Artículos
Análisis de las
respuestas cognitivas relacionadas con el diagnóstico de cáncer en pacientes
mexicanos
Cognitive
response related to cancer diagnosis in Mexican patients
Mariana
A. Sierra-Murguía msierra@cancercentertec100.com
Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, México
Gabriela Navarro-Contreras g.navarro@ugto.mx
Universidad de Guanajuato, México
Martha
Leticia Guevara-Sanginés leticiag@ugto.mx
Universidad de Guanajuato, México
Ferrán Padrós Blásquez fpadros@uoc.edu
Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, México
Análisis de las respuestas cognitivas relacionadas con el
diagnóstico de cáncer en pacientes mexicanos
Interdisciplinaria, vol. 39, núm. 1, pp. 143-161, 2022
Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias
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Recepción:
14 Mayo 2020
Aprobación:
30 Septiembre 2021
Resumen:
La evaluación subjetiva ha sido descripta como una variable
mediadora para la respuesta emocional. Se presenta con diferentes contenidos y
estilos. El estilo cognitivo se refiere a la manera en que se piensa sobre el
estresor, por ejemplo: la rumiación (pensamientos intrusivos, repetitivos, que
generan malestar emocional), la evitación (intentos por no pensar en el
estresor) y el compromiso cognitivo (enfocados en búsqueda de sentido o
solución). En base a esta respuesta emocional, se busca explorar y describir
los pensamientos relacionados con el cáncer en un grupo de diez pacientes con
la enfermedad.
En un estudio cualitativo, se les pidió a diez pacientes con cáncer que indicaran los cinco pensamientos más frecuentes desde su diagnóstico. Se analizó el contenido mediante la técnica top down (teoría a contenido) y, a partir de los estilos de respuestas cognitivas, se clasificó el contenido de los pensamientos reportados por estilo de pensamiento (rumiación, compromiso cognitivo o evitación), por temporalidad (pasado, presente y futuro) y por valencia (positiva o negativa). Posteriormente, se hizo el análisis bottom up (contenido a teoría). Se hicieron tablas cruzadas para identificar los contenidos según el estilo de pensamiento, la temporalidad y la valencia.
En los pensamientos con estilo rumiativo, el enfoque temporal se
dirigía en su mayoría al futuro y al pasado, mientras que el compromiso
cognitivo se enfocaba en el presente. Esta diferencia fue estadísticamente
significativa mediante una prueba de chi cuadrado. Dentro de los temas
relacionados con la incertidumbre, se refirieron a la muerte, al pronóstico de
la enfermedad, a la respuesta de la familia y a las finanzas (en el futuro) y a
las causas y culpa (en el pasado).
Palabras clave: psicooncología, respuesta cognitiva, estilo de pensamiento,
rumiación, compromiso cognitivo.
Abstract: Cancer has been defined by
the World Health Organization as “a disease caused by abnormal cells growing
uncontrollably in the body, going beyond their usual boundaries, invading
adjoining parts of the body and spreading to other organs”. Being diagnosed
with cancer has been described as an experience with diverse emotional
reactions and difficulties in adaptation, having psychological consequences,
being most common depression, anxiety and psychological distress; but also,
some patients present positive consequences after having a cancer diagnosis,
such as post traumatic growth, which includes positive changes presented after
the disease experience. Subjective appraisal about cancer has been defined as a
mediating variable for the emotional response presented after a stressor, such
as cancer diagnosis, treatment, or important changes during disease process
(initiating and finalizing treatment, presenting relapse or remission, as well
as when having control studies). The subjective appraisal can be presented with
different thought content and styles. Thought style is referred as the way
thoughts about the stressor are presented, it has been classified as rumination
(thoughts that are intrusive and repetitive that also increase psychological
distress), cognitive engagement (thoughts associated with problem solving and
meaning finding) or avoidance (aiming to stop thinking about stressor or
feeling associated with it). Depending on the thought style presented at a
stressor, could be the emotional response (anxiety, depression, distress,
post-traumatic growth).
The aim of the present study was to describe the thoughts (style, content, valence and temporality) related to cancer diagnosis in a group of ten oncologic patients. To identify if differences between thought style, valence and temporality were presented.
The study design is qualitative from a phenomenological point of
view. Ten oncologic (different cancer type, clinical stage and treatment)
patients were asked to write the five more frequent thoughts since their cancer
diagnosis. Each thought was classified by: thought style, valence, and
temporality (top-down, classifying the thoughts according to theory). The same
thoughts were also classified in semantic units (bottom-up, classifying the
thoughts according to their own contents), generating concerns from the
content. Cross tabs were made to identify contents and temporality for thought
style and valence, which were analyzed by chi square to identify differences
between thought style, temporality and valence. The most common thought style
was cognitive engagement, followed by rumination (almost same frequency). On
what respects to thought style and temporality, rumination was more focused on
past (causes and attributions of cancer) and future (uncertainty about death
and treatment effectiveness); meanwhile, cognitive engagement was focused on
present (to enjoy present moment and focus on daily actions). Chi square was
made to identify if this difference was significant, showing temporality was
significantly different in cognitive engagement and rumination. The concerns
identified in study participants were uncertainty about future and disease,
family (communication and wellness of the family), finances (due to expensive
treatments), causes and guilt about having cancer.
