INTERDISCIPLINARIA, 2019, 36(2), 111-127
Adaptación del ZTPI para Buenos Aires
Adaptación
lingüística, estructura factorial y fiabilidad del Inventario de Perspectiva
Temporal de Zimbardo para Buenos Aires
Linguistic adaptation, factorial structure and
reliability of Zimbardo Time Perspective Inventory for Buenos Aires
María Elena Brenlla1, Joaquín Zapater2
y Guadalupe Germano3
1 Doctora en
Psicología. Investigadora en el Centro de Investigaciones en Psicología y
Psicopedagogía (CIPP) de la Universidad Católica Argentina (UCA). Profesora
titular de Técnicas de Evaluación Psicológica I, Facultad de Psicología y
Psicopedagogía, Universidad Católica Argentina. E-mail: bren@uca.edu.ar
2 Licenciado en
Psicología. Asistente de investigación en el Centro de Investigaciones en
Psicología y Psicopedagogía (CIPP) de la Universidad Católica Argentina.
3 Licenciada en
Psicología. Becaria doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET) en el Centro de Investigaciones en Psicología
y Psicopedagogía (CIPP). Profesora asistente de Metodología de la Investigación
I, Facultad de Psicología y Psicopedagogía, Universidad Católica Argentina.
E-mail: guadalupe_germano@uca.edu.ar
Centro de Investigaciones en Psicología y Psicopedagogía
(CIPP), Universidad Católica Argentina. Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina.
Resumen
La perspectiva temporal es un término psicológico que refiere al modo
en que las personas ordenan sus experiencias en categorías temporales. Se
asocia con la salud mental, las conductas de riesgo y los proyectos a futuro.
El Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo (ZTPI; Zimbardo y Boyd, 1999)
es un cuestionario autoadministrable que evalúa la perspectiva temporal. En
este artículo se informan los resultados del estudio psicométrico del ZTPI,
realizado en Buenos Aires, sobre la base de la adaptación española del
inventario. En este sentido, un propósito fundamental fue analizar si la
adaptación española del ZTPI es igualmente válida para su uso en Argentina.
Para ello, se llevó a cabo una adaptación lingüística del instrumento que
redundó en cambios en la redacción y contenido en la presente versión para
adecuarlas a las particularidades del habla en Argentina. Con esta versión, se
realizó un estudio piloto con una muestra de 323 personas adultas cuyos datos
permitieron el análisis básico de sus propiedades psicométricas. Las evidencias
de validez interna corroboran la estructura de cinco componentes del estudio
original. La fiabilidad de los ítems en cada factor fue satisfactoria (valores
α entre .59 y .78). Los resultados de validez externa muestran asociaciones
significativas entre pasado negativo y malestar psicológico (r = .43; p
< .005), presente fatalista y locus de control (r = .45; p <
.005), presente hedonista y autoeficacia generalizada (r = .31; p <
.005). Respecto a la variabilidad obtenida en las puntuaciones del ZTPI se
sugiere que, en parte, se debe al nivel educativo y, secundariamente, al sexo. Conforme aumenta la edad, el
patrón de orientación al presente hedonista decrece. Lo contrario sucede con el
predominio de la orientación futura.
Palabras clave: Perspectiva del tiempo; Inventario; Adaptación;
Fiabilidad; Validez.
Abstract
Time perspective is a psychological term
that refers to the process by which a person sorts out personal experiences
into temporal categories. It is associated with mental health, risk behaviors,
cognitive and emotional empathy, and future goals. The Zimbardo Time
Perspective Inventory (ZTPI) from Zimbardo & Boyd (1999) is a
self-administered questionnaire consisting in 56 items with 5 answer options.
It examines time perspective in a quantifiable way. The questionnaire was
translated and adapted to many languages and cultures, most of which reported
satisfactory psychometric evidences. The Spanish version of the ZTPI was first
made in Spain by Diaz-Morales (2006). Based on this version, two other Spanish
speaking countries, Chile and Mexico, made their own version of the
questionnaire. In Argentina, there is a version of the ZTPI valid only for
teenagers. In the present work the original ZTPI was translated by 3 experts
and a linguistic adaptation was done in order to adequate the items to Argentinean
speech. A pilot test using the Diaz-Morales version was carried out. Based on
the independent and blinded translations, and on the results of the pilot test,
an analysis was made. Many items of the Spanish versions were kept, but 34 of
the 56 items were changed so as to be compressible for Argentinians. This work
resulted in an Argentinian version of the ZTPI, specially done for that
culture. Using this version, a pilot study was done with a sample of 323 adults
from Buenos Aires. The analysis shows that the reliability of items was
satisfactory (values between a = .59 to a = .78). Internal
validity evidences confirm the 5 factors structure shown by the authors.
External validity was analyzed showing significant associations among negative
past and psychological distress (r = .43; p < .005), present
fatalistic and locus of control (r = .45; p < .005) and
present hedonistic and Self-efficacy (r = .31; p < .005). To
study the error variance due to passing of time, test-retest was carried out,
showing high and positive correlations. This means that scores of time
perspective show time stability. In conclusion, the results of the
psychometric analysis are satisfactory. This indicates that the ZTPI is a
reliable and valid instrument that can be used to evaluate time perspective in
adults from Buenos Aires. An analysis of the variability of ZTPI punctuations
was done. It suggests that they are due to two main reasons: educational level
and sex. Regarding educational level, significant variations were shown in four
of the five factors. The only factor that showed no difference was the positive
past. Considering sex, significative differences were shown in four of the five
factors of the test, in which medias were higher in women than in men. No
differences were shown in hedonistic present factor. With respect to the age,
present hedonistic orientation decrease as age grows. On the other hand, as age grows future orientation grows too. These three variables
(educational level, sex and age) explain the variability, but it is a partial
significance. This implies that time orientation can be understood as a
personality characteristic. Consequently, the different punctuations people get
in the ZTPI are due to individual differences. Suggestions are made in order to
make a definitive adaptation of the ZTPI for Argentina. The most important are
increasing the sample with people from other regions of the country and
increase the sample to make test-retest. Finally, future research could be
oriented to make a short version of the ZTPI and use the questionnaire for
evaluation in clinical samples to understand how time perspective works in psychopathologies
and then use time orientation as a valid variable for diagnosis and treatment.
Keywords: Time perspective; Inventory; Adaptation;
Reliability; Validity.
