Actitudes negativas
e interiorización de mitos hacia las personas trans en estudiantes mexicanas de
Trabajo Social
Negative attitudes
and internalization of myths towards trans people in Mexican Social Work
students
Luis Manuel Rodríguez Otero luismaotero@yahoo.es
Universidad Autónoma de Sinaloa, México
Adelaido García Andrés adelaido.garciaan@uanl.edu.mx
Universidad Autónoma de Nuevo León, México
Actitudes negativas e interiorización de mitos hacia las
personas trans en estudiantes mexicanas de Trabajo Social
Interdisciplinaria,
vol. 39, núm. 2, pp. 229-248,
2022
Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias
Afines
La revista
Interdisciplinaria se publica bajo una licencia Creative Commons BY-NC-SA 4.0
Esta obra está bajo una Licencia Creative
Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recepción:
16
Septiembre 2020
Aprobación:
31
Marzo 2022
Resumen:
Debido al arquetipo tradicional del
género como una construcción binaria, la visibilidad emergente de la comunidad
trans sigue siendo una cuestión social cargada de mitos y actitudes
discriminatorias. El objetivo de este trabajo fue construir y validar dos
escalas, una de actitudes negativas hacia las personas transexuales y
transgénero y otra sobre la interiorización de mitos sobre las personas trans.
Se trabajó con una muestra aleatoria estratificada de 302 mujeres de la
Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) en
Monterrey (México). La escala de actitudes está conformada por 26 ítems
agrupados en tres dimensiones y la escala de interiorización de mitos hacia la
transexualidad, por 25 ítems agrupados en cuatro dimensiones. Ambos
instrumentos se diseñaron con formato de respuesta tipo Likert con puntajes de
1 a 5. El ajuste de ambas escalas se probó mediante indicadores de consistencia
interna, con valores satisfactorios de alfa de Cronbach en cuanto a la escala
de actitudes (transfobia institucional: .878, malestar personal: .882,
desviación/cambiabilidad: .745) y para la escala de mitos (conducta y
orientación sexual: .739, sistema sexo/género: .638, relacional: .769, aspectos
psicológicos y medicalización: .835). Por otro lado, se realizó el análisis de
modelamiento por ecuaciones estructurales y se obtuvieron índices de ajuste
satisfactorios y relaciones aceptables entre las escalas. Se encontraron
puntuaciones más altas en la escala de mitos que en la escala de actitudes;
esto se explica en parte por la reproducción de acciones estigmatizantes hacia
las personas trans. Se corrobora que las actitudes y los mitos se correlacionan
de forma directa entre sí.
Palabras clave: transexual,
cisnormatividad, creencias, actitudes, transfobia.
Abstract: Due to the traditional archetype of gender as a binary
construction, the emerging visibility of the transgender community
(transsexuals, transgender and transvestites) remains as a social issue with
myths and discriminatory attitudes. Also, it is generally accepted that social
attitudes toward minority groups are related to opinions about policy affecting
those groups. After reviewing past literature and existing measures about attitudes
towards transgendered people, it is well-known that their construction includes
items referring to attitudes, myths and stereotypes.
This study aimed to develop and validate two scales: (1) Attitudes toward transgender scale (attitudes scale); and (2) Myths about transgender individuals (myths scale). Quantitative analysis comes from a stratified random sampling of Social Work undergraduate female students (n = 302) at the Faculty of Social Work of the Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), in Mexico (95 % confidence level and 5 % margin of error).
The attitudes scale evaluates the responses for a total of 38
items (14 inverted) divided into 3-item subscales: institutional transphobia,
personal discomfort, and deviance/changeability. The myths scale includes a
total of 39 items (13 inverted) grouped into 4-item subscales: sexual behavior
and orientation, the sex/gender system, relational aspects (labor issues and
social influence), and psychological aspects and medicalization. In this study,
undergraduate students completed a survey containing both scales and a number
of validity-testing variables. Each item took the form of a statement with
which participants were asked to rate their agreement on a 5-point Likert-type
scale from 1 (strongly disagree) to 5 (strongly agree). Within each half of the
questionnaire, items were rotated randomly to minimize potential order effects
in participant’s responses. Higher scores indicated greater anti-transgender
prejudice, while lower scores indicated less prejudice.
Items in which saturation is similar in two or more factors are
excluded from the analysis, and items with greater relevance in the attitudinal
scale and better theoretical dimension are maintained. The attitudes scale
consists of 26 items and the myths scale, 25 items. Initial test of the scale’s
Cronbach’s alpha(s) indicated that sub-scales are highly reliable as follows:
for the attitude scale’s alpha(s) (institutional transphobia: .878, personal
discomfort: .882, deviation/changeability: .745); and for the myths scale
alpha(s) (sexual behavior and orientation: .739, sex/gender system: .638,
relational: .769, psychological aspects and medicalization: .835).
Next, the hypothesized structural model was tested to evaluate
the unique relationships of each scale and its subscales. Overall, fit index
values of the structural model were found for the myths scale and the attitudes
scale. These results explain the reproduction of stigmatizing actions towards
transgender people. Also, it is confirmed that attitudes and myths are directly
correlated with each other. In methodological terms, the results demonstrate
that the attitudes scale and myths scale, as well as its subscales
independently, offer a consistent, valid and useful measure of attitudes toward
transgender community.
Based on the results, it is confirmed that ignorance about
transsexual and transgender people represent an influential factor for
discriminatory attitudes; the deepness of the myths about transgender people
are outlined as means of production of stereotypes. Taking into consideration
the intolerance towards LGTBI community and especially towards transsexual
people, the use of scales to determine the level of aversion and the
internalization of myths is particularly important to prevent situations of
victimization.
This study contributes to research on anti-transgender prejudice
by examining the relations of such prejudice with a number of theoretically
relevant constructs. Results from this study suggest that anti-transgender
prejudice is more closely related to sexual orientation and gender
role-specific attitudes. Future studies are seeking to address other
populations such as education and labor institutions, in order to design
preventive engagements concerning attitudes about transphobia, transmission of erroneous
information and actions to prevent the re-victimization of transgender people
in different contexts.
Keywords: transsexual,
cisnormativity, beliefs, attitudes, transphobia.
Introducción
Desde la psicología social existen dos modelos explicativos
especialmente relevantes para la comprensión de las actitudes. Por un lado, el
modelo tridimensional de Triandis, el cual propone que la actitud es “una idea
provista de una carga emocional que predispone a poder realizar una serie de
acciones ante un determinado tipo de situaciones sociales” (Íñiguez-Santiago, Ferriz, Martínez-Galindo,
Cebrián-Sánchez y Reina, 2017, p. 494) y está constituida por los
componentes cognitivo (idea), afectivo (emoción asociada a la idea) y
conductual (predisposición a la acción). Por otro lado, autores como Moral, González, Landero y Quezada (2021)
definen las actitudes desde la teoría de la acción razonada (enfoque
unidimensional), haciendo referencia a “la tendencia del individuo a evaluar de
forma favorable o desfavorable un objeto, ya sea concreto o abstracto” (p.
135), es decir como respuestas emocionales claramente diferenciadas de las
creencias.
El prejuicio sexual hacia las personas trans (erróneamente
denominado “transfobia”) refiere a la aversión, el rechazo o el temor
irracional dirigido a las personas transexuales o transgénero, e implica tanto
una actitud negativa como una aversión comportamental por parte de los sujetos
en base a la ruptura que se les presupone que realizan al binarismo sexo/género
propuesto por el sistema cisnormativo (Campo-Arias,
Lafaurie y Gaitán-Duarte, 2012; Páez,
Hevia, Pesci y Rabbia, 2015). La cisnormatividad, tal como señala Bodenhofe (2019), hace referencia “al
régimen de dominación que posiciona a las personas cis en una situación de
privilegio con relación a las no cis” (p. 103). Este régimen promueve la
naturalización social de lo cis y la patologización y dominación de las
identidades no cis, es decir, de las personas cuya identidad de género no
concuerda con su sexo biológico (antagonismo de la cisexualidad).
Esta situación hunde sus raíces en los procesos de
estigmatización, en los cuales las personas trans son identificadas como
identidades devaluadas que cuestionan el modelo socialmente establecido, con lo
que se favorecen canales de formación y reproducción de los estigmas con objeto
de disuadir, excluir y/o invisibilizar a las personas que difieren de la
cisexualidad. En este proceso, la socialización y la creación y transmisión de
mitos y estereotipos hacia las personas trans (con base en ciertas creencias)
son los canales a través de los cuales se transmiten los prejuicios y surgen
las actitudes negativas y las aversiones (Rodríguez-Otero
y Treviño, 2016).