Thoughts that were more centered in present, were more likely to
be associated with cognitive engagement. Cognitive engagement has been
described previously as an important variable associated with post traumatic
growth. Thoughts centered in the past and present were more associated with
rumination. Rumination has been associated with depression and post-traumatic
stress disorder. Because of mediating role of thought style in disease
adaptation, emotional response to the disease, and the relation of this
adaptation with the perception of quality of life in cancer patients, the
design of psychological interventions aiming on promoting cognitive engagement
by problem solving skills, meaning finding, and focusing on present could be a
research line derived from present studies results.
Keywords: psycho-oncology, cognitive response, thought style, rumination,
cognitive engagement.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el cáncer como:
“un término genérico que designa un amplio grupo de enfermedades
que pueden afectar a cualquier parte del organismo (…) se caracteriza por la
multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus
límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a
otros órganos, proceso llamado metástasis” (OMS,
2019).
A su vez, la OMS (2019)
señala al cáncer como la segunda causa de muerte a nivel mundial, siendo el
causante de 8.8 millones de defunciones en el año 2015.
La experiencia del cáncer representa un estresor importante, ya
que involucra un grupo de enfermedades debilitantes, crónicas, que implican un
riesgo letal y que, a su vez, va acompañado de una serie de eventos aversivos
como son el diagnóstico, los tratamientos y sus efectos secundarios –náuseas,
vómitos, cambios físicos como alopecia, pérdida de peso, etcétera (Bardwell y Fiorentino, 2012; Kangas, 2013). El diagnóstico y
tratamiento de cáncer implica una serie de retos y situaciones adversas para el
paciente que conlleva frecuentemente a experimentar estrés, malestar emocional
(distrés), dificultades en el ajuste a la enfermedad y una disminución en las
interacciones sociales (Classen et al.,
2008). Es frecuente que, además, se presenten cambios en el funcionamiento
diario, en los roles sociales, familiares y laborales, además de la
incertidumbre por la posibilidad de la recurrencia y la muerte (Fallowfield y Jenkins, 2015). No todos
los cambios psicológicos presentados por el cáncer son negativos o estresantes;
se ha descripto que algunos pacientes presentan la percepción de cambios
positivos después de un diagnóstico y tratamiento del cáncer (Ochoa Arnedo y Casellas-Grau, 2017), y
que pueden dividirse en cambios espirituales, percepción de uno mismo, nuevas
posibilidades en relaciones con otros y apreciación de la vida. A esta
percepción de cambios positivos, surgidos después de un evento potencialmente
traumático, se la llama “crecimiento postraumático” (Calhoun y Tedeschi, 2006).
Una de las variables descripta como mediadora para la respuesta
emocional (positiva o negativa) y la adaptación a la enfermedad es la
evaluación subjetiva que la persona hace sobre ella, a la cual se la ha
relacionado de forma más intensa con el crecimiento postrauma o malestar
emocional, que en medidas más objetivas como el estadío de la enfermedad (Widows, Jacobsen, Booth-Jones y Fields, 2005).
Se presenta con diferentes contenidos y estilos. El estilo cognitivo se refiere
a la manera en que se presentan los pensamientos sobre el estresor, mientras
que el contenido se refiere a los asuntos sobre los cuales van los pensamientos
y los diferentes temas. Este puede ir enfocado en temporalidad pasada, presente
y futura y, dependiendo del contenido y la respuesta emocional que presente, la
valencia puede clasificarse en positiva o negativa. La respuesta emocional a un
evento potencialmente traumático se asociará al estilo y al contenido del
pensamiento, describiéndose entonces como estilos de pensamiento: evitación,
compromiso cognitivo y rumiación (Shigemoto,
Low, Borowa y Robitschek, 2017).
Estilos de pensamiento
El estilo de pensamiento se refiere a la manera en que se
presentan pensamientos sobre el estresor, independientemente del contenido. Ha
sido descripto como una característica cognitiva que tiene un efecto mediador
en un evento potencialmente traumático, siendo que puede incrementar o disminuir
la vulnerabilidad al TEPT y al TDM (Shigemoto
et al., 2017).