Introducción
El estudio del tiempo y su relación con la conciencia
humana ha sido, a lo largo de la historia de la filosofía y la psicología, un
tema recurrente (Roeckelein, 2000). James (1945),
padre de la psicología norteamericana, puso de relieve la importancia de la
percepción del tiempo en psicología al dedicarle un capítulo entero en su
tratado Principles of
Psychology. Esta recurrencia parece deberse a que
tanto el tiempo como el espacio son coordenadas de las que se vale el hombre
para referirse a fenómenos que ocurren en el mundo, y a la idea de que éste
está estructurado en parámetros espacio-temporales. Por su parte, Piaget (1970)
supone que la adquisición de las nociones temporales estaría íntimamente
relacionada con la adquisición y dominio del lenguaje. Según el autor, el niño
comienza viviendo en el presente, por lo que, entre los 18 y los 20 meses, las
escasas palabras temporales de que dispone están referidas al presente y solo
posteriormente se adquieren palabras relacionadas con el futuro, y por último con
el pasado.
Respecto a las investigaciones en
psicología, a mitad del siglo XX se dio un aumento inusitado de estudios sobre
los fenómenos temporales. Entre los más relevantes se encuentran aquellos que
evalúan la predominancia de uno de los tres dominios temporales -pasado,
presente, futuro- en la determinación de la conducta. Así, Nuttin
(1985) enfatizó la perspectiva futura mientras que los conductistas se
enfocaron en el pasado debido a su interés en explicar la conducta, en virtud
de la interrelación de los contextos ambientales con los condicionamientos
sucedidos (Skinner, 1985). Entre los intentos más relevantes de operacionalizar el fenómeno del tiempo psicológico, se encuentra el Método de Inducción Motivacional (MIM;
Nuttin y Lens, 1980) que explora metas y temores
frente al futuro y los ubica en una escala temporal, la Escala de
Ansiedad Futura de Zaleski (1996) y la Escala de Consideración de las
Consecuencias Futuras (Strathman, Gleicher,
Boninger y Edwards, 1994) que está adaptada al
español (Vásquez Echeverría, Martín, Ortuño, Esteves, y Joireman,
2017). Asimismo, se encuentra la escala Long Term
Personal Direction Scale
(LTPD) (Wessmann, 1973), que fue y sigue siendo muy
utilizada en el campo de la orientación vocacional u orientación para la
carrera, y los estudios de Janeiro (2012), quien propone un instrumento para
evaluar tres zonas temporales en estudiantes de colegio secundario de Portugal.
La mayoría de estos cuestionarios –salvo el de Janeiro- tienen en común
centrarse en una sola dimensión del tiempo psicológico y, al ser
unidimensionales, no logran captar cómo se relacionan entre sí las diferentes
dimensiones.
Zimbardo y Boyd (1999) fueron pioneros en
introducir la evaluación integral de la orientación temporal a través del
diseño del Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo (ZTPI). La orientación temporal es una dimensión elemental y
específica del constructo de tiempo psicológico, y emerge del proceso cognitivo
que divide la experiencia humana en dimensiones temporales de pasado, presente
y futuro. Es necesario mencionar que, en cuanto al estudio de la percepción del
tiempo, pueden diferenciarse dos conceptos centrales: la perspectiva temporal y
la orientación temporal (Holman y Silver, 1998). La perspectiva temporal es la
distancia cognitiva entre las metas y las experiencias vividas (Nuttin, 1985), mientras que la orientación temporal es la
tendencia que tiene el sujeto a estar ubicado en un marco temporal específico:
pasado, presente o futuro (Lewin, 1978; Zimbardo y Boyd, 1999). Estos marcos
ayudan a ordenar la experiencia y darle orden, coherencia y sentido a nuestras
vidas (Zimbardo y Boyd, 1999). Si bien Zimbardo y Boyd (1999) utilizan el
término perspectiva, no
obstante, y acorde a la diferenciación indicada, el ZTPI evalúa, en realidad,
orientación temporal. Cabe destacar que esta puntualización fue realizada por
Díaz Morales (2006) en su adaptación española del test.
Como se anticipó, en 1999 Zimbardo y Boyd diseñaron y
publicaron el ZTPI cuyo objetivo era evaluar, de manera cuantificable, la
orientación temporal. Se trata de un cuestionario autoadministrable que consta
de 56 ítems con 5 opciones de respuesta tipo Likert. Los ítems versan acerca de
las creencias, preferencias y valores con respecto a la experiencia ubicada
dentro de un marco temporal. La técnica proporciona una manera de medir las
dimensiones temporales de un individuo y brinda como resultado un perfil de
orientación temporal.
Los autores plantean que estas orientaciones temporales
ejercen una influencia dinámica en los juicios, decisiones y acciones
importantes que realizan las personas. Cuando un sujeto sobreenfatiza
una dimensión particular se produce un sesgo. En caso de que el sesgo esté
puesto en algunas de las orientaciones pasadas, la influencia dominante para
tomar una decisión vendrá del pasado, a través del recuerdo de alguna situación
análoga y los costos y beneficios asociados a aquella situación. A su vez, este
recuerdo puede tener diferentes valencias afectivas que pueden alterar el
recuerdo del pasado. En cambio, cuando el sesgo está puesto en el futuro, la
influencia dominante provendrá de una expectativa o anticipación que construye
el sujeto y que funciona como una extensión del presente hacia el futuro. En
caso de que el sesgo esté puesto en el presente, la persona se encuentra
imposibilitada de trascender el estímulo inmediato, dificultándose la capacidad
de sostener la demora de la gratificación. En estos casos, la influencia
dominante suele provenir de fuentes sensoriales, biológicas y sociales
asociadas a las características salientes del estímulo. El sujeto estaría
sesgado al estar más orientado al pasado, futuro o presente. Estos sesgos
pueden incluir el uso habitual y excesivo de una orientación, así como también
el uso escaso de otra. Cuando este sesgo se vuelve crónico se transforma en un
estilo de funcionamiento característico y predecible de cómo el sujeto va a
actuar (Zimbardo y Boyd, 1999).
Existe también la orientación temporal balanceada, la cual
permitiría al sujeto poder cambiar de manera flexible el marco temporal con el
que se está manejando en ese momento. La necesidad de cambiar estaría
determinada por demandas situacionales, preferencias personales y/o sociales,
entre otras. El comportamiento de las personas cuya orientación temporal es
balanceada estaría determinado por las experiencias pasadas, los deseos del
presente y las consecuencias futuras (Zimbardo y Boyd, 1999).
