tema, donde constantemente antes
de que comenzara la reunión, estaban preguntándole a ella si ella sabía,
cuestionándola abiertamente. Y ella se sentía muy mal, entonces no importa si
la cuestionaba o no, pero sí se sentía mal. Y la incitaban a demostrarles que
sabía, tenía que decir su título, le pasó mucho tiempo. (Asesor 2, Grupo focal
2)
Este relato da cuenta de un sesgo de género presente en relación
con la legitimización de las mujeres en su rol de asesoras, lo cual repercute
en términos anímicos en ellas, produciéndoles desmotivación y tristeza.
En resumen, el análisis de contenido mostró que el trabajo de
los asesores se complejiza al visibilizar las demandas de apoyo y contención
emocional que deben cumplir por fuera de su rol de asesoría técnica y sus
competencias profesionales, lo cual llega a tener consecuencias negativas para
su trabajo y su salud mental laboral. Estas exigencias profesionales les
requiere desplegar una serie de estrategias individuales y grupales con el fin
de mitigar los efectos negativos del trabajo emocional evidenciado. Como
estrategias individuales, se observaron el establecer límites con los clientes,
la regulación de sus expectativas sobre las asesorías, el desarrollar un
endurecimiento emocional y practicar el autocuidado y en algunos casos,
recurrir a la ayuda profesional de psicólogos. En términos de estrategias
grupales, se observó que el apoyo de los miembros del equipo de los centros
ayudó a los asesores en la contención emocional mutua y a derivar casos de
clientes difíciles entre el mismo equipo. Adicionalmente, se identificó la
presencia de otros elementos que dificultan aún más la realización de la labor
y el cumplimiento de metas de los asesores, tales como la sobrecarga de trabajo
y los cuestionamientos recibidos por parte de los clientes, en especial a
quienes son asesoras mujeres.
Discusión
El objetivo del presente estudio fue indagar en el trabajo
emocional desplegado en la mentoría de negocios realizada por asesoras y
asesores a emprendimientos y microempresas, explorando sus efectos en el
trabajo de asesoría y las estrategias para gestionarlo. Los resultados de
cuatro grupos focales revelaron que la asesoría de negocios se compone no solo
aspectos técnicos, sino que además incorpora al trabajo emocional, el cual es
descripto como fundamental para el logro de una mentoría exitosa.
Este estudio muestra que asesoras y asesores de negocio
vivencian dos facetas del trabajo emocional. La primera corresponde a la
instrumentalización de las emociones, las cuales son puestas al servicio de la
organización a cambio de un salario (Hochschild,
1983). En el relato de quienes trabajan en los centros, se señala que el
trabajo emocional se vivencia, primariamente, como un requerimiento del trabajo
necesario para realizar las mentorías. Durante la asesoría se trabaja en la
creación de vínculos con los emprendimientos, los cuales contribuirán al logro
de las metas requeridas por los centros. Esta instrumentalización de las
emociones ha sido ampliamente documentada en diferentes ocupaciones, tales como
docentes (Yin et al., 2017), policías
(Coelho-Alves et al., 2017) y personal
de enfermería (Gray, 2009).
La segunda faceta corresponde al trabajo emocional como proceso
intrapsíquico, el cual implica realizar esfuerzos y desplegar estrategias para
gestionarlo (Grandey y Sayre, 2019).
Para lograr ajustar sus emociones a las demandas organizacionales, asesores y
asesoras utilizan diversas estrategias, que dan cuenta de los esfuerzos
individuales y colectivos que acompañan estas acciones. Como parte de las
estrategias individuales, los asesores señalaron el establecimiento de límites,
el endurecimiento emocional, practicar el autocuidado y la regulación de
expectativas con los clientes. En tanto, como estrategias colectivas, los
asesores indicaron contar con el apoyo de sus compañeros, además de cuidar que
la asignación de clientes sea realizada considerando la experiencia de cada
asesor, a fin de cuidar a los trabajadores/as con menos experiencia. Se destaca
que tanto las estrategias individuales como las grupales no están formalizadas
como una política reconocida dentro de la organización, sino más bien
corresponden a prácticas informales, que dependen del criterio y formación de
cada asesor y su centro (Grandey et al.,
2013). El grado de informalidad de estas estrategias reafirma el plano
secundario y omitido que el trabajo emocional tiene dentro de las
organizaciones (Hochschild, 1983).