Se ha estudiado en contextos patológicos, por ejemplo: rumiación
en la depresión (du Pont, Hyun Rhee,
Corley, Hewitt y Friedman, 2018); evitación en trastornos de ansiedad (Hofmann y Hay, 2018) y relacionados con
el estrés (Taghavi y Kazemi, 2019), y
se ha descripto la rumiación como un proceso de vulnerabilidad cognitiva. El
estilo de pensamiento, como el compromiso cognitivo, también se presenta en
contextos normativos (pensamientos asociados a posibles soluciones de un
problema) (DuPre, 2017). El efecto
protector del estilo de pensamiento ha sido poco estudiado (Yuan et al., 2011); es un tipo de
comportamiento relativamente sencillo de entrenar pretrauma (Shigemoto et al., 2017).
Rumiación
La rumiación se refiere a pensamientos automáticos, repetitivos
e intrusivos que, acorde a su mismo contenido, puede ser clasificada en
rumiación deliberada (también llamada compromiso cognitivo) e intrusiva (Cann et al., 2011). Dentro del constructo
de la rumiación, han sido descriptos dos factores: rumiación melancólica y
reflexiva (Treynor, González y
Nolen-Hoeksema, 2003). La rumiación melancólica se conceptualiza como un
estilo de pensamiento en el que se tiende a comparar el estado actual de la
persona con algún estándar no logrado (por ejemplo, en el cáncer, puede
presentarse como pensamientos de cosas que la persona siente que debería estar
realizando en lugar de estar enfermo). La rumiación reflexiva, por otro lado,
se refiere a un pensamiento enfocado en la resolución activa del problema en
que se percibe la persona (Treynor et al.,
2003).
Compromiso cognitivo
Debido a las diferencias en la conceptualización del término
“rumiación”, Smith y Alloy (2009)
hacen énfasis en los diferentes propósitos que puede tener y que debe ser
diferenciado, según esto, para distinguir los pensamientos repetitivos
benéficos de los dañinos. En este sentido, Calhoun
y Tedeschi (2006) proponen el término “compromiso cognitivo”, haciendo
énfasis en que al utilizar la palabra “rumiación”, no se refieren a
pensamientos repetidos e intrusivos, que generan malestar, sino pensamientos
enfocados en el evento, dedicados a comprender y analizar una situación
propositivamente. En el presente artículo, de igual manera, se utilizará el
término “compromiso cognitivo”, haciendo énfasis en la diferencia entre la
rumiación, que tiene la característica de ser involuntaria y automática, y el
compromiso cognitivo, que se refiere a pensamientos deliberados.
Evitación cognitiva
La evitación cognitiva se refiere a las estrategias internas
utilizadas para evitar exponerse a un pensamiento o imagen molesta. Se mantiene
debido a que, de manera inmediata, genera una disminución de la ansiedad
(temporal); sin embargo, a mediano y largo plazo, impide que la persona afronte
la situación estresante y, por ende, su procesamiento emocional (Rauch y Foa, 2006). El uso de la
evitación cognitiva previene el procesamiento mental de una experiencia
estresante y, a largo plazo, puede incrementar los pensamientos intrusivos y el
malestar emocional que se asocia a un incremento en la percepción de síntomas
físicos asociados al tratamiento en pacientes con cáncer (Bauer et al., 2017). Se ha descripto una
relación bidireccional entre evitación cognitiva y pensamientos intrusivos en
pacientes con cáncer de mama, sobre todo en los primeros tres meses del
diagnóstico, pero disminuye a los seis meses (siendo un proceso dinámico) (Bauer et al., 2017).
Contenido de pensamiento
El contenido específico del pensamiento puede predecir el ajuste
a un estresor (Segerstrom et al., 2003).
Una de las formas en que los pensamientos repetitivos pueden ser adaptativos es
mediante la reflexión y el procesamiento emocional-funcional (Shigemoto et al., 2017); estos serán
pensamientos con valencia positiva, debido al impacto que tienen en el ajuste
emocional. El procesamiento se refiere a los pensamientos repetitivos que
pueden aparecer tras experiencias potencialmente traumáticas o emociones negativas;
sin embargo, se hace una diferenciación entre preocupación patológica y
pensamientos resolutivos (DuPre, 2017).
Las preocupaciones funcionales (no patológicas) y las intrusiones son una
primera etapa para la aceptación y acomodación, seguida por pensamientos
resolutivos que se caracterizan por la contemplación enfocada a la modificación
de esquemas o reinterpretaciones positivas (Calhoun
y Tedeschi, 2006). Este tipo de pensamientos, al presentarse después de un
evento potencialmente traumático, se han asociado a encontrar sentido a este
evento o crecimiento por la experiencia, por lo que este es benéfico cuando es
breve y/o controlable o cuando es verbalizado o compartido con otras personas,
en lugar de ser procesado de forma incontrolable por largos períodos de tiempo
y en aislamiento (Segerstrom et al., 2003).
En el modelo de crecimiento postraumático propuesto por Calhoun y Tedeschi (2006), se utiliza el
término “compromiso cognitivo”, haciendo énfasis en que es un pensamiento
repetitivo, que no necesariamente es intrusivo y que incluye recuerdos,
búsqueda de solución de problemas e intentos por encontrar un sentido a la
situación estresante (Shigemoto et al.,
2017). Por ello, es importante conocer las características y el contenido
del pensamiento asociado a un evento potencialmente traumático.