Entre los antecedentes teóricos de la técnica, cabe
mencionar en primer lugar a Lewin (1978), -quien planteó que tanto el pasado
como el futuro existen de manera simultánea en un mismo campo psicológico en un
momento determinado, y que fue pionero en establecer la noción de perspectiva
temporal–, así como a Nuttin (1964, 1985) quien
expresa que el pasado y el futuro influyen en cómo las personas se desenvuelven
en el presente. De esta misma manera, el trabajo realizado por Zimbardo y Boyd
(1999) se extiende sobre la idea lewineana y
describen la perspectiva temporal como un proceso fundamental para el funcionamiento
tanto individual como social. Ellos entienden la perspectiva temporal como una
variable desde una concepción situacionalista, pero
que a la vez, parece funcionar como un proceso relativamente estable a nivel
individual.
Fraisse (1984), cuyos trabajos se enmarcan en el situacionalismo, plantea que el futuro próximo se
caracteriza por ser una proyección del pasado y que debe diferenciarse del
futuro prospectivo, que refiere a aquellas metas no alcanzables en el presente.
El autor introduce el término horizonte
temporal para designar la distancia prospectiva de las proyecciones que
hace un sujeto. Esta es una variable que depende de las experiencias de los
padres, la edad y situaciones coyunturales asociadas a cómo se vivan las
satisfacciones del presente (Fraisse, 1984). Este horizonte temporal podría asimilarse
a lo que Zimbardo (1999) denomina orientación temporal futura, y conjetura que
cuanto más plana es la distancia prospectiva del horizonte temporal, habrá una
tendencia más marcada a estar orientado temporalmente al presente, tanto
hedonista como fatalista.
Zimbardo y Boyd (2008), basándose en sus investigaciones,
consideran que existen tres paradojas básicas que ayudan a comprender el
alcance y lo complejo del fenómeno del tiempo. La primera plantea que el tiempo
ejerce una de las influencias más poderosas en cómo uno piensa, actúa y siente,
pero que, sin embargo, esta gran influencia del tiempo queda, la mayoría de las
veces, completamente desapercibida. La segunda paradoja se basa en que todas
las orientaciones temporales se encuentran asociadas a numerosos beneficios,
pero que estar excesivamente orientado hacia alguna dimensión temporal está
asociado con mayor cantidad de costos o dificultades que de beneficios. La
tercera y última paradoja es que, pese a que las orientaciones temporales se
van forjando en base a la experiencia individual, puede funcionar como un
fenómeno colectivo y así influir en el devenir de una sociedad o un país.
Finalmente, cabe mencionar que la orientación temporal ha
sido asociada a una cantidad de condiciones psicológicas y psicosociales como
las conductas de riesgo, la tendencia a las adicciones y la conducta temeraria
en la conducción de automóviles (Keough, Zimbardo y
Boyd, 1999; Zimbardo y Boyd, 1999), principalmente porque es un proceso
cognitivo, en el que interviene la experiencia del pasado y las expectativas
del futuro, que determina cómo se actúa en el presente (Zimbardo y Boyd, 1999).
Oyanadel y Buela-Casal (2010) pusieron de manifiesto
la relación entre la orientación temporal y el nivel de salud física y mental.
Demostraron que determinados perfiles temporales, como la orientación temporal
balanceada, correlacionan positivamente con la salud, mientras que otros,
pasado negativo por ejemplo, lo hacen de manera negativa.
Ahora bien, ¿cómo llegan los autores a desarrollar esta
técnica? La idea de desarrollar un cuestionario que midiese la perspectiva
temporal comenzó a partir de lo que Zimbardo observó en el experimento de la
cárcel de Stanford (Zimbardo, Haney, Banks y Jaffe,
1973). La situación particular de encarcelamiento tenía el poder de alterar las
orientaciones temporales de varios de sus participantes. Los estudiantes que
participaron, estando orientados al futuro principalmente, pasaron a ser
prisioneros completamente inmersos en el presente, sin ningún interés por su
pasado ni por su futuro. A partir de esta experiencia se inicia el desarrollo
del ZTPI, cuya versión final (Zimbardo y Boyd, 1999) es el corolario de un
trabajo exhaustivo que ha durado varios años. El refinamiento de la técnica se
hizo de manera empírica con validaciones experimentales y a través de varios
análisis factoriales para identificar los ítems que pudieran caracterizar las
diferentes dimensiones temporales.
En relación con las propiedades psicométricas, Zimbardo
y Boyd (1999) informan que las puntuaciones del ZTPI, sometidas a análisis
factorial, se agrupan en cinco factores que explican el 36 % de la varianza.
Los cinco factores identificados fueron: pasado negativo –que supone una
actitud negativa y pesimista del pasado–, presente hedonista –que implica una
actitud de disfrute del momento actual sin evaluar las consecuencias–, futuro
–entendido como la tendencia a planificar metas a largo plazo–, pasado positivo
–que refleja una actitud feliz y nostálgica con respecto al pasado–, y presente
fatalista, que supone una actitud de indefensión con respecto a la vida en
general (Zimbardo y Boyd, 1999).
En términos de validez convergente y divergente, los
autores informan que la naturaleza de la variable y sus factores estarían
asociados a otros constructos. El factor pasado negativo correlacionó
positivamente con agresión, depresión, ansiedad y correlacionó negativamente
con estabilidad emocional y autoestima. El factor presente hedonista se asoció
con búsqueda de novedad y sensaciones nuevas, y negativamente con preferencia
por la consistencia. El factor futuro correlacionó positivamente con
estabilidad emocional, consideración de las consecuencias futuras, preferencia
por la consistencia y recompensa, y correlacionó negativamente con búsqueda de
novedad. El factor presente fatalista correlacionó positivamente con agresión,
depresión y ansiedad, mientras que correlacionó negativamente con consideración
de consecuencias futuras (Zimbardo y Boyd, 1999).
Además de estos hallazgos que relacionan la salud mental
con la orientación temporal, en este estudio se conjeturan asociaciones
específicas con dos percepciones sociocognitivas: la de autoeficacia y la de
locus de control. Por eso, para evaluar evidencias de validez convergente, se
utilizaron escalas que miden estos constructos. En particular, se espera que la
Escala de Autoeficacia Generalizada (Schwarzer y Jerusalem, 1995) correlacione positivamente con el factor
presente hedonista, ya que implica la capacidad de ser asertivo y tener
confianza en las propias habilidades para la adaptación. Como opuesto a esto,
se esperaría que la Escala de Locus de Control (Rotter, 1966) correlacione
positivamente con presente fatalista y con pasado negativo. La Escala de Locus
de Control evalúa qué estilo de locus de control (LOC) tiene el sujeto pudiendo
ser éste externo o interno. El LOC refiere a una expectativa generalizada de
control sobre los esfuerzos. Aquellas personas que tienen LOC interno poseerían
la expectativa de que los resultados que obtienen son contingentes o causados
por sus propias conductas o características personales. Los sujetos con LOC
externo, por su parte, percibirían que las consecuencias de sus conductas no
dependen de su propio control, sino a factores ajenos como la suerte, el
destino o la participación de otras personas (Rotter, 1966).