Como señala Reyes (2007),
las creencias son “la probabilidad subjetiva de una relación entre el objeto de
la creencia y algún otro objeto, concepto, valor o atributo” (p. 67) y giran en
torno a ciertas categorías primarias (las creencias sobre la benevolencia, el
sentido del mundo, el control, el azar y la justicia y la dignidad de uno
mismo; Páez, Morales y Fernández, 2007).
Así, las creencias se generan mediante un proceso con las siguientes etapas:
(1) selección de la información existente en el ambiente; (2) moldeamiento de
la información en función de los propios intereses y preocupaciones; (3)
combinación de la información seleccionada y moldeada con otras informaciones
ya acumuladas en la memoria; y (4) producción de una nueva creencia. Por otro
lado, los estereotipos refieren a concepciones erróneas o inexactas que se
utilizan como clichés respecto a fenómenos, grupos u objetos, se perpetúan a
través de mitos y generan discriminación. Asimismo, los mitos son relatos
tradicionales sobre pautas de comportamiento y realidades alteradas como
consecuencia de la mononormatividad (paradigma heteronormativo) en el caso del
colectivo de lesbianas, gays, transexuales, transgénero, bisexuales e
intersexuales (LGTBI); estos mitos están presentes en la cultura, el arte, los
medios de comunicación, la política, etcétera (Carbajo, 2009; Rodríguez-Otero y Treviño, 2016).
En este sentido, Langarita
(2016) indica que la sexopolítica (acción biopolítica basada en el uso del
sexo en la normalización de las identidades sexuales) ejerce un papel
fundamental en la reproducción del sistema de dominación, en el que la
sexualidad se convierte en una construcción social que diferencia una
sexualidad socialmente aceptada y otras periféricas. Estas últimas son
invisibilizadas por el androcentrismo, la cisnormatividad, la LGTBIfobia, el racismo
y el clasismo de la ciencia (Langarita,
2016).
Se han realizado diferentes esfuerzos por visibilizar a muchos
de estos colectivos, por ejemplo, detectar este tipo de actitudes a través de
escalas que permitan constatar la LGTBIfobia. En este sentido cabe destacar que
existen múltiples escalas que miden las actitudes hacia personas transexuales.
No obstante, como señalan Páez, Hevia,
Pesci y Rabbia (2015), se evidencia un mayor número de estudios respecto a
personas homosexuales y bisexuales. Asimismo, como indican Morrison et al. (2017), la mayor parte no
están validadas o presentan deficiencias en su estructura.
En el análisis de las escalas existentes en torno a la
LGTBIfobia es necesario hacer énfasis en la distinción de tres conceptos clave
anteriormente definidos: estereotipos, mitos y actitudes. En el presente
estudio se retoma el modelo unidimensinal; por ello en el análisis de la
transfobia es necesario considerar tanto las actitudes negativas hacia las
personas trans como las creencias hacia ellas.
Teniendo en cuenta que los mitos son creencias irracionales,
resulta necesario analizar la transfobia desde las actitudes, pero también
desde las creencias (mitos). Cabe destacar que el desconocimiento sobre las
personas transexuales y transgénero representa un factor determinante en la
existencia de actitudes discriminatorias (García-Barba,
Serrano-Moragón, Camañes-Martorell, Ruiz-Palomino y Ballester-Arnal, 2018)
y en mayor medida hacia las personas transexuales que hacia las transgénero (Francia-Martínez, Esteban y Lespier, 2017).
Estas actitudes se presentan en diferentes espacios: el laboral, el
institucional, el de salud, el educativo, el familiar y el legal, entre otros (Ccori, 2018).
Platero (2014) señala
que los mitos sobre las personas trans actúan como elementos que dificultan su
aceptación. Al respecto, López (2018) menciona
la existencia de diez mitos sobre personas transexuales referentes a aspectos
psicológicos o psicopatológicos, médico-sanitarios, de orientación sexual, de
peligrosidad y de desarrollo humano. Por otro lado, Montoro (2019) y Llerena (2019) exponen 15 mitos relativos
a cuestiones psicológicas o psicopatológicas y médico-sanitarias –vinculadas
con la actividad laboral –, comportamentales –relacionados con el travestismo y
la intersexualidad– y cuestiones asociadas con la peligrosidad. También Garrido, García, Velayos y Garrido (2018)
exponen la existencia de nueve mitos relacionados con aspectos
médico-sanitarios, de conducta social e individual, de manipulación
psicológica, de género, psicológicos o psicopatológicos y de orientación
sexual. Asimismo, Navarro (2017) y Platero (2014) incluyen otros mitos
vinculados con aspectos educacionales o de socialización, la conducta y la
salud sexual, la estética y la realización de conductas asociales o penadas, y
establecen una clasificación general de estos mitos con base en nueve grandes
categorías referentes a cuestiones de la conducta: sexuales, morales, del
sistema sexo-género, expresivo/comportamentales, sobre la orientación sexual,
psicológicas, médico-sanitarias o medicalización, laborales y de influencia
social o personal.
No obstante, como se evidencia en la revisión bibliográfica
realizada por Morrison et al. (2017),
las 83 escalas de transfobia existentes versan sobre actitudes negativas hacia
el colectivo trans y los mitos son presentados como actitudes hacia las personas
LGTBI, lo cual, con base en lo señalado anteriormente, se trataría de un error
conceptual (de contenido). Por lo tanto, resulta necesario eliminar dichos
ítems para que realmente se midan las actitudes. Por otro lado, según los
autores, la mayor parte de las escalas incluidas en la revisión no incluyen la
dimensionalidad de la escala, la confiabilidad de las puntuaciones o su
validez. Asimismo, cabe destacar que no se han identificado escalas que midan
la interiorización de mitos sobre las personas trans.
Tomando en consideración escalas como las de Rodríguez, Lameiras, Carrera y Vallejo (2013),
se destaca la diferenciación de tres tipologías de actitudes negativas hacia la
homosexualidad: la homofobia institucional, el malestar personal y la
desviación/cambiabilidad. También escalas como las de Lozano y Díaz (2010) miden el rechazo
familiar, social y personal, mientras que otras como las de Campo-Arias, Lafaurie y Gaitán-Duarte (2012)
miden la incomodidad, la honestidad, la corrupción, los derechos, la influencia
de la religión y la legalidad. Sin embargo, en la revisión de Morrison et al. (2017) se constata que la
mayoría de las escalas de actitudes hacia la transexualidad no incluyen
subescalas o dimensiones. Solamente se aprecia en los instrumentos de Carrera, Lameiras, Rodríguez y Vallejo (2014),
Hill y Willoughby (2005) y Willoughby et al. (2010), los cuales
miden el ataque al género, la transfobia y la ideología de género.
Antecedentes
A nivel internacional, se observan investigaciones que señalan
ciertos factores sociodemográficos como determinantes en las actitudes
negativas hacia las personas trans, tales como el sexo, la edad, el nivel
formativo y las creencias religiosas e ideológicas (Francia-Martínez, Esteban y Lespier, 2017;
Iglesias, González y Mena, 2017);
también el nivel de sexismo, las actitudes hacia otras identidades LGTBI y la
no existencia de legislaciones o medidas preventivas (Rodríguez-Otero y Treviño, 2016). Estos
resultados evidencian niveles de aversión medios o medios altos (entre 2.24 y
4.74) dependiendo del contexto (en mayor medida en Latinoamérica que en Europa
y Estados Unidos). Asimismo revelan actitudes más negativas en hombres,
personas de mayor edad, con convicciones o prácticas religiosas,
heterosexuales, de ideología conservadora, de menor nivel formativo y económico
y que no conocen a personas transexuales (Carrera,
Lameiras, Rodríguez y Vallejo, 2014; Claman,
2007;Francia-Martínez, Esteban y
Lespier, 2017; Hill y Willoghby, 2005;
Iglesias, González y Mena, 2017; Nagoshi, Adams, Terrel, Hill, Brzuzy y
Nagosh, 2008; Páez, Hevia, Pesci y
Rabbia, 2015; Willoughby et al., 2010).