Dentro de las estrategias descritas, se destaca el uso de la
estrategia superficial (Grandey y Gabriel,
2015), la cual es nombrada como “endurecimiento emocional” por los
asesores. A la base de esta estrategia, se da un proceso de disociación entre
la emoción expresada y la vivenciada, donde ellos/as señalan que deben llegar a
actuar sus emociones. Lo anterior representa un signo de alerta para los
centros, ya que el uso de la estrategia superficial ha demostrado ser altamente
perjudicial para la salud de los trabajadores (Grandey, 2003; Hülsheger y Schewe, 2011; Zapf et al., 2001). Por ejemplo, varias
revisiones sistemáticas dan cuenta de que el empleo de esta estrategia está
relacionado con mayores niveles de burnout y estrés (Delgado
et al., 2017; Yin et al., 2019) y
menor satisfacción laboral y salud percibida (Wang et al., 2019). Por lo anterior, la
gestión adecuada de las emociones adquiere cada vez más relevancia en
organizaciones que requieren una alta interacción con otros, en tanto pueda
convertirse en un riesgo laboral cuyas consecuencias a largo plazo van más allá
del ámbito laboral y emergen como preocupaciones de salud pública (Framke et al., 2019).
Como parte de las explicaciones alternativas a los resultados,
pueden ser aplicados los estudios en emociones naturalmente sentidas (Walsh, 2019). Algunas investigaciones han
revelado que las emociones que se sienten de manera espontánea pueden
configurarse como otra estrategia de regulación automática que, a pesar tener
costos para las personas, son menores a los relacionados con la estrategia
superficial. En este sentido, cabe la posibilidad de que, en el presente
estudio, algunos asesores hayan usado esta estrategia en el cotidiano sin ser
conscientes de esto. Puede suceder que estos asesores sean quienes expresaron
menores preocupaciones o quejas relacionadas con su salud y desempeño,
diferenciándose de otros que adoptaron la estrategia superficial, y por ende,
relataron vivenciar mayor agotamiento relacionado con su trabajo. Hasta ahora,
las emociones naturalmente sentidas han sido menos investigadas en el trabajo
emocional, por lo que a futuro podrían ser abordadas como temática emergente en
estudios de las emociones en el contexto de trabajo.
A pesar de que el presente estudio aborda una temática de
interés, y estudiada relativamente poco en Latinoamérica, este presenta algunas
limitaciones necesarias de considerar para la interpretación adecuada de los
resultados. En primer lugar, se advierte una limitación teórica en torno al
abordaje del trabajo emocional como un potencial riesgo, sin dar cuenta de que
este también ha sido relacionado con indicadores positivos de salud mental en
el trabajo (Hülsheger y Schewe, 2011; Zapf y Holz, 2006). Por ejemplo, se ha
observado que el despliegue de emociones positivas y sensibilidad producto de
los requerimientos del trabajo ha tenido efectos positivos sobre la sensación
de logro personal y el desempeño laboral. La elección de abordar el trabajo
emocional como un potencial riesgo para los asesores de negocios, se basó en la
preocupación manifestada por estos mismos en torno al trabajo emocional,
particularmente cuando se hace uso de la estrategia superficial en el trabajo
con sus clientes.
En segundo lugar, respecto del diseño del estudio, los métodos
utilizados no permiten establecer una causalidad directa entre el trabajo
emocional y las consecuencias negativas derivadas de éste. Sin embargo, los
relatos de los asesores(as) dan cuenta de algunos efectos no deseados del
trabajo emocional en la salud, como fue mencionado en el caso de las licencias
médicas por estrés asociadas al trabajo con emprendimientos y microempresas.
Adicionalmente, estos efectos han sido ampliamente documentados previamente en
otros estudios, en particular cuando se utiliza la estrategia superficial (Grandey et al., 2013).
En tercer, y último lugar, se menciona como parte de las
limitaciones el uso exclusivo de la técnica cualitativa de grupo focal para
analizar el trabajo emocional. Esta, aunque es idónea para abordar el diálogo
en torno a una experiencia común (Canales,
2006), no permite indagar en la vivencia individual de los participantes.
La decisión de adoptar esta técnica por sobre otras, de tipo individual, se
basó en la disponibilidad y forma de trabajar que tienen los centros
participantes. Estos suelen adoptar la modalidad de trabajo de equipo o grupo
para tratar situaciones relacionadas con el trabajo, lo cual facilitaba el
abordaje de esta temática por medio del grupo focal. Asimismo, esta decisión se
vio reforzada por motivos prácticos, que refieren a la falta de tiempo que
tienen los asesores, debido a la sobrecarga de trabajo que experimentan, lo
cual dificultaba la realización de entrevistas individuales. Futuras
investigaciones sobre el trabajo emocional pueden centrarse en estudiar este
fenómeno a través de otras técnicas cualitativas, como la entrevista en
profundidad, para dar cuenta de los procesos cognitivos asociados al despliegue
y gestión del trabajo emocional individual.