El crecimiento postraumático se ha correlacionado positivamente
con el compromiso cognitivo, ya que este proceso permite reestructurar las
creencias sobre sí mismo y el mundo, además de encontrar un sentido al evento
que se está viviendo (Calhoun y Tedeschi,
2006). La finalidad es que se logre una comprensión del fenómeno, pues, al
lograrlo, se incrementan las posibilidades de afrontamiento y se llega a la
conclusión de que la persona cuenta con recursos suficientes para lidiar con
ello. Estos dos primeros aspectos del compromiso cognitivo con el trauma son
acordes a la evaluación primaria –evaluar un suceso como amenazante– y
secundaria –evaluar los recursos personales para su afrontamiento–, propuestas
por Lazarus y Folkman (Lazarus, 1993).
Contenido de los pensamientos en pacientes con cáncer
Respecto a los contenidos de los pensamientos, específicamente
en el contexto oncológico, existe un concepto relacionado con la evaluación
cognitiva, y es la incertidumbre por la enfermedad, que ha sido descripto como
un fenómeno frecuente en estos pacientes. La incertidumbre proviene de
situaciones ambiguas, complicadas e impredecibles (Wright et al., 2009). Específicamente, la
incertidumbre relacionada con la enfermedad se asocia a situaciones estresantes
causadas por condiciones médicas, además de variables personales y sociales,
como la calidad de la información, creencias previas de la enfermedad,
conocimiento de ella (Wright et al., 2009).
Dentro del contenido de las rumiaciones pueden incluirse
entonces pensamientos relacionados con esta incertidumbre, temas como la
ambigüedad e impredictibilidad del curso o pronóstico de la enfermedad, temas
relacionados con la complejidad de los tratamientos y la falta de información
relacionada con el tratamiento y la enfermedad. A su vez, esta incertidumbre
por la enfermedad se ha asociado a una mayor respuesta de estrés y malestar
emocional (Shigemoto et al., 2017).
Estas serán tomadas como valencia negativa debido al impacto negativo que
generan en la adaptación emocional al cáncer.
En un estudio realizado con el objetivo de evaluar la adecuación
de un modelo de Psicoterapia Centrada en la Compasión (PCC), se exploró el
contenido de los pensamientos en un grupo de pacientes con cáncer terminal. Los
temas identificados fueron los relacionados con la enfermedad y el tratamiento,
la compasión / autocompasión, la aceptación, base segura, meditación, tareas,
síntomas físicos, estado emocional, sentido, recursos, miedos / preocupaciones,
cambios a partir de la enfermedad, relación y comunicación con otros
significativos (Prieto Larroya et al.,
2017). Estos temas también son clasificados en contenido de pensamiento.
Debido al papel que tiene el estilo y contenido del pensamiento
ante un evento estresante, como el diagnóstico de cáncer, el presente estudio tiene
como objetivo explorar y describir los pensamientos relacionados con la
enfermedad en un grupo de pacientes mexicanos con diagnóstico oncológico,
conforme a los estilos de pensamiento, la temporalidad, la valencia y el
contenido temático que comportan. Existe un estudio que describe el contenido
temático de pensamientos en pacientes con cáncer (Prieto Larroya et al., 2017), realizado
en población española; como no ha sido estudiado en población mexicana, es un
aporte de la presente investigación. Conocer el estilo de pensamiento y su
contenido puede ayudar a entender las respuestas emocionales de los pacientes
con cáncer y a diseñar intervenciones enfocadas en ellos para promover una
mayor adaptación a la enfermedad.
Método
Es un estudio transversal, con alcance descriptivo, corte
fenomenológico y componentes cuantitativos. El muestreo es intencional no
probabilístico, con metodología cualitativa y técnicas de recolección de datos
a través de un cuestionario abierto (Kerlinger
y Lee, 2002).
Participantes
La muestra estuvo compuesta por diez pacientes oncológicos de
diagnóstico reciente (no mayor a tres meses), que se encontraban recibiendo
tratamiento con quimioterapia en una clínica oncológica privada en la ciudad de
Querétaro, México. El muestreo fue por conveniencia y todos los pacientes
participaron de manera voluntaria y anónima. De los diez pacientes, seis eran
mujeres y el promedio de edad fue de 42 años, con un rango de 36-58 años. Los
diagnósticos de los pacientes fueron: cinco cáncer de mama, dos cáncer de
vejiga, dos de próstata y un cervicouterino.
Instrumento
Para el presente estudio se utilizó la siguiente consigna:
“Mencione los cinco pensamientos más frecuentes desde su diagnóstico”.