Otras investigaciones constatan que este tipo de actitudes
contribuyen al deterioro de la salud mental de las personas trans que lo
sufren, lo cual incrementa la morbilidad psiquiátrica, especialmente respecto a
cuadros depresivos, trastornos de ansiedad e ideas suicidas (Carvajal, 2018; Páez, Hevia, Pesci y Rabbia, 2015). Pero
también favorecen los procesos de rechazo, desafiliación y exclusión social, lo
cual profundiza el menoscabo de la salud de las víctimas (Rodríguez-Otero y Treviño, 2016).
El contexto mexicano se caracteriza por la escasa producción
científica al respecto, no obstante se destaca el estudio cualitativo realizado
por del Rocío (2006) con 80 policías
de Aguascalientes, en el cual se advierte que existe un fuerte calado de
prejuicios hacia las personas trans. Rodríguez-Otero
y Treviño (2016) presentan niveles de transfobia medios (2.24) y un mayor
rechazo respecto a personas homosexuales y bisexuales en estudiantes
universitarios de Nuevo León. Baños (2016)
señala que la población de Acapulco presenta niveles de aversión medios (2.93)
hacia el turismo transexual. De igual manera en el mismo Estado, Bravo (2009) informa niveles medios en el
personal de los servicios de salud, mientras que Quezada, Moral, Ibarraz y González (2018)
reflejan la existencia de niveles de estrés elevados en personas trans de
México como consecuencia de la transfobia percibida.
En referencia a los mitos sobre las personas trans a nivel
internacional, se observan investigaciones cualitativas que exponen de forma
teórica las principales categorías asociadas a este colectivo (Garrido, García, Velayos y Garrido, 2018;
López, 2018; Llerena, 2019; Montoro, 2019;Navarro, 2017; Platero, 2014). No obstante, no se
identifican estudios que aborden la interiorización de tales creencias mediante
escalas.
Partiendo de la hipótesis de que a mayor interiorización de
mitos sobre las personas trans se generan actitudes más negativas hacia ellas,
se propone un estudio con el objetivo de construir y validar una escala de
actitudes negativas hacia personas trans y otra sobre la interiorización de
mitos sobre las personas trans, que midan tanto la transfobia institucional, el
malestar personal y la desviación/cambiabilidad (actitudes), como la conducta y
la orientación sexual, el sistema sexo/género, los aspectos a nivel relacional
y los aspectos psicológicos y medicalización (mitos).
La mayor parte de los estudios sobre actitudes hacia personas
trans contextualizados en México no incluye la variable de género ni el
análisis comparativo con base en los géneros (Baños, 2016; Bravo, 2009; del Rocío, 2006; Quezada, Moral, Ibarraz y González, 2018).
En el único estudio identificado que realiza dicho análisis en el contexto
mexicano, la muestra está conformada mayoritariamente por mujeres (Rodríguez-Otero y Treviño, 2016). Es por
ello que, con el objeto de realizar una discusión de los resultados, se torna
interesante considerar a la población de mujeres.
Método
Participantes
Las personas participantes en el estudio que se presenta fueron
estudiantes de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano (FTSyDH) de la
Universidad Autónoma de Nuevo León (México). El universo eran 1 700 estudiantes
matriculados en el semestre agosto-diciembre de 2019. Se seleccionaron 40
participantes de cada semestre (80 por curso académico) mediante un muestreo
aleatorio estratificado (margen de error 5 % y nivel de confianza 95 %). En la
etapa de recolección de datos, se buscó que todas y cada una de las preguntas
fueran respondidas por los participantes, de modo que no existieran valores
perdidos. Dada la escasa representatividad de la población masculina en la
muestra recolectada (19 observaciones que ascienden al 5.9 % de la muestra) las
inferencias del estudio se acotan únicamente para la población femenina. La
muestra del estudio fue conformada por 302 mujeres (ningún participante se
identifica como no binaria respecto al género), con una media de edad de 20
años (DT = 3.07, rango = 16-49), de las cuales 247 (81.7 %) tenían creencias
religiosas y 285 (94.3 %) vivían en localidades urbanas. En relación con su
conocimiento sobre personas según su diversidad sexual, se observó que 188
estudiantes (62.3 %) conocían a personas bisexuales, 279 (91.3 %) a gays, 227
(75.1 %) a lesbianas y 86 (28.4 %) a personas trans.
Instrumentos
Como técnica de recolección de datos se utilizó un cuestionario
autoadministrado compuesto por preguntas sociodemográficas, la Escala de
actitudes hacia las personas trans y la Escala de interiorización de mitos
hacia la transexualidad.
La Escala de actitudes se construyó a partir de la escala de
transfobia de Morrison, Bishop, Gazzola,
McCutcheon, Parker y Morrison (2017), las escalas de homofobia de Lozano y Díaz (2010), Rodríguez, Lameiras, Carrera y Vallejo (2013)
y Moral y Martínez (2011) y la escala
de bifobia de Olvera (2014). La Escala
de actitudes evalúa mediante 38 ítems (14 invertidos) la transfobia
institucional, el malestar personal y la desviación/cambiabilidad.
Por otro lado, la Escala de interiorización de mitos hacia la
transexualidad se diseñó con base en las consideraciones de López (2018), Garrido, García, Velayos y Garrido (2018),
Navarro (2017) y Platero (2014). Contiene un total de 39
ítems (13 invertidos) agrupados en cuatro categorías referentes a: (1) la
conducta y la orientación sexual; (2) el sistema sexo/género; (3) aspectos a
nivel relacional (cuestiones laborales y la influencia social); y (4) aspectos
psicológicos y medicalización.
Ambos instrumentos fueron diseñados con un formato de respuesta
tipo Likert en una escala de 1 a 5 (1 = totalmente en
desacuerdo, 2 = en desacuerdo, 3 = ni en desacuerdo, ni de acuerdo, 4 = de acuerdo, 5 = totalmente de
acuerdo), y las puntuaciones mayores fueron consideradas como actitudes
más negativas hacia las personas trans y mayor interiorización de los mitos,
respectivamente. Por otro lado, se incluyeron indagaciones sociodemográficas
sobre el género con el que se identificaba la muestra (hombre, mujer u otra
identidad), su edad, semestre que cursaba (de 1.° a 9.°), así como cuestiones
dicotómicas relativas a si se identificaban con alguna religión (sí/no) y si
conocían a personas trans (sí/no).
Procedimiento
La presente investigación se desarrolló a través del siguiente
proceso: (1) revisión de la literatura e identificación de escalas sobre
actitudes y creencias sobre las personas trans; (2) construcción de las escalas
a partir de la literatura; (3) discusión de las escalas con expertos sobre
género de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL); (4) aplicación de un
pilotaje de ambas escalas con una muestra de 100 alumnos de la Facultad de
Trabajo Social y Desarrollo Humano (FTSyDH; seleccionados por conveniencia en
cuatro grupos del 2.° y 4.° semestre en los que impartían docencia los autores
de la presente investigación) para analizar la comprensión de cada uno de los
ítems; (5) ajustes en la redacción de ambas escalas a partir de los comentarios
de los expertos y del alumnado; (6) contacto con docentes de cada uno de los
semestres para la entrega de los instrumentos y concretar la fecha de
aplicación; (7) aplicación de los instrumentos; (8) codificación de los datos
en el programa Stata16 tomando en consideración la totalidad de instrumentos
recopilados; (9) pruebas estadísticas de ambas escalas con el objetivo de
evaluar la confiabilidad y consistencia interna mediante la aplicación de
coeficiente alfa de Cronbach; (10) exclusión de ítems en las categorías en las
que la saturación era similar en dos o más factores, y se privilegiaron
aquellos que poseían una bidireccional explícita, mayor concreción del objetivo
actitudinal y mejor dimensión teórica; (11) eliminación de la muestra de
hombres con objeto de realizar cálculos estadísticos confiables; (12) testeo de
ambas escalas tras la exclusión de ítems y los participantes hombres; (13)
análisis correlacional para todos los ítems de cada escala y análisis de los
índices de asimetría, curtosis y test de normalidad de Shapiro-Wilk de los
ítems compendiados; (14) estimación de los modelos de ecuaciones estructurales
a través del procedimiento de máxima verosimilitud robusto (Huber–White standard error); (15) análisis correlacional entre las
variables latentes de las escalas; (16) comparación de medias de ambas escalas
en función de las variables sociodemográficas de la muestra (curso académico,
creencias religiosas y conocer a personas trans); y (17) discusión de los
resultados con los disponibles en la literatura existente.