Este estudio presenta varias contribuciones, que se desarrollan
a continuación. En términos teóricos, se aporta al enriquecimiento de la
investigación en trabajo emocional en dos ámbitos. El primero se refiere a
contribuir al desarrollo de evidencia del trabajo emocional desde
Latinoamérica, donde existen pocos estudios sobre el tema y la escasa
literatura existente se remite a estudiarlo principalmente de lo cuantitativo.
El segundo corresponde al estudio de un grupo ocupacional donde
no existen evidencias sobre trabajo emocional, que son los asesores de negocio
a emprendimientos y microempresas. Hasta ahora, gran parte de la investigación
se ha concentrado en otras ocupaciones, tales como profesionales de la
educación y personal de salud (Coelho-Alves
et al., 2017; Gray, 2009; Yin et al., 2019).
Por otra parte, este estudio realiza una contribución práctica,
en tanto destaca la necesidad de que el trabajo emocional deje de ser un
proceso velado y de responsabilidad de cada trabajador, y que pase a ser
reconocido como un potencial riesgo para la salud de las personas y el
funcionamiento de las organizaciones cuando no es gestionado adecuadamente (Hülsheger y Schewe, 2011). En este
sentido, este estudio releva la importancia del desarrollo de políticas e
iniciativas destinadas a desarrollar habilidades individuales y de equipos para
afrontar las demandas y costos derivados del trabajo emocional presente en las
asesorías a emprendimientos y microempresas.
Asimismo, de manera indirecta, esta investigación puede ayudar a
fortalecer la principal estrategia chilena y un importante programa
internacional, para desarrollar al emprendimiento y la microempresa, en tanto
apunta a proteger a quienes realizan el trabajo primordial de los centros de
negocio. Esto adquiere aún más relevancia en el escenario político-económico y
sanitario que vive Chile, en particular, y en el mundo en general, donde el
emprendimiento (formal e informal) se ha configurado como la alternativa frente
a las crecientes tasas de desempleo.
En conclusión, el presente estudio da cuenta de dos de las más
estudiadas facetas del trabajo emocional: como requerimientos del puesto de
trabajo y como estrategias de regulación emocional, en un segmento ocupacional
hasta ahora no estudiado. Lo anterior aporta a visibilizar que el trabajo
emocional puede emerger en diferentes ocupaciones y trabajos, más allá de los
tradicionalmente vinculados a la ayuda y apoyo a otros; y destaca la
importancia de gestionarlo apropiadamente para no afectar el funcionamiento y
salud de trabajadores.
Referencias bibliográficas
Ato, M., López, J. J. y
Benavente, A. (2013). Un sistema de clasificación de los diseños de investigación
en psicología. Anales
de Psicologia, 29(3), 1038–1059. https://doi.org/10.6018/analesps.29.3.178511
Canales, M. (2006). Metodologías de la
investigación social. LOM ediciones.
Coelho-Alves, J. S.,
Bendassolli, P. F. y Guedes-Gondim, S. M. (2017). Emotional labor and burnout:
A study with the military police. Avances en Psicología Latinoamericana, 35(3), 459–473. https://doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/apl/a.4505
Delgado, C., Upton, D.,
Ranse, K., Furness, T. y Foster, K. (2017). Nurses’ resilience and the
emotional labour of nursing work: An integrative review of empirical literature.
International
Journal of Nursing Studies, 70, 71–88. https://doi.org/10.1016/j.ijnurstu.2017.02.008
Dini, M. (2019). Centros de desarrollo
empresarial en América Latina: Lecciones de política de cinco experiencias
institucionales. Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL).
Framke, E., Sørensen, J.
K., Nordentoft, M., Johnsen, N. F., Garde, A. H., Pedersen, J., Madsen, I. E.
H. y Rugulies, R. (2019). Perceived and content-related emotional demands at
work and risk of long-term sickness absence in the Danish workforce: A cohort
study of 26 410 Danish employees. Occupational and Environmental Medicine, 76(12), 895–900. https://doi.org/10.1136/oemed-2019-106015
Gil-Monte, P. R. (2009).
Algunas razones para considerar los riesgos psicosociales en el trabajo y sus
consecuencias en la salud pública. Revista Española de Salud Pública, 83, 169–173. https://doi.org/10.1590/S1135-57272009000200003
Grandey, A. A. (2000).
Emotion regulation in the workplace: A new way to conceptualize emotional
labor. Journal of
Occupational Health Psychology, 5(1), 95–110. https://doi.org/10.1037/1076-8998.5.1.95
Grandey, A. A. (2003). When
“the show must go on”: Surface acting and deep acting as determinants of
emotional exhaustion and peer-rated service delivery. Academy of Management Journal, 46(1),
86–96. https://doi.org/10.5465/30040678
Grandey, A. A., Diefendorff,
J. M. y Rupp, D. E. (2013). Bringing emotional labor into focus: A review and
integration of three research lenses. En A. A. Grandey, J. M. Diefendorff y D.