Aspectos éticos
Todos los participantes aceptaron participar de manera
voluntaria y firmaron consentimiento informado. El protocolo fue sometido al
comité de ética e investigación del hospital donde se encuentra la clínica.
Procedimiento
En la sala de espera del centro oncológico se abordó de manera
personal a los pacientes, se les explicó de qué se trataba el estudio, cuáles
eran los objetivos y se procedió con la firma del consentimiento informado. Se
les pidió a los participantes que escribieran los cinco pensamientos más
frecuentes que hubieran presentado a raíz de su diagnóstico. Se hicieron tres
análisis: el primero de la teoría al contenido (top-down); el segundo del
contenido a la teoría (bottom-up),
y el tercero, tablas de contingencia para describir los contenidos por estilo
de pensamiento, temporalidad y valencia, a cuya distribución se le aplicó la
prueba de independencia de chi cuadrado para conocer si existían asociaciones
significativas del estilo de pensamiento con la temporalidad y la valencia.
Análisis de datos
Primer análisis (top-down)
En este primer análisis de contenido, se leyeron las
aseveraciones anotadas por los pacientes y, por cada pensamiento reportado, el
investigador lo clasificó según la variable de interés en las siguientes
categorías:
1) Estilo de pensamiento: rumiación, compromiso cognitivo o
evitación
2) Temporalidad: pasado, presente o futuro
3) Valencia: positiva o negativa
Segundo análisis (bottom-up)
En esta clasificación, se partió de cada pensamiento
independiente del análisis anterior, reportado por los pacientes, y el
investigador identificó de manera exhaustiva las unidades semánticas conforme a
los temas a los que aludieran. Estos temas sirvieron para describir el contenido
de los pensamientos.
Tercer análisis (tablas de contingencia)
Se hicieron tablas de contingencia para identificar los
contenidos según el estilo de pensamiento (rumiación, compromiso cognitivo o
evitación), la valencia (positiva o negativa) y la temporalidad (pasado,
presente y futuro). Esta clasificación se hizo por dos de los investigadores de
manera separada y, si había desacuerdos en la clasificación de algún
pensamiento, se comentaban entre ambos investigadores para llegar a un acuerdo.
Posteriormente, se realizó una prueba de chi cuadrado para
conocer si existían diferencias en temporalidad y valencia según el estilo de
pensamiento. En este análisis no se incluyó evitación, ya que el instrumento
pedía ejemplos de pensamientos que presentaran, no que evitaran, por lo que no
se consideró pertinente incluirlo.
Resultados
De los 50 pensamientos reportados, se identificaron 95 unidades
semánticas, clasificadas en 16 temas. Los más frecuentes fueron: incertidumbre,
familia, aceptación, muerte y optimismo. Algunos pensamientos reportados
presentaban combinaciones de más de un tema; por ejemplo, incertidumbre y
muerte: “¿Qué pasará? ¿Moriré?”, incertidumbre y familia: “¿Qué pasará con mi
familia?”. Dentro del tema de incertidumbre, se identificaron pensamientos como
“¿Quedaré igual que antes?” o “¿Y si no funciona el tratamiento?”. Dentro del
tema familia, había temas relacionados con la incertidumbre de ya no estar con
sus seres queridos, por la posibilidad de morir y afectar su bienestar, ya sea
en el presente (“No quiero causarles sufrimiento”) o en el futuro, relacionado
con la muerte e incertidumbre (“Si muero, no sé qué será de ellos”). Dentro del
tema de aceptación, se incluían pensamientos como “Son cosas que pasan”, “Hay
que vivir el día a día”, y algunos incluían, además de la aceptación, la
religión, por ejemplo: “Me pongo en manos de Dios, que sea su voluntad”, “Dios
nos manda todo para nuestro bien”.
En el análisis de estilo de pensamiento, se identificaron 46
pensamientos del estilo de compromiso cognitivo (enfocados en búsqueda de
sentido, solución de problemas), se incluyeron pensamientos del tipo “Pienso
muy a menudo en disfrutar del presente de cada día, cada detalle y agradecer
que tengo la oportunidad de vivirlo y llegar a mi futuro próximo que es el
mañana y disfrutarlo de igual manera”. En este pensamiento podemos identificar
el compromiso cognitivo, con temporalidad presente y futura. Otro pensamiento
identificado como compromiso cognitivo es “Me debo esforzar para estar sana
nuevamente”. En cuanto al estilo rumiativo de pensamiento, se identificaron 45
que incluyeron pensamientos como tristeza, preocupación, “Pienso ¿Por qué a mí,
si no fumo, no tomo y soy deportista?”, “¿Por qué me dio cáncer a mí?”, “Debí
haber sido mamá”. Por último, en la respuesta cognitiva del tipo evitativo, se
incluyeron pensamientos del tipo “Cuando algún pensamiento negativo o triste
pasa por mi mente, trato al máximo de cambiarlo por algún pensamiento positivo
y me apoyo en la meditación, oración y música, así no pienso en eso”, “Me
repito frases positivas como ‘todo saldrá bien’”.