Aspectos éticos y legales
El cuestionario fue administrado a la muestra de forma
voluntaria, con el conocimiento y el consentimiento escrito de cada uno de los
participantes, el cual especificaba: el propósito de la investigación, la
duración estimada, el derecho a rehusarse a participar, la confidencialidad de
los datos, la no remuneración por la participación y los datos de la persona
responsable de la investigación. La aplicación del cuestionario estuvo a cargo
de docentes de la FTSyDH, previa autorización por parte de la institución,
siguiendo así las normas éticas de la American Psychological Association (APA)
en cuanto a los principios de beneficencia y no maleficencia, fidelidad y
responsabilidad, integridad, justicia y respeto por los derechos y la dignidad
de las personas. Se omitieron los datos personales y se codificaron con base en
las características sociodemográficas de cada uno de los participantes para
respetar la privacidad y la confidencialidad.
Resultados
Análisis de los ítems
Tras realizar el tratamiento de la información, ambas escalas
fueron testeadas con objeto de evaluar la confiabilidad y consistencia interna
mediante la aplicación del coeficiente alfa de Cronbach. De esta forma se
obtuvieron los siguientes valores para la Escala de actitudes: transfobia
institucional, .778; malestar personal, .865; desviación/cambiabilidad, .745.
Para la Escala de interiorización de mitos los valores fueron: conducta y
orientación sexual, .693; sistema sexo/género, .596; relacional, .715; aspectos
psicológicos y medicalización, .659. Se excluyeron de las categorías los ítems
en los que la saturación era similar en dos o más factores, y se privilegiaron
aquellos que poseían una bidireccional explícita, mayor concreción del objetivo
actitudinal y mejor dimensión teórica (ver en Anexo los estadísticos
descriptivos de ambas escalas). Los ítems excluidos del estudio fueron: en la
escala de actitudes, 4, 5, 20, 21, 24, 27, 30, 31, 32, 33, 34 y 36, y en la
escala de mitos, 2, 4, 9, 10, 11, 12, 13, 17, 18, 19, 23, 24, 25 y 34.[1]
Luego se encontró que, para la escala de actitudes, los valores
de correlación eran positivos para todos los ítems (entre .464 y .793), que
iban de un nivel de media a alta correlación. Con respecto a la escala de
interiorización de mitos, los valores de correlación se ubicaron entre .291 y
.719 (los más bajos corresponden a la categoría de sistema sexo/género); no
obstante, se consideró pertinente retener los reactivos en la escala dadas las
evidencias de los instrumentos analizados en la revisión de la literatura.
Con respecto a los valores del alfa de Cronbach sin el ítem,[2] en ambas escalas la fiabilidad tendió a mantenerse o
bien a disminuir (ver Tabla 1); es decir, la eliminación de
cualquier elemento no contribuyó a mejorar la consistencia interna de la
escala. Acerca de los valores de alfa de Cronbach total, los resultados fueron,
para la escala de actitudes: transfobia institucional, .878; malestar personal,
.882; desviación/cambiabilidad, .745. Para la escala de mitos los valores
fueron: conducta y orientación sexual, .739; sistema sexo/género, .638;
relacional, .769; aspectos psicológicos y medicalización, .835. Estos valores
denotan una consistencia aceptable a buena en ambas escalas. La única escala en
la que no se obtuvo una consistencia aceptable es en la de sistema sexo/género,
lo cual podría deberse a la construcción semántica de las preguntas como
mit_15: “Las personas trans constituyen un tercer género”. Posteriormente se
calcularon los índices de asimetría, curtosis y test de normalidad de
Shapiro-Wilk de los ítems compendiados. Del total de ítems, se encontró que la
mayoría presentaba asimetría y curtosis que excedían los valores recomendados;
es decir, no se cumplía la normalidad univariante de las variables. Así, el
análisis exploratorio sugirió seguir un proceso de máxima verosimilitud (ML) en
el análisis confirmatorio de los datos. Si bien la ML exige que las variables
estén normalmente distribuidas, este método permite estimar de forma no sesgada
los parámetros del modelo y es capaz de garantizar la convergencia de las
estimaciones aun en la ausencia de normalidad.
Tabla 1
Estadísticas
descriptivas en la escala actitudes hacia las personas trans y escala de mitos
hacia la transexualidad
Ítems para cada
escala |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
M |
DT |
Alfa de Cronbach sin
el ítem |
Parte a. Escala de
actitudes hacia las personas trans |
||||||||
a.1. Transfobia
institucional: |
||||||||
atr 1 Está bien que
las personas trans puedan adoptar niños. (R) |
36.1 |
21.9 |
30.8 |
4.3 |
7.0 |
2.24 |
1.19 |
.869 |
atr 2 Las personas
trans no deberían poder enseñar en las escuelas. |
61.6 |
18.2 |
14.9 |
3.0 |
2.3 |
1.66 |
0.99 |
.874 |
atr 8 Las personas
trans deberían ser integradas en la sociedad. (R) |
60.3 |
22.2 |
8.3 |
3.6 |
5.6 |
1.72 |
1.13 |
.871 |
atr 9 Debería
restringirse el ingreso de personas trans a bares. |
75.2 |
13.6 |
8.9 |
1.7 |
0.7 |
1.39 |
0.77 |
.867 |
atr 10 Las personas
trans deberían tener los mismos derechos que el resto de la sociedad. (R) |
68.5 |
18.5 |
6.6 |
2.3 |
4.0 |
1.55 |
1.00 |
.868 |
atr 11 Si se
descubre que un empleado es trans debería ser despedido. |
81.5 |
12.3 |
4.6 |
0.7 |
1.0 |
1.28 |
0.67 |
.871 |
atr 13 Las personas
trans deberían tener prohibida la entrada a las iglesias. |
77.8 |
12.9 |
8.3 |
0.3 |
0.7 |
1.33 |
0.70 |
.872 |
atr 14 Las leyes
deberían ser más duras con las personas travestis y transexuales. |
79.1 |
13.9 |
6.3 |
0.3 |
0.3 |
1.29 |
0.63 |
.871 |
atr 25 No votaría
por un candidato político trans. |
59.6 |
12.9 |
18.9 |
3.6 |
5.0 |
1.82 |
1.16 |
.873 |
atr 26 Los
hospitales no deberían contratar a médicos trans. |
66.2 |
16.9 |
13.6 |
2.0 |
1.3 |
1.55 |
0.89 |
.866 |
atr 28 Las películas
que aprueban la transexualidad me molestan. |
63.3 |
17.6 |
14.6 |
1.7 |
3.0 |
1.64 |
0.99 |
.870 |
atr 29 Creo que los
matrimonios en los que alguno de sus miembros es trans deben ser legales. |
44.0 |
19.2 |
21.9 |
4.6 |
10.3 |
2.18 |
1.32 |
.870 |
atr 35 Las personas
trans son tan capaces como el resto de mantener relaciones. (R) |
57.0 |
20.9 |
15.9 |
1.7 |
4.6 |
1.76 |
1.08 |
.871 |
a.2. Malestar
personal: |
||||||||
atr 3 Sería extraño
ver a una persona trans dando un beso. |
48.3 |
18.5 |
26.5 |
3.3 |
3.3 |
1.95 |
1.09 |
.877 |
atr 6 Evito a las
personas trans siempre que me es posible. |
68.9 |
20.5 |
7.0 |
2.3 |
1.3 |
1.47 |
0.83 |
.868 |
atr 7 Pienso que las
personas trans son repugnantes. |
77.2 |
13.6 |
6.3 |
1.7 |
1.3 |
1.36 |
0.79 |
.872 |
atr 15 Me niego a
llamar a una persona trans por el nombre que utiliza, no se corresponde con