El ZTPI es un inventario que ha sido adaptado a numerosos
países. La mayoría de las adaptaciones han mostrado evidencias psicométricas
satisfactorias (Apostolidis, Fieulaine, Simonin y Rolland, 2006;
Díaz Morales, 2006; Kolesovs, 2009; Milfont, Andrade, Belo y Pesoa,
2008; Sircova et al., 2014). Para una revisión
exhaustiva de las adaptaciones del ZTPI en el mundo consúltese el artículo de
Galarraga y Stover (2016).
Díaz Morales (2006) fue quien adaptó por primera vez el
inventario al idioma español. El análisis de la muestra española arrojó una
estructura en cinco factores bastante similar a la obtenida en muestras
norteamericanas. La composición de los factores pasado positivo y presente
fatalista posee algunos elementos que no coinciden con la versión original y
esto podría deberse a diferencias culturales. Al evaluar diferencias por edad y
sexo, el autor informa que los grupos de mayor edad mostraron mayor orientación
al futuro y menor al presente hedonista, las mujeres presentaron mayor
orientación al pasado negativo, pasado positivo y presente fatalista que los
hombres. En relación a las limitaciones, en el artículo se indica que una de
las más relevantes es no haber analizado la validez externa del ZTPI en su
relación con otras variables psicológicas criterio.
Otras adaptaciones al español son las realizadas en Chile
por Oyanadel, Buela-Casal y Pérez-Fortis (2014) y en México por Corral-Verdugo, Fraijo-Sing y Pinheiro (2006). En Argentina, se realizó una adaptación
del ZTPI para adolescentes (Galarraga y Stover, 2016), específicamente, con estudiantes de nivel
medio de Buenos Aires que difiere del rango etario considerado en la versión
española y justifica, en tal sentido, el estudio que en este artículo se
informa. En la adaptación para adolescentes se aisló una estructura temporal de
cuatro dimensiones, en lugar de las cinco propuestas por Zimbardo y Boyd
(1999), que dio lugar a una reducción de la cantidad de ítems. Las autoras
proponen que estas diferencias se deben fundamentalmente a cambios culturales y
a la diferencia de la edad de los evaluados.
Ahora bien, sabiendo que existen diferentes versiones
válidas en el idioma español cabe preguntarse ¿por qué es necesario hacer una
adaptación argentina? Esto nos lleva a un tema de interés en la investigación
psicométrica: el de la equivalencia lingüística y cultural de un test. En
concreto, ¿es suficiente que haya una versión de un test en español realizada
en un país particular para que esta versión sea igualmente válida en los demás
países que comparten la lengua?
La respuesta es no. En el caso concreto de la comparación
del uso del español en Argentina y en España, existen ciertos sustantivos
comunes en España –por ejemplo, falda–
que son muy poco frecuentes en Argentina y, lo que es más complejo aún, ciertos
adjetivos que aluden a emociones –como enfadado– que no son conocidos en
Argentina, o ciertos verbos cuya acepción más frecuente es completamente
diferente en España y Argentina –como en el caso del verbo tomar–. A la vez,
ciertas expresiones como “me hace ilusión” son desconocidas en Argentina, pero
de uso corriente en España. Marín (1986), en un artículo pionero por su
temática, alertó acerca de los problemas devenidos de estas variaciones
lingüísticas, sutiles u ostensibles, de los hablantes de un mismo idioma. La
cuestión fundamental de ello reside en el impacto que tiene en la validez de
contenido de la prueba y consecuentemente, en la validez de constructo y en el
error de medición.
Poortinga (1989) sugiere que la comparación entre culturas requiere
equivalencia de datos y ésta involucra dos conceptos: equivalencia de
constructo y equivalencia de medición. En el caso de la adaptación de
instrumentos de medida, implica una revisión de la adaptación lingüística y de
sus propiedades psicométricas. En consecuencia, no puede considerarse que la
adaptación a un idioma realizada en un país deba adoptarse sin más a otro país,
aunque el idioma sea el mismo.
Por lo antedicho, el propósito esencial del trabajo que se
informa es conocer si la adaptación española del ZTPI es apropiada para su uso
en Argentina y brindar información acerca de las propiedades psicométricas del
ZTPI en Buenos Aires. El objetivo es proporcionar una versión fiable y válida
del inventario a fin de poder evaluar población clínica en futuras
investigaciones y diseñar nuevas estrategias de prevención y de tratamiento que
incluyan abordajes de la temporalidad. Cabe destacar que se contactó a los
autores del ZTPI y se cuenta con su aprobación para la ejecución de la
adaptación (N. Feulaine, comunicación personal, 13 de
septiembre de 2014).
Método
Diseño y muestra
Para estudiar los objetivos se apeló a un tipo de estudio
descriptivo transversal con diseño correlacional. El muestreo fue no
probabilístico, con una muestra de 323 participantes, adultos, residentes en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires, sin antecedentes
neurológicos y psiquiátricos, ni retraso mental. Las personas tenían edades
comprendidas entre los 18 y 32 años (M = 34.94; DE = 13.417), de las
cuales el 56 % eran mujeres. Para describir la variable edad se dividió a los
participantes en tres grupos: muy jóvenes, de 18 a 22 años (27.9 %); jóvenes,
de 23 a 45 años (42.7 %); adultos, de 46 a 62 años (29.4 %). Esta clasificación
está basada en la descripción de las etapas de desarrollo psicosocial que Bordignon (2005) propone en base a las descriptas por
Erikson. Cada participante indicó también su máximo nivel de estudios
alcanzados, observándose que el 30 % tenía estudios superiores, el 53.6 % había
cursado el secundario completo y el 16.4 % el secundario incompleto.