En cuanto a la temporalidad del pensamiento (pasado, presente y
futuro), de las 95 unidades semánticas, 43 se encontraban en el presente, 33 en
el pasado y 19 en el futuro. Algunos ejemplos de pensamientos enfocados en el
presente fueron: “Tratar de disfrutar las cosas, aunque haya dolor o
cansancio”, “Aceptar el cambio en mi cuerpo”. En pensamientos asociados al
pasado, se incluyeron “Aunque estaba al pendiente, no lo pude detectar a
tiempo”, “No hice lo que hubiera querido en la vida”. En cuanto al futuro, algunos
ejemplos “Si sobrevivo, seré invencible”, “¿Y si no funcionan los
tratamientos?”.
En cuanto a la valencia de los pensamientos, se identificaron 45
con valencia negativa, incluyendo pensamientos como “No hice todo en la vida”,
“¿Por qué a mí? ¿Qué hice para merecerlo?”, “No quiero que mis hijos sufran por
mi culpa”. En pensamientos con valencia positiva, se identificaron 50 y se
incluyeron pensamientos como “Tengo muchas ganas de vivir”, “Debo aprovechar el
día a día”.
La tipificación de cada unidad semántica presentada por los
pacientes, de acuerdo a la clasificación por estilo de pensamiento,
temporalidad, valencia y contenido, se muestra en el Anexo 1.
La distribución de los pensamientos expresados por estilo de
pensamiento y temporalidad se muestra en la Tabla 1. Existe
una mayor cantidad de pensamientos enfocados en el presente cuando existe
compromiso cognitivo y más enfocados en el pasado o el futuro cuando existe
rumiación, en tanto que hay pocos casos de evitación. Se muestra una relación
estadísticamente significativa entre la temporalidad y el estilo del
pensamiento, según la cual el compromiso cognitivo está más enfocado en el
presente y la rumiación, hacia el pasado y el futuro (χ2 = 13.884 gl
= 2, p = .001).
Tabla 1
Estilo de pensamiento por
temporalidad.
Estilo de pensamiento |
Pasado |
Presente |
Futuro |
Total |
Compromiso cognitivo |
4 |
28 |
13 |
45 |
Evitación |
3 |
1 |
4 |
|
Rumiación |
15 |
12 |
19 |
46 |
Total |
19 |
43 |
33 |
95 |
El análisis de evocaciones por valencia y temporalidad (Tabla 2) indica una relación estadísticamente significativa
entre ambas (χ2 = 14.309 gl = 2, p = .001). Los pensamientos son
mayormente positivos cuando se enfocan en el presente y más negativos hacia el
pasado, mientras que los enfocados hacia el futuro son tanto positivos como
negativos.
Tabla 2
Temporalidad del pensamiento
por su valencia.
Temporalidad |
Negativa |
Positiva |
Total |
Pasado |
14 |
5 |
19 |
Presente |
10 |
30 |
40 |
Futuro |
18 |
14 |
32 |
Total |
42 |
49 |
91 |
Se identificaron 16 temas en relación con el contenido de los
pensamientos (Tabla 3). En la temporalidad en el futuro, en
primer lugar se identificó la incertidumbre, seguida por la muerte y, en tercer
lugar, la familia. En cuanto a la temporalidad presente, en primer lugar se
presentó el valorar la vida/optimismo (un ejemplo, “Tengo muchas ganas de
vivir”); en segundo lugar, el tema de la aceptación, con pensamientos como
“Pienso muy a menudo en disfrutar del presente de cada día, cada detalle y
agradecer que tengo la oportunidad de vivirlo y llegar a mi futuro próximo, que
es el mañana, y disfrutarlo de igual manera”; en tercer lugar, el tema
identificado fue la emoción, que incluyó pensamientos como “Actitud, fe y
esperanza, pueden librar de cualquier enfermedad”. Para la temporalidad pasada,
en primer lugar autoindulgencia/culpa, con pensamientos como “Preocupación por
mis familiares al saber que llevan una carga por mi culpa”. Como siguiente
tema, se encontró la aceptación, “Efectivamente, al recibir el diagnóstico, me
impresioné, después estuve en paz”; las causas “¿Por qué me dio a mí? ¿Qué hice
mal?” y, por último, el tema recurrente “deberías”, que incluyó pensamientos
como “Debí haber sido mamá”, “No hice todo lo que hubiera querido en la vida” (Anexo 1).
Tabla 3
Temas / Contenido del
pensamiento por temporalidad.