E. Rupp (Eds.), Organization
and management. Emotional labor in the 21st century: Diverse perspectives
on emotion regulation at work (pp. 3–27). Routledge/Taylor y Francis
Group.
Grandey, A. A. y Gabriel,
A. S. (2015). Emotional labor at a crossroads: Where do we go from here? Annual Review of
Organizational Psychology and Organizational Behavior, 2, 323–349. https://doi.org/10.1146/annurev-orgpsych-032414-111400
Grandey, A. A. ySayre, G.
M. (2019). Emotional labor: Regulating emotions for a wage. Current Directions in
Psychological Science, 28(2), 131–137. https://doi.org/10.1177/0963721418812771
Gray, B. (2009). The
emotional labour of nursing – Defining and managing emotions in nursing work. Nurse Education Today, 29(2),
168–175. https://doi.org/10.1016/j.nedt.2008.08.003
Hochschild, A. R. (1983). The managed heart:
Commercialization of human feeling. University of California Press.
Hsieh, H. F. y Shannon, S.
E. (2005). Three approaches to qualitative content analysis. Qualitative Health
Research, 15(9), 1277–1288. https://doi.org/10.1177/1049732305276687
Hülsheger, U. R. y Schewe,
A. F. (2011). On the costs and benefits of emotional labor: A meta-analysis of
three decades of research. Journal of Occupational Health Psychology, 16(3), 361–389. https://doi.org/10.1037/a0022876
Kammeyer-Mueller, J. D.,
Rubenstein, A. L., Long, D. M., Odio, M. A., Buckman, B. R., Zhang, Y. y
Halvorsen-Ganepola, M. D. K. (2013). A meta-analytic structural model of
dispositonal affectivity and emotional labor. Personnel Psychology, 66(1),
47–90. https://doi.org/10.1111/peps.12009
López-Posada, L. M.,
González-Rubio, J. y Blandón-López, A. (2018). Trabajo emocional: Conceptos y
características revisión de literatura. Civilizar: Ciencias Sociales y Humanas, 18(35),
103–114. https://doi.org/10.22518/usergioa/jour/ccsh/2018.2/a08
Peng, K. Z. (2017).
Exhaustion and emotional demands in China: A large-scale investigation across
occupations. Frontiers
of Business Research in China, 11(1). https://doi.org/10.1186/s11782-017-0003-9
Sepúlveda Maldonado, J.,
Denegri, Coria, M., Orellana, Calderón, L., Criado, N., Mendoza, J., Salazar,
P. y Yung, G. (2017). Características emprendedoras personales y alfabetización
económica: Una comparación entre estudiantes universitarios del sur de Chile. Interdisciplinaria, 34(1),
107–124. https://doi.org/10.16888/interd.2017.34.1.7
Walsh, G. (2019). Service
employees’ naturally felt emotions: Do they matter? European Management Journal, 37(1),
78–85. https://doi.org/10.1016/j.emj.2018.06.008
Wang, H., Hall, N. C. y Taxer,
J. L. (2019). Antecedents and consequences of teachers’ emotional labor: A
systematic review and meta-analytic investigation. Educational Psychology Review, 31(3),
663–698. https://doi.org/10.1007/s10648-019-09475-3
Yin, H., Huang, S., y Lee,
J. C. K. (2017). Choose your strategy wisely: Examining the relationships
between emotional labor in teaching and teacher efficacy in Hong Kong primary
schools. Teaching
and Teacher Education, 66, 127-136.https://doi.org/10.1016/j.tate.2017.04.006
Yin, H., Huang, S. y Chen,
G. (2019). The relationships between teachers’ emotional labor and their
burnout and satisfaction: A meta-analytic review. Educational Research Review, 28,
100283. https://doi.org/10.1016/j.edurev.2019.100283
Zapf, D. y Holz, M. (2006).
On the positive and negative effects of emotion work in organizations. European Journal of Work
and Organizational Psychology, 15(1), 1–28. https://doi.org/10.1080/13594320500412199
Zapf, D., Seifert, C.,
Schmutte, B., Mertini, H. y Holz, M. (2001). Emotion work and job stressors and
their effects on burnout. Psychology and Health, 16(5), 527–545. https://doi.org/10.1080/08870440108405525
HTML generado a partir de XML-JATS4R por
Refbacks
- No hay Refbacks actualmente.
Añadir comentario