Procedimiento
En primer lugar, se solicitó autorización a los autores del
ZTPI para la realización de este estudio (N. Fieulaine,
comunicación personal, 13 de septiembre de 2014). Dado que el ZTPI se originó
en Estados Unidos en inglés, para adaptar la prueba al medio local se
realizaron tres traducciones lingüísticas independientes y a ciegas. Éstas
fueron comparadas con la versión en español de la escala desarrollada por Díaz
Morales (2006) y con la versión original en inglés. A la vez, 82 personas
contestaron la versión española con la indicación de consignar si los ítems les
parecían claros, tanto sintáctica como semánticamente (Brenlla,
Serna, Londra, Rodríguez y Zapater, 2012). Luego, se llevó a cabo un estudio de
juicio de expertos para evaluar la validez de contenido del ZTPI en términos de
su relevancia, coherencia, claridad y suficiencia para evaluar las 5
orientaciones temporales. A partir del análisis de los tres jueces y de las
opiniones de los entrevistados se pasó de las versiones experimentales a la
definitiva que se utilizó en esta investigación.
El procedimiento de la recolección de datos fue de
participación voluntaria con el uso de consentimiento informado. A partir del
trabajo de campo (n = 323) se realizaron los análisis estadísticos
correspondientes.
Instrumentos
1.- Inventario
de Perspectiva Temporal de Zimbardo ZTPI (Zimbardo y Boyd, 1999).
Se utilizó para evaluar la orientación temporal. La
orientación temporal se define operacionalmente como la experiencia asociada a
creencias, preferencias y valores ubicados dentro de una dimensión temporal.
Esto remitiría a la orientación temporal autopercibida
del sujeto. El ZTPI es un cuestionario autoadministrable que consta de 56 ítems
con 5 opciones de respuesta tipo Likert, que se puntúan con valores de 1 a 5,
de la siguiente manera: 1: Completamente falso, 2: Bastante
falso, 3: Neutral, 4: Bastante verdadero, 5: Completamente
verdadero.
El inventario cuenta con 5 ítems que deben ser
recodificados (ítems 9, 24, 25, 41 y 56). Las respuestas de estos ítems
recodificados se puntúan con valores de 5 a 1.
2.- Escala de
Locus de Control (Rotter, 1966). Es un autoinforme que consta de 29
ítems con opciones de respuesta de elección forzada que marcan diferentes
percepciones de control: externas (creencias de que la propia conducta se haya
condicionada por el destino u otros poderosos) o internas (creencias de que el
individuo es responsable de su conducta y que ésta influye de manera positiva
en su entorno). Se asigna una puntuación cada vez que se refiere al control
externo, la cual puede oscilar entre 0 y 23 puntos dado que 6 ítems funcionan
como distractores. Es decir que el aumento de la puntuación indicaría
predominio de creencias de control externo. Se trabajó con una adaptación de Brenlla, Vázquez y Aranguren (2008). En la adaptación
argentina, los coeficientes de fiabilidad son aceptables (α = .64) y se
comprobaron correlaciones con escalas que miden constructos afines, como el
afrontamiento centrado en la emoción (r = .31) y el riesgo de malestar
psicológico (r = .40).
3.- Escala de
Autoeficacia Generalizada (Schwarzer y Jerusalem, 1995). La autoeficacia general es el constructo
global que se refiere a la creencia estable de una persona acerca de su
capacidad para manejar diversos tipos de estresores de la vida cotidiana. La
escala se compone de 10 ítems con 4 opciones de respuesta tipo Likert. Las
puntuaciones totales pueden variar entre 10 y 40 puntos. Las más altas son
indicadores de una mayor creencia de autoeficacia general. Se trabajó con la
adaptación argentina (Brenlla, Aranguren, Rossaro y Vázquez, 2010) que presentó evidencias de
fiabilidad muy satisfactorias (α = .76) y de validez externa con
correlaciones significativas con constructos independientes tales como
actividad (r = .39), locus de control externo (r = -.29) y
estrategias de afrontamiento al estrés de planeamiento (r = .45).
4.- Escala de
Malestar Psicológico de Kessler K10 (Kessler y Mrozeck,
1994). Evalúa el riesgo de presentar malestar psicológico inespecífico
(síntomas de ansiedad y/o depresión) en el último mes. Está compuesta de 10
ítems con un escalamiento tipo Likert de 5 respuestas. El rango de puntuaciones
oscila entre los 10 y 50 puntos. Se trabajó con la adaptación argentina de Brenlla y Aranguren (2010), cuyas evidencias de fiabilidad
(α = .88), de estabilidad (r = .36) y de validez con constructos independientes
de depresión (r = .89) y ansiedad (r = .84) fueron muy
satisfactorias.
Procesamiento de los datos
Acorde a los objetivos específicos, primero se analizó la
pertinencia lingüística de la versión de Díaz Morales (2006) para su uso en la
Argentina y las evidencias de validez de contenido, a través del porcentaje de
acuerdo entre evaluadores. Luego se realizó un análisis factorial exploratorio
a fin de conocer si la estructura se asemejaba a la original, un análisis de la
consistencia interna –mediante el uso del coeficiente Alpha de Cronbach- y un
análisis de correlaciones para estudiar las evidencias de validez externa. La
estabilidad de las puntuaciones se analizó a través del método de test-retest y se calculó sobre la base de un estudio de correlación
entre dos conjuntos de puntuaciones.
Resultados
En
relación con la adaptación lingüística, se analizaron los resultados del análisis de la adaptación
original del ZTPI (Zimbardo y Boyd, 1999) realizado por los tres jueces
bilingües independientes y por las respuestas de 82 personas que contestaron la
versión española (Díaz Morales, 2006), con la indicación de consignar si los
ítems les parecían claros, tanto sintáctica como semánticamente (Brenlla et al., 2012). En total, se varió la redacción de
34 ítems de la versión española. Algunos ejemplos de los ítems que fueron
modificados para la versión argentina del ZTPI son: el ítem 16 “Las
experiencias dolorosas del pasado permanecen en mi memoria”, por “Revivo
constantemente experiencias dolorosas del pasado”; el ítem 22 “He tenido mi
ración de abuso y rechazo en el pasado”, por “Tuve suficiente con mi cuota de
maltrato y rechazo en el pasado”; el ítem 30 en el cual se cambió el término
“costes” por “costos”; y el ítem 41 “Me encuentro «fuera de onda» cuando los
miembros de mi familia hablan de cómo solían ser las cosas”, por “Me encuentro
«fuera de sintonía» cuando mi familia habla de cómo solían ser las cosas”.