Asunto |
Pasado |
Presente |
Futuro |
Total |
Valor vida/ optimismo |
1 |
11 |
3 |
15 |
Incertidumbre |
1 |
2 |
10 |
13 |
Agradecimiento |
2 |
2 |
||
Autoindulgencia / culpa |
6 |
2 |
8 |
|
Familia |
1 |
2 |
5 |
8 |
Muerte |
6 |
6 |
||
Emoción |
1 |
4 |
1 |
6 |
Religión |
1 |
3 |
1 |
5 |
Sentido |
3 |
2 |
5 |
|
Crecimiento |
1 |
2 |
2 |
5 |
Lucha |
2 |
2 |
4 |
|
Debí |
2 |
1 |
3 |
|
Tratamiento |
1 |
1 |
2 |
|
Finanzas |
1 |
1 |
||
Total |
15 |
35 |
33 |
83 |
Discusión
Los objetivos del presente estudio fueron explorar y describir
el estilo, la valencia, la temporalidad y el contenido de los pensamientos
asociados al diagnóstico de cáncer en una muestra de pacientes oncológicos. El
estilo de pensamiento ha sido clasificado, por otros autores, según su
propósito (solución vs.
búsqueda de problema) y concluyen en que el contenido, más que el estilo de
pensamiento, se relacionaría con la respuesta emocional, que se asocia con la
depresión, la ansiedad, la ira, las conductas de salud y los niveles de estrés
(Smith y Alloy, 2009).
En la muestra que se estudió, aproximadamente la mitad de los
pensamientos iban enfocados en generar una reevaluación cognitiva, es decir,
búsqueda de sentido y enfocada a solución de problemas; la otra mitad estaba
enfocada en la rumiación. Sin embargo, no se identificaron pensamientos
relacionados con la evitación; esto puede ser debido a que se les pidió que
describieran pensamientos frecuentes y no pensamientos que trataban de evitar.
Las diferencias presentadas entre los estilos de pensamiento identificados
(rumiación y compromiso cognitivo) fueron la temporalidad y su valencia.
Se identificó que en los pensamientos con estilo rumiativo, el
enfoque temporal se dirigía, en su mayoría, al futuro (relacionado con la
incertidumbre por el desenlace del tratamiento y de la enfermedad) y al pasado
(buscando causas y culpas por el diagnóstico), mientras que el compromiso
cognitivo estuvo orientado hacia el presente. Estos resultados coinciden con
los reportados por McLaughlin y
Nolen-Hoeksema (2011) con respecto a la temporalidad del pensamiento,
quienes describen que el estilo rumiativo se modifica a lo largo del tiempo: se
inicia con pensamientos enfocados en el pasado, pero evoluciona hacia un
enfoque al futuro. Estos resultados podrían explicar por qué se identificaban
hacia el pasado y el futuro cuando el estilo de pensamiento era rumiativo.
En cuanto a la valencia, también se encontró una diferencia
significativa en la temporalidad, ya que los pensamientos enfocados en el
presente tenían, predominantemente, valencia positiva (asociados al compromiso
cognitivo), mientras que los pensamientos enfocados en el pasado presentaban
valencia negativa (asociada a la rumiación); para el futuro se dividían en
rumiación o compromiso cognitivo, dependiendo del contenido del pensamiento. Al
presentarse rumiación con enfoque al futuro, se identificaron temas como
incertidumbre y temor, contrarios al compromiso cognitivo enfocado al futuro
que se presentaba con planeación de actividades al terminar el tratamiento y
cambios positivos asociados a cambios en valores personales, más importancia a
relaciones personales, espirituales, bienestar personal, etcétera. Esto se
identificó en la presente investigación: el estilo de pensamiento de rumiación
se enfocaba, en su mayoría, en el futuro (incertidumbre sobre qué pasará) y en
el pasado enfocado en las causas, generando malestar emocional.
El concepto de “incertidumbre a la enfermedad” ha sido descripto
en pacientes oncológicos y es definido como un estresor cognitivo, que incluye
una sensación de pérdida de control y percepción de duda que se modifica a lo
largo del tiempo; es relevante, pues se asocia a dificultades en el ajuste a la
enfermedad, afrontamiento desadaptativo, mayores niveles de malestar emocional
y una reducción en la calidad de vida (Wright
et al., 2009).
Uno de los elementos que ha sido considerado importante en el
contenido de los pensamientos es la discrepancia entre el estado actual y el
estado deseado, ya que el cuestionamiento sobre las causas o el por qué existe
esta discrepancia es uno de los temas principales que se encuentran en el
contenido de la rumiación (Watkins, 2008).
Esto fue identificado en la muestra estudiada mediante pensamientos intrusivos
que cuestionan las causas de la enfermedad o por qué le sucede a ellos. Estos
pensamientos se asocian al malestar emocional y no se enfocan en resolver esta
discrepancia o el malestar que genera, a diferencia del compromiso cognitivo,
en el que, a pesar de identificar esta discrepancia, los pensamientos se
enfocan en solucionarlos o en resolver la emoción generada.