su sexo. |
70.5 |
13.3 |
12.6 |
1.7 |
2.0 |
1.51 |
0.92 |
.876 |
atr 16 No me
importaría ir a una fiesta a la que asistan personas trans. (R) |
65.2 |
19.5 |
9.9 |
1.7 |
3.6 |
1.59 |
0.99 |
.869 |
atr 17 No me
importaría trabajar con una persona trans. (R) |
69.9 |
19.9 |
6.3 |
1.3 |
2.7 |
1.47 |
0.88 |
.865 |
atr 18 Estoy
abierto/a a nuevos amigos trans. (R) |
65.6 |
17.9 |
13.3 |
2.7 |
0.7 |
1.55 |
0.87 |
.854 |
atr 19 No dudaría en
invitar a la pareja trans de mi amigo a mi fiesta. |
66.6 |
19.5 |
9.3 |
2.3 |
2.3 |
1.54 |
0.92 |
.868 |
atr 22 Si tuviese
hijos/as y me enterase de que su profesor/a es trans los quitaría. |
67.2 |
18.9 |
8.9 |
2.0 |
3.0 |
1.55 |
0.95 |
.872 |
a.3. Desviación
cambiabilidad: |
||||||||
atr 12 Las personas
trans deberían ser confinadas para tratar su patología. |
62.9 |
12.9 |
19.5 |
2.7 |
2.0 |
1.68 |
1.01 |
.737 |
atr 23 Los
profesionales de medicina/psicología deberían esforzarse para encontrar una
cura. |
64.6 |
19.9 |
12.3 |
3.3 |
0.0 |
1.58 |
0.94 |
.693 |
atr 37 Los hijos de
personas trans deberían recibir tratamiento para evitar que sean trans. |
48.0 |
21.5 |
23.5 |
5.0 |
2.0 |
1.91 |
1.04 |
.663 |
atr 38 Las personas
trans deberían ser canalizadas a los servicios de salud psíquica. |
65.2 |
15.2 |
15.6 |
2.3 |
1.7 |
1.60 |
0.95 |
.647 |
Parte b. Escala de
mitos hacia la transexualidad |
||||||||
b.1 Conducta y
orientación sexual: |
||||||||
mit 1 El sexo con
una persona trans es natural. (R) |
22.9 |
15.2 |
45.7 |
6.6 |
9.6 |
2.65 |
1.18 |
.728 |
mit 3 Las personas
trans tienden a ser sexualmente promiscuas. |
27.5 |
16.6 |
49.0 |
4.6 |
2.3 |
2.38 |
1.01 |
.706 |
mit 39 Todas las
chicas trans son pasivas y los chicos activos sexualmente. (R) |
29.5 |
15.2 |
51.0 |
1.3 |
3.0 |
2.33 |
1.01 |
.711 |
mit 22 La mayoría de
las personas trans ejercen la prostitución. |
44.0 |
23.2 |
26.5 |
4.3 |
2.0 |
1.97 |
1.03 |
.697 |
mit 5 Las personas
trans son homosexuales disfrazados de mujer u hombre. |
31.1 |
13.9 |
36.8 |
11.9 |
6.3 |
2.48 |
1.22 |
.698 |
mit 30 Las personas
trans son todas homosexuales. |
23.8 |
19.9 |
46.7 |
5.0 |
4.6 |
2.47 |
1.05 |
.699 |
mit 35 Las personas
que se sienten atraídas por personas trans no son heterosexuales. |
19.9 |
14.9 |
58.0 |
4.3 |
3.0 |
2.56 |
0.96 |
.717 |
b.2 Sistema
sexo/género: |
||||||||
mit 6 Las personas
trans son malas porque rompen la división natural entre los sexos. |
54.6 |
20.2 |
20.9 |
3.0 |
1.3 |
1.76 |
0.97 |
.584 |
mit 15 Las personas
trans constituyen un tercer género. |
30.5 |
13.3 |
43.7 |
8.6 |
4.0 |
2.42 |
1.13 |
.637 |
mit 27 Transitar es
para ganar privilegios o inmiscuirse en el feminismo y espacios de mujeres. |
31.1 |
15.6 |
47.0 |
4.6 |
1.7 |
2.30 |
1.01 |
.543 |
mit 29 Las personas
trans no refuerzan los estereotipos de género. (R) |
13.6 |
14.9 |
57.0 |
8.3 |
6.3 |
2.79 |
0.99 |
.597 |
mit 38 Las chicas
trans son femeninas y los chicos trans, masculinos. |
29.8 |
24.2 |
40.1 |
4.0 |
2.0 |
2.24 |
0.99 |
.559 |
b.3 Relacional: |
||||||||
mit 7 Las personas
trans son pecadoras. |
61.3 |
17.2 |
15.9 |
3.3 |
2.3 |
1.68 |
1.01 |
.740 |
mit 21 Las personas
trans son personas extravagantes, exhibicionistas. |
29.5 |
24.8 |
30.1 |
9.3 |
6.3 |
2.38 |
1.18 |
.716 |
mit 28 A las
personas trans se les nota que son trans. |
16.6 |
14.6 |
40.1 |
18.5 |
10.3 |
2.91 |
1.18 |
.755 |
mit 36 Las personas
trans son feas y corpulentas. |
48.0 |
27.5 |
19.9 |
2.3 |
2.3 |
1.83 |
0.98 |
.749 |
mit 16 Las personas
que trabajan como drag queens son trans. |
27.8 |
13.6 |
50.3 |
5.0 |
3.3 |
2.42 |
1.05 |
.761 |
mit 20 La mayoría de
las personas trans trabajan en el mundo del espectáculo. |
29.8 |
17.6 |
35.8 |
12.9 |
4.0 |
2.44 |
1.16 |
.726 |
mit 26 No existen
los menores trans, les han metido las ideas en la cabeza los padres. |
33.4 |
15.6 |
42.4 |
6.6 |
2.0 |
2.28 |
1.06 |
.733 |
b.4 Aspectos
psicológicos y medicalización: |
||||||||
mit 8 Las personas
trans están confundidas o engañan a los demás. |
55.3 |
16.2 |
21.9 |
4.6 |
2.0 |
1.82 |
1.05 |
.803 |
mit 14 Las personas
trans están mentalmente enfermas. |
63.6 |
19.2 |
13.9 |
0.7 |
2.7 |
1.60 |
0.94 |
.814 |
mit 31 La
transexualidad es un capricho. |
44.0 |
19.9 |
27.2 |
4.6 |
4.3 |
2.05 |
1.13 |
.787 |
mit 32 Las personas
trans odian su cuerpo y quieren cambiarlo. |
23.5 |
14.9 |
42.7 |
13.3 |
5.6 |
2.63 |
1.15 |
.826 |
mit 33 Las personas
trans tienen traumas o malas relaciones con sus padres. |
28.8 |
17.2 |
40.1 |
9.9 |
4.0 |
2.43 |
1.12 |
.800 |
mit 37 Las personas
trans no tienen pareja y son infelices. |
56.0 |
21.9 |
19.5 |
2.0 |
0.7 |
1.70 |
0.90 |
.817 |
Se indican las frecuencias obtenidas en cada ítem según la
escala 1 = totalmente en desacuerdo, 2 = en desacuerdo, 3 = ni en desacuerdo ni
en acuerdo, 4 = de acuerdo, 5 = totalmente de acuerdo.
(R) Corresponde a los ítems en escala invertida
Especificación de los modelos
Los modelos de ecuaciones estructurales se estimaron mediante el
programa Stata (Software for Statistics and Data Science), siguiendo un
procedimiento de máxima verosimilitud robusto (Huber–Whitestandard
error). Por lo general, se recomienda el método de máxima verosimilitud
a menos que los datos se desvíen sustancialmente de la normalidad multivariada
y/o incluyan variables categóricas. Por su parte, el método de máxima
verosimilitud robusto permite estimar los errores estándar aun cuando no se
asuma normalidad en la información (como es el caso).
Como primer paso, se obtuvieron las estimaciones de cada uno de
los tipos de medición de los constructos incluidos para cada escala y, en
segundo lugar, se ensambló un modelo para cada escala que incluyó tanto los
constructos como sus indicadores. La estructura de covarianzas se conformó del
siguiente modo: para la escala de actitudes, 26 ítems en tres subescalas, y
para la escala de mitos, 25 ítems en cuatro subescalas, según se derivó del
análisis de consistencia interna.
La Figura 1 muestra los resultados de los
modelos que satisfacen los criterios de ajuste en la metodología SEM (indicador
de ajuste del modelo e indicador de ajuste comparativo). Los óvalos representan
las variables latentes (o constructos) y los recuadros indican las variables
indicadoras (u observadas) que conforman su dimensionalidad. Las
especificaciones de direccionalidad se captan del siguiente modo: las flechas
bidireccionales indican la interrelación entre las variables latentes, las
flechas unidireccionales indican la influencia de cada subescala de actitudes
sobre los indicadores observados y se interpretan como coeficientes de
regresión multivariada; y finalmente, los círculos indican los términos de
error asociados a cada variable.