A partir del análisis de los tres jueces y de las opiniones
de los entrevistados, se pasó de las versiones experimentales a la definitiva
que se utilizó en esta investigación. Luego, se llevó a cabo un estudio de
juicio de expertos para evaluar la validez de contenido del ZTPI en términos de
su relevancia, coherencia, claridad y suficiencia. Para determinar el nivel de
acuerdo entre examinadores se utilizó el porcentaje de acuerdo entre
examinadores. Fueron dos examinadoras, ambas psicólogas con dedicación a la
clínica; una de ellas también se dedicaba a la investigación. Los vectores que
se analizaron fueron los de claridad, coherencia y relevancia. La claridad
busca explorar si el ítem es de fácil comprensión, y si su sintáctica y
semántica son adecuadas. La coherencia estudia si el ítem tiene relación lógica
con la dimensión que pretende medir. Por último, la relevancia explora la
importancia del ítem, es decir, si debe ser incluido para la medición de la
dimensión (Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez, 2008). El resultado en las tres
dimensiones estudiadas fue significativo, variando entre 71 % y 59 %. La
dimensión de relevancia demostró tener el mayor grado de concordancia (71 %),
seguido por la coherencia (67 %) y por último, la claridad (59 %).
Es
importante aclarar que la recodificación de los ítems obedeció a que se
encontraban redactados de manera inversa a lo que el factor pretende explorar.
Un claro ejemplo sería el ítem 24 que dice “Intento tomarme el día como viene,
sin intentar planificarlo” que carga en el factor futuro. Ello explica por qué
los jueces indicaron a estos ítems como poco relevantes, coherentes o claros.
Una vez que les fue aclarado que estos ítems estaban redactados de manera
inversa, variaron su juicio positivamente.
Las evidencias de validez estructural se analizaron con el
mismo procedimiento que los autores del inventario. De acuerdo con los
criterios de Martínez Arias (1995) respecto de la cantidad de observaciones
necesarias para realizar análisis factorial, la cantidad de casos incluidos en
este estudio (n = 320) resulta exigua, pero suficiente para un análisis
básico. En primer lugar se realizó una inspección visual del gráfico de
sedimentación que mostró que cinco factores eran viables. El índice de
adecuación muestral Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) fue de
.75, que señala una matriz de correlaciones aceptable para el uso del método de
componentes principales. El análisis brindó cinco factores que explicaron el
34.46 % de la varianza (10.01 %, 7.2 %, 6.1 %, 5.94 %, 5.22 %). La mayoría de
los ítems del cuestionario tuvieron una relación significativa con el factor en
el que se esperó que cargaran. Todos los ítems –con excepción del ítem 48, que
tuvo una carga de .28–, presentaron cargas factoriales superiores a .35. A su
vez, las evidencias de consistencia interna de los cinco factores fueron
satisfactorias.
El primer factor fue identificado como pasado negativo y su
coeficiente de fiabilidad es de α = .78. En relación con la prueba
original, hay una concordancia de 9 ítems sobre un total de 10. El segundo
factor fue identificado como presente hedonista y su coeficiente de fiabilidad
es de α = .78. En relación con la prueba original hay una concordancia
de 8 ítems de 15. El tercer factor fue identificado como futuro y su
coeficiente de fiabilidad es de α = .65. En relación con la prueba
original hay una concordancia de 7 sobre un total de 13 ítems. El cuarto factor
fue identificado como presente fatalista y su coeficiente de fiabilidad es de α
= .66. En relación con la prueba original hay una concordancia de 2 sobre un
total de 9 ítems. El quinto factor fue identificado como pasado positivo y su
coeficiente de fiabilidad es de α = .59. En relación con la prueba
original hay una concordancia de 7 de 9 ítems. En la discusión se explicará la
diferencia en las concordancias.
En
términos de validez externa, el factor pasado negativo correlacionó
positivamente con la Escala de Locus de Control (r = .31; p < .05) y con la Escala de Malestar Psicológico (r = .43; p < .05) y de manera negativa con la Escala de Autoeficacia Generalizada (r
= -.21; p < .05). El factor presente hedonista
correlacionó positivamente con la Escala de Autoeficacia Generalizada (r
= .31; p
< .05). Por último, el factor
presente fatalista correlacionó positivamente con la Escala de Locus de Control
(r = .45; p < .05) y con
la Escala de Malestar Psicológico (r = .23; p < .05). En la Tabla 1 se pueden ver los resultados.
Tabla_1
Validez
externa: Correlaciones del Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo
Escala |
Presente hedonista |
Presente fatalista |
Pasado negativo |
Futuro |
Pasado positivo |
Locus
de control |
|
.45 |
.31 |
|
|
Malestar
psicológico |
|
.23 |
.43 |
|
|
Autoeficacia
generalizada |
.31 |
|
-.21 |
|
|
El
estudio de la estabilidad de las puntuaciones del ZTPI se realizó a través del
método de test-retest, se hizo con 30 casos y con un
intervalo de un mes entre la primera y la segunda toma. Casi todos los
resultados fueron estadísticamente significativos, variando entre .57 y .77.
Los factores de pasado negativo y presente fatalista demostraron tener los
mayores coeficientes de correlación (r = .77; p < .05), seguido por pasado positivo (r = .67; p < .05), presente hedonista (r = .61; p < .05) y por último futuro (r = .57; p < .05).
Finalmente,
se realizaron análisis para evaluar si existían diferencias en función del sexo
y nivel educativo en la muestra. Con la finalidad de analizar la influencia del sexo para cada uno de los factores del
ZTPI, se aplicó el Test de Diferencias de Medias para muestras
independientes. Se
constataron diferencias significativas en función del sexo en 4 de los 5 factores
de la prueba, siendo las medias mayores en las mujeres que en los hombres. En el factor presente hedonista no se hallaron diferencias
significativas. En la Tabla 2 se informan las medias y desviaciones estándar
para las puntuaciones totales según sexo.
Tabla_2
Medias
y desviaciones estándar para las puntuaciones totales del ZTPI según sexo
Sexo |
Pasado negativo |
Presente hedonista |
Futuro |
Pasado positivo |
Presente fatalista |
||||||||||
|
n |
M |
DE |
N |
M |
DE |
n |
M |
DE |
n |
M |
DE |
n |
M |
DE |
Femenino |
168 |
2.68 |
0.76 |
180 |
3.47 |
0.55 |
175 |
3.65 |
0.48 |
177 |
3.85 |
0.5 |
173 |
2.46 |
0.6 |
Masculino |
140 |
2.48 |
0.64 |
134 |
3.48 |
0.53 |
138 |
3.51 |
0.5 |
140 |
3.67 |
0.51 |
140 |
2.28 |
0.58 |
Para analizar el nivel educativo se trabajó con tres grupos.
Se consideró como bajo nivel educativo el de aquellas personas que tenían hasta
secundario incompleto, nivel educativo medio el de aquellas con secundario
completo y nivel educativo alto el de las personas con estudios superiores.