En cuanto al contenido, se identificó con mayor prevalencia la
incertidumbre, específicamente relacionada al futuro (desenlace del tratamiento
y enfermedad) y solamente una relacionada con el pasado (relacionada con las
causas de la enfermedad). Dentro de los temas relacionados con la incertidumbre
en la población de estudio, esta fue asociada a la posibilidad de muerte, al
pronóstico de la enfermedad, a la respuesta de la familia y a las finanzas (en
el futuro), así como a las causas y culpa (en el pasado).
Como siguiente tema del contenido de los pensamientos se
encuentra valor de la vida/optimismo. Este tipo de contenidos, contrario a lo
que sucede con la incertidumbre, se asocia al crecimiento postrauma, que se
refiere a la percepción de cambios positivos ocurridos después de una situación
potencialmente traumática (Prieto Larroya
et al., 2017). Este modelo plantea cinco componentes del crecimiento
postrauma: cambios en la percepción de uno mismo, nuevas posibilidades,
relaciones con otros, espiritualidad y cambios en la apreciación de la vida (Calhoun y Tedeschi, 2006). Dentro del tema
de valor a la vida y optimismo, identificado en la población de estudio, se
describen verbalizaciones y pensamientos que hacen alusión a estos componentes,
que no se asocian al malestar emocional.
El proceso de pensar atenta, repetida o frecuentemente, sobre
uno mismo y su contexto es un elemento central en diferentes modelos de ajuste
(adaptativo o desadaptativo) (Segerstrom
et al., 2003). Existen diferentes visiones sobre este proceso: una de ellas
es que los pensamientos repetitivos interfieren con la capacidad de solución de
problemas y mejorías en el estado anímico, mientras que otra es que pueden
generar cambios positivos en la evaluación cognitiva, la búsqueda de sentido y
las soluciones a los mismos problemas. Es por ello que se han propuesto
diferentes dimensiones relacionadas con este tipo de pensamientos (Segerstrom et al., 2003).
Se logró describir y explorar el estilo, el contenido y la
temporalidad de los pensamientos asociados al diagnóstico de cáncer en esta
población. Los hallazgos del presente estudio son exploratorios y consistentes
con la teoría presentada.
Una de las limitaciones del estudio es que se realizó sobre una
muestra pequeña, de pacientes tratados en una clínica privada (homogénea en
nivel socioeconómico y educativo medio-alto), por lo que los resultados no son
generalizables al resto de la población. Sin embargo, cumplieron el objetivo de
describir e identificar los estilos de pensamiento presentados y las
diferencias en cuanto al contenido, la temporalidad y la valencia.
Se resalta la importancia del estilo de pensamiento, que brinda
un primer acercamiento a sus contenidos, su valencia y su temporalidad, en
pacientes con cáncer. Debido al papel mediador que tiene el estilo de
pensamiento en la respuesta de adaptación a la enfermedad y, a su vez, la
relación de esto con la calidad de vida en el paciente con cáncer, el diseño de
intervenciones psicológicas encaminadas a promover el compromiso cognitivo
mediante el enfoque en el presente, la búsqueda de sentido y la solución de
problemas, puede ser una vertiente de la misma línea de investigación. Dentro
de las terapias psicológicas que han mostrado evidencia para promover el
enfoque en el presente, la búsqueda de sentido y/o la solución de problemas en
pacientes con cáncer, se destacaron la Psicoterapia Positiva para Pacientes con
Cáncer (PPC) (Ochoa et al., 2017), el Mindfulness-based cancer
recovery (Carlson, 2013), la
psicoterapia centrada en la compasión para pacientes con cáncer (PCC) (Prieto Larroya et al., 2017), la
intervención bioconductual para pacientes con cáncer (Andersen et al., 2009), la terapia de
aceptación y compromiso para pacientes con cáncer (Hulbert-Williams y Wilson, 2015) y la
terapia cognitivo conductual adyuvante para paciente con cáncer (Greer, 2008).
Se sugiere diseñar instrumentos con propiedades psicométricas
adecuadas para medir estilos de pensamiento y contenido en pacientes
oncológicos. Los resultados del presente estudio pueden ser de utilidad para
diseñar las dimensiones y los ítems de este instrumento, tomando en cuenta los
estilos de pensamiento y cómo es que se presenta cada uno en cuanto a la
temporalidad, la valencia y los asuntos.
Por último, se sugiere un estudio cuantitativo descriptivo con
una muestra mayor y prospectivo, para poder determinar la relación del estilo
de pensamiento con la respuesta emocional ante el diagnóstico y tratamiento, e
identificar el papel que tiene la respuesta cognitiva (los estilos de
pensamiento y su contenido) en afrontar el cáncer y su tratamiento. Esto, a su
vez, justificaría que se diseñaran tratamientos psicológicos breves y enfocados
en promover el crecimiento postrauma y una mayor adaptación al cáncer mediante
el compromiso cognitivo y el enfoque en el presente.
Materiales suplementarios
Anexo 1 (pdf)
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