Figura 1
Path diagram para la escala de actitudes hacia la
transexualidad y la escala de mitos hacia la transexualidad
Corresponde a los resultados del modelo de tres factores correlacionados con estimaciones estandarizadas: *p < .10; **p < .05; ***p < .01.
Con el afán de establecer jerarquías entre las variables
latentes y observadas, los coeficientes corresponden a los valores
estandarizados; es decir, cada coeficiente mide la influencia que ejerce el
aumento en una unidad en cada constructo o subescala. De mayor a menor, se
muestran los tres indicadores más relevantes en cada modelo. Para el modelo de
la escala de actitudes hacia las personas trans tenemos (Figura
1): desviación/cambiabilidad (atr_37: .73, atr_38: .72, atr_23: .65),
malestar personal (atr_18: .86, atr_19: .71, atr_7: .69), transfobia
institucional (atr_9: .74, atr_28: .64, atr_29: 0.59).
Con relación a las variables latentes del modelo, se encuentran
relaciones de influencia estadísticamente significativas (p ≤ .05) en la escala
de actitudes hacia la transexualidad. Así se advierte que la variable latente
transfobia institucional explica la variable latente malestar personal (.89), y
el malestar personal, la desviación cambiabilidad (.81).
Por otro lado, se advierte que la máxima relación en esta escala
se dio entre transfobia institucional y desviación/cambiabilidad (.92). Con
relación a los indicadores de ajuste del modelo: chi cuadrado (g.l.: 296) = 1
006.48, prob > chi-cuadrado: .000; índice de bondad de ajuste comparativo
(CFI): 1.21; raíz del residuo cuadrático promedio de aproximación (RMSEA:
.078); índice de Tucker-Lewis (TLI: 1.08).
De manera análoga, para el modelo de escala de mitos hacia las
personas trans se obtuvieron los siguientes resultados (Figura 1):
conducta y orientación sexual (mit_22: .68, mit_30: .55, mit_5: .53, mit_3:
.52); sistema sexo/género (mit_6: .65, mit_27: .63, mit_38: .58); relacional
(mit_7: .67, mit_36: .62, mit_21: .61, mit_26: .60); aspectos psicológicos y
medicalización (mit_31: .77, mit_8: .73, mit_33: .69).
De manera general se encuentran relaciones positivas entre las
subescalas y variables indicadoras según la magnitud estimada en cada
coeficiente. Asimismo, se encuentra que las relaciones de influencia más
significativas (p ≤ .05) son: relacional a sistema sexo/género (1.09), sistema
sexo/género a orientación sexual (1.05) y orientación sexual a relacional
(1.04). Con los resultados en los indicadores de ajuste del modelo se advierte:
chi cuadrado (g.l.: 269): 1 005.24, prob > chi cuadrado: .000; índice de
bondad de ajuste comparativo (CFI): .98; raíz del residuo cuadrático promedio
de aproximación (RMSEA): .085; índice de Tucker-Lewis (TLI): .97.
Derivado de ambos modelos (actitudes y mitos), los resultados
del análisis confirmatorio indican que el grado de actitud discriminatoria
hacia las personas trans es explicado significativamente por las variables
latentes contempladas.
De manera complementaria, se muestra la matriz de correlaciones
entre las variables latentes de ambas escalas (ver Tabla 2),
a través de la cual se evidencian correlaciones directamente proporcionales a
nivel (p < .01) entre todas las subescalas aplicadas; se comprueba así que
la interiorización de mitos y actitudes se relacionan entre sí y en forma
directa.
Tabla 2
Matriz de
correlaciones entre las variables latentes de las escalas
Subescalas |
(1) |
(2) |
(3) |
(4) |
(5) |
(6) |
(7) |
1. Transfobia
institucional(a) |
- |
||||||
2. Malestar personal(a) |
.803*** |
- |
|||||
3. Desviación
cambiabilidad(a) |
.733*** |
.690*** |
- |
||||
4. Conducta y
orientación sexual(b) |
.609*** |
.575*** |
.544*** |
- |
|||
5. Sistema
sexo-genero(b) |
.558*** |
.506*** |
.556*** |
.720*** |
- |
||
6. Aspectos a nivel
relacional(b) |
.605*** |
.589*** |
.567*** |
.775*** |
.733*** |
- |
|
7. Aspectos
psicológicos y medicalización(b) |
.683*** |
.681*** |
.666*** |
.697*** |
.666*** |
.752*** |
- |
(a) Escala de actitudes(b) Escala de mitos*** p < 0.01
Por último, tomando en consideración las puntuaciones obtenidas
en función de las variables sociodemográficas de la muestra (año escolar que
cursaba, creencias religiosas y conocimiento de personas trans), se observan
diferencias estadísticamente significativas (ver Tabla 3).
Tabla 3
Test de diferencia de
medias para las escalas
Escala de
actitudes/escala de mitos |
Año escolar cursado |
Creencias religiosas |
Conoce a personas
trans |
|||||||||||||
1.º a 4.º año |
5.º a 8.º año |
No |
Sí |
No |
Sí |
|||||||||||
a) Escala de
actitudes |
||||||||||||||||
Transfobia
institucional |
1.68 |
1.61 |
.07 |
1.42 |
1.70 |
-.28*** |
1.73 |
1.44 |
.29*** |
|||||||
Malestar personal |
1.59 |
1.52 |
.07 |
1.37 |
1.60 |
-.23** |
1.63 |
1.36 |
.27*** |
|||||||
Desviación/cambiabilidad |
1.75 |
1.63 |
.12 |
1.47 |
1.74 |
-.27** |
1.78 |
1.47 |
.31*** |
|||||||
b) Escala de mitos |
||||||||||||||||
Conducta y
orientación sexual |
2.45 |
2.36 |
.09 |
2.16 |
2.46 |
-.30*** |
2.48 |
2.21 |
.27*** |
|||||||
Sistema sexo/género |
2.39 |
2.22 |
.17** |
2.12 |
2.34 |
-.22** |
2.37 |
2.14 |
.23*** |
|||||||
Aspectos a nivel
relacional |
2.35 |
2.21 |
.14* |
2.03 |
2.33 |
-.30*** |
2.37 |
2.06 |
.31*** |
|||||||
Asp. psicológicos y
medicalización |
2.11 |
1.96 |
.15* |
1.66 |
2.12 |
-.46*** |
2.12 |
1.82 |
.30*** |
|||||||
Dif. de medias: corresponde al resultado en la prueba de
diferencia de medias del estadístico t-Student*** p < .01** p < .05* p < .1
Con respecto a las actitudes hacia la transexualidad, el mayor
nivel de rechazo se registra en cuanto a la desviación/cambiabilidad (M = 1.69;
DT = 0.74), seguido de la transfobia institucional (M = 1.64; DT = 0.62) y el
malestar personal (M = 1.54; DT = 0.65). Se observaron actitudes más negativas
en el alumnado de los primeros semestres, quienes no tenían creencias
religiosas y no conocían a personas transexuales. Por otro lado, en cuanto a la
interiorización de los mitos hacia la transexualidad se observó que los mitos
con un mayor calado eran los relativos a la conducta y a la orientación sexual
(M = 2.40; DT = 0.66), seguido de los vinculados con el sistema sexo-género (M
= 2.30; DT = 0.65), los relacionales (M = 2.27; DT = 0.70) y los relativos a
aspectos psicológicos y de medicalización (M = 2.03; DT = 0.77). También se
registró una mayor interiorización de los mitos en el alumnado de los primeros
semestres y en quienes no tenían creencias religiosas ni conocían a personas
transexuales.
Discusión y conclusiones
A través de los resultados del presente estudio se realizó un
proceso de validación (interno y externo) de la escala de actitudes y de la de
mitos hacia la transexualidad. Así se confirmó una versión de la escala de
actitudes de 26 ítems y tres subescalas (desviación/cambiabilidad, malestar
personal y transfobia institucional) y otra de la escala de mitos de 25 ítems y
cuatro subescalas (relacional, sistema sexo/género, orientación sexual y
aspectos psicológicos/medicalización).
Asimismo, se ha constatado la relación existente entre los mitos
y estereotipos hacia las personas transexuales y las actitudes negativas. De
forma que, como señalan autores como Rodríguez-Otero
y Treviño (2016) y García-Barba et al.