Así, se procedió a realizar un análisis ANOVA, que indicó diferencias
significativas en cuatro de los cinco factores del ZTPI. En la Tabla 3 se
reportan las medias y desviaciones estándar para las puntuaciones totales en
función del nivel educativo. En los factores pasado negativo, presente
hedonista y presente fatalista, las puntuaciones obtenidas fueron mayores en
personas con bajo nivel de educación. En el factor pasado negativo, las personas con bajo nivel educativo (n = 52)
presentaron una media de 2.89 (DE = .68) y las de alto nivel educativo (n
= 92) de 2.45 (DE = .7) (F = 6.42; p < .005). En el
factor presente hedonista, las personas con bajo nivel educativo (n
= 49) presentaron una media de 3.66 (DE = .57) y las de alto nivel
educativo (n = 95) de 3.25 (DE = .7) (F = 12.59; p <
.005). En el factor presente fatalista las personas con
bajo nivel educativo (n = 50) presentaron una media de 2.78 (DE =
.68) y las de alto nivel educativo (n = 94) de 2.21 (DE = .49) (F
= 16.07; p < .005). Por su parte, las personas con un nivel alto de
educación presentaron puntuaciones más altas en el factor futuro en relación a
las personas de baja educación. Las personas con alto nivel educativo (n
= 96) presentaron una media de 3.72 (DE = .47) y las de bajo nivel
educativo (n = 46) de 3.57 (DE = .43) (F = 5.28; p
= .006). No se hallaron diferencias significativas en el factor pasado
positivo.
Tabla_3
Medias
y desviaciones estándar para las puntuaciones totales del ZTPI según nivel
educativo
Nivel educativo |
Pasado negativo |
Presente hedonista |
Futuro |
Pasado positivo |
Presente fatalista |
||||||||||
n |
M |
DE |
N |
M |
DE |
n |
M |
DE |
n |
M |
DE |
n |
M |
DE |
|
Bajo |
52 |
2.89 |
.68 |
49 |
3.67 |
.57 |
46 |
3.57 |
.431 |
51 |
3.8 |
.63 |
50 |
2.78 |
.68 |
Medio |
164 |
2.57 |
.714 |
170 |
3.54 |
.53 |
171 |
3.52 |
.51 |
170 |
3.8 |
.42 |
169 |
2.36 |
.59 |
Alto |
92 |
2.45 |
.7 |
95 |
3.25 |
.501 |
96 |
3.72 |
.48 |
96 |
3.71 |
.58 |
94 |
2.21 |
.49 |
Discusión
Los
objetivos de este estudio fueron conocer si la
adaptación española del ZTPI es apropiada para su uso en Argentina y brindar
información acerca de sus propiedades psicométricas en Buenos Aires.
En
cuanto al primero, se pudo constatar que muchos de los ítems de la versión
española eran apropiados en nuestro medio, pero 34 ítems debieron ser
modificados para ser comprendidos correctamente. Esto llevó a realizar una
versión argentina que incluyese las correcciones devenidas del estudio de
jueces y de la respuesta de individuos argentinos a la versión española.
Además,
este trabajo mostró evidencias de validez estructural de los cinco factores que
se replicaron, también en todas las adaptaciones que se hicieron con
anterioridad (Apostolidis et al., 2006; B. Reuschenbach en
comunicación personal con Kolesovs el 24 de mayo de
2006; Díaz-Morales, 2006; Kolesovs, 2009; Milfont et al., 2008; Sircova et
al., 2014). Esto daría cuenta de la universalidad de los constructos evaluados
por el ZTPI, ya que los mismos factores se han encontrado empíricamente en
diferentes culturas y países (Sircova et al., 2014).
El
test-retest evalúa la varianza de error al paso del
tiempo. Que las correlaciones de la evaluación test-retest
hayan sido altas y positivas significa que las puntuaciones acerca de la
orientación temporal, tal como son evaluadas en el ZTPI, presentan estabilidad
a lo largo del tiempo. Aun de manera indirecta, estos resultados son
compatibles con la idea de que estas orientaciones temporales son
características relativamente estables de la personalidad en distintas etapas
vitales.
En términos de validez de
contenido, pudo notarse que la estructura de la evaluación de los expertos se
correspondía con el análisis factorial de los autores del ZTPI (Zimbardo y
Boyd, 1999), en donde los factores que lograron una mayor carga fueron los que
tenían la mayor cantidad de acuerdos acerca de alta relevancia, coherencia y
claridad. Aquellos factores que se mostraron como más definidos en el análisis
factorial de Zimbardo y Boyd (1999) y como los más relevantes, coherentes y
claros son el pasado negativo y presente hedonista, mientras que el menos
definido por el factorial de los autores, y el menos relevante, coherente y claro
fue el presente fatalista.
El pasado negativo y el
presente hedonista se mostraron como los más definidos en el análisis factorial
de Zimbardo y Boyd (1999) y como los más relevantes, coherentes y claros,
mientras que el presente fatalista fue el menos definido y el menos relevante,
coherente y claro.
También se observó que
aquellos ítems que los evaluadores marcaron como relevantes, coherentes y
claros eran también los que tenían mayor carga en el análisis factorial que se
realizó en este trabajo. Algunos ejemplos son el ítem 8 del factor presente
hedonista que tuvo una carga de .51 en el análisis factorial, el ítem 7 del
factor pasado positivo que tuvo una carga de .55, el ítem 10 del factor futuro
que cargó con un valor de .5 y, por último, el ítem 34 del factor pasado
negativo que cargó con un valor de .68.
En términos de validez
externa, la relación entre presente hedonista y la escala de autoeficacia
generalizada podría entenderse en términos de asertividad, es decir que la
persona se encuentra capaz de expresar y seguir sus convicciones. La relación
del presente fatalista con la escala de malestar psicológico podría estar
sostenida desde la concepción de un hecho traumático pasado o experiencias
negativas pasadas, que se perciben en el presente y que son fuente de malestar.
Esto, a su vez, podría estar aparejado con un estilo atribucional externo,
explicando también la correlación del factor presente fatalista con la escala
de locus de control. Estas mismas conjeturas podrían usarse también para explicar
las correlaciones del factor pasado negativo con la escala de malestar
psicológico y la escala de locus de control. La correlación negativa del factor
pasado negativo con la escala de autoeficacia generalizada podría entenderse
como una falta de percepción de minusvalía y de falta de recursos para poder
expresar y seguir sus convicciones.