(2018), en los procesos de estigmatización los mitos se articulan como
mecanismos de producción y reproducción de los estigmas a través de los
diferentes procesos de socialización primaria, secundaria y terciaria. En este
sentido, se corrobora la tesis de autores como García-Barba et al. (2018), quienes
señalan que el desconocimiento sobre las personas transexuales y transgénero
representa un factor determinante en la existencia de actitudes
discriminatorias. Así, el calado de los mitos sobre las personas trans se
perfila como medio de producción de imaginarios erróneos o estereotipados. De
esta forma se constata el modelo unidimensional para el cual tanto las
actitudes negativas hacia las personas trans como las creencias hacia dicho
colectivo están interrelacionadas (Reyes,
2007).
En cuanto a las puntuaciones obtenidas en cada una de las
escalas aplicadas, se observó que el nivel de actitudes negativas hacia
personas trans era medio, y las puntuaciones fueron semejantes a las de otros
estudios precedentes (Francia-Martínez,
Esteban y Lespier, 2017; Rodríguez-Otero
y Treviño, 2016), así como superiores a las de otros (Iglesias, González y Mena, 2017; Páez, Hevia, Pesci y Rabbia, 2015; Willoughby et al., 2010). Este resultado
denota la existencia de una variabilidad de actitudes y también que la aversión
depende de factores socioculturales, políticos y educativos de cada contexto,
así como del cronosistema (tiempo/momento histórico). Por otro lado, se destaca
que las actitudes más negativas, al igual que señala el estudio de Francia-Martínez, Esteban y Lespier (2017),
se registran respecto de la desviación/cambiabilidad, seguido de la transfobia
institucional y el malestar personal. No obstante, estos resultados también
corroboran los obtenidos en otros estudios en los que, aunque no incluyen la
variable de desviación/cambiabilidad, refieren a las otras dos subescalas (Iglesias, González y Mena, 2017). La
explicación de estos resultados podría tener base en la interacción del
imaginario en cuanto a la expresión macrosocial, lo cual se relaciona con las
variables externas (desviación/cambiabilidad y transfobia institucional),
frente a la expresión o experiencia personal (malestar personal), en tanto que
solamente el 28.9 % de la muestra dijo conocer a personas transexuales.
Asimismo, es necesario tomar en consideración el papel que tienen al respecto
los medios de comunicación y las políticas públicas y educativas.
Se ha constatado, tal como señalan Páez et al. (2015), Iglesias, González y Mena (2017) y Rodríguez-Otero y Treviño (2016), que el
alumnado con menor nivel formativo registró actitudes más negativas (y también
un mayor calado de mitos); también quienes señalaron no conocer a personas
trans, como evidencian Francia-Martínez,
Esteban y Lespier (2017). Esto pone de manifiesto que la educación tanto
formal como informal es determinante en las actitudes y en las creencias. Los
resultados revelan que el alumnado que declaró no poseer creencias religiosas
registró mayores niveles de aversión e interiorización de mitos. Este resultado
contradice los expuestos en otras investigaciones (Billard, 2018; Claman, 2007; Francia-Martínez, Esteban, y Lespier, 2017;
Nagoshi et al., 2008; Páez et al., 2015; Willoughby et al., 2010), y esto podría
explicarse teniendo en cuenta la religión del alumnado participante, o a la
existencia de una mayor apertura dentro de la Iglesia Católica en Nuevo León,
ya que en la ciudad de Monterrey, por ejemplo, existen agrupaciones católicas
de LGTBI. Por este motivo se debería indagar más en el tipo de creencia
religiosa.
Por otro lado, también se ha corroborado que el calado de los
mitos hacia personas trans se correlaciona con las actitudes negativas hacia
ellas. Con respecto a los mitos, los resultados son superiores en cuanto a los
aspectos vinculados con la conducta/orientación sexual y el sistema
sexo/género, y en menor medida en cuanto a las dimensiones relacionales,
aspectos psicológicos y medicalización. En este sentido, no ha sido posible
realizar la discusión de los resultados con la literatura científica, debido a
que no se han identificado estudios precedentes. Se observa que las
puntuaciones son más altas en la escala de mitos que en la escala de actitudes.
Este resultado se asocia al proceso de reproducción del estigma, el cual como señalan
Rodríguez-Otero y Treviño (2016) está
precedido por la producción e interiorización del estigma en los sujetos. De
este modo, la objetivación de los mitos y estereotipos son el paso previo a las
actitudes negativas.
Tomando en consideración la intolerancia hacia las personas
LGTBI (especialmente hacia las personas transexuales), con base en los
resultados expuestos, se considera que el uso de escalas para determinar el
nivel de aversión y la interiorización de mitos es especialmente importante
para prevenir situaciones de victimización que pueden producirse a través de la
acción de profesionales de ámbitos como la salud, los servicios sociales, el
empleo y la vivienda, la justicia o la educación, ya que estas situaciones
favorecen la revictimización y la vulneración de los derechos de las personas
trans. En este sentido, como señalan Páez
et al. (2015), el desconocimiento, los prejuicios y los discursos
demonizantes hacia las personas trans se construyen a partir de la falta de
información y, por otro lado, mediante la carencia de contenidos formativos en
los currículos tanto de educación básica como universitaria. Es por ello que la
aplicación y la validación de ambos instrumentos contribuyen a realizar
diagnósticos en las instituciones, tanto educativas como laborales, y a
prevenir la discriminación, la victimización y la exclusión de las personas
trans.
Limitaciones y líneas de investigación futuras
La variable creencias religiosas se midió como una variable
binaria. Puesto que la muestra puede tener creencias de muchos tipos, el
análisis realizado presenta una limitación que debería contemplarse en
investigaciones futuras. Por otro lado, al estar la muestra constituida por
estudiantes de una licenciatura especialmente feminizada (lo cual no permite
realizar generalizaciones), tal y como se observa en investigaciones
precedentes como las de Morrison et al.
(2017), Lozano y Díaz (2010), Rodríguez, Lameiras, Carrera y Vallejo (2013),
Moral y Martínez (2011) y Olvera (2014), sería idóneo contemplar
estudiantes de otras profesiones e incluir población masculina. Se considera
oportuno incorporar otras variables en estudios futuros como la participación
en organizaciones sociales, la ideología política y las actitudes hacia las
nuevas masculinidades, las cuales también se incorporan en los estudios
anteriormente citados. Asimismo, sería conveniente realizar un diagnóstico a
nivel educativo universitario tomando en consideración las titulaciones vinculadas
a los ámbitos anteriormente descriptos, a fin de llevar a cabo un diseño de
medidas preventivas respecto de las actitudes de transfobia, de la transmisión
de información errónea y de acciones que favorezcan la revictimización de las
personas trans por parte de los futuros profesionales.
Referencias
Baños, V. A. (2016).
Actitudes de los residentes hacia turistas lesbianas, gays, bisexuales y
transexuales en Acapulco [Tesis de Maestría. Universidad Autónoma de Guerrero,
Acapulco, México]. http://200.4.134.60/bitstream/handle/uagro/346/14302344_TM2014.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Billard, T. J.
(2018). Attitudes Toward Transgender Men and Women: Development and Validation
of a New Measure. Frontiers in Psychology, 9(1),
387. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2018.00387
Bodenhofe, C.
(2019). Estructuras de sexo-género binarias y cisnormadas tensionadas por
identidades y cuerpos no binarios: Comunidades educativas en reflexión y
transformación. Revista Punto Género, (12),
101-125. https://revistas.uchile.cl/index.php/RPG/article/view/56250/59495
Bravo, M. L. (2009).
Actitudes ante la diversidad sexual en profesionales de la salud de la ciudad
de Taxco de Alarcón, Guerrero, México. Archivos
Hispanoamericanos de Sexología, 15(1), 71-85. http://salutsexual.sidastudi.org/es/registro/ff80818152732bb6015313057b25033d
Campo-Arias, A.,
Lafaurie, M. y Gaitán-Duarte, H. (2012). Confiabilidad y validez de la escala
para homofobia en estudiantes de medicina. Revista
Colombiana de Psiquiatría, 41(4), 867-880. https://doi.org/10.1016/s0034-7450(14)60052-4
Carbajo, M. (2009).
Mitos y estereotipos sobre la vejez. Propuesta de una concepción realista y
tolerante. Ensayos, 24(1), 87-96. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3282988
Carrera, M. V.,
Lameiras, M., Rodríguez, Y. y Vallejo, P. (2014). Spanish adolescents’
attitudes toward transpeople: proposal and validation of a short form of the
Genderism and Transphobia Scale. The Journal of Sex
Research, 51(6), 654-666. https://doi.org/10.1080/00224499.2013.773577
Carvajal, A. (2018).
Transexualidad y transfobia en el sistema educativo. Humanidades,
8(1), 1-31. https://www.redalyc.org/journal/4980/498054615009/html/index.html
Claman, E. E.
(2007). An examination of the predictors of attitudes
toward transgender individuals [Tesis Doctoral. The Ohio State
University, Columbus, Ohio]. https://etd.ohiolink.edu/!etd.send_file?accession=osu1218227559&disposition=attachment
Ccori, D. N. (2018).
Actitud hacia la ideología de género y características demográficas asociadas
en estudiantes adolescentes de 4to y 5to de secundaria de colegios emblemáticos
de Juliaca, 2017 [Tesis de Licenciatura. Universidad Peruana Unión, Juliaca,
Perú].
del Rocío, P.
(2006). Actitudes de los futuros policías de Aguascalientes ante personas con
preferencia genérica homosexual, transexuales y travestis. Archivos Hispanoamericanos de Sexología, 12(1), 75-96. https://go.gale.com/ps/anonymous?id=GALE%7CA227013015&sid=googleScholar&v=2.1&it=r&linkaccess=abs&issn=14051923&p=IFME&sw=w
Francia-Martínez,
M., Esteban, C. y Lespier, Z. (2017). Actitudes, conocimiento y distancia
social de psicoterapeutas con la comunidad transgénero y transexual. Revista Puertorriqueña de Psicología, 28(1), 98-113. https://www.redalyc.org/pdf/2332/233255999007.pdf
García-Barba, M.,
Serrano-Moragón, N., Camañes-Martorell, J., Ruiz-Palomino, E. y
Ballester-Arnal, R. (2018). Actitudes hacia la transexualidad en jóvenes. Ágora de Salut, 5(1), 11-19. https://doi.org/10.6035/agorasalut.2018.5.1
Garrido, J., García,
A., Velayos, R. y Garrido, G. (26 de octubre de 2018) Octubre
trans. Es hora de romper mitos. https://apoyopositivo.org/blog/octubretrans/
Hill. D. y
Willoughby, B. (2005). The development and validation of the genderism and
transphobia scale. Sex Roles, (53), 531-544. https://doi.org/10.1007/s11199-005-7140-x
Iglesias, M.,
González, H. y Mena, M. (2017). Caracterización sociocultural y demográfica de
las personas trans en Cuba. Actitudes discriminatorias hacia ellas. Culturales, 5(1), 189-216. https://doi.org/10.22234/recu.20170501.e303
Íñiguez-Santiago, M.
C., Ferriz, R., Martínez-Galindo, M. C., Cebrián-Sánchez, M. M., y Reina, R.
(2017). Análisis factorial de la escala de actitudes hacia el alumnado con
discapacidad en educación física (EAADEF). Psychology,
Society, & Education, 9(3), 493-504. https://doi.org/10.25115/psye.v9i3.652
Langarita, J. A.
(2016). Diversidad sexo-genérica y trabajo social: miradas, preguntas y retos. RTS, (28), 9-19. https://www.tscat.cat/download/rts/RTS_208_cast/Diversidad_sexo_generica_y_trabajo_social_Miradas_preguntas_y_retos.pdf
Llerena, C. (30 de
enero de 2019). Los mitos más comunes sobre las personas
transexuales. https://elcalce.com/featured/los-mitos-mas-comunes-sobre-las-personas-transexuales
López G. (20 de
julio de 2018). Personas trans, 10 mitos comunes. https://atclibertad.wordpress.com/2018/07/20/personas-transgenero-10-mitos-comunes/
Lozano, I. y Díaz R.
(2010). Medición de la homofobia en México: Desarrollo y validación. RIDEP, 2(30), 105-124. https://www.aidep.org/sites/default/files/2018-12/RIDEP%2030%20-6.pdf
Montoro, G. (20 de
febrero de 2019). Falsos mitos sobre la transexualidad.
https://deaquialpans.wordpress.com/2015/04/03/falsos-mitos-sobre-la-transexualidad-por-carlos-nacher
Moral, J., González,
M. T., Landero, R. y Quezada, L. C. (2021). Validación del modelo de cinco
factores de la Escala de Actitud hacia la Estadística en estudiantes mexicanos
de psicología. Interdisciplinaria 38(1), 133-148. https://doi.org/10.16888/interd.2021.38.1.9
Moral, J. y
Martínez, J. (2011). Escala de actitud hacia la homosexualidad: propiedades
psicométricas y aspectos diferenciales por sexos. Revista
Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades, SOCIOTAM, 21(1),
105-124. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=65421407006
Morrison, M. A.,
Bishop, C., Gazzola, S., McCutcheon, J., Parker, K. y Morrison, T. (2017).
Systematic review of the psychometric properties of transphobia scales. International Journal of Transgenderism, 18(4), 395-410. https://doi.org/10.1080/15532739.2017.1332535
Nagoshi, J., Adams,
K., Terrel, H., Hill, E., Brzuzy, S. y Nagosh, C. (2008). Gender Differences in
Correlates of Homophobia and Transphobia. Sex Roles, (59),
521-531. https://doi.org/10.1007/s11199-008-9458-7
Navarro A. (4 de
julio de 2017). Transexualidad. Desmontando mitos. http://annabelnavarro.com/reasignacion-genero-desmontando-mitos/
Olvera, O. (2014).
Propiedades Psicométricas de la Escala de Actitudes hacia la Bixesualidad. Revista Electrónica en Ciencias Sociales y Humanidades Apoyadas
por Nuevas Tecnologías, 3(2), 35-46. https://chat.iztacala.unam.mx/cshat/index.php/cshat/article/view/75
Páez, J., Hevia, G.,
Pesci, F. y Rabbia H. (2015). Construcción y validación de una escala de
actitudes negativas hacia personas trans. Revista de Psicología,
33(1), 151-188. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0254-92472015000100006
Páez, D., Morales,
J. F. y Fernández, I. (2007). Las creencias básicas sobre el mundo social y el
yo. En J. F. Morales, M. Moya, E. Gaviria e I. Cuadrado (Coords.), Psicología Social (pp. 195-211). Madrid: Mc Graw Hill.
Platero, L. (2014). TRANS*exualidades. Acompañamiento, factores de salud y recursos
educativos. Barcelona: Bellaterra.
Quezada, L., Moral,
J. M., Ibarraz, L. D. y González, M. T. (2018). Estudio de validación del
Cuestionario de Afrontamiento del Estrés en personas trans de México. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 23(2),
121-134. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6537343
Reyes, L. (2007). La
Teoría de la Acción Razonada. Implicaciones para el estudio de las actitudes. Investigación Educativa Duranguense, (7), 66-77. https://www.uv.mx/cendhiu/files/2018/02/1320437914_40.pdf
Rodríguez, Y.,
Lameiras, M., Carrera, M. y Vallejo, P. (2013). Validación de la Escala de
Homofobia Moderna en una muestra de adolescentes. Anales
de Psicología, 29(2), 523-533. https://doi.org/10.6018/analesps.29.2.137931
Rodríguez-Otero, L.
M. y Treviño, L. (2016). Sexismo y actitudes hacia la homosexualidad, la
bisexualidad y la transexualidad en estudiantes de Trabajo Social mexicanos. Trabajo Social Global. Revista de Investigaciones en
Intervención Social, 6(11), 3-30. https://digibug.ugr.es/handle/10481/44260
Willoughby, B. L.,
Hill, D., Gonzalez, C., Lacorazza, A., Macapagal, R., Barton, M. y Doty, N.
(2010). Who hates gender outlaws? A multisite and multinational evaluation of
the Genderism and Transphobia Scale. International Journal
of Transgenderism, 12(4), 254-271. https://doi.org/10.1080/15532739.2010.550821
Notas
[1] La versión completa
de ambos instrumentos se encuentra disponible para su consulta bajo petición a
los autores.
[2] Se estimaron los
coeficientes delimitándolos a la muestra de mujeres. Los resultados se muestran
en el Anexo en la columna de los valores de alfa de Cronbach sin el ítem. Es
decir, cómo cambiaría la escala si se excluyera cada uno de los ítems del
análisis global. Es parte del análisis exploratorio para verificar la
consistencia de los ítems considerados.
HTML generado a partir
de XML-JATS4R por
Refbacks
- No hay Refbacks actualmente.
Añadir comentario