Sircova et al. (2014) mencionan que las orientaciones de pasado
negativo y presente fatalista aparecen, repetidas veces, como asociadas
negativamente con bienestar psicológico y comportamientos respectivos a ese
bienestar. Esto se ve también en una conclusión a la que arriban Oyanadel y Buela-Casal (2010) al mencionar que el pasado negativo se
relaciona negativamente con la salud. Sircova et al.
(2014) también señalan que las orientaciones de pasado positivo y futuro se
encuentran, en la mayoría de casos, asociados con bienestar psicológico,
mientras que el presente hedonista se encuentra simultáneamente relacionado a
comportamientos de riesgo y comportamientos satisfactorios asociados a
bienestar psicológico. Un ejemplo de lo descripto por Sircova
et al. (2014) y Oyanadel y Buela-Casal (2010) es lo
que muestran Astrom, Wiberg,
Sircova, Wiberg y Carelli (2014) con respecto a pacientes ansiosos, indicando
que en ellos existe un sesgo temporal hacia los aspectos negativos del pasado y
del futuro, pero no del presente, lo cual aporta algo de conocimiento a la
relación que existe entre orientación temporal y psicopatología.
Continuando con la relación
entre orientación temporal y psicopatología, Oyanadel, Buela-Casal,
Araya, Olivares y Vega (2014) ponen a prueba
la posibilidad de modificar la orientación temporal y logran hacerlo con éxito.
Estos hallazgos resultan relevantes, ya que demuestran que la orientación
temporal podría incluirse como una variable terapéutica a la hora de diseñar
intervenciones, cuyo fin sería fomentar la orientación temporal balanceada que
se encuentra asociada positivamente a la salud (Oyanadel y Buela-Casal,
2010).
El
presente trabajo representa una primera aproximación a la adaptación del
Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo a la Argentina. Las propiedades
psicométricas que se estudiaron fueron la fiabilidad y validez estructural, la
validez de contenido y la estabilidad de las puntuaciones. Los puntajes
obtenidos en tales mediciones han sido satisfactorios, cumpliendo así con el
objetivo general del trabajo.
En
relación con los ítems utilizados para evaluar cada factor, siguiendo los
resultados obtenidos tras la rotación varimax, es
necesario mencionar algunas consideraciones. En primer lugar, los ítems 46, 24
y 56 poseen carga significativa positiva en el factor que es donde, siguiendo
la prueba original, deberían cargar, pero a su vez, poseen una carga
significativa negativa en otro factor que posee cualidad contraria, por lo
tanto, estos ítems son consistentes porque la cualidad se está manteniendo.
Similarmente, el ítem 1 debería cargar en el presente hedonista, pero tiene
carga significativa en el pasado positivo; esto indica que se mantiene la
cualidad de lo que se está evaluando, aunque en esta adaptación este ítem es
más prístino para el pasado positivo. Por su parte, el ítem 39 tiene carga
compartida entre el presente fatalista, donde debería cargar, y el pasado
negativo. Ambos factores tienen la misma cualidad, por lo que se mantiene la
medición, pero es probable que la redacción en negativo haya coadyuvado a la
presencia de cargas superiores a .40 en ambos factores.
Seis
de los quince ítems correspondientes al factor presente hedonista deberían ser
eliminados de la escala, ya que o tienen carga compartida o cargan en un factor
contradictorio al que deberían cargar. Por otro lado, los ítems 3 y 52, que
evalúan la orientación presente fatalista, también deberían ser eliminados, ya que
cargan en un factor contradictorio al que deberían hacerlo. De la misma manera,
el ítem 6 correspondiente al factor futuro, también debería ser revisado, ya
que carga en un factor contradictorio al que debería cargar. Por último, el
ítem 5 que pertenece al factor pasado negativo, también debería ser eliminado
porque posee una carga significativamente mayor en un factor cualitativamente
contradictorio al que debería cargar. Estos señalamientos podrían ser tenidos
en cuenta para generar una versión breve de la técnica.
Tomando en consideración la
variabilidad en las puntuaciones del ZTPI, los resultados obtenidos en este
estudio sugieren que la misma se debe, en parte, al nivel educativo y
secundariamente al sexo. Respecto a la edad, un estudio previo reporta diferencias significativas
para las dimensiones presente hedonista y futuro. Conforme aumenta la edad, el
patrón de orientación al presente hedonista decrece. Lo contrario sucede con el
predominio de la orientación futura. Esto implica que la orientación temporal
de las personas tiende a moverse evolutivamente desde una orientación centrada
en el presente hacia el futuro (Brenlla, Willis y
Germano, 2016; Laureiro-Martínez, Trujillo y Unda, 2017). En relación a las diferencias halladas
respecto del sexo, los resultados obtenidos en este estudio coinciden con los
hallados por Oyanandel et al. (2014), en cuanto a una
tendencia mayor en las mujeres a puntuar más alto en pasado positivo y con
Salmerón Pérez, Gutiérrez-Braojos y Rodríguez
Fernández (2017) respecto de la similitud en la perspectiva de futuro entre
hombres y mujeres. Sin embargo, estas tres variables, edad, nivel educativo y
sexo pueden explicar cierta variabilidad en las puntuaciones, pero no
completamente. Esto implica que la orientación temporal puede ser tenida en
cuenta como un rasgo de personalidad y las diferencias que las personas
obtienen en las puntuaciones de esta escala se explican mayoritariamente debido
a diferencias individuales.
Este
trabajo cuenta también con algunas limitaciones. La primera de ellas es que la
muestra se reduce a personas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran
Buenos Aires. Para realizar la adaptación definitiva del Inventario de
Perspectiva Temporal de Zimbardo a la Argentina sería recomendable incluir en
la muestra personas de otras regiones del país. Otra limitación es el tamaño de
la muestra con la que se realizó el test-retest,
viéndose afectadas las propiedades psicométricas de la estabilidad en el tiempo
de los factores. Sería recomendable también trabajar con una muestra más grande
para evaluar esta propiedad en la adaptación definitiva del ZTPI. También debe
considerarse una limitación el hecho de que la estructura obtenida por el
análisis factorial exploratorio debería ser validada con un estudio confirmatorio.
Por
último, algunas futuras líneas de investigación, que resultaría interesante
trabajar, serían la realización de la adaptación definitiva, la configuración
de una versión más corta del ZTPI y comenzar a evaluar a pacientes clínicos
para poder empezar a comprender acerca de los mecanismos temporales que operan
en las psicopatologías y, en un futuro, utilizar la orientación temporal como
variable para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades psiquiátricas.
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Recibido: 22/11/2017
Aceptado: 18 de
septiembre de 2